El sistema político español se basa en el robo, el engaño, la corrupción y la idiotización de los ciudadanos.
La clase política española ha conseguido legalizar el hurto, institucionalizando y legitimando un sistema fiscal profundamente injusto y absurdamente ineficiente. El único fin de todo el cuerpo legal en que se apoya el sistema fiscal español es la financiación del estado como órgano monopolista de poder del que – sin rubor alguno y en clara connivencia pactada/consensuada entre todos ellos – se sirven los partidos políticos para alternarse en el fomento del clientelismo ciego, herramienta indispensable para secularizar el paripé pseudodemocrático en el que vivimos los “hombres felices”. Cada vez más pobres, cada vez menos libres, pero satisfechos de nuestros logros sociales. ¿Satisfechos? Ningún servicio del estado satisface las necesidades de nadie. El receptor de una ayuda social apenas puede vivir de ella, no digamos ya crecer y desarrollarse como individuo. El receptor de asistencia sanitaria sabe en muchos casos que otra medicina/cirujía es posible/mejor. El escolar no sólo ve cómo se coarta su individualidad, apenas recibe más infomación de la necesaria para mejor poder integrarse en un sistema social de mediocridad obediente. Y todo ello a un precio fantástico e impagable, cuyas consecuencias trasladamos irresponsablemente a las futuras generaciones vía deuda pública.
La clase política española ha conseguido diseñar mediante lo que ellos llaman “transición democrática” y “constitucionalismo” un sistema de estado en el que mentir en campaña electoral para obtener votos no tiene nunca consecuencias. La prevaricación, el nepotismo y el abuso de poder no son constitutivos de delito si se hacen desde las instancias democráticamente legitimadas. ¿Cómo es esto posible? Una de las obras maestras de nuestra clase política es la “integración” del poder legislativo/ejecutivo con el poder judicial. Lo que en cualquier sociedad civilizada recibiría el nombre de “secuestro de la justicia” – bananerismo, totalitarismo, fascismo, … – aquí es “control parlamentario del poder judicial”. Los jueces, que no son sólo víctimas de este juego, son segregados no en función de cómo aplican la ley, sino en funcion de cómo la interpretan. La jurispruidencia está llena de juicios de valor y huérfana de valor en los juicios. Secuestrados por los intereses de los partidos, incapaces de medrar profesionalmente fuera del ámbito de influencia de ésta o aquél partido político, los jueces pasan a formar parte indisoluble del propio sistema: el
ciudadano queda indefenso ante la arbitrariedad de la acción política. Nos engañan, lo sabemos, pero no podemos hacer nada.
La clase política española ha sabido dotarse de un sistema en el que no se dan casos de corrupción: el sistema es corrupto en sí mismo. Las sucesivas leyes de financiación de partidos políticos y sus enmiendas, las disposiciones referidas a la subvención de sindicatos, patronales, a los sueldos de concejales, alcaldes, diputados, secretarios de estado, asesores, … conforman un sistema legal exclusivamente diseñado para desviar de nuestros monederos los medios económicos que ellos necesitan para la subsistencia de la casta política. Los favores, el amiguismo, el derroche, la prevaricación son inmanentes a todo sistema público o privado basado en la coacción y/o el monopolio. Los ciudadanos somos parte del sistema, ya que:
– sin preguntarnos nos convierten en ciudadanos de “estepais” bajo un contrato constitucional que ni hemos leído ni firmado,
– cuando hay sitio (se muere alguien, se necesitan nuevos clientes) nos permiten acceder vía oposición al aparato estatal convirtiéndonos en parte interesada de su mantenimiento,
– nos convierten en clientes obligatorios de sus servicios: energía pedórrica, bombillas startreck, escuelas ciudadanas, …
y quien crea que puede hacerlo de otra manera o paga dos veces o termina sabiendo cómo se siente uno en comisaría, más allá de lo adivinado viendo Criminal Minds.
Y ahora díganme: ¿qué piensan hacer para salir de este embrollo?
¿Cómo no va a haber corrupción si esto es un descontrol? El Tribunal de Cuentas tiene mucho que ver en la actual situación de corrupción generalizada. Ha demostrado ser totalmente ineficiente en el control de las cuentas públicas. Y es que su último informe son las cuentas de 2007. En sólo cuatro años, el delito de financiación ilegal prescribe…
De lo mejor que he leido ultimamente. Excelente artículo. Mis felicitaciones. Comparto en Facebook y paso a familiares y amigos por mail.
