«Donde acaba la ley, empieza la tiranía». John Locke.
Enormes risotadas, broncas, enfados y demás en la prensa y redes sociales por el hecho de que Rajoy no se supiera el artículo 11 de la Constitución y su desarrollo legislativo. El Presidente del Gobierno, al parecer, no se había preparado todos los posibles detalles de la entrevista que le iba a hacer Carlos Alsina, y cuando le el periodista le preguntó sobre la nacionalidad de los catalanes tras una hipotética independencia de Cataluña, Mariano se lió y no supo dar la respuesta correcta. Un ejemplo más del enorme desconocimiento de los problemas al que los españoles nos enfrentamos. Honestamente, me parece que frente a la declaración unilateral de independencia de Cataluña, como pretende Junts Pel Sí, la nacionalidad de los catalanes sería el menor de nuestros problemas.
Una declaración unilateral de independencia por parte de Cataluña sin que se activen los resortes legales previstos en el ordenamiento jurídico supone que la Constitución, prácticamente en su totalidad, deje de tener validez. En Cataluña, sin ir más lejos, dejarían de tener validez el Título Preliminar de la Constitución, de los que emanan:
- La soberanía nacional (artículo 1.2).
- La unidad de la nación y solidaridad entre territorios (art. 2).
- El deber del Ejército de mantener la unidad de la nación (art. 8).
- La Sujeción de los ciudadanos y de los poderes públicos al ordenamiento jurídico (art. 9.1), así como a la seguridad jurídica (9.3).
La consecuencia directa para los catalanes es que en Cataluña dejaría de tener vigor toda la Constitución para los catalanes, que recoge derechos y obligaciones para los ciuadadanos y el Estado, de entre los que cabe destacar:
- La igualdad ante la ley y la no discriminación por «razones obvias» (artículo 14), así como el derecho a la integridad física y moral (art. 15), libertad ideológica (art. 16), a la libertad y a la seguridad, así como al habeas corpus (art. 17), a la libertad de expresión (art. 20), a la libertad de reunión, (art. 21), a la libertad de asociación (art. 22), a participar en los asuntos públicos de los catalanes (art. 23), a la tutela de los tribunales españoles (art. 24), a la educación (art. 27), a la sindicación (art. 28) o a la libertad de empresa (art. 38).
- El sometimiento del poder judicial al imperio de la ley (se presupone, del Estado español, se presupone) recogido en el Título VI (art 117.1 CE).
- La subordinación de la economía al interés general (art. 128 CE) y la armonización entre territorios (art. 131 CE) recogidos en el Título VII.
- La organización territorial del Estado y las competencias de cada una de las Administraciones públicas (Título VIII).
- La capacidad del Tribunal Constitucional de declarar inconstitucionales disposiciones normativas que vayan en contra del reparto previo de competencias, recogido en el artículo 161 CE del Título IX.
- Y las posibilidades de reformas constitucionales recogidas en el Título X de la Constitución.
Eso, en Cataluña. Para empezar. Esto, supongo, no le hará mucha gracia a los catalanes que se sientan españoles. Y no solo eso: Cuando los catalanes independentistas se encuentren con que no son españoles, ¿a qué tribunales irán a reclamar su ciudadanía europea?
Pero es que la cosa no acaba aquí. De no aplicarse lo dispuesto en la Constitución para a los catalanes en lo bueno y para lo malo, ¿quién me dice a mí que se respetará el ordenamiento jurídico en los siguientes casos?
- Andalucía declara unilateralmente su independencia.
- Manuela Carmena declara unilateralmente la ilegitimidad de la deuda del Ayuntamiento de Madrid, negándose a pagar a los proveedores.
- Pablo Iglesias, como Presidente del Gobierno, censura medios de comunicación.
- La Comunidad Autónoma de Extremadura anula el derecho de propiedad privada.
- La Comunidad del País Vasco deniega la libertad de asociación para fines «españolistas».
- Que la Comunidad Autónoma de Galicia no garantice el derecho a la gratuidad de la enseñanza básica, obligando a todos los ciudadanos a pagársela de su bolsillo.
- Que si un señor monta un negocio en Valladolid bajo la garantía de las normas jurídicas actuales, mañana el Gobierno de Castilla y León decida incumplir alguna de ellas, impidiéndole mantener su negocio.
- Que a usted no le apliquen una norma sancionadora con carácter retroactivo, sin garantías jurídicas.
Una declaración unilateral de independencia por parte de Cataluña autorizada o tolerada por el Estado español supone que a los catalanes se les garantice el derecho de secesión mientras que a mí no se me garantiza ninguno de mis derechos. No basta con que la ley esté redactada. Debe ser aplicada. Siempre. A mí y a usted. A los catalanes y al resto de los españoles. Y si no se defienden los derechos y libertades de los catalanes, ¿por qué se van a defender mis derechos y libertades? Pues esto es lo que, mientras nos reímos de los conocimientos jurídicos de Mariano Rajoy, nos jugamos en Cataluña.
