Lo llaman populismo, yo lo llamo desorientación. Tras décadas empeñados en encontrar ese «centro político» milagroso desde el que consolidar una base votante mínima para asegurarse porciones máximas de poder, los tradicionales partidos conservadores y socialdemócratas nos han situado frente un hiperdiseñado, hiperregulado batiburrillo social en el nadie tiene claro hacia dónde vamos. Esa y no otra es la razón del exito provisional y aparente de modelos políticos sacados del viejo armario de la historia política. La derecha conservadora no es hoy más «alt-right» de como lo era hace 10, 20 ó 40 años, la supesta «nueva izquierda» sigue bebiedo de los manantiales ideológicos surgidos a finales del siglo XIX y puestos en práctica en el siglo XX.
Si usted, en su búqueda de «reorientación social» y seguridad propia
– es escéptico ante cualquier moda subpolítica,
– valora las costumbres sociales como formadoras del carácter y reconoce sólo aquellas instituciones que den a dichas costumbres significado político,
– es escéptico ante todo aquello que cuestione las “Fuentes de Autoridad”,
– reconoce la familia como la institución social más importante,
– legitima la singularidad y la necesidad de las élites,
– considera al estado como « factor insustituíble de Orden »,
es usted un conservador de los de toda la vida, ni «alt» ni «new», conservador tal y como lo definía Jerry Muller allá por el 1997 en su “Conservatism. An Anthology of Social and Political Thought”. Después de todo, fenómenos como la islamofobia, el miedo al forastero, los neonacionalismos, están perfectamente explicados desde el segundo punto de la lista (que no pretende ser completa).
Y los de la «New-Left»? esos reinventores del progresismo buenista? Si usted cree
– que es posible para un Gobierno alcanzar un control completo sobre la sociedad y que ello es bueno y necesario,
– si además piensa que el dirigismo de la vida social es deseable, porque así la productividad económica aumenta y se limitan las desigualdades,
– y si cree que existe una especie de intelecto superior, con capacidad de planear un orden social mejor,
es usted un colectivista de toda la vida, no hay nada nuevo en su forma de pensar. De nada sirve aquí el uso de neolengua para decir «factores de corrección» en lugar de «prohibiciones», o decir «homogeneización social» en lugar de «Gleichschaltung» (google) o «igualitarismo».
Y luego estamos los que con Hayek decimos “… que nadie puede saber quién sabe más sobre algo. La única manera de averiguarlo, es un proceso social, en el que todo el mundo puede intentar… desarrollar un plan para quedarse con el mejor posible. La hipótesis fundamental se basa en la variedad ilimitada de dones y capacidades humanas …”, o aquello de: “…sólo los estúpidos creen saberlo todo, pero son tántos…” y claro, los «sabios» conservadores y colectivistas nos llaman de todo.
Pero lo verdaderamente lamentable de la situación es la tozudez con que recurrimos a los viejos trajes ideológicos, pensando que podemos disimular su fuerte tufo a alcanfor con tres gotitas de eso que hemos dado en llamar populismo, incapaces de dar el paso necesario hacia adelante atenazados por nuestro pánico a la incertidumbre, olvidando que justamente la incertidumbre es la cuna en la que nace la innovación.
Me ha picado la curiosidad y me he aplicado a mí mismo las preguntas tipo test del art.:
Conservador
1º es escéptico ante cualquier moda subpolítica: SI.
en general, soy escéptico ante cualquier moda,y por lo tanto eso incluye la variedad de modas ¿sub?politicas.
2º valora las costumbres sociales como formadoras del carácter y reconoce sólo aquellas instituciones que den a dichas costumbres significado político:No
umm no entiendo muy bien la 2ª parte, pero en general, no suelo valorar las costumbres sociales «per se», si no encuentro un motivo «objetivo» que las sustente. El cuento del oficial que llega destinado nuevo a un cuartel y se cuestiona el sentido del puesto de guardia que tradicionalmente se coloca junto a un banco en medio del patio, ilustra mi posición al respecto de las costumbres sociales.
3º es escéptico ante todo aquello que cuestione las “Fuentes de Autoridad”. No
Rotundamente, cuestionar las fuentes de autoridad, es la base de la ciencia. Cosa distinta, es que haya que demostrar que las fuentes están equivocadas.
4º reconoce la familia como la institución social más importante: Si.
Rotundamente. Siempre digo que la mejor medida de cuanto aprecio tenemos por los demás es la cantidad de dinero que estamos dispuestos a darles sin reembolso (en relación a nuestras posibilidades económicas). Que yo sepa (o al menos en mi caso y en los casos que conozco), el circulo al que estoy dispuesto a regalar dinero se limita a familiares muy muy cercanos: padres hermanos e hijos y muy aislada y reducidamente a algún amigo muy muy cercano.
5º legitima la singularidad y la necesidad de las élites: No.
Una cosa es el reconocimiento de que en cualquier sociedad humana han existido, existen y existirán las élites y otra cosa es legitimar su necesidad o concederles un valor social mayor que al vulgo.
6º considera al estado como « factor insustituíble de Orden:SI.
En ultima instancia y ante conflictos de intereses entre los individuos, no se me ocurre otro factor de orden que pueda sustituir al Estado.
Total sies: 3/6; total noes:3/6. Resultado: medianamente conservador.
Colectivista:
1ºcree que es posible para un Gobierno alcanzar un control completo sobre la sociedad y que ello es bueno y necesario: No.
Rotundamente no: ni puede ni mucho menos es bueno ni necesario, sino todo lo contrario.
2º piensa que el dirigismo de la vida social es deseable, porque así la productividad económica aumenta y se limitan las desigualdades: No.
Pero con el siguiente matiz: dependiendo de lo que se entienda por dirigismo, pienso que hay medidas que mejoran la productividad económica como la prohibición de huelgas. Cosa distinta es que esté o no de acuerdo en que dichas medidas sean aceptables en una sociedad libre.
3º cree que existe una especie de intelecto superior, con capacidad de planear un orden social mejor: No.
Con caracter general no. Lo que es seguro que han existido, existen y existirán intelectuales y políticos que se han creído con esa capacidad. Unos (pocos) han acertado y su visión ha mejorado sus sociedades y otros las han empeorado claramente.
Total sies: 0/3; Total noes: 3/3. Resultado: no colectivista.
Por último como estoy con Hayek, podría resumir la cosa en que soy liberal, anticolectivista y moderamente conservador.
Menos mal que para alguien sirven mis espejos… Gracias por tu ejercicio y tu sinceridad!
A ti por ponerlo para que se mire (y se reconozca o no) quien le dé la gana.