Pues yo le veo a esto dos maneras posibles de luchar contra este status quo:
– Sacar en todas partes posibles este artículo antiguo de Carlos Martinez Gorriarán
http://www.abc.es/hemeroteca/historico-29-03-2006/abc/Opinion/la-democracia-en-los-partidos_142928193204.html
Que, muy convenientemente, se ha olvidado de aplicar a UPyD, en el momento en que han empezado a cobrar de las arcas del Estado. Porque si hubiera listas más abiertas, y una forma de comunicación interna libre, y no censurada, dentro de los partidos, no llegarían a su límite de incompetencia tan deprisa, y si las bases tuvieran acceso a todas las cuentas del partido, que fueran ellas las que lo financiasen, no admitirían según qué gastos y derroches de las cúpulas.
– Que en las elecciones diversas (cuando se trata de ayuntamientos ya es así ), se pudieran presentar asociaciones e independientes, con fines concretos, que se presentasen para conseguir una cosa; por ejemplo, la justicia respecto de las víctimas del terrorismo, y que, caso de conseguir su propósito, se disolvieran automáticamente, y sus escaños quedasen vacíos ( y formasen parte de las votaciones del Congreso, como ausentes, para no aumentar el poder de los demás partidos ), hasta las siguientes elecciones.
No creo que hubiera que cambiar gran cosa las leyes electorales para eso, pero desde luego, si se hiciera, nos daría a los de a pié sensación de poder hacer algo.
Y tengo una objeción respecto del artículo. Es sobre la Sanidad Pública. Conozco desde bien cerca la Pública de Hospital, y la privada. Y la Pública es estupenda. Y no te hacen operaciones ni pruebas innecesarias. El problema son en gran parte los usuarios de la medicina de base.
Conozco muchos, demasiados casos, de gente que va a su médico con los síntomas de su vecina, o de una amiga de su vecina, a exigir que se le hagan las pruebas y se le receten, gratis, las medicinas que se le recetaron a ella. Y el médico, ante el temor de las zapatiestas que les organizan, y de las amenazas veladas ( de racismo, sobre todo, en el caso de no ser tan «blanquita» la paciente como la médico ), acaban cediendo de plano. Y eso sale carísimo.
Igual que sale carísimo que cada hospital tenga sus aparatos megacaros, para superespecialidades, cuando, si se racionalizase un poco la distribución de esas superespecialidades, como era al principio, con los Hospitales como el Ramón y Cajal de Madrid, como La Fe en Valencia, como Cruces….
Irían a esos hospitales, que tendrían todos los medios, y los mejores super especialistas, los pacientes de toda España que tuvieran esos problemas, y los demás hospitales tendrían más medios y más quirófanos, y más de todo, para atender bien a los que hubieran sufrido un accidente de coche, a las apendicitis, etc etc.
Que yo he conocido casos de médicos teniendo que comprar sus propios catéteres, unos catéteres muy caros, para poder realizar unas exploraciones y unas embolizaciones para las que sí había en cambio, unos aparatos que costaban millones…
Pero claro, todo eso era por razones políticas. Porque todos los pueblos querían SU hospital, como los de Madrid, Valencia, Bilbao, Barcelona, y dentro del propio Madrid, por ejemplo, lo dividieron en zonas, y dieron a cada zona su hospital, todos iguales… Y pusieron a gente del Partido ( el PSOE cuando esto se hizo), de administradores de cada hospital.
Y claro, con este ambiente, los propios médicos se acoquinaron, no atreviéndose ya a hacer diagnósticos de los de siempre, de sentido común, sin tener pruebas y más pruebas que les respaldasen. Pero de eso tienen la culpa la Seguridad Social, que no les asegura debidamente contra los abogados persigue-ambulancias, y los propios abogados persigue-ambulancias, que ponen pleitos penales a los médicos, cada vez que hay cualquier incidente ( hay un porcentaje de incidencias por acto médico, que son inevitables, pero por error, o por mala suerte, no por razones de tipo penal )…
Se acabó. Me voy, que con este asunto de la Sanidad Pública podría estar días y días escribiendo.
Ya siento escribir tan largo y ser tan pesada.
