Vamos a ver el cuento de los alarmistas del clima visto desde la mejor y mas larga serie de temperatura que existe. La llamada CET (Central England Temperature).
La mantiene el Hadley Centre, que la describe [–>] así:
Estas temperaturas diarias y mensuales son representativas aproximadamente de un área triangular del Reino Unido con vértices en Lancashire, Londres y Bristol. La serie mensual, que comienza en 1659, es el registro de temperatura más largo del que se dispone en el mundo.
Un mapa para hacerse una idea:
También es la serie más controlada para corregir defectos; y para evitar información no climática, como por ejemplo el crecimiento de las ciudades. En resumen, es lo mejor que hay para saber qué ha pasado con el clima en los últimos 3 siglos y medio.
Clima regional, por supuesto; no global. Pero nadie puede sentir el clima global. Y las Islas Británicas son muy representativas del clima de Europa occidental; y por tanto, de Bilbao. Que es lo que cuenta, al fin y al cabo.
Pongamos primero la serie mensual a pelo, sin mensajes extraños. Es temperatura absoluta en grados centígrados. O lo que estamos acostumbrados.
Y ahora los alarmistas podrían empezar a trompetear sus mensajes espectaculares.
Récords y “años más calientes”.
¡Las tres temperaturas más cálidas de la historia han sido en los últimos quince años, y dos en los últimos diez!
Peor: ¡De los doce años más calientes, diez están en los últimos veinte años!
¡Esto demuestra el Calentamiento Global Acojonante!
Bueno, seguro que demuestra que estamos en los años más cálidos de ese registro histórico de tres siglos y medio. Lo cual es una suerte enorme, porque el registro empieza, precisamente, en los años más fríos de los últimos diez mil años. Véase, por ejemplo, Kobashi 2011 [–>] para Groenlandia, que también es el mejor registro en su escala temporal — de milenios. Ahí hay 72 décadas más calientes que la del presente, razonablemente repartidas durante cuatro mil años.
Pero “los años más calientes”, y los gloriosos “récords”, no quieren decir que esté habiendo calentamiento durante estos años. Que es lo que quieren implicar. Se puede preguntar si también hay una Pausa en las temperaturas CET. Y sí, la hay. Magnífica; de 21 años.
Se muestran los tres “récords históricos” en rojo vivo, y los “diez de doce años más calientes” de la historia (ejem) en rojo oscuro.
Y se ve muy bien lo fácil y lo idiota que es hablar de récords y de “años más calientes” en una fase en la que no hay ningún calentamiento. Como si estuviera pasando algo tremendo.
Por cierto, “la pausa” en CET probablemente coincide como un guante con “la pausa” en España. AEMET es más lenta que el caballo del malo, y no ha dado el dato de 2015. Así que lo ponemos sólo hasta 2014. La Pausa, también desde 1994. Clavadas.
Calentamiento Global Acojonante.
Si hablamos de un calentamiento, y lo queremos achacar a una causa, habrá que especificar el momento del calentamiento y el momento de la causa. Vaya, para saber si es serio, o coña.
Veamos otra vez CET, pero con filtro de diez años que ayuda a ver si hay calentamiento, y hacia qué época. Y una línea recta de tendencia (pendiente).
Y sí, hay calentamiento. Pero es como desde 1700. Si la causa fueran las emisiones de CO2, se tendría que notar un calentamiento distinto, más notable, desde que estas se aceleraron escandalosamente. 1950. Por eso el IPCC habla siempre del “calentamiento desde mitad del siglo XX”. Porque lo anterior lo considera fundamentalmente natural, y desde 1950 cree que es fundamentalmente “antropogénico”
En CET, no parece que pase nada especial a partir de 1950. Ni que el calentamiento del final, que empieza hacia 1985, tenga nada especial. Para verlo, le quitamos la tendencia (detrend) a la serie. Es convertir esa linea de tendencia (pendiente) de fondo, en una horizontal. Y así vemos lo que se separa la temperatura en cada momento de esa tendencia de fondo.
