Han pasado más de cien días desde que los nuevos ediles podemitas tomaron el poder en diferentes ciudades y pueblos de la geografía española. No les voy a hacer un resumen de «noticias» o «noticietas», que para eso ya leen ustedes los periódicos. Sólo pretendo compartir con ustedes lo que me ocurrió ayer mientras revolvía en mi biblioteca buscando fuentes citables para definir, y en cierta medida intentar explicar, la gripe populista de la que enfermaron buena parte de los votantes en las pasadas municipales y de la que espero vayan recuperándose poco a poco: no les bastaba con la vacuna subcutánea, pidieron una dosis en vena… y la «vacuna» va haciendo efecto.
La vacuna «Podemos» va haciendo efecto porque nada mejor para combatir el populismo arbitrario que la arbitrariedad del populismo. Los populismos, todos, alcanzan el poder apoyados en el marasmo temporal de las masas enfurecidas contra alguien o contra algo. El populismo no ofrece soluciones de futuro (ni de presente) pues lo único que necesita para llegar al poder en un sistema mayoritarista de alternancia (no lo voy a llamar democrático, el nuestro no lo es) son uno o varios enemigos a los que señalar con el dedo: los bancos, la casta, los ricos, los propietarios de más de un piso, los explotadores de la asociación de PYMES, los autónomos, … Enemigos porque comparten dos características findamentales: piensan diferente y tienen lo que las masas enfurecidas no tienen.
Una vez en el poder, las políticas que los populistas aplican no van nunca más allá de la acción arbitraria en función de lo que se envidia (propiedad) y lo que se teme (ideas diferentes), limitándose a la expropiación (robo) y la marginación del diferente de manera sistemática. El carácter arbitrario de tal acción política acarrea, antes o después, consecuencias negativas para buena parte de los afectados por la gripe populista…. quienes se pasan el resto de la legislatura deseando que haya nuevas elecciones para poder devolver a las Colaus y Carmenas a su sitio: cuanto más lejos del poder, mejor. Pues se van a tener que «chinchar» tres años más, es lo que dura la convalescencia en esta coporcracia nuestra.
Les decía que ayer hojeaba algunos libros en casa, en busca de argumentos diferentes del mío que me apoyasen en mi apreciación psicopatógena del fenómeno populista, cuando descubro el lomo de un libro acribillado a marcadores de papel: «Economy and Society» de Friedrich Nietzsche. Mi «amigo» escribía estas memorables líneas, que comparto en tres dosis con ustedes (página 132):
Der Sozialismus ist der phantastische jüngere Bruder des fast abgelebten Despotismus, den er beerben will; seine Bestrebungen sind also im tiefsten Verstande reaktionär.
El socialismo es el fantástico hermano menor del casi decrépito despotismo , del que quiere ser heredero; sus aspiraciones son reaccionarias en el sentido más profundo de la palabra.
Denn er begehrt eine Fülle der Staatsgewalt, wie sie nur jeder Despotismus gehabt hat, ja er überbietet alles Vergangene dadurch, daß er die förmliche Vernichtung des Individuums anstrebt: als welches ihm wie ein unberechtigter Luxus der Natur vorkommt … er braucht die alleruntertänigste Niederwerfung aller Bürger vor dem unbedingten Staat, wie niemals etwas Gleiches existiert hat; und da er nicht einmal auf die alte religiöse Pietät gegen den Staat mehr rechnen darf, vielmehr an deren Beseitigung unwillkürlich fortwährend arbeiten muß … so kann er sich nur auf kurze Zeiten, durch den äußersten Terrorismus, hier und da einmal auf Existenz Hoffnung machen.
Porque desea tal gran cantidad de poder del Estado, como nunca ningún despotismo pudo disfrutar, incluso sobrepasa todo lo que ocurrió en el pasado en su búsqueda de la destrucción formal del individuo: dado que el individuo es un lujo de la naturaleza sin razón de ser … necesita (el socialismo) de la postración humillante y absoluta de todo ciudadano ante el Estado incondicional, y de forma como nunca antes había existido; y puesto que el socialismo ni siquiera puede contar con la antigua piedad religiosa frente al Estado , sino que debe trabajar contínua- y decididamente en su destrucción… sólo puede aspirar a la existencia durante períodos cortos de tiempo, a través del terrorismo más extremo.
