La OCDE quiere eliminar los impuestos al gasoil

Aviso: esto era originalmente un artículo en inglés. Eso significa que casi todas las fuentes están en ese idioma. Cuando cito un texto en inglés explico lo que significa en español, pero no traduzco el texto completo.

Llega un momento en la vida en que sabes cómo va a ser un artículo antes de llegar al primer punto. No me refiero a saber de qué va, porque eso debería quedar claro con el título, sino cosas específicas de la estructura y los argumentos que van a ser. No es por dármelas de listo, y la inteligencia aquí no tiene nada que ver; simplemente es que ya has visto esta película y te sabes los diálogos.

Así que cuando empezaron a salir titulares diciendo que los los combustibles fósiles reciben 5,3 billones de dólares al año en subvenciones, según un informe del Fondo Monetario Internacional, sabía antes de pinchar que:

  1. La mayor parte de estas ‘subvenciones’ no son dinero que nadie reciba por producir o consumir combustibles fósiles, sino externalidades negativas.

El número es simplemente demasiado grande para ser lo que de toda la vida hemos llamado subvenciones. Lo que el FMI está diciendo con este informe es que los combustibles fósiles causan externalidades negativas (o sea daños) por valor de varios billones de dólares al año, y que el no cobrar impuestos a estos combustibles para ‘compensar’ esos daños es equivalente a subvencionarlos.

Del mismo modo, antes siquiera de pinchar en el enlace, si has leído del tema antes sabes que este informe va a tener el mismo problema que todos los estudios de externalidades: nadie sabe cómo calcularlas. Incluso en una ciencia imprecisa como la climática, hoy en día los científicos se han puesto más o menos de acuerdo en que la respuesta del clima si se duplica el nivel de CO2 en la atmósfera será un incremento de temperatura de entre 1 y 3 grados centígrados. Si el estudio de externalidades estuviese haciendo un progreso similar, lo que verías es que con el tiempo los especialistas van descartando unas hipótesis y centrándose en otras. Pero eso no está pasando.

Por ejemplo, el ‘coste social’ del CO2 (que es precisamente un gran componente de las ‘subvenciones’ de las que habla el FMI) 1.500 dólares por tonelada según un estudio, y en cambio otros dicen que ese coste es negativo (o sea que el CO2 realmente nos beneficia); tampoco está claro si estamos teniendo en cuenta todas las estimaciones. Además la mayoría de los supuestos daños causados por el CO2, o las grasas saturadas, o las partículas en suspensión o cualquier otra ‘externalidad’ ocurrirán en un futuro muy, muy lejano. A cualquier coste o beneficio futuro le tienes que aplicar una tasa de descuento, y ahí viene otro problema: ¿qué tasa de descuento aplicas a algo que no posiblemente no ocurrirá nunca?¿Y hasta qué tiempo futuro vas a contar para calcular esos costes y beneficios? ¿Cien años?¿Doscientos años?

Los problemas llegan incluso a la ciencia subyacente. Es decir, no es sólo que no sepamos calcular el daño causado por las partículas en suspensión del diésel, es que nisiquiera sabemos si están matando a alguien o no. Algo parecido pasa con las grasas trans: después de tantos años oyendo que causan todo lo malo conocido y cosas aún por conocer, un mega-estudio en Alemania concluye que realmente no hacen nada. Lo tienes difícil para calcular el ‘coste social’ de la grasa.

Y por supuesto hay mucho en juego en términos ideológicos y políticos. De los blogs y periódicos que han copiado y pegado sin pensar los 5,3 billones en subvenciones del FMI, no creo que ni un 1% haya mirado el contenido del informe. Además está el asunto monetario, porque con cada ‘crisis’ o ‘epidemia’ hay alguien pidiendo indemnizaciones. Así que para calcular, por ejemplo, el coste de la Guerra del Golfo, en principio tendrías incluir los costes médicos de los soldados afectados por el síndrome del mismo nombre. Pero sólo deberías incluir ese gasto en los Estados Unidos, ya que por algún motivo misterioso no parece haber afectado a los soldados de otros países; para ser más explícitos, según por ejemplo el gobierno británico esa enfermedad no existe.

