Después de asistir atónitos y avergonzados a la lección de democracia impartida ayer por el pueblo irakí, después de comprobar que sigue habiendo gente con las gafas sucias, después de comulgar con las palabras del sumo sacerdote, vuelvo a detenerme en el polvo y la roña acumulados en el salón de casa.
Resulta que el PSE-EE vota en blanco en el Parlamento de Vitoria. No ve motivos para alinearse con el resto de fuerzas no nacionalistas, “para no degradar más la democracia”. No lo voy a comentar, se comenta solo. En el fondo, cada vez me importa menos lo que opine el PSE sobre democracia.
Lo que sí está claro es que los “muchachos” represantes de medio País Vasco, los que quieren romper la Constitución Española, los que alimentan con argumentos las bombas de, por ejemplo Denia (por recientes), ésos se acogen al Tribunal Constitucional para reclamar un derecho que les concede un Estado al que quieren renunciar. Paradojas de la vida.
Los ignorantes (perdón, los compatriotas) que ayer se manifestaron en contra de las elecciones en Irak seguro que también saldrán a la calle para pedir un referéndum en Vascongadas. Porque, claro está, los argumentos de represión (sólo la derecha reprime), ausencia de libertades civiles (sólo los fascistas necesitan guardaespaldas) y ocupación militar (ETA es un movimiento guerrillero de liberación nacional) no son aplicables a la « realidad » del País Vasco. Otra paradoja, más polvo.
Hay que bajar la crispación, dice Zapatero, y admitir la autocrítica (los otros no lo hacen, claro). Estoy esperando la reprimenda del camarada Jose Luís a los camaradas Bono, Blanco y Belloch por la cantidad de mentiras y sandeces vociferadas la semana pasada. Ya tengo dos libros y una tumbona, porque la espera va a ser larga, me temo. El hecho de que me siente a esperar en absoluta desesperanza es una paradoja también.
Pero el paradigma de la paradoja es, sin duda, el diario El Mundo. Se ve que los rumores de manipulación de la opinión pública, incubados en los sectores más reaccionarios de la Red y la prensa nostálgica, han de ser atajados de raíz. Es por ello que el señor PJ se decide – qué casualidad – precisamente ahora a publicar una entrevista con Juan Campmany, en un burdo intento de desdemonizar y banalizar la ascensión a los cielos del señor ZP. Pedro Jota no se aclara. O la presión es mucha, que también puede ser.