El calentamiento del final es mayor que la mayor parte de calentamientos que se ven, pero no es mayor que algunos otros calentamientos que el IPCC considera naturales. Ni es el que está más separado de la línea de tendencia de fondo. O sea, no se ve nada que haga pensar que la supuesta causa nos haya sacado de los márgenes normales de la variabilidad natural.
En cambio, si tuvieras datos sólo desde 1.900 o 1.880, como en las series globales, podrías pensar que el último calentamiento es especialmente fuerte. Porque en ese tramo sí destacaría el calentamiento del final — si no fuera porque ahora está yendo a la baja. Y con eso le meterías miedo a la chiquillería. De ahí que CET no les guste nada a los alarmistas.
Hay otra forma de representarlo, aunque es mas difícil de interpretar el gráfico. Cada punto representa la tendencia lineal de los 30 años anteriores. 30 años, porque es lo que la OMM define como “clima”. Por ejemplo, el último punto corresponde a 2015, e indica que entre 1985 y 2015 el clima se ha calentado en Inglaterra Central a razón de 0,025ºC al año (o 0,75ºC en 30 años)
Posiblmente es más claro definir “clima” como las estadísticas meteorológicas de 65 años, en vez de 30. Porque muchos índices climáticos se mueven en ciclos o pseudo-ciclos de unos 65 años. Y en este caso además, porque la cantinela del IPCC es que el calentamiento observado desde 1950 es muy probablemente causado por nuestras emisiones pecadoras. Si miramos tendencias de 65 años, el final de la serie nos compara ese “calentamiento desde 1950” con otros calentamienta de la misma longitud, pero fechas diferentes. Y resulta el calentamiento menos espectacular o particular que se pueda imaginar.
Hay sin duda un calentamiento en los últimos 65 años en Inglaterra Central (ya lo sabíamos), pero no se puede disntinguir de los calentamientos naturales. En Inglaterra hay un calentamiento, como ha habido otros en los últimos tres siglos y medio. Pero no tiene nada de “acojonante”. Se puede apostar que en España sea lo mismo. Igual ocurre que los calentamientos locales -donde haya- son normalitos, y sólo el Calentamiento Global es Acojonante. Y “antopogénico”, puesto que la estadística es un pecado humano. Pero no nos importa, nadie puede sentir lo “global”. Ni peces, ni pájaros, ni plores, ni hombres.
Nos podemos adornar un poco más. Añadiendo el CO2 acumulado en la atmósfera. A ver, si tienes un sistema con unas oscilaciones de temperatura, y le metes a cascaporro un elemento que produce calentamiento, y cada vez le metes más, deberías ver un cambio notable en las ocilaciones. Especialmente desde que te desmadras metiendo caña. Pues no ocurre.
Las oscilaciones son similares, con y si caña. Sí es cierto tienes una correlación majestuosa entre 1.975 y poco después de 2.000. Que es exactamente la base con la que “demostraron” el cuento del Calentamiento Global Acojonante. El problema es que hay mundo antes de 1975, y después de 2.000.
Ya nos hemos extendido demasiado, y acabo el cuento. Pero no sin antes señalar una entrada de Clive Best, también sobre CET. Y que lo cuente él en lugar de seguir aquí, que ya se va haciendo tarde. El caso es que, para CET (y por tanto presuntamente para España), hablamos básicamente de un calentamiento de los inviernos. Nada en los veranos, y muy poco los otoños y primaveras.
Lo cual es un verdadero chollo y regalo. Salvo para mentes retorcidas. Y si añades lo contentas que están las plantas pasando menos hambre de CO2, ni te cuento.
Menos lobos y acojones, Caperucita.
Por fin alguien con dos dedos de luz, que analiza de forma “fria” este rollo patatero del cambio climático.Ni que decir tiene que los datos “cantan”, por si mismos y que empeñarse en sacar conclusiones sobre “cambios globales”, de forma torticera e interesada utilizando solo datos de los ultimos años, es evidentemente un fraude contrario totalmente a lo que debe ser el metodo científico.
Un bravo por su artículo.