Ya te imaginas por dónde va esto. Con leer cinco minutos el informe del FMI y su nota de prensa te das cuenta de varios disparates injustificables usados en la ‘estimación’ de subvenciones, todos con el mismo resultado de aumentar esa cifra. Vamos, que si alguien menciona esto de los 5,3 billones con gesto serio, o no pasado de la portada o está mintiendo a saco.

Por ejemplo, varios cientos de miles de millones en ‘subvenciones’ o ‘costes sociales’ de los combustibles fósiles no viene de la propia combustión y los gases emitidos, sino del sector transportes. O sea que si vas conduciendo y sin querer matas al perro del vecino, y tienes que pagarle mil euros de tu propio bolsillo como indemnización, eso es una ‘subvención’. Está claro: los coches eléctricos no matan perros.

(Que por cierto, aun asumiendo que todos esos costes de accidentes de coche y avión fuesen atribuibles a los combustibles fósiles, resulta que la inmensa mayoría del gasto en seguros de coche y similar es privado, y también es privada una gran parte del gasto sanitario. Ese gasto privado no se puede considerar una ‘subvención’, lo mires como lo mires, así que tendrías que restarlo del total de ‘costes sociales’. Sorpresa: en el estudio no dicen nada de eso)

Otro ‘coste’ de los combustibles fósiles es uno que suelen aplicar los anti-coche: congestión, o sea atascos. Siempre que alguien dice que los coches están subvencionados porque no pagan un ‘impuesto de atascos’ me dan ganas de tirar el ordenador a la pared. Vamos a ver, el coste de un atasco de tráfico es el tiempo que se pierde, ¿no? ¿Y quién ‘paga’ eso?

¡Pues los propios conductores! Ellos ya han hecho sus cálculos de cuánto tiempo pueden perder en atascos, y aún así resulta que les merece la pena ir en coche… ¿y a ti qué te importa el tiempo que pierdan?

(Ahora, es cierto que unos vehículos colapsan el tráfico más que otros. Motos y bicis estorban muchísimo menos que autobuses y coches, y creo que eso debería estar reflejado en lo que pagan unos y otros. A mí me parecería bien tener una especie de ‘pago por uso’ tanto en calles como en autopistas que refleje eso, porque el espacio no es gratuito, pero no estoy a favor de poner una nueva tasa mientras el gasoil y la gasolina tengan los impuestos que tienen ahora mismo).

Como veis se han lucido los autores, en fin, hasta incluyen como coste social el reparar socavones en las calles (en serio). Tal vez por eso la nota de prensa es muy atrevida, pero el informe se cubre las espaldas:

Disclaimer: This Working Paper should not be reported as representing the views of the IMF. [Negrita en el original] The views expressed in this Working Paper are those of the author(s) and do not necessarily represent those of the IMF or IMF policy. Working Papers describe research in progress by the author(s) and are published to elicit comments and to further debate’

Traducción: este informe lo han hecho cuatro tíos que resulta que trabajan para el FMI y lo han colgado en nuestra web. No representa la opinión del FMI. Lo usamos como propaganda pero, si el informe es criticado en público como la basura que es, no nos mires, no hemos sido nosotros.

Hay mucha más tontería ahí escrita, pero llegado un punto decidí no invertir más esfuerzo en rebatirlo porque…

  1. Los autores del informe ignoraron totalmente las externalidades positivas

Agárrense los machos. Resulta que toda la explicación de antes no hacía falta, porque el FMI cometió el mismo error que el 95% de informes de este tipo. Si lo hubiera descartado por intuición me habría ahorrado un par de horas.

Al final ‘externalidad’ es lo que toda la vida hemos llamado consecuencia. Resulta que todo, absolutamente cualquier cosa que puedas hacer o encontrar en este mundo tiene consecuencias.

Una hora que pasas escribiendo un artículo enfrente del ordenador es una hora que no has pasado leyendo una novela, jugando al fútbol, reforzando tus bíceps o mirando a la pared. Los bollycaos causan obesidad, sí, pero los ordenadores también. Y la obesidad implica costes para el sistema sanitario. Además los ordenadores se usan para facilitar fraudes, ataques terroristas, y cosas siniestras en general. Y digo yo, ¿si pagamos la sanidad del que se tira diez horas al día jugando al League of Legends, y a consecuencia es obeso y más propenso a ataques cardíacos y similar, no estamos en cierto modo subvencionando esa actividad? A lo mejor nos hace falta un impuesto a los videojuegos, o a la electrónica en general, para contrarrestar el coste que suponen estas personas para la sociedad. No te rías, que en Corea algún político lo ha propuesto en serio.

