Cuando la información se almacenaba en un objeto, fuese este un libro, un disco o un vídeo, y cuando nos comunicábamos cara a cara, por carta o por teléfono, todo iba más despacio, y existía un cierto control sobre la producción de cualquier género de información de cara a su comercialización o su ocultación. Eran tiempos que distaban mucho de ser un Edad de Oro y, lo más sorprendente, eran tiempos que es imposible considerar lejanos, pues son apenas tres décadas, pero que parecen un auténtico pleistoceno en cuanto a las herramientas utilizadas para transmitir datos.
Hoy todavía estamos confundidos por la explosión de Internet y los contenidos multimedia fácilmente difundibles y difícilmente controlables. Si es cierto eso que dice el psicólogo Barry Schwartz, que “más es menos”, no podemos dudar de que estamos entrando en una etapa de sobreabundancia de información y comunicación que conllevará un empobrecimiento de nuestra formación y nuestros comportamientos sociales.
En todo contexto histórico y cultural surgen o medran unos tipos y desaparecen o son relegados otros. Nombres como los de Julian Assange o Edward Snowden pueden acaparar portadas de periódicos –casi todos digitales, claro- y algunas personas que podrían haber sido escuchadas o haber sido el centro de atención por cualquier motivo desaparecen o es como si nunca hubieran existido. Los hackers están de moda, pero es algo más que una simple moda. Esta se deriva de un cambio cultural asociado a un cambio en las tecnologías que usamos para transmitir la cultura.
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta un ciudadano hoy es desbrozar la selva de datos de la red para abrirse camino hacia una información veraz y verificable entre un montón de ramas y hojas de malas hierbas informativas, muchas de las cuales brotan de plantas venenosas (léase marketing engañoso). Cada vez está más difuminada la línea que separa publicidad de información. Asimismo, y llevando esto a lo más alto de las cuestiones sociales que a todos nos afectan, cada día está más difuminada la línea que separa posverdad de verdad, relatos urdidos por engañadores con intereses y agendas muy personales y conocimiento transmitido por personas que lo han obtenido de primera mano o tras un laborioso trabajo investigador.
Cuando los hackers pudieron acceder con relativa facilidad a los datos de los usuarios de la red, en particular los que ostentaban cierto poder, y por tanto de los que podían sacarse informaciones más jugosas, la idea de institucionalizar eso y llamarlo periodismo, o transparencia, tenía que venir de la cabeza de algún autista informático suficientemente loco para meterse con instituciones mucho más antiguas, asentadas y poderosas que la que él mismo estaba tratando de crear, con unos pocos juegos de manos. Fue un australiano, Julian Assange, quien dio la campanada de salida a la nueva era de las filtraciones de información en aras de la transparencia total, creando Wikileaks.
Assange, originariamente un hacker delincuente en Australia quiso convertirse en periodista internacional con, como decía antes, unos pocos juegos de manos: robar grandes cantidades de información y luego filtrarlas, hacerlas públicas y hacerlo desde un sitio web inexpugnable y, por supuesto, ilocalizable físicamente. Para conquistar el mundo quería estar en todas partes y en ninguna a un tiempo.
Pero su gran golpe de efecto no vino hasta que Bradley Manning, un soldado raso destinado en Irak como administrativo informático, que manejaba datos de seguridad nacional estadounidense muy delicados, decidió meter en un CD de Lady Gaga ingentes cantidades de información relacionadas con las operaciones del ejército estadounidense y mandar su contenido, por un canal seguro, al ínclito Assange. Manning tenía problemas de conciencia, y también se sentía mal en su cuerpo de hombre. Tenía tal lío en su cabeza que hizo algo realmente estúpido. Pero ciertamente no fue inteligente por parte del ejército de los EEUU poner información tan importante en las manos de una persona de rango menor, y claramente desequilibrada (con problemas de identidad sexual en un lugar tan viril como el ejército) dejándole horas y horas libres para analizarla y copiarla a su antojo, sin ningún tipo de control. La filtración más grande de la historia se originó en un agujero de seguridad notable….
