Cuando están a punto de celebrarse las elecciones y se acaba el año es buen momento para hacer balance de la legislatura rajoyana y hacer una perspectiva del año 2016.
El año pasado fiel a mi vagancia no hice la “perspectiva 2015”, el año de todos modos no ha traído muchas sorpresas: la agudización de la bajada de los precios del petróleo, contra lo que preveían muchos, y la subida de tipos de la FED, el “fin del dinero barato” como pomposamente la ha llamado un periódico a la subida del 0 al 0,25 % de los tipos. Después de eso yo ya no se lo que es caro ni barato, si el 0,25 % ya no es barato…
En Europa el BCE sigue el camino contrario, comprando deuda de toda clase de instituciones públicas, vamos, imprimiendo dinero y repartiéndolo entre los políticos a ver si la cosa se anima. Lo que sí ha conseguido el BCE es reducir los intereses de la deuda, bajar la prima de riesgo vamos.
Pero volvamos a España. Este ha sido un año fundamentalmente electoral, sobre todo por la aparición de nuevas fuerzas.
El balance de Rajoy.
El gobierno de Rajoy en lo económico ha tomado cuatro medidas importantes:
1.- La reforma laboral que ha supuesto una tímida liberalización del mercado laboral.
2.- Unos pequeños recortes de gasto público via congelación de salarios de los funcionarios (han perdido un 2 % de poder adquisitivo en la legislatura contra un 10 % en la última de Zapatero) y aumento de la jornada laboral de 35 horas a 37,5 horas a la semana, con la consiguiente disminución de funcionarios. La supresión de una paga extra esta siendo compensada por lo que no cuenta.
Las pensiones en cambio han ganado poder adquisitivo puesto que acumulan una subida de entre el 3,5 % y el 2,5 % contra una inflación acumulada del 2 %. Aunque si tenemos en cuenta los copagos farmacéuticos podemos hablar de una mantenimiento del poder adquisitivo.
Pero dado que cada vez hay más pensionistas y que cobran, de media, mayores pensiones, los gastos del sistema siguen disparados.
3.- Una muy ligera racionalización de la Administración Publica que ha supuesto un ahorro de unos 9.000 M€ al año.
4.- La subida de casi todos los impuestos pero que apenas ha aumentado la recaudación debido a la recesión (ahora se está revirtiendo un poco la subida del IRPF). La liquidación de diversos pufos de la época de Zapatero.
Resumiendo, las administraciones públicas (gobierno central, autonomías, ayuntamientos, diputaciones y Seguridad Social) han gastado en esta legislatura que acaba algo más de 1,9 billones de euros y han ingresado algo menos de 1,6 billones sumando casi 400.000 millones de euros de nueva deuda pública que con los 650.000 millones que teníamos al acabar 2011 nos dan esos 1,05 billones de deuda pública con que acabaremos el año, casi el 100 % del PIB.
Comparados con estos datos los 55.000 millones del rescate bancario, de los cuales 42.000 millones nos los ha financiado la UE (a través del MEDE a un tipo de interés del 0,5 % y una carencia de 10 años) se quedan en muy poco, y desde luego no son los causantes de la crisis ni de los recortes como machaconamente insisten algunos.
El resultado final, resumiendo mucho, es que estamos como en 2011, con un poco menos de empleo y con una ligera bajada de salarios, con mucho menos déficit público, la mitad, pero con una deuda mucho mayor, el 100% del PIB. Pero mientras que en 2011 estábamos en recesión ahora crecemos casi al 3 %.
Perspectiva para 2016
¿Cuál será el resultado de las elecciones?
Dado que el PP perderá la mayoría absoluta, aunque previsiblemente será el ganador, sólo hay tres opciones.
1.- Gobierno de coalición del PP (o con el apoyo) y Ciudadanos, la preferida de los mercados.
2.- Gran coalición de PSOE-Ciudadanos-Podemos, improbable e inestable.
3.- Nuevas elecciones.
La dos y la tres supondrán un desastre económico.
Por mucho que se empeñen los partidos de izquierdas, en España no hay tantos ricos ni tanto fraude fiscal como para sustentar sus promesas de aumento de gastos públicos.
Ricos, ricos en España no hay ni 100.000 personas (un 0,5 % de la población si incluimos sus familias) y sus ingresos no llegan a los 20.000 M€ al año y ya pagan unos 7.000 millones de IRPF.
En cuanto al fraude fiscal, mucho es inaflorable porque proviene de actividades como el tráfico de drogas, que por definición son opacas, (se podrían legalizar pero me temo que esa medida liberal nunca la veremos) otra parte del fraude es de actividades como el pequeño comercio o los autónomos que si dejara de existir el fraude dejarían de existir esas actividades y la recaudación sería cero.
No creo que en España haya margen para subir los impuestos ni en 5.000 M€ sin provocar otra recesión y acabar, al final, hundiendo de nuevo la recaudación. Y las promesas de aumento del gasto público son de decenas de miles de millones de euros.
Aún tenemos un déficit público elevado (50.000 M€ año) y la previsión es que aumenten los gastos debido fundamentalmente a las pensiones y la sanidad.
La única manera de sustentar el gasto público que quieren la mayoría aplastante de los españoles es que los empleados del sector privado superen los 17 millones, es decir 3 millones más que ahora.
