No me hablen de grises, hablemos de tonos rojos
El abismo al que los europeos, envueltos en los acordes de una patética sinfonía de ilusorias «igualdad absoluta» y «seguridad absoluta», absortos en las babas neomorales de nuestros celebérrimos próceres, neutrosexuados, subvencionados unos, esquilmados otros, gobernados todos y en absoluto estado de enjenación,…