La Eterna Víctima

Quien véase siempre incompleto por las contingencias del mundo y añora los trofeos del mártir; quien observa el cosmos como un eterno cuchillo apuntando a cada extensión de su yo. La Eterna Víctima se encuentra en todas partes porque todo lugar es injusto, y voraz de culpables señala a la humanidad con el dedo igual que el arma blanca mencionada hace con ella.

En ocasiones llora y en ocasiones se alza, precediendo a la acción con dramas para así nutrir el proceso de distanciamiento de lo humano. Lo humano, esto que es inmundo y le hizo daño y de lo que la Eterna Víctima es ajena. La famosa «primera piedra» de Cristo la habría podido lanzar ella porque ella, ella es la Eterna Víctima cuya inocencia se encuentra por encima de esta carne corrupta y se eleva como una santa por la estratosfera donde habitan los ídolos del Bien y el Mal (también llamado Twitter por los profanos).

Anacoretas, estilitas, sabios solitarios y ermitaños de diverso tipo quedaron atrás. La mística, como todo en la Historia, se renueva, y  he aquí que ha acontecido una nueva espiritualidad recreada en la carencia pura: la mística de la Indignación, cuya base no es el ascetismo sino la observación del hundimiento ajeno. Estamos frente a un hedonismo del ofendido y un delirio del compadecimiento cuya culminación es el orgasmo que ofrece a estos neo-santos sans-esprit la difamación pública del tipo que sea: he aquí el clímax de WiFi.

Sofía Rincón
Sofía Rincón

Escritora y artista multidisciplinar. 1993. www.sofiarincon.org

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3 comentarios

  1. ¿ O sea que no era Irene, la de las lágrimas ? Es que el dibujo me la recordaba.
    ¡¡¡ Pobriña !!!

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