Pesos Pesados, Armas Pesadas, Nacionalismos e Imperialismos

Nuestros bienamados secesionistas patrios no juegan con fuego real, sino con fuego de artificio. Su pretensión es hacerlo todo el tiempo que les sea posible mientras esgrimen papeles mojados como si fuesen leyes, montan ruidosas algaradas callejeras y parlan con esa retórica característica de la especie más canalla, que ha llevado a algunos a considerar la retórica como una argumentación claramente tendenciosa y adecuadamente falaz, orientada a un fin nada noble.

Después del conflicto de los Balcanes, el más grave que se ha producido en Europa ha sido el Ucraniano. Un conflicto del que no se ha hablado lo suficiente y cuya trascendencia es mucho mayor de lo que, al parecer, parece. No todo comenzó en la Plaza de la Independencia de Kiev. Y no todo fue un EuroMaidan, un clamor popular para estrechar lazos comerciales con la Unión Europea. No es cosa de extenderse sobre ese conflicto, cuyo fuego real no se ha apagado aún.

Pero una vez más tenemos que establecer comparaciones odiosas entre procesos, dado que un grupo numeroso de personas muy bien organizadas y muy duras de mollera se están empeñando aquí, y digo aquí, en España, hoy, en convertirnos a la mayoría de sus conciudadanos en gente de «allí» y «ayer».

Lanzan «los nuestros», es decir, los que dicen no ser de «los nuestros» pero que son de aquí, de toda la vida, un vídeo propagandístico que copia a uno Ucraniano de la época del EuroMaidan. De este plagio ridículo y su contenido podrá hablarse, y se ha hecho aquí en este blog y en otros foros desde diversas ópticas. Todos los que miran ese vídeo en contraste con la realidad catalana se percatan casi de inmediato de que se encuentran ante un espejo deformante (salvo aquellos cuyo cerebro visual ha sido moldeado por la propaganda y se asustarían al mirarse en un espejo real, como Dorian Gray al verse retratado). Lo que se ve es sumamente irreal y antiestético, aparte de resultar de un patetismo hilarante.

Pero veamos. Cuando una multitud fue a la ahora famosa Plaza de Kiev a finales de 2013, fue para pedir que acabara el gobierno de Víctor Yanukovich, el Presidente prorruso elegido democrática y limpiamente en el 2010, que el día anterior había dejado en suspenso un acuerdo de asociación y libre comercio con la UE. En la Pequeña Rusia, como se conocía en tiempo de los Zares, había una división clara entre el oeste y el este, tanto económica como política. Ucrania se encontraba entre el gigante Ruso, con el que había compartido gran parte de su historia, y la aspirante al título mundial de los pesos pesados económicos, la Unión Europea. De Rusia llegaba el gas y desde allí se importaba gran parte de la producción industrial del industrializado este ucraniano. El agrario oeste en cambio comerciaba y aspiraba a comerciar aún más con la Europa occidental (¡a pesar de la PAC!). Y políticamente, aunque la corrupción era generalizada, el Oeste tenía un gran número de nacionalistas ultraderechistas, mientras que el Este era…en fin, filoruso, que en estos tiempos era una continuación del internacionalismo socialista ya sin socialismo y con base en el nacionalismo-eslavismo ultraderechista ruso.

Todo esto lo cuento porque lo de EuroMaidan, aunque empezase como una manifestación pacífica supuestamente proeuropea, derivó ineluctablemente en un conflicto violento entre los ultranacionalistas ucranianos, que se hicieron con el control de la plaza y la convirtieron en una plaza fuerte militar, y el Gobierno prorruso de Yanukovich primero y después, una vez huído este, en un conflicto a muerte entre el este y el oeste del país. Así que las banderas de la UE que pudieran verse al principio de las protestas desaparecieron pronto de la escena, y nunca fueron el símbolo con el que se identificaron la mayoría de los ucranianos. Y en cuanto a la democracia ya la tenían. Imperfecta, corrupta, y así sigue, pero ahora con unas regiones separadas, otras anexionadas por Rusia, y una guerra que es como la lluvia fina que no cesa en la que se establecen las fronteras entre el imperialismo ruso y la frágil unidad europea occidental.

Así que no, no es recomendable copiar un vídeo de una muchacha ucraniana que pide ayuda al mundo. Sobre todo si pide más democracia, libertad, acabar con la corrupción institucionalizada (si lo de aquí les parece corrupto pásense por allí) integrarse en Europa, alejarse de la Rusia de Putin. Lo que los catalanes piden en su vídeo, a través de una actriz, es que Europa les salve….que ellos son poco menos que la cuna de la democracia, de la defensa de los derechos humanos, del pacifismo (y muchas cosas más la mar de cursis, son osos amorosos)…frente a un Gobierno autoritario que no les deja expresarse. ¿Qué tiene que ver lo que pasó en EuroMaidan, con grupos diversos que comenzaron a manifestarse espontáneamente de abajo a arriba (aunque luego derivara en lo que derivó, y fuese apoyado por diversos actores internacionales) , con las manifestaciones casi incestuosas de los nacionalistas que solamente se escuchan a sí mismos y que eran coreografías perfectamente orquestadas por los mismos partidos y organizaciones que defienden la independencia, desde arriba? ¿En qué se parece la represión de aquellas protestas que se prolongaron durante meses y en las que hubo muertos y heridos, con la moderada o incluso morigerada actuación de las fuerzas del orden en Cataluña el día del 1-0? ¿Por qué insisten tanto en lo Europeos que son, cuando el único interlocutor que se reconoce en la UE es España? ¿A quién apelan con sus mentiras y lloriqueos?  ¿Qué democracia es la suya que deja fuera a más de la mitad de los ciudadanos de su «República»? Y por último pero no menos importante…..¿dónde deberían mirar los catalanes al hablar de corrupción, sólo a Rajoy? Vale, aceptamos. Pero ¿qué hay de sus líderes, que temen el año que entra en breve porque se van a revelar sus tejemanejes en Andorra?

El actual Alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, fue campeón del mundo de boxeo de los pesos pesados por una federación. Su hermano Wladimir ostentaba el resto de los títulos mundiales. Para unificar los títulos uno de ellos hubiera sido preciso que se peleasen entre los hermanos, pero ellos nunca contemplaron la posibilidad de un enfrentamiento «fraticida». Vitali entró en política y estuvo involucrado en las protestas de EuroMaidan y en las negociaciones con Yakunovich….pero no pudo evitar el enfrentamiento fraticida de Ucrania. Ahora representa a uno de los partidos moderados como Alcalde de Kiev. Ucrania ahora está rota. Las armas ligeras de EuroMaidan pasaron a ser las pesadas de los ejércitos ucraniano y ruso. El nacionalismo ucraniano surge en parte como respuesta al imperialismo ruso y el secesionismo prorruso.  El catalán, francamente, no sé a qué responde.