Incluso con la creación de medio millón de puestos de trabajo anuales nos llevaría 6 años (¡¡¡seis!!!) equilibrar los presupuestos públicos.
No tenemos margen puesto que con una deuda el 100 % del PIB ya no podemos endeudarnos mucho más.
Debemos casi 700.000 M€ más que al empezar la crisis, pagamos casi 15.000 M€ más al año de intereses y nuestro sistema de pensiones está en quiebra técnica.
Insisto, cualquier resultado electoral que no lleve a un gobierno estable y más o menos continuista nos llevará a un desastre puesto que no tenemos ya margen para más tonterías.
Por supuesto el liberalismo en España sigue siendo una utopía. Cosas tan elementales como la supresión de las televisiones públicas, la liberalización del mercado laboral o la eliminación de la selva de leyes autonómicas que impide un mercado único real seguirán siendo inimaginables.
Finalmente está la cuestión catalana otra fuente de inestabilidad peligrosa.
En mi opinión tenemos un 80 % de posibilidades de estar abocados al desastre. Pero es lo que quiere la gente.
Un país en el que Rajoy es considerado un neoliberal se merece cualquier cosa que le pase.
¿ Y si tanto Rajoy como Sanchez apoyaran a Rivera para una coalición en que Rivera presidiera el gobierno ?
Esto mismo es lo que yo había pensado. La misma razón por la que Vitoria es la capital de la autonomía vasca. Y creo que Rivera ha jugado bien su carta (en la primera decisión que le admiro). Él no podía proponerse (quedaría mal), pero tras su paso, ya que ni PP ni PSOE se toleran, C’s, por motivación de PP y PSOE, podría ser el catalizador del ni tú ni yo. Una especie de presidente honorífico bajo cuyo mandato se discutieran ¡por fin!, una serie de cambios necesarios en este país (por ejemplo la definición de una ley de educación de consenso, quizás su recentralización y la de la sanidad, el cambio de la ley electoral, etc.). Y todo ello resuelto mediante consultas claras por referendo, para que sea cuestión nacional, no de partido. Las posibilidades son inmensas, pero supongo que faltará grandeza.
¡Buenas fiestas!
A la vista de los resultados de las elecciones, yo diría que el gobierno de España se queda en stand-by.
Muy improbable que el PP gobierne. La única opción de que se invista a Rajoy es que el PSOE se abstenga (cosa que dudo), ya que desde Ciudadanos ya han dicho que no votarían a favor ni de Rajoy ni de Sánchez (como mucho, se abstendrán para desbloquear).
Pedro Sánchez podría ser investido en segunda vuelta con apoyo de Podemos y abstención de Ciudadanos. La parte buena, creo yo, es que serán incapaces de sacar adelante cualquier medida económica “anti-mercados”, ya que probablemente votarían en contra PP, C’s, PNV y DL (Artur Mas).
Vamos, que España estará a la deriva por lo menos hasta nuevas elecciones, y quizás ahora mismo eso es lo mejor que pueda pasar. Quizás se mantenga la inercia de crecimiento y creación de empleo (lo único que se necesita es que no se apruebe nunca medida que la dinamite).
Ciudadanos ya ha dicho que no apoyará a Podemos ni por activa ni por pasiva. Sería un suicidio. Para Pedro Sánchez la única opción posible es hacer un pentapartito diabólico que le de una mayoría absoluta. Y ahí es donde aparece Susana Díaz que me va a caer bien después de todo. No he ido a la estación de Santa Justa para verificarlo, pero me da la impresión que está de viaje hacía Madrid para cantarle las 40 a Pedro. La única opción viable es una abstención de PSOE y Cs que permita el gobierno del PP con acuerdos importantes en la legislatura (Educación, Ley electoral. etc.) que revitalicen la vida pública hasta donde se pueda esperando una potente recuperación económica que permita nuevas elecciones dentro de dos o tres años. La otra opción si fracasa la anterior es elecciones en junio con el añadido de que probablemente en España ya no quede ni el apuntador, hayamos entrado de nuevo en una crisis de deuda y esas elecciones se conviertan en un plebiscito para salir del euro o no.
Pues el PSOE creo que lo tiene jodido. Tanto si permite la investidura de Rajoy como si pacta con Podemos y otras fuerzas radicales, una parte importante de su electorado se lo tomará bastante mal. Aunque haya investidura, es probable que más pronto que tarde vuelvan a haber elecciones, así que todos tendrán mucho cuidado de hacer cualquier movimiento que pueda suponer perder un voto.
Tanto en Valencia como en Madrid ya han visto que ha pasado con el PSOE después de aliarse con partidos como Ahora Madrid o Compromís (afines a Podemos) en las autonómicas….
Precisamente, el itinerario mas natural a la vista de lo que hay es que la abstención de Cs y Psoe permita la investidura de un miembro del PP distinto a Rajoy. Este gobierno en minoría tendrá que resolver los problemas de España apoyándose en ambos partidos y tratar de quitarle los argumentos a Podemos dentro de 4 años. Si estos tres partidos son capaces de llegar a acuerdos sobre educación, economía, constitución no deberían temer las elecciones dentro de 4 años.