Deshalb bereitet er sich im stillen zu Schreckensherrschaften vor und treibt den halbgebildeten Massen das Wort ‘Gerechtigkeit’ wie einen Nagel in den Kopf, um sie ihres Verstandes völlig zu berauben … und ihnen für das böse Spiel, das sie spielen sollen, ein gutes Gewissen zu schaffen.
Por eso prepara en secreto su reinado de terror e impronta en las masas medio-educadas la palabra «justicia» como un clavo en la cabeza para privarles por completo de la razón… y crear en ellos una buena conciencia ante el malvado juego al que les obligarán.
¿Qué más les voy a decir yo, que no haya dicho ya Nietzsche? Pues eso, a curar la gripe … o a sacarse el clavo de la cabeza del que nos habla el pensador alemán.
Pablo Iglesias, que al parecer lo tiene TODO claro, también tiene claro como esquivar preguntas incómodas, exactamente igual que el resto de la CASTA.
Concretamente, ahí va la pregunta que le hicieron el EL Español de P.J.Ramírez y su no respuesta, consistente en bla-bla-bla, para no decir nada:
¿Cuál es la unidad de la soberanía? ¿La comunidad autónoma, la provincia, la ciudad, el barrio, la comunidad de vecinos?
No se puede poner puertas al campo. Hemos visto en una de las democracias más consolidadas del mundo, la británica, cómo la Cámara de los Comunes dio un «ok» a un referéndum en Escocia. No ha llegado el apocalipsis. Las soberanías se fundamentan en las voluntades colectivas. Para mí, lo que define una democracia es la voluntad colectiva de los ciudadanos. No podemos darnos la vuelta a lo que ocurre en Cataluña. Si el 80% de los catalanes quieren votar, ¿por qué no buscar una solución democrática?
Estoy convencido de que la cuestión de la permanencia de Cataluña en un proyecto común es algo que con nosotros en el Gobierno está garantizado. Antes de que el PP empezara a hacer el bestia desde el Gobierno no había tanta gente en Cataluña que se quería ir. Había independentistas y siempre los va a haber, pero mucha gente ha entendido que quería independizarse del PP. Y el señor Artur Mas sabe perfectamente que si nosotros gobernamos en España somos la principal garantía de que España no se rompa.
Por cierto la pregunta también es pertinente que la respondiera el P-Lib. A ser posible divagando solo un pelín menos que el Mesías.
Pues la vacuna no debe de funcionar muy bien porque según el CIS las dos alcadesas son las más valoradas muy por encima de la oposición.
http://www.20minutos.es/noticia/2574052/0/votantes-aprueban/gobiernos-cambio-carmena-colau/ahora-madrid-barcelona-en-comu-compromis-podemos/
Esa encuesta del CIS se realizó 10 días después de la constitución de los ayuntamientos… es evidente que si han votado a Ada Colau es que la valoran, si 10 días des pués sale la peor valorada sería para hacérselo mirar…
Esta encuesta es otra forma de tirar dinero en España o bien otra forma de apoyar a Rajao, metiendo miedo a los que no le hayan votado.
La encuesta válida hubiera sido ahora, a los 100 días de ideas, ocurrencias, salidas de tiesto y tonterías… Si ahora siguen siendo los más valorados es que somos incorregibles.
Eso está claro, acciones como despedir a Álvarez del Manzano o acabar con las subvenciones a la escuela de Tauromaquia en Madrid o el retraso en las iluminaciones navideñas en Barcelona es algo que les va restar un montón un apoyos. Y si no al tiempo.
Magnífico artículo, Luis, lo paso a mis listas….. ¡Y te quedas muy corto en las críticas a los podemitas!. Desgraciadamente no conozco, no ya a ningún podemita, ni siquiera a ningún socialista que no se sienta legitimado para vivir a costa de los demás.