Ahora, alguien con sentido común dirá que los ordenadores se usan para todo tipo de estafas, pero que no podemos imaginarnos una sociedad moderna sin ellos. Vamos, que tienen muchos beneficios también. Y lo mismo se puede decir de prácticamente cualquier actividad: que tiene cosas buenas y malas. Lo importante es si los pros superan a los contras. Es obvio, pero también es una obviedad que el FMI olvidó.

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Si tú consideras las externalidades negativas (o sea costes y consecuencias negativas) de trabajar un año como misionero en Kenia, y no tienes en cuenta ninguno de los beneficios, pues hombre, descartarás la idea. (¿A lo mejor hace falta un impuesto a los misioneros? Para compensar esos costes, digo yo). Si miras al esfuerzo, cansancio y desgaste en tus deportivas que implica hacer ejercicio, y no miras las calorías que quemas y la tensión que liberas, pues también te parecerá una mala opción. Cualquier cosa parece mala si sólo miras lo negativo. Y según el FMI, cualquier consecuencia negativa es una ‘subvención’ por parte de la sociedad… la leche.

Después de darte cuenta de esto, es evidente que el informe del FMI no vale más que para echarse unas risas. No merece la pena ni seguir leyéndolo.

Y para que quede claro: uno puede mirar sólo un tipo de externalidades, y de ahí puede salir una investigación decente. Por ejemplo, aquí hay una estimación del impacto del CO2 en la producción agrícola. El autor deja muy claro desde el principio que no está intentando ver todas las consecuencias del CO2, nisiquiera todas las consecuencias positivas: simplemente quiere investigar su impacto en las plantas. ¡Pues ningún problema!

Lo que pasa con el FMI es que en ningún momento dijo que estuviese mirando exclusivamente externalidades negativas. Antes he puesto una captura de pantalla donde se ve que la palabra ‘positive’ no aparece en todo el texto, pero lo cierto es que ‘negative’ sale sólo una vez. Los autores simplemente asumieron que cualquier externalidad es mala. Así que no consideraron cosas como hospitales en zona de guerra que funcionan gracias al diésel y exploradores salvados por los combustibles fósilesdeportes que necesitan gasolina. De hecho, al asignar el coste del transporte a los combustibles fósiles, básicamente lo que están diciendo es que no tendríamos nuestro sistema de transporte actual sin esos combustibles. Ahora intenta imaginar un mundo sin ambulancias, camiones de bomberos y helicópteros… vaya, creo que las ‘externalidades’ en esa situación serían bastante bastante malas, ¿eh?

Llega la OCDE

Hace dos o tres semanas vi este titular y de inmediato algo me sonó raro. Según parece hay un informe de la OCDE que dice que los 34 países de la organización, más los BRIICS, gastan unos doscientos mil millones de dólares al año subvencionando los combustibles fósiles. Después de leer bastante sobre la energía sabía que ni de broma gasta la OCDE una cantidad similar, así que indagué un poco.

Lo primero tengo que decir que la OCDE hace bien en separar lo que gastan los países del bloque y las economías ‘emergentes’ de Brasil, Rusia, India, Indonesia, China y Sudáfrica. Normal, porque a diferencia del FMI la OCDE considera los resultados del informe su postura ‘oficial’, no la opinión de cuatro trabajadores, y hasta montó una conferencia para anunciar la publicación. Así que intentaron mantener al menos una fachada de seriedad. Aquí está el informe en versión web, y aquí el PDF por si queréis gastaros 16 euros.

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Aaaamigo. Así que la mayoría de estas ‘subvenciones’ no viene de los propios países desarrollados (o sea la OCDE) sino de Rusia, China y demás. En total, los países ricos gastaron algo más de 60.000 millones de dólares subvencionando estos combustibles en 2014, comparado con más de 100.000 millones en los BRIIICS. Y digo yo, ¿quién somos nosotros para decirle a los indios qué hacer con su dinero?

