Algunos se preguntarán que interés podría tener el Kremlin, es decir, el autócrata Vladimir Putin, en una región de España como Cataluña, llena de algunos de los más esperpenticos ejemplos de lo que él consideraría, con toda justicia, como decadentes occidentales.
El líder del nuevo régimen ruso, que es una continuación del anterior con un cambio de decorados y un pueblo inerme y sometido por la violencia, la arbitrariedad y la mentira en su nueva modalidad de postverdad repetida hasta la extenuación, no se ha molestado de momento ni en fingir que simpatiza con los Catalanes y sus “representantes democráticamente elegidos”.
Cuando le preguntaron la primera vez por el asunto catalán dijo que se trataba de “un asunto interno del Estado Español”. Como Putin es un misterio, y ha vivido siempre de serlo, desde sus orígenes como gris agente del KGB hasta su coronación como Zar al estilo de Augusto, ejerciendo como Rey pero sin llamar a su poder por su propio nombre), no sabemos si en algún momento hará el papel de amigo de los Republicanos Catalanes, aunque dado el asco que le producen muy probablemente no haga otros comentarios que los relacionados con la evidente quiebra del modelo representado por la UE que escenifican, y sobre el doble rasero que la UE ha aplicado a Cataluña y a Kosovo (dos regiones con poco en común, pero eso no importa).
El ya fallecido oligarca ruso Boris Berezovsky, que ejercía de poder en la sombra con Boris Yeltsin, fue seducido por el impertérrito silencio y la discreción marciales de un comandante del FSB (organismo que sucedía al KGB, mismo perro con distinto collar) justo cuando buscaba un sucesor para Boris Yeltsin que ofreciera plenas garantías de salvar al que se convertiría en su predecesor de una derrota electoral y una sentencia judicial que daría con sus huesos en Siberia (ya saben como se las gastan los rusos).
El personaje chato, de mirada fija y penetrante y movimientos de macho alfa, hablaba poco, no aceptaba sobornos y fingía no estar interesado en alcanzar las altas instancias del poder.
Vladimir Putin pasó en pocos meses de la sombra a la luminosa luz de los flashes de la prensa nacional e internacional. Era el inopinado delfín del Presidente de Rusia, Boris Yeltsin.
Pero ¿cómo logró el sastre Berezovsky un traje de Zar adecuado para Putin? El Emperador iría desnudo, pero nadie se daría cuenta……
Berezovsky jugó la baza mediática: poseedor de la televisión rusa, lanzó una campaña de desprestigio contra la oposición, presentó a Putin como a un héroe con una impecable hoja de servicios y como el líder que Rusia necesitaba en el cambio de siglo.
Pero muy probablemente sin que Berezovsky tuviera conocimiento el propio FSB (el Servicio de Inteligencia dirigido por Putin) organizó una serie de atentados con bomba bestiales contra edificios residenciales, matando a cientos de personas. Uno de los miembros del servicio de inteligencia, Alexandr Litvinenko, no tuvo oportunidad de demostrar la implicación de la que fue su organización en los atentados porque fue debidamente eliminado con una infusión de Polonio. Pero había varias pruebas claras de que había sido el FSB el que montó la cadena de atentados. Y dado que en Rusia, y más aún en la Rusia que Putin se encaminaba a apuntalar, las pruebas son las que dice la dictadura de la ley (el Kremlin, Putin), la investigación nunca llegó a ningún lado. Con Litvinenko muerto se esfumaron todas las posibilidades de una prueba presentada en un tribunal de verdad.
¿Pero para qué tanta bomba? ¿Para qué matar a cientos de conciudadanos inocentes? La cuestión era sencilla: había una pequeña República llamada Chechenia, en el Cáucaso Norte, en la que durante el gobierno de Yeltsin se había desarrollado una campaña militar desastrosa. Los rusos clamaban venganza, y el cabeza de turco de los atentados no podía ser otro que el “malvado terrorista checheno”. Putin sacó pecho y dijo que los cogerían allá donde fueran, como a ratas, aunque tuvieran que ir por ellas a las alcantarillas. El funcionario gris se convertía en líder fuerte y preparaba la segunda ofensiva contra Chechenia, que le haría más popular.
