El Master in Environmental Economics de la Escuela de Negocios UFM se apoya en el principio de que el desarrollo económico, basado en los principios de libre mercado, no sólo puede coexistir con el medioambiente, sino que representa la mejor garantía para su conservación y mejora.
Si nos quedamos en la superficie de las procelosas aguas del mainstream, situar en una misma frase “economía de libre mercado” y “sostenibilidad” o “medio ambiente” parece un sinsentido. ¿No habíamos aprendido que el capitalismo era la madre del consumismo y éste el padre de la dilapidación de recursos naturales? ¿Acaso no estábamos seguros de que sólo desde la detención del crecimiento económico sería posible preservar el medio ambiente?
Ya les digo yo que habíamos aprendido mal, y que basamos nuestras “certezas” en conjeturas no verificadas, algunas de ellas -incluso- no verificables. Parafraseando a Bjorn Lomborg: “el crecimiento económico y el potencial de innovación y el bienestar que nacen del mercado libre son los factores más importantes en el desarrollo de la voluntad proteccionista de los países occidentales”. #EsoEsAsí ; no le den más vueltas. Cualquiera que se haya tomado el tiempo de establecer una realción entre bienestar (esto es, RIQUEZA) y protección medioambiental, sabe de lo que les hablo:
Cuanto más ricos, mejor es nuestra implicación medioambiental. El gráfico procede el UNEP, siglas bajo las que encontramos el United Nations Environment Programme. No crean que me lo invento yo.
La economía de mercado es en sí misma una garantía de desarrollo sostenible y eficiente. Está demostrado que los países en los que el mercado es más libre, el balance medioambiental es claramente mejor que en aquellos países con economías planificadas o en situación de pobreza. La comparación de los niveles de contaminación y agresión al medio entre los países occidentales de orientación liberal-capitalista con los del defenestrado imperio soviético durante la Guerra Fría confirma esta indiscutible afirmación. El gráfico que ven más arriba nos muestra con nitidez que la pobreza y la AUSENCIA de desarrollo económico son los verdaderos enemigos del medio ambiente. Además, mientras que las economías de libre mercado experimentaban un mayor crecimiento con menor uso de los recursos naturales, aumentaron en las economías planificadas el abuso de recursos al tiempo de disminuían la productividad y el crecimiento.
La evaluación de la eficacia de las políticas ambientales y la aplicación de instrumentos para la protección del medio ambiente están ahora exclusivamente en manos de la política, que está a su vez dominada en gran medida por los grupos de interés y de presión. Aquí son necesarios acuerdos institucionales que garanticen un control (interdisciplinario, no sólo por los expertos en medio ambiente o clima, sino también economistas y expertos financieros) independiente, lejos de los politizados foros dependientes de la ONU o cualquier otra entidad política.
La economía enseña que los bienes públicos son utilizado con menor eficiencia que los privados. En la protección de la naturaleza y las especies el establecimiento de derechos de propiedad se ha mostrado como medio eficaz para la utilización sostenible de los recursos. Las ayudas al desarrollo pueden convertirse en política ambiental substituyendo las transferencias intergubernamentales por ayudas en la consecución de sistemas judiciales que garantizen el respeto a la propiedad privada. Por ejemplo, la reducción de masa forestal en las regiones tropicales es un problema sostenido por la falta de derechos de propiedad sobre el suelo, que conduce a economías derrochadoras.
Y estas cosas…. ¿dónde puedo aprenderlas? ¿Es posible estudiar estos fenómenos desde un punto de vista científico, alejado del populismo, el mainstream y los intereses de cualquier lobby? SÍ, es posible.
El Master in Environmental Economics brinda al alumno una visión realista y completa sobre la complejidad de nuestro medio natural, ya que no es posible rediseñar métodos efectivos de crecimiento económico integradores, sin conocer perfectamente el medio en el que se pretenden realizar.
Si lo que quiere es:
- comprender mejor la relación entre el desarrollo económico y el medioambiente.
- diseñar nuevas estrategias de exploración y explotación de recursos.
- lograr tener una visión completa sobre la complejidad del medio natural.
- aprender a hacer negocio del cuidado del medio ambiente.
- poder disponer de las mejores herramientas para la gestión ambiental tanto teóricas como practicas.
no le quepa la menor duda: la mejor opción es obtener el título de “Master in Environmental Economics” que le ofrece la Universidad Francisco Marroquín.
¿Desea información detallada? Acuda a nuestra web y contacte con nosotros: Master in Environmental Economics.
Magnífico, D. Luis.
Sugiero tan sólo que, dentro de lo posible, contéis con el brillante Guersi para explicarlo desde la perspectiva del análisis económico del derecho http://www.newmedia.ufm.edu/gsm/index.php?title=%C2%BFPor_qu%C3%A9_no_se_extinguen_las_gallinas%3F_Bienes_p%C3%BAblicos_y_privados
Hombre, no podemos fichar a todos aquellos que quisiéramos. Pero creo que Martín Krause no es una “mala” alternativa 🙂 http://www.newmedia.ufm.edu/gsm/index.php?title=Especial%3AGSMSearchPage&termbuscado=Mart%C3%ADn+Krause
Mala? En absoluto!! 🙂