 

Ahora, no tengo ni idea de cuánto subvencionan la energía países como India y Rusia, pero los 60 o 65 mil millones de dólares en la OCDE todavía sonaban raros. Estados Unidos probablemente consume en torno a la mitad de los combustibles fósiles en este bloque, y su agencia nacional de estadísticas energéticas, la EIA, estima subvenciones de 1.000 millones para el carbón, 2.300 para gas y petróleo, y 3.000 millones para hogares de bajos ingresos (página 16). También hay unos 3.000 millones de combustibles de ‘uso final’ que probablemente incluyan gas y petróleo, pero por otro lado los 3.000 millones para hogares de bajos ingresos incluyen electricidad. Y estos datos son de 2013, mientras que la OCDE está hablando de 2014 cuando el precio de todos los combustibles fósiles era bastante más bajo. Resumiendo, ¿de dónde salen esos 60.000 millones en ‘subvenciones’? Bueno, yo miré en concreto el caso de España porque es el que mejor conozco de estos países y puedo ver cómo ha llegado la OCDE a esa cifra.

 

‘Subvenciones’ que mejor casi ni me las des

Si vas a comprar chocolate y resulta que un tipo es más barato que otro, porque el gobierno ha decidido que no paga IVA (o paga un tipo reducido), bueno, que eso sea una ‘subvención’ está abierto al debate. Lo que está claro es que para saber qué subvenciones hay primero tenemos que saber qué impuestos hay.

En España igual que en el resto de Europa los hidrocarbonos (gas, petróleo y GLP) tienen tres componentes en el precio, en este orden:

  • Precio original (materia prima + refinado y distribución)
  • Impuesto Especial de Hidrocarburos, que por cada mil litros son 330€ (diésel) o 400€ (gasolina)
  • IVA estándar, o sea del 21%

Luego hay otros niveles de impuesto para distintos tipos de gasoil, queroseno y demás; aparte están las Comunidades Autónomas que en muchos casos añaden su propio impuesto de hidrocarburos (aquí hay un montón de detalles si te interesa). Pero no vamos a entrar en detalles, porque para analizar lo que dice la OCDE no hace falta.

Vamos a imaginarnos cómo se marca el precio del gasoil y la gasolina en el mundo real. Lo primero decir que el petróleo cotiza en dólares, tanto en Europa (Brent) como en Estados Unidos (Texas). En 2014 el precio se mantuvo en torno a los 100 dólares el barril pero hacia el final del año se desplomó hasta los 50; pongamos 80 dólares por barril de media para el año. El tipo de cambio de euro/dólar también varió pero vamos a asumir que de media durante el año fue de 1,2, lo que significaría que cada barril de petróleo costaba en Europa 80 / 1,2 = 66,67 euros. Asumiendo gastos de refinado y distribución de 15 euros por barril, eso significaría que un barril de gasoil o gasolina costaba en Europa 81,67 euros. Repito, todo esto son datos aproximados pero sirven para hacerse una idea (obtener los precios reales de gasolina el año pasado, el tipo de cambio medio, etc. llevaría bastante esfuerzo y realmente no afectaría a las conclusiones del artículo).

Un barril tiene 159 litros, es decir, el precio en el surtidor de gasoil o gasolina el año pasado sería de unos 51 céntimos el litro antes de añadir impuestos. Recordad que el Impuesto Especial de Hidrocarburos añade 33 céntimos al litro si es gasoil o 40 si es gasolina, y después el IVA añade otro 21%.

Esta tabla lo resume todo:

Combustible Precio petróleo ($) Precio petróleo (€) Precio refinado (€) Precio refinado (€) (después de IEH) Precio refinado (€) (después de IVA)
Gasolina 80/barril 66,67/barril 0,51/l 0,91/l 1,101/l
Diésel 80/barril 66,67/barril 0,51/l 0,84/l 1,016/l

 

Ok, lo que le vemos aquí es que los impuestos ocupan casi la mitad del precio del gasoil, y más de la mitad del de la gasolina. Vamos a excluir la porción del IVA ‘normal’, o sea, el 21% de esos 51 céntimos que cuesta un litro de gasoil o gasolina antes de impuestos; eso son 10,7 céntimos.

Lo que nos queda de impuestos específicos al combustible son 39,9 céntimos para el gasoil (un 39,3% del precio total) y 48,4 céntimos para la gasolina (43,9% del total). Recordad que eso incluye no sólo el IEH, sino también la porción del IVA que se cobra sólo porque existe el IEH.