De pesada nada, al contrario, terriblemente interesante.
Uno, afortunadamente, no conoce demasiado la sanidad pública (tampoco la privada), pero en mis escasos contactos siempre he tenido la impresión que apuntas sobre
Por conversaciones con gente de países tan socialdemócratas como Dinamarca o Suecia, sé que allí estas cosas se evitan con medidas tan simples como los simbólicos copagos. Aquí, el poder judicial, a instancias del gobierno central, se acaba de cargar algo tan razonable como el euro por receta. Así nos va.
Viciosos de la herida http://histericapeninsula.blogspot.com.es/2013/02/viciosos-de-la-herida.html
Tenemos una Democracia sin Demos (pueblo), un Estado de Derecho Torcido, y una política con proliferación cancerígena de Polis. Verdaderamente no es para alarmarse….¡¡¡¡Sálvese quién puedaaaaaaa!!!!!
– Evitar el fatalismo. Ni el gobierno ha de mantenernos ni uno nace para desgraciado.
– Y la doblez: no hacerse el disimulado ni ponerse «de perfil».
-Y el camaleonismo: no hacer como tanto burócrata, líder protestón o empresario que adoptan un color u otro en función de quién subvencione.
¿Qué se puede hacer? No estaría mal devolver el dinero. Entretanto:
– Decirse que la persona es irreductible al grupo, e incluso al propio grupo.
– No claudicar. La historia es siempre un comienzo en el que opera la espontaneidad. Reconocer ese comienzo. Aprovecharlo.
– No «columpiarse»; no dejarse llevar. Un deslizamiento siempre igual conduce a la parálisis, a la incapacidad vital. Evitar el aburrimiento, la monotonía del que oye llover a oscuras, la falta de ilusión o interés …
– Tomar distancia. Saber descansar. El arco del impulso se destensa permanentemente, el brazo desfallece con la tensión, el brío se apaga con la repetición, con la acumulación de fracasos, con la vivencia constante de la propia insuficiencia.
El primer párrafo lo ha clavado.
Aparte del idiotismo de las masas, de su fuerte ideologizacíon basada en consignas y slogans, y repetida en la escuela pública, es que las muchos votantes son iguales que los políticos a los que votan: ellos también robarían a la mínima oportunidad, también enchufarían a familiares, amigos o afiliados del partido como asesores cobrando 40.000 euros o como empleados de la emrpesa muncipal de limpieza o del o que fuese cobrando 50.000 euros. También prefieren cobrar el PER, el subsidio o lo que sea, antes que emigrar o buscar un trabajo de lo que sea, o ponerse ellos como autónomos.
«No, me han ofrecido nada» dicen. Lo de trasladarse para buscar trabajo, como todos los que hemos vivido «en el exilio», es algo que les suena a chino. Y lo de los «mini-jobs» a 400-500 euros como en Alemania, es algo económicamente sin sentido, cuando «El Estado Español» [es decir el resto de contribuyentes presentes y futuros] les paga la misma cantidad. Hasta que reviente todo. Las intenciones está claro, son buenisimas: dar dinero a quien ni encuentra trabajo, ni se pone por su cuenta, ni emigra como hemos hecho muchos otros con algo más de vergüenza torera.
Por no hablar de los sindicatos, la élite absoluta del latrocinio institucionalizado. Dejo por imposible intentar explicar a un alemán que es un «liberado sindical» y que todo se paga con el dinero de los contribuyentes.
Personajes del tipo Narcís Serra, toda una vida atornillados a la silla del «sistema democrático» donde la separación de poderes fue laminada, el poder judicial infradotado y colapsado, y los jueces (especialmente los de la Sala 2ª del TS y los del T. Constitucional, elegidos por los partidos políticos, según la lealtad a la ideología, y de entre las asociaciones profesionales correspondientes! Hasta la Sala 3ª de TS ha tenido que decir que el nivel de vergüenza es muy grande, que a lo mejor, alguna vez, en este siglo, ya toque elegir entre ese 40% de Magistrados no adscritos, que son tan buenos o mejores que los adscritos a un color político claramente reconocible).