Después de aquél golpe de suerte Assange se pavoneó por el mundo con su flamante página de filtraciones, Wikileaks, como si de una eminencia se tratara. Su gran contribución a la humanidad consistió en recabar informaciones de otra persona y publicarlas sin miramientos.
Recientemente en España hemos vuelto a “escuchar” la voz de Assange a través de un Tweet incendiario en el que hablaba de las cargas policiales de Cataluña mientras ponía la foto de un chino frente a un tanque, ya antológica, de cuando el ejército chino masacró a miles de manifestantes en la Plaza de Tiananmén. El absurdo paralelismo provocó el escándalo. Arturo Pérez Reverte, tipo arrojado sin pelos en la lengua, le tildó de “perfecto idiota”. Pero ése no era exactamente el problema de Assange. Hombre de una brillante inteligencia, la había empleado más en la informática y en la red que en reflexionar en profundidad sobre cuestiones políticas, sociales o filosóficas. Eso no le convertía en un perfecto idiota al menos en lo que él sabía hacer mejor que nadie, jugar con ordenadores.
Lo que revelaba el tweet de Assange era su conexión con la Rusia de Putin más allá de toda duda razonable. Ya la filtración de los correos comprometedores de Hillary Clinton a través de Wikileaks (correos que habían robado hackers rusos entrando en los ordenadores del Partido Demócrata estadounidense) a través de su oscura plataforma lo decían todo de a qué amo estaba sirviendo, y ese no era otro que el más declarado enemigo de la transparencia, el mendaz Vladimir Putin.
Con la operación de Cataluña pretendían desestabilizar la UE. De momento no han tenido tanto éxito como con la victoria de Trump en las presidenciales estadounidenses, pero cualquiera sabe qué nuevas jugadas harán en el gran tablero de Hackeristán. Lo veremos en el futuro.
Hace unos años, en el momento álgido del escándalo Wikileaks, dos periodistas del Guardian escribieron sobre el tema. Uno de ellos, al que entrevistamos el otro día sobre la colusión entre Trump y Putin, es Luke Harding. El otro es David Leigh, veterano periodista de el Guardian que conoció personalmente a Assange y publicó alguna de sus filtraciones tras cumplir con las exigencias de su profesión con una contrastación a fondo de la información recibida.
Hemos preparado un cuestionario para David Leigh, que ha tenido la amabilidad de responder para nosotros. El correcto inglés de las preguntas corre a cargo de Álvaro Cortina, nuestro profe particular. Les dejamos Leigh. Créanme, no deja en muy buen lugar a Julian Assange.
In English:
1.- Hero or villain? In this complex world with ambiguous personalities, how would you describe Julian Assange? How is he in person?
Well, of course, Assange, exasperating and quarrelsome as he is to meet, is neither a hero nor a villain. These are inappropriate categories. Assange is not a protagonist in some melodrama of good versus evil: he is simply a phenomenon of new technology. He is a phenomenon of the internet age. In a different age, in which the internet had not been invented, Assange would have been an obscure malcontent, who no-one would have ever heard of. The internet has made possible the creation of vast datasets which can be accessed from all over the world, infinitely replicable and searchable. And stealable. This technology has brought into being a new type of thief – the hacker. Assange became famous because he was good at hacking. He delighted in breaking into other people’s data. He justified this with a counter-cultural ideology – a very superficial one – that universal transparency would destroy the powerful and make the world a better place. This stance attracted some disciples, swayed by his self-important narcissistic personality. It has also generated opponents, repelled by Assange’s irresponsibility, misogyny and lawlessness. But his true significance is that the information he helped leak was an early example of the new kind of investigative journalism which big data leaks nowadays make possible.
2.- Only a few would doubt on the importance and necessity of transparency in our society. But there are always some moral and practical limits to it. You, as a senior journalist,, probably know better than anyone where there these invisible limits are. When do you think Wikileaks has gone beyond the limits?
Assange went too far when he proposed to publish the identity of Afghan informants to the US military, even if they might come to harm, saying «They deserve to die». He went too far again when he published the unredacted Afghan and Iraq war logs, regardless of the danger to individuals. He went much too far when he let himself be exploited by the Russians in publishing the Clinton emails Russia had hacked, to assist the Trump election campaign. And I think he went too far in publishing recent material hacked from the CIA, perhaps again at Russian behest. There’s probably little to be gained by trying to discuss Assange’s own position on transparency limits: he doesn’t really have a consistent position, but is blown in different directions depending on his self-interest and the demands of his mentors. Professional journalists, on the other hand, should follow a code of ethics, even if they live by exposure. This requires them to behave as good citizens.