La versión resumida es que tanto gasoil como gasolina pagan una barbaridad de impuestos. Entonces, ¿de dónde ha sacado la OCDE esto de las subvenciones? Aquí viene lo gordo: la OCDE considera que un combustible está subvencionado cuando paga menos impuesto de hidrocarburos que lo que ellos consideran ‘normal’, aunque ese combustible siga pagando el IVA normal.

O sea, la subvención ya no es una exención sobre un impuesto común como el IVA sino sobre un impuesto que SÓLO se cobra a los combustibles fósiles. Mira, no tengo una empresa propia, pero si la tuviera creo que haría todo lo posible por rechazar esas ‘subvenciones’.

No hace falta que me tomes la palabra, haz clic aquí. Hay dos categorías de subsidios:

  • Budgetary transfer, o sea transferencia presupuestaria: esto es dinero real que sale de las arcas del Estado y según la OCDE el año pasado supuso 414 millones de dólares. En España es exclusivamente para el carbón… y gastos asociados (explicado más adelante).
  • Tax expenditures, o sea gastos fiscales: desde luego el que le puso el nombre dio en el clavo, porque NO representa gastos de ningún tipo, sino rebajas de impuestos. En 2014 ‘costó’ dos tercios del total de ‘subvenciones’, es decir $817 milliones de dólares.

(Por cierto, uso dólares porque así como es la OCDE ha puesto todas las cifras)

Ya veis el problema: de los aproximadamente 1.200 millones que la OCDE asegura España se gastó subvencionando combustibles fósiles, sólo 400 son realmente gasto; el resto simplemente era por poner los impuestos a unos combustibles más bajos que a otros.

¿Y cuáles son estos gastos fiscales rebajas de impuestos? Pues a ver:

  • Fuel tax exemption: hay algunas actividades que tienen trato preferencial a la hora de comprar combustible y no pagan el Impuesto Especial de Hidrocarburos. Sin embargo, que yo sepa todas ellas pagan el IVA.
  • Fuel tax reduction: básicamente, el gasoil agrícola y de calefacción paga menos que el de automoción…¿y?
  • Fuel tax partial refund: esto es para agricultores a los cuales se les puede reembolsar 78 euros por cada 1000 litros del IEH… y la pregunta de nuevo es, ¿quién consideraría esto una subvención, si ese combustible aún así paga IVA? La leche.

Para que quede claro, la Unión Europea considera hidrocarburos ‘la gasolina con plomo, la gasolina sin plomo, el gasóleo, el fuelóleo, el gas licuado de petróleo (GLP), el metano y el queroseno’; vamos, cualquier cosa que tenga hidrógeno y carbono. Este documento del BOE da más detalles: casi cualquier cosa que arda paga el impuesto de hidrocarburos.

A lo mejor me confundo en alguna de éstas. Tal vez el queroseno de aviación no paga IVA o IEH… pero me extrañaría, considerando que prácticamente todo lo demás sí lo paga.

Ahora, no estoy seguro de si el ‘fuel tax partial refund’, o reembolso parcial del impuesto de combustibles, en la práctica elimina el IEH para agricultores; de todas formas tienes que pedirlo, no te lo dan automáticamente.  Y tengo que enfatizar de nuevo que este combustible aún paga IVA y probablemente todavía una parte del IEH. Para hacernos una idea, ahora mismo el gasoil agrícola cuesta €0,757/l, es decir €120,4 o $109,4/barril; por comparación el petróleo Brent cuesta 48 dólares por barril, o sea menos de la mitad. Y sí, hay costes de refinado y distribución pero probablemente no lleguen a los 20 dólares por barril.

Y por esto no quería pagar 16 euros por el PDF.

Para ser justos con la OCDE, al menos han publicado una base de datos para que todo el mundo pueda ver cómo han hecho sus cálculos. Pero eso no es excusa para hacer propaganda.

Y para ser totalmente claros, la propia organización dice en su metodología:

‘The OECD inventory addresses a broader range of measures, including many that do not reduce consumer prices below world levels. It uses a broad concept of support that encompasses direct budgetary transfers and tax expenditures that provide a benefit or preference for fossil-fuel production or consumption, either in absolute terms or relative to other activities or products.’