Nunca pagan las consecuencias y se forran ellos y sus descendientes. Narcís Serra, después de pasar por el CESID, a director de Caixa catalunya, bien hundida, miles de millones de péridas en créditos a los amics promotores y demás. En un país serio, estos Madoffs, estarían en la cárcel y picando piedra o haciendo algo para intentar devolver todo lo robado o despilfarrado. Aquí siguen en la calle con su traje y corbata, y se atreven a mirar a la gente a la cara. ¿Que pasa con todos los politicos y sindicalistas que estaban en las Cajas que tantos MILES DE MILLONES nos han costado, como el ínclito Narcís Serra? ¿Se les juzgará a ellos como a Urdangarín, o como les que regalaban dinero público a Urdangarín, o tienen BULA?
Comparado con el que hubiera podido «robar» Franco, su nieta o su familia, lo que venimos sufriendo en la época de la partitocracia y el sindicalismo totalmente subvencionado, es infinitamente peor. Desde el hijo de Felipe Gónzalez y sus afortunados pelotazos urbanísticos en Huelva, gracias a las maravillas del bolígrafo recalificador, a su mamá también Diputada y con pensión generosa, como la mujer de Aznar y Alcaldesa de Madrid nada menos, y tantos CIENTOS DE MILES de enchufados de partidos y sindicatos. Con sus chóferes y coches, of course.
Si buscan un Estado donde en el aparto del «estado» se aplique el principio opuesto a la meritocracia y a buscar personas con valores y principios (no el principio del chupaculismo o de a servilidad, de la omertá o del vendemotismo!!), eso es la España de final del siglo XX y principios del XXI.
Los que menos estudios y experiencias tienen o los últimos de cada promoción, los que llevan toda una vida viviendo del partido, esos serán los Ministros o Ministras que «dirigirán» el país.
Sin el apoyo y control total de periódicos, medios y televisiones, el miedo, el servilismo y el afan de medrar por loa vía «partidista», todo esto no habría sido posible.
¿Como luchar contra el sistema?, LGDarley. Permítame una breve anécdota personal: hace unos meses yo necesitaba asesoramiento legal y solicité justicia gratuita.
Me hicieron aportar documentación y, a pesar de que mis ingresos anuales eran inferiores a 3.000 €, me la denegaron.
Acudí a un abogado que, por 200 € me aclaró mis dudas legales. Era un tipo simpático y le conté lo de la justicia gratuita.
– ¿Cuantos años tiene?.
– Cincuenta y nueve.
– Solicite la paga para mayores de 56 años. Le darán la paga y, con ella, el derecho a justicia gratuita.
¿Que debería hacer?.
Hace cuarenta años teníamos una dictadura; una. ¿Cuantas tenemos ahora?. Oficialmente tres: el estado central, el gobierno autonómico y el municipal. Las tres nos imponen unos servicios que no podemos rechazar y que aumentan de precio y merman en prestaciones de una manera absolutamente arbitraria; solo buscan nuestra cartera, pero, para ello arrasan con nuestras libertades: la población ha aumentado un 30% y la población reclusa un 750%.
Hay, además, otras muchas dictaduras. Las de lo «politícamente correcto». La misma expresión es una dictadura (yo creo que política y corrección son antónimos) que nos obliga a aceptar la dictadura de los homosexuales, de los musulmanes, de las feministas, de las ONG, de los ecologistas, de los sindicatos, de los nacionalistas… Una larga lista de «ismos» que fomentan y aprovechan la ley del embudo.
¿Que podemos hacer?. Bueno, parece que todavía tenemos derecho a morirnos.
Nunca una frase introductoria ha sido tan claro y ha resumido todo tan bien
«El sistema político español se basa en el robo, el engaño, la corrupción y la idiotización de los ciudadanos.»
A tu pregunta
«Y ahora díganme: ¿qué piensan hacer para salir de este embrollo?»
Pues salir de aquí. Mi CV ya está en los principales headhunters de UK. Y en cuanto salga la mínima posibilidad, aunque sea de auto-empleado o autónomo allí, a hacer las maletas e irse de aquí.
No va a quedar otra. Nos van a obligar a irnos
Sí, yo ya estoy fuera… es triste, pero no queda otra. En casa siempre teníamos lo de «volver algún día» detrás de la oreja, pero cada año que pasa nos reafirma en la decisión tomada: nuestros hijos no tienen, hoy por hoy, ningún futuro en España.
De todos modos, creo imprescindible informar y motivar: otro sistema es posible! Para mí, el de la libertad individual y responsable.
Nada.