3.-What have been the most relevant revelations of Wikileaks throughout the years since its beginnings?
Only one thing – the US military and state department revelations provided by Chelsea Manning. And of those, the helicopter footage of innocent civilians being mowed down in Baghdad was probably the most graphic demonstration of the horrors of war.
4.-Julian Assange declared to be politically libertarian. Ron Paul, one of the most destacate libertarians in the US, defends his cause. But Ron Paul seems to be alone in this. After all, it looks like Assange is lately alineated with Russia (a place without freedom: something that needs of the rule of law and of an open and democratic society). What kind of libertarian could be a person like Julian Assange?
Assange does not have a political philosophy worth discussing. He comes from a hippy counter-cultural background in Australia, which was hostile to government authority. On top of that, his own egotism attracts him to the idea that nobody should tell him what to do. But his willingness to work for Russian interests shows that he is not in fact a man of principle.
5.- Many people want to see Assange dead. Why is there so much hate (or fear) against Assange?
The premise of this question is wrong. Assange and his disciples like to present him as an important and Christ-like figure whom the world wants to crucify. But this is not true. While it is true that some hot-heads responded to his noisy anti-Americanism by calling for him to be assassinated, the fact is that most of his legal and personal troubles are of his own making. Other actual leakers, such as Chelsea Manning or Edward Snowden, have suffered greater hostility, persecution or exile.
6.- Assange was processed for sexual agression in Sweden, and this was the begining of his personal Odyssey to arrive at Ecuador’s Ambassy in London. Five years later the acusations have been retired but he is still inside Ecuatorian Ambassy. What kind of future can he experct there? Can he manage well his organization in this situation?
Assange has a very limited organisation, although he likes to give the impression through the use of fake names that it is bigger than it is. It is easy enough for him to publish leaks that he is given, provided he retains access to the internet. But he and Wikileaks have published little of genuine significance in the last 5 years, while others continue to publish important material. The sad fact is that Assange has made himself irrelevant. His flight from Swedish justice cost him many supporters. His disgraceful behaviour in helping the Russians and the Trump election campaign cost him even more support. He is trapped without a future in the Ecuadorian embassy, dependent on Ecuador [and Russian] goodwill. If he ever decides to emerge, my guess is that the British would seek to deport him to his native Australia as quickly as possible. Then perhaps his disciples would hope he would rise again….
7.- What is the present and future of managing information with freedom and veracity? What is Wikileaks now? Does Wikileaks follow the standars of the good journalism?
Wikileaks is essentially finished. Assange himself was a phenomenon of significance 7 or 8 years ago, before his activities disappeared into a cul-de-sac. He was a pioneer of new methods of first, obtaining mass data leaks, and second, enlisting cross-jurisdictional collaboration from mainstream journalists to analyse and publicise the material. Since then, this model has continued to develop without Assange, in for instance, the intelligence revelations of Edward Snowden and the work of the International Consortium of Investigative Journalists [ICIJ], using hacked data to reveal worldwide offshore tax-dodging and money-laundering. Assange himself has demonstrated that, despite all his efforts to call himself a publisher and a free speech campaigner, he is really just an opportunist, not a journalist.
8.- When the Catalonia secesionists decided unilaterarly to declare Catalonia as an independent republic through a fraudulent and illegal votation, Assange compared in a Tweet to the spanish police charges with the bloody repression of Tiananmén. What fiability can we concede to someone who stablishes so ridiculous paralelisms between a consolidated democracy and a Autoritarian regime, between a little controled violence and a deliberated massacre?
Yes I agree. Assange’s political opinions have often been difficult to take seriously – and nowadays it is also uncertain in whose interests he is acting.
9.- And finally…what are you working on now?
I teach investigative reporting to university students, and I am on the board of IMPRESS, which self-regulates online media – in the hope of improving standards of journalism. But otherwise, after 40 years of investigative journalism, I hope I have earned the right to retire!
