Si en algo es eficaz el colectivismo es en retroalimentarse. No es que sea perfecto, para muestra quien suscribe y probablemente quien lee, pero no deja de ser llamativo el aumento en el número de bandadas de pájaros que, encerrados en sus jaulas, se niegan a explorar el mundo exterior. Qué duda cabe que la necesaria Libertad que se necesita en un mundo individualista y de colaboración voluntaria exige responsabilidad, y por tanto espíritu crítico y un poco de sentido común y esto puede suponer un esfuerzo hercúleo para quien vive cómodo en su estrecha pero cómoda prisión estatista. Me viene a la cabeza la letra maravillosa de “Wish you were here” escrita por David Gilmour y por un estatista cerril de tomo y lomo como es Roger Waters.
“Did you exchange
a walk on part in the war
for a lead role in a cage?”
Así terminan las estrofas antes del estribillo. Waters como tantos y tantos colectivistas recalcitrantes peca, como ya señalaba Friedman, de juzgar las teorías por sus pretendidas buenas intenciones en lugar de por sus resultados. La realidad es que Maduro, a quien ha defendido Waters ultimamente, como antes otros comunistas y socialistas tristemente famosos, ha convertido su país en una jaula invivible, donde el totalitarismo pisa con su bota cualquier halo de esperanza que pueda significar prosperidad para su pueblo.
La Unión Europea se jacta de exportar legislación. No queremos ciudadanos libres, autónomos, pensantes. Queremos ciudadanos regulados y legislados.
Después de 40 años de socialismo en Andalucía, votado y aprobado por sus ciudadanos llega el cambio. El cambio son un proyecto de presupuestos con un aumento del gasto del 5%. Todo cambia para seguir igual. Veremos en qué queda.
El Tribunal de Cuentas dice que las pensiones no pueden pagarse y que hay que pagarlas con impuestos. La verdad es que nadie te pide permiso para que cotices. Cotizas so pena de multa. Así que no hay diferencia entre cotizar y dejar que te roben.
Pueden coger cualquier diario del tipo que quieran. Los ciudadanos reclaman al gobierno un sinfín de cuestiones que al gobierno jamás debió permitírsele resolver. Nadie parece querer pararse a estudiar un momento el coste, económico y moral, que tiene todo el tinglado. Nadie lo hace y menos desde que en los colegios se criminaliza todo aquello que sea salirse de la norma.
Es triste pues si no se hubieran salido de la norma Arquímedes, Galileo, Einstein, Bill Gates o Steve Jobs, por poner algunos ejemplos, no habríamos bajado jamás de los árboles. El progreso significa inexcusablemente salirse de los patrones establecidos, lo cual viene a ser todo lo contrario a quedarse sentado en la jaula, reclamando tus derechos sobre el asunto más peregrino.