Bueno, estasmo ya en el día después de las elecciones.
Todos conocerán los resultados:
Junts Pel Si i y CUP suman el 47.8% de votos. Es decir, menos de la mitad.
Además, la participación ha sido del 77% (lo cual no está mal dados los antecedentes). Es decir, que los votos claramente independentistas han sido el 36% de personas en edad de votar.
Es bien conocida la capacidad de movilización del independentismo, por lo que lo más probable es que la mayoría de ese 23% que se ha quedado en casa y no ha ido a votar esté en contra de la independencia.
A pesar de eso, los independentistas se sienten legitimados para seguir adelante con el proceso. Claro que para ello es imprescindible llegar a un acuerdo con la CUP, los cuales han dejado claro que no apoyarían una investidura de Mas (per sí de Junqueras).
¿Qué escenarios hay? Se me ocurre los siguientes:
1.- La situación se mantiene atascada durante semanas o meses. No hay acuerdo con CUP, y no hay manera de investir presidente. Se repiten elecciones (supongo que con Convergència y ERC por separado).
2.- Mas acepta cederle el puesto a Junqueras, y se pone en marcha un gobierno de Junts Pel Si con el apoyo de la Cup.
Si nuestros presidentes hubieran sido hombres de estado ya habrían comenzado hace años a prepararse para la posibilidad de una DUI.
Existen dos posibilidades:
1.- Dada su ilegalidad se envía a la Guardia Civil (apoyada por el Ejército si hay resitencia) a tomar todos los puntos estratégicos, detener a los responsables (MHP Mas, Consejeros, diputados independentistas que voten a favor, …) y encarcelarlos .
Este punto nos leva a dos más:
a.- Se logra retornar a Cataluña por la fuerza a España. Se debería aunlar su autonomía durante el tiempo que sea preciso para eliminar el «monstruo nacionalista», esto incluye el elimnar ciertas transferencias (que de paso se deberían quitar a los demás): Educación, Justicia, Interior, Sanidad… las que hacen país.
b.- No se logra retornarlos, ya que los mossos de escuadra echan a gorrazos a las fuerzas españolas, porque reciben apoyos ectranjeros o lo que sea.
2.- Se mira para otro lado como si no hubiera delito, se rien las gracias y se dice que no es válido, que no es legal, que no existe… No es tan «impensable» como parece, ya que se ha hecho antes:
Con el «butifarrendum» del 9N. Negar que fuera un referendum. No aplicar la ley a todos los que se la saltaron: desde Mas, pasando por el Consejero de Educación, Interior, Justicia, hasta los directores de los colegios que abrieron puertas… Las fuerzas de la ley (Policía, Guarcia Civil, Mossos de Escuadra) deberían haber sido comisionados desde primera hora a cerrar colegios y quitar urnas… y unas semanas antes a decomisar las urnas y las papeletas (que se hicieron en algún sitio y se guardaron en algún sitio) y detener a Mas y su Gobierno por malversación, al usar dinero público para algo ilegal.
En este caso, Mas iría por su lado: declararía su independencia, pondría su Hacienda propia y empezaría a obligar a pagar a los suyos… y los demás deberían decidir si aceptan eso o no…
Supongo que siguiendo la senda de siempre les darán todos los impuestos a cambio de que no declaren la independencia de facto… que se declaren un poquito independientes… hasta les darían la soberanía de la parte de pueblo que está allá… en 10/20 años se acaba todo.
Si nuestros políticos hubieran sido «hombres de estado» ya se hubieran preparado para todo: Preparado el caso 1a y 1b… Desechado el 2.
En este segundo ya sabemos que no lo han preparado… ¿por qué? Pues porque para este caso debería haber preparado una conexión de España (lo que quede) con Europa por zona segura (no Vascongadas), es decir por el Pirineo Central. Deberían haber vuelto a poner en marcha la línea férrea de Canfranc para mercancías, a ser posible con trenes rápidos, incluso pidiendo subvención a Europa y haciendo lo que sea necesario para que Francia haga su parte. Idénticamente hubieran debido preparar una conexión por carretera. Estos dos elementos hubieran aumentado la riqueza de otras zonas de España y presionado a las «desleales».
El punto 2, por desgracia, parece que es el único que tienen en cuenta: la rendición dando lo que pidan (como con ETA), la patada atrás al balón (acercándolo a tu portería), para que el problema sea del siguiente (pero más complicado).
El PP no parece lo suficientemente convencido, maricomplejines, sin atreverse a hacer nada por el «qué dirán»…. ¡No nos llamen fascistas!
El PSOE y Podemos, sencillamente, siempre han estado por ir desarmando y desguazando España…Está en su naturaleza.
Le veo muy mal futuro a España. Convertida en 4-9 