En español:
1.- ¿Héroe o villano? En este mundo complejo con personalidades ambiguas, ¿cómo describiría a Julian Assange? ¿Cómo es él, en persona?
Bueno, por supuesto, Assange, al que podemos encontrar exasperante y pendenciero, no es ni un héroe ni un villano. Son categorías inapropiadas. Assange no es el protagonista de algún melodrama que enfrente el bien contra el mal: es simplemente un fenómeno de las nuevas tecnologías, un fenómeno de la era de Internet. En otra época, en la que Internet no se hubiera inventado aún, Assange habría sido un contestatario gris del que nadie habría oído hablar. Internet ha hecho posible la creación de vastos conjuntos de datos a los que se puede acceder desde todo el mundo, infinitamente replicables y accesibles. Datos que se pueden robar. Esta tecnología ha dado vida a un nuevo tipo de ladrón: el hacker. Y Assange se hizo famoso porque era bueno hackeando. Para él era un deleite meterse en los datos de otras personas, y lo justificó con una ideología contracultural -bastante superficial- que sugería que la transparencia universal destruiría a los poderosos y haría del mundo un lugar mejor. Este posicionamiento atrajo a algunos discípulos, influenciados por su personalidad ególatra y narcisista. También le ha generado detractores, a los que repelía su irresponsabilidad, su misoginia su comportamiento anárquico. Pero su relevancia radica en que la información que ayudó a filtrar fué un ejemplo temprano de un nuevo tipo de periodismo, hoy posible gracias a las filtraciones masivas de grandes datos.
2.- Muy pocos dudarían de lo importante y necesaria que es la transparencia en nuestra sociedad. Pero siempre existen algunos límites morales y prácticos para lograrla. Usted, como periodista profesional, probablemente sepa mejor que nadie dónde están estos límites invisibles. ¿Cuándo cree que Wikileaks traspasó los límites?
Assange fue demasiado lejos cuando propuso publicar la identidad de los informantes afganos del ejército de EE.UU. aunque esto pudiera dañarles seriamente, él se limitó a decir: «Merecen morir». Volvió a ir demasiado lejos cuando publicó los registros de guerra afganos e iraquíes sin editar, independientemente del peligro que supusiera para muchas personas. Llegó todavía más lejos cuando se dejó utilizar por los rusos publicando los correos electrónicos de Clinton que Rusia había hackeado, para beneficiar a Trump en la campaña electoral estadounidense. Y creo que ha vuelto a ir demasiado lejos publicando información reciente hackeada a la CIA, tal vez nuevamente desde Rusia. Probablemente haya poco que ganar al tratar de defender la posición de Assange sobre los límites de la transparencia: en realidad no tiene una posición coherente, sino que vuela en diferentes direcciones según su propio interés y las demandas de sus mentores. Los periodistas profesionales, por otro lado, deben seguir un código deontológico, incluso si su vida está en riesgo. Esto requiere de ellos que en todo caso se comporten como buenos ciudadanos.
3.- ¿Cuáles han sido las más relevantes revelaciones de Wikileaks a lo largo de los años transcurridos desde sus comienzos?
Solo una cosa: las revelaciones del Departamento de Estado y el ejército de EE.UU. proporcionadas por Chelsea Manning. Y entre ellas, la filmación desde un helicóptero de civiles inocentes siendo abatidos en Bagdad, que fue probablemente la demostración más gráfica de los horrores de la guerra.
4.-Julian Assange declaró ser políticamente libertario. Ron Paul, uno de los libertarios más destacados en los Estados Unidos, defiende su causa. Pero Ron Paul parece estar solo en esta empresa. Después de todo, parece que Assange últimamente está alineado con Rusia (un lugar sin libertad: algo que necesita del estado de derecho y de una sociedad abierta y democrática). ¿Qué tipo de libertario puede ser un tipo como Julian Assange?
Assange no tiene una filosofía política que valga la pena discutir. Viene de una cultura hippie contracultural de Australia, que era hostil a la autoridad del gobierno. Además de eso, su propio egocentrismo le hizo imbuirse de la idea de que nadie debería decirle qué hacer. Pero su disposición a trabajar por los intereses de Rusia muestra que él no es en realidad un hombre de principios.