Es decir, no se trata de que estas ‘subvenciones’ rebajen el precio de determinado combustible fósil (gasoil de calefacción, por ejemplo) respecto a su precio de mercado o internacional. Se trata de que rebajan su precio respecto a otras actividades o productos…

…que también son combustibles fósiles. Toma ya.

Realmente, si la OCDE o cualquier otro organismo quería llegar a una cifra grande, podrían argumentar que como la gasolina paga X impuestos y todos los demás combustibles pagan menos, entonces TODOS esos combustibles están ‘subvencionados’. Así probablemente podrías decir que España ‘gasta’ varios miles de millones subvencionando los combustibles fósiles. Imagina los resultados si repites la jugada en todos los países del estudio.

Y para que no quede ninguna duda que es así como están hacienda sus cuentas, podéis ver el propio studio en la página 35:

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Desviaciones en los impuestos que paga un combustible ‘distorsionan’ el mercado (cierto), y por lo tanto constituyen ‘apoyo’ para estos combustibles.

Y en la página 39:

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Según el ejemplo, como el gobierno podría haber sacado 180 millones de euros extra poniendo los impuestos a un nivel ‘normal’, pues se considera que es una subvención de 180 millones. Y así es como la OCDE ha sacado esos 800 millones en subvenciones en España.

Transferencias de presupuesto: subvenciones reales no para los combustibles fósiles

¿Qué pasa con el dinero que sí sale de las arcas del Estado y se emplea en subvencionar la destrucción del planeta? Bueno, lo primero decir que en nuestro país todo ese dinero va al sector del carbón, y en concreto del carbón nacional; el australiano o sudafricano o polaco no reciben subvenciones. Es decir, si se eliminasen España seguiría consumiendo la misma cantidad de carbón sólo que de distinta procedencia. Sobra decir que muchos de nosotros estamos opuestos a estas subvenciones, y que de todas formas están destinadas a terminar en torno a 2020, y que si se han mantenido hasta ahora ha sido por la presión de grupos políticos que juran ser ecologistas y estar preocupados por el medio ambiente y tal (leed esto para más detalles).

Pero no acaba ahí la tontería. Si hacéis click en la base de datos, resulta que de lejos la categoría más grande de ‘transferencias de presupuesto’ es ‘inherited liabilities due to coal mining’, con 353 millones de dólares. Ahora, ‘liabilities’ es una palabra que puede significar deuda en términos contables (el pasivo es la deuda más el patrimonio), pero también puede significar obligación, problema o responsabilidad. Cuando yo leo ‘obligaciones heredadas debido a la minería del carbón’, pues me imagino el coste de limpiar zonas contaminadas por la minería, o de cerrar las minas, o pagos a las empresas mineras de cualquier tipo. Ojo, todo esto sería una ‘subvención’ si saliese del estado; si una empresa realiza por ejemplo un vertido de petróleo y lo limpia ella solita no podemos hablar de subvención.

Y bueno, ¿cuáles son exactamente esas obligaciones o deudas causadas por la minería del carbón?

This measure provides certain non-profit organizations — along with coal miners and their families — with budgetary transfers to help address the social and technical costs that stem from the decline of the coal-mining sector in Spain.

facepalm

Pues sí, resulta que según la OCDE las pensiones para mineros y similares fondos para la reestructuración de las zonas mineras ahora son subvenciones al carbón.

Alguien con sentido común estará pensando que, si acaso, el propósito de este dinero es ayudar a la transición a la economía sin carbón. Y que, de todas formas, una subvención a alguien que antes estaba sacando carbón no reduce el precio de éste, ni lo hace más apetecible como combustible, ni se puede considerar una subvención al combustible en sí de ninguna forma. Amigo, ya eres más listo que la OCDE.

No estoy seguro exactamente de qué incluyen esos 353 millones (y la OCDE tampoco, porque ellos sólo recopilan la información que mandan los distintos gobiernos). De todas formas, es cierto que hay muchas subvenciones y no tienen por qué ser algo malo. Es más, estas subvenciones al carbón podrían incluso ser un incentivo para toda la economía:

Según un estudio de la Facultad de Económicas de Castilla y León por cada euro que el Estado da a la minería recibe tres como cargas fiscales, coberturas sociales, rentas y compra de bienes y servicios.