El socialismo, todo él, no ya es que sea totalitario, y por tanto, no sólo corrupto, sino corruptor en todas sus formas de gobierno (ni siquiera el la llamada socialdemocracia europea existe separación de poderes), el socialismo en esencia (muy en concreto en su versión podemita), simplemente, es la materialización de la incivilización.
tampoco yo conozco a nadie de la derecha que no viva a costa de los demás. La gasolina en repsol es 20 ct. más cara que en una gasolinera Low cost, y eso que es justo repsol quien les surte de la misma gasolina. Las electricas ni te cuento, les tenemos que pagar sus inversiones fallidas. Y Florentino se asegura de que si no le sale bien el negocio «los rojos» le pagan su desastre. Deja de decir lugares comunes.
A ver… tal vez el «malentendido» venga de la concepción de «socialismo» de la que parte Hayek, y de la que parto yo también (por Fernando Nogales no puedo hablar). Los partidos conservadores que hacen uso de poder de las in stituciones del estado (todos, vamos), también son socialistas! En este blog llevamos mucho tiempo con el problema derecha vs. izquierda solucionado. Aquí hablamos de libertad individual vs.colectivismo, y colectivistas son tanto los ingenieros sociales de la izquierda como los de la derecha.
Las cosas que denucias, también las denuciamos aquí, pues en esta casa no encontrarás amigos del «crony-capitalism» o corporativismo o mercantilismo que es una aberración del capitalismo en la que los lobbys más próximos al poder (ya sea conservador o «progresista») obtienen sus prebendas y privilegios vía legislaciones especiales y/o subvenciones con cargo al contribuyente.
Saludos, y gracias por comentar 🙂
Perdón, no he podido evitar apostillar este comentario. ¿Lugares comunes? ¿Como asociar «derecha» con Repsol, las eléctricas o Florentino?. En España (y en general), la derecha es una mezcla de liberales, conservadores, socialdemócratas y democristianos (a la ultra derecha ni la incluyo porque hace más de 50 años que está desactivada) que integra más o menos toda la gama de sensibilidades políticas mayoritarias/razonables/previsibles. Así que identificar arbitrariamente multinacionales con derecha es bastante tosco, otro «lugar común». [La izquierda es más simple, es lógico 😉 y sus tonos de gris van solo de la socialdemocracia a los distintos sabores del comunismo «moderno». No hay más.]
¡ Vaya Don Luis ! Voy a tener que ir a la biblioteca de mi germanófilo, que es forofo de Nieztsche, a ver si tiene el libro. Y para leerlo, voy a tener que intentar resucitar mi alemán, que duerme el sueño de los justos desde hace cincuenta años, y que ahora, me da como mucho para enterarme de mala manera de alguno de los artículos del Der Spiegel . Pero me va a compensar.
Muchas gracias.
Hola Luís, veo que debes seguir de recuperación. ¿No sabías que los autónomos nunca cogemos la baja? (Es casi rigurosamente cierto según me dijo alguien que trabaja en ASEPEYO.)
Me apunto tu certera definición de las capacidades de los populistas:
«Una vez en el poder, las políticas que los populistas aplican no van nunca más allá de la acción arbitraria en función de lo que se envidia (propiedad) y lo que se teme (ideas diferentes), limitándose a la expropiación (robo) y la marginación del diferente de manera sistemática.»
No conocía esa obra de Nietzsche (-Economy and Society-, y creo tener todas las publicadas en castellano, de joven me arrasaba ese señor), pero igual no está traducida. Tampoco la encuentro en otros idiomas. Si que existe una del mismo título de Max Weber. ¿Me sacas de dudas?
Gracias.
Saludos JJI , se trata de una obra en la que varios autores toman textos de Nietzsche sobre economía y sociedad, algunos de cartas suyas no publicadas y los comentan. Esta, en concreto, es una cita textual Puedes comprarlo aquí, aunque es caro. En este caso se trata de una cita textual sacada del libro Menschliches, Allzumenschliches: Ein Buch für freie Geister (página 250) cuyo título en castellano es «Humano, demasiado humano».
Muchas gracias Luís. He mirado tu enlace y ¡jopeta, si que es caro! De todas formas tengo el libro «Humano, demasiado humano», así que la buscaré en él.