5.- Mucha gente quiere ver a Assange muerto. ¿Por qué hay tanto odio (o miedo) contra Assange?
La premisa de la que partes en esta pregunta es incorrecta. A Assange y a sus discípulos les gusta presentarle como una figura importante y como un Cristo al que el mundo quisiera crucificar. Pero no hay nada de cierto en ello. Si bien es cierto que algunos exaltados respondieron a su ruidoso antiamericanismo pidiendo que lo asesinaran, el hecho es que la mayoría de sus problemas legales y personales se los ha buscado él solo. Otros «filtradores» reales, como Chelsea Manning o Edward Snowden, han sufrido una mayor hostilidad, persecución o exilio.
6.- Assange fue procesado por agresión sexual en Suecia, y este fue el comienzo de su Odisea personal para llegar a la Embajada de Ecuador en Londres. Cinco años después, las acusaciones han sido retiradas, pero él todavía está dentro de la Embajada Ecuatoriana. ¿Qué tipo de futuro puede experimentar allí? ¿Puede manejar bien su organización en esta situación?
Assange tiene una organización muy limitada, aunque le gusta dar la impresión mediante el uso de nombres falsos de que es más grande de lo que realmente es. Para él es bastante fácil publicar las filtraciones que se le envían, siempre que mantenga acceso a Internet. Pero él y Wikileaks han publicado poco auténticamente significativo en los últimos 5 años, mientras otros continúan publicando material importante. La triste realidad es que Assange se ha vuelto irrelevante. Su huida de la justicia sueca le costó ya muchos seguidores. Y su comportamiento vergonzoso al ayudar a los rusos con la campaña electoral de Trump le costó aún más apoyos. Está atrapado sin futuro en la embajada ecuatoriana, dependiendo de la buena voluntad de Ecuador [y de Rusia]. Si alguna vez decide salir, supongo que los británicos tratarían de deportarlo a su Australia natal lo más rápidamente posible. Entonces tal vez sus discípulos confiarían en su retorno …
7.- ¿Cuál es el presente y el futuro de la gestión de la información con libertad y veracidad? ¿Qué es Wikileaks ahora? ¿Wikileaks sigue los estándares del buen periodismo?
Wikileaks está esencialmente acabado. El propio Assange fue un fenómeno de importancia hace 7 u 8 años, antes de que sus actividades desaparecieran en un callejón sin salida. Fue pionero, en primer término, en obtener filtraciones masivas de datos, y en segundo lugar recabando la colaboración interjurisdiccional de los principales periodistas para el análisis y publicación del material. Desde entonces este modelo ha continuado desarrollándose sin Assange, por ejemplo con las revelaciones de la Inteligencia de Edward Snowden y con el trabajo del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación [ICIJ], utilizando datos hackeados para revelar la evasión fiscal y el blanqueo de capitales en el extranjero. El mismo Assange ha demostrado que, a pesar de todos sus esfuerzos por llamarse editor y activista de la libertad de expresión, en realidad es solo un oportunista, no un periodista.
8.- Cuando los secesionistas de Cataluña decidieron unilaterariamente declarar a Cataluña como una república independiente a través de una votación fraudulenta e ilegal, Assange comparó en un tweet las cargas de la policía española con la sangrienta represión de Tiananmén. ¿Qué fiabilidad podemos conceder a alguien que establece paralelismos tan ridículos entre una democracia consolidada y un régimen autoritario, entre un poco de violencia controlada y una masacre deliberada?
Sí estoy de acuerdo. Las opiniones políticas de Assange a menudo han sido difíciles de tomar en serio, y hoy en día también es incierto en interés de quiénes está actuando.
9.- Y finalmente … ¿en qué está trabajando ahora?
Enseño Periodismo de Investigación a estudiantes universitarios, y estoy en el consejo de IMPRESS, que autorregula los medios en línea, con la esperanza de mejorar los estándares del periodismo. Pero por otro lado, después de 40 años de periodismo de investigación ¡espero haberme ganado el derecho de retirarme!