Es como los panes y los peces.

Coñas aparte, no está claro de qué incluyen estos 353 millones exactamente, pero no hay nada relacionado con la producción de carbón. Éstas ayudas (‘aid’) son:

  • Operating aid to Hunosa / coal producers: esto son 53 millones
  • Adjustment aid to coal producers: de aquí salen 8 millones

Eso en el lado de la producción, porque ayudas para consumidores no hay. O al menos la OCDE no ha incluido nada en su base de datos. Sería un poco de broma que después de inflar las cifras tanto se dejasen alguna subvención real, pero puede haber pasado.

De todas formas las cifras son claras: 61 millones de dólares en subvenciones reales a los combustibles fósiles, en España, en 2014. Cifra ligeramente inferior a los 1.200 millones que la OCDE había estimado en un principio.

Supongo que podría encontrar mucha más tontería y contradicciones y sinsentidos si mirase en los datos para otros países, pero no estoy seguro de que merezca la pena. Si me hacéis saber de algún caso concreto (por email o dejando un comentario), tomo nota y hare referencia a quien me ha dado esta información en el próximo artículo, si lo escribo. Pero evidentemente rebatir basura como este informe no merece mucho la pena.

¿Y qué pasa con la IEA?

Esta organización publicará su World Energy Outlook, el cual incluye datos sobre las subvenciones para el año anterior, en Noviembre. Podría usar la version de 2013 y comparar números con los datos de la OCDE para 2014… pero va a haber mejores datos en un mes, así que mejor no.

Una de las cosas más curiosas es que, de esos 548.000 millones en ‘subvenciones a los combustibles fósiles’ que la IEA asegura haber encontrado, 130.000 millones se gastaron en… electricidad. Ya sabéis, los huesos de dinosaurios acaban convirtiéndose en electrones o algo así.

Cómo poner fin a las subvenciones a combustibles fósiles

A lo mejor no hemos entendido bien el mensaje que la OCDE realmente está mandando. Si os fijáis, esta es la situación actual y la que critican:

Combustible Precio antes de IEH IEH Precio después de IEH Subsidio
Diésel €0,51/l €0,33/l €0,84/l €0,00/l
Diésel especial €0,51/l €0,10/l €0,61/l €0,23/l

 

En esa tabla lo que he hecho es comparar los impuestos que paga el diésel normal con el ‘especial’. Evidentemente este combustible ‘especial’ no existe; lo que hay son distintos tipos de combustible que llamamos diésel (automoción, calefacción, etc.), y el Impuesto Especial de Hidrocarburos varía de uno a otro. Pero este ejemplo simplificado sirve para ilustrar el ‘problema’, esos 23 céntimos por litro de ‘subvenciones’ que el diésel especial recibe.

A lo mejor la situación que la OCDE quiere ver es algo así:

Combustible Precio antes de IEH IEH Precio después de IEH Subsidio
Diésel €0,51/l €0,00/l €0,51/l €0,00/l
Diésel especial €0,51/l €0,00/l €0,51/l €0,00/l

 

Parece que si eliminamos el impuesto de hidrocarburos, también eliminamos las subvenciones. ¡Así que tal vez lo que tendría que hacer el gobierno es reducir el impuesto de hidrocarburos a cero!


 

Autor: Alberto Zaragoza Comendador


 

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Un comentario

  1. Solo un burócrata a las órdenes de un político puede retorcer la realidad tanto, como para afirmar que está subvencionado un producto, como los combustibles de automoción, en el que el 50% de su precio de venta al público son impuestos, se llamen estos como se llamen.
    Y si encima este producto es una de las bases de las sociedades ricas y avanzadas, pretender cuantificar eso que pomposamente llaman «externalidades negativas» sin tener en cuenta las evidentes «externalidades positivas» es de traca.
    Aplicando esta curiosa «metodología» podríamos afirmar que «respirar» está subvencionado puesto que es una evidencia que entre sus externalidades negativas está el «oxidarnos».
    En realidad este tipo de «cuentas» (o cuentos) son las que habitualmente hacen los ecolojistas a la hora de analizar cualquier cosa que nos les gusta: en resumen, el progreso económico está subvencionado, así que acabemos con él y volvamos a las cavernas .

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