Entre la propaganda mediática y el terror desatado por las bombas los rusos sucumbieron “democráticamente”. Una vez Putin tomó el poder ya no iba a ser posible quitárselo, salvo como a Stalin….de sus frías manos muertas.
Berezovsky, el oligarca que había orquestado la campaña mediática, cayó en desgracia y se exilió a Londres, desde donde intentó, inútilmente, hacer caer a Putin. Acabó arruinado y ahorcado en un baño de una de sus mansiones en 2013. Pero el aparato de control y propaganda ruso que él creo no ha dejado de funcionar ni un solo momento, con todos sus engranajes perfectamente engrasados.
La oposición más tenaz, mientras tanto, se silenciaba a tiros, como en el caso de Anna Politkovskaya, periodísta que había puesto en entredicho los verdaderos motivos de las guerras chechenas y el orden establecido por Putin.
Putin, por otra parte, en estos 17 años no ha dejado de consolidar su poder y, simultáneamente, preparar su asalto al mundo. Devolver la grandeza a Rusia es una de sus prioridades. Bebiendo de numerosas fuentes paneslavistas se ha vuelto un conservador ortodoxo de conveniencia. Por otro lado ha tratado de crear un bloque fuerte que se enfrente al Occidente decadente, cuya máxima expresión son EEUU y, sobre todo, la UE. Ha pactado con Irán, con Siria….¡Con China! Es obvio por dónde va.
Para Putin constituye un motivo de profundo regocijo poder tomar el pelo a Oliver Stone en largas entrevistas o difundir mentiras a través de sus canales internacionales multimedia en todos los idiomas por el mundo. También lo es ver caer a una enemiga íntima en las elecciones presidenciales norteamericanas gracias a una oportuna filtración de correos comprometedores.
¿Y Cataluña? ¿Qué le importa Cataluña? Nada. La destruiría si pudiera. Llevaría a campos de trabajo forzado, los nuevos Gulags, a los gays, lesbianas, negros o morenos, kaleborrocos de corte catalán e incluso al propio Govern en pleno, haría desaparecer su democracia para montar un teatrillo a conveniencia rusa con marionetas repetidoras de postverdades. Pero no es una opción la vía armada, y, de serlo, se aplicaría antes a Ucrania y así hacia el Oeste, poco a poco.
Contribuir a la confusión existente en cambio es una delicia solamente disponible para los paladares más finos. El psicópata más grande, el hombre más poderoso del mundo, se carcajea del caos y el desorden en la UE, precisamente porque a lo que aspira la UE es a hacer prevalecer una democracia y un Estado de Derecho verdaderos.
No tengo idea del modo en que Putin podría haber interferido en el Process Catalán, si es que lo ha hecho. Pero de que se parte de risa desde su Palacio Ruso con los ridículos acontecimientos que están teniendo lugar en España (¡Y en Bruselas!) no cabe ninguna duda.
El Senado de EEUU convocó a representantes de Facebook, Twitter y Google esta semana. Supongo que lo que pudiera haberse hecho en Cataluña por parte de hackers y trolls rusos no era lo más importante….a fin de cuentas tienen un Presidente aparentemente empujado a la casa blanca por esos mismos hackers, y eso sí es de la máxima relevancia internacional y, sin duda, nacional de EEUU. Pero Cataluña constituía un ejemplo, y era algo muy reciente, tanto que estaba sucediendo precisamente en esos momentos.
Nadie en su sano juicio podrá decir que Putin está en el origen del Process. Esto lleva ya muchos años cocinándose, aquí, en la cocina española (o catalana), no es una receta rusa. Pero es seguro que en la medida en que pueda sembrar discordia con los medios de los que disponga, el gobierno ruso, esto es, el autócrata Putin, lo hará.
El Estado de Derecho de España es la antítesis de la Dictadura de la Ley de Putin. Verlo derrumbarse le haría estallar de júbilo, no me cabe duda…aunque España, per se, no esté entre sus prioridades, al menos de momento.
En
el verano de 2013 fue la crisis de los bloques en la bahía de
Algeciras. La crisis diplomática fue descomunal, con cierre práctico de
la verja y roces brutales entre los gobierno de Rajoy y Cameron. Por
primera vez en la historia, un miembro de la casa real británica votó en
una elección de sede olímpica por indicación del gobierno (contra
España, claro), una valija diplomática británica fue interceptada y
abierta en la verja, Picardo acusó en la ONU a los españoles de disparar
contra los gibraltareños, el Parlamento británico habló de ampliar las
aguas de Gibraltar hasta las 12 millas y de detener buques de la Armada y
la Guardia Civil, oceanográficos españoles entraron en las aguas de la
bahía con una violentisima respuesta británica…
Entonces los británicos mandaron dos nuevos activos:
Sir James Dutton, gobernador de Gibraltar, con amplia experiencia en
mandos en Iraq y Afganistán, y con fuertes contactos con los círculos
de inteligencia y militares de Washington, adquiridos durante su
estancia en Washington como delegado de Defensa británico tras los
atentados de 2001, y su puesto como segundo al mando de las tropas de la
OTAN en Afganistán en 2009.
Simon Manley, embajador en Madrid, un peso pesado en el
funcionariado del Foreign Office, con experiencia en asuntos de
inteligencia y Seguridad Internacional. Era director para Europa, y fue
muchos años funcionario en la ONU, encargado entre 1993 y 1998, del tema
de Yugoslavia.
ARTUR MAS ANUNCIÓ EL REFERÉNDUM DEL 9-N UN MES Y MEDIO DESPUÉS DE LA LLEGADA DE MANLEY, y el referéndum se realizó.
Pero esto no queda aquí. En abril de este año la UE anunció que el
estatus de Gibraltar tras el Brexit estaría sometido a un poder de veto
de España.
La furia inglesa no tuvo límites, y un ex-ministro llegó a decir que habría que apoyar la independencia catalana.
CARLES PUIGDEMONT ANUNCIÓ EL PROCESO DE INDEPENDENCIA UN MES Y MEDIO DESPUÉS DEL ANUNCIO DEL VETO ESPAÑOL SOBRE GIBRALTAR, y la declaración de independencia se llevó a cabo.
Desde hace tres meses Dastis explica desesperadamente a quien quiere
escucharle que España respetará CUALQUIER COSA que los británicos
quieran sobre Gibraltar.
Se habla mucho de ‘la prensa del Kremlin’ y poco de ‘la prensa de Downing Street’.
España no ha estado tan débil y sometida a la presión internacional desde hace décadas. Quizás siglos.
¿QUI PRODEST?
cui prodest scelus, is fecit
Quién salga beneficiado del crimen es quién lo ha cometido.
Algo jurídicamente poco garantista.
Puede además haber más de un beneficiario.
No sé yo.
cui prodest scelus, is fecit
Quién salga beneficiado del crimen es quién lo ha cometido.
Algo jurídicamente poco garantista.
Puede además haber más de un beneficiario.
No sé yo.
Ya hablaremos de los hackers rusos con más detalle.
En general desconfío de los comentarios que siguen la estrategia de «tirar la piedra y esconder la mano».
Si tu hipótesis, (como todo tu texto da a entender), es que el Reino Unido está «detrás» o «apoyando en la sombra» al independentismo catalán, creo que lo honesto sería exponerlo abiertamente al menos como conclusión a un comentario con términos tan contundentes: «crisis diplomática brutal, furia inglesa no tuvo límites, España no ha estado más débil en décadas, quizás siglos», etc.
Por mi parte no lo creo, de la misma manera que no creo que España ni la UE estén «detrás» o «apoyando en la sombra» al nacionalismo escocés o al unionismo norirlandés, por mucho que ambos movimientos hayan incluído la carta europeísta en sus agendas.
La principal razón para no creerlo es precisamente la obvia de que el Reino Unido tiene exactamente el mismo problema de conflicto «territorial» que España con Escocia e Irlanda del Norte, y por tanto se expondría a probar de su propia medicina en caso de apoyar a los indepes catalanes.
De hecho creo justo lo contrario: España y el RU son aliados objetivos frente a sus respectivos separatismos.
Otra razón adicional y no menos importante, es que los intereses mutuos entre España y RU son mucho más importantes que el tema de Gibraltar, y es interés mutuo de ambos países que incidentes más o menos esperables y repetitivos en torno a la soberanía del peñon, (que tu llamas «crisis diplomática brutal» y yo simples escaramuzas lógicas en territorios con conflictos de soberanía) no pongan en riesgo los intereses superiores de ambos países.
Por último, España no recuperará Gibraltar hasta que sea más poderosa, en todos los aspectos, empezando por el obvio militar) que el RU, y todo lo demás no son más que pataleos de nuestras autoridades, por lo que RU no tiene ninguna necesidad que recurrir a debilitarnos con el tema catalán para seguir en Gibraltar.
Pues a mí, Putin me cae bien. Comprendo que es muy peligroso, que cada vez tiene más poder. Pero en relación con los Balkanes, por ejemplo, siempre he sido pro- Serbia, y todos esos estaditos islámicos desgajados de lo que fue el Imperio Ruso, me dan muchísimo miedo . Y también comprendo que muchísimos rusos consideren a Gorbachev como un traidor, por haberse «rendido», y haber desmembrado dicho Imperio Ruso.
A mí me parece que la vida en los imperios, y siempre que los ciudadanos de esos imperios sean tan ciudadanos de primera como los del «cogollito», es mucho más fácil que la vida en pequeños estados independientes. Y que las dictaduras se acaban convirtiendo en dictablandas, y luego se sale de ellas, pero no veo que se puedan volver a unir, sin guerras, los Reinos de Taifas que se hubieran separado. Y que no hay más que fijarse en los Balkanes, en Crimea…
Y si de verdad Putin tuvo alguna influencia en que no ganase Hillary Clinton las elecciones norteamericanas, cosa que dudo, pues bienvenida sea esa influencia, que la Rodham me parecía una bruja mentirosa, y me daba pánico.
Dicho esto, yo creo que a Putin le viene bien una Europa hecha un lío, entre regiones nacionalistas, y esas cosas, que así Europa le deja libre en SU parte del mundo.
Y que, cuanto más abarque, menos apretará.
Ya siento ser tan carca
Siento no compartir tu simpatía por un individuo que quiere destruirnos, viejecita. Siento no poder simpatizar con un líder «fuerte» que edifica su poder sobre un pueblo aplastado y silenciado con su Leviatán corrupto hasta la médula. Y siento discrepar respecto a las causas del desmoronamiento soviético. Mijail Gorbachov no dió al traste con un Imperio en el que reinasen la paz, la igualdad y la prosperidad: se limitó a firmar el certificado de defunción, después de varios intentos vanos de reanimación, del cadáver político.
Desde luego , Germánico, Gorbachev no es culpable, al contrario, es un héroe.
Pero sí comprendo, aunque no comparto, el mal concepto que tengan de él los de la Nomenklatura, y los que se creían la «religión bolchevoque».
Conocí a una antigua » niña «de las que huyeron a la URSS con sus padres después de nuestra guerra incivil, y nos contaba que su padre bendecía a Stalin, y que para él, había sido el Salvador de Ukania, con lo de las colectivizaciones forzosas, la desposesión y destierro o ejecución de los Kulaks, y que Él había mandado plantar hileras de árboles, delimitando campos cuadrados, para cortar el viento…
Cada uno ve las cosas según su propia perspectiva.
Decenas de millones de muertos en Ucrania por la hambruna que provocó Stalin, ese que decía que una muerte era una tragedia pero un millón una mera estadística. Efectivamente, cuestión de perspectiva…..
El interés de Putin en Cataluña es obvio: cualquier cosa que debilite la UE le favorece, (exactamente igual que cualquier cosa que debilite a su archienemigo USA) dado que la UE es un rival geoestratégico de la Gran Rusia a la que aspira Putin dentro de su concepción pannacionalista eslava.
Podemos le debe entusiasmar. Son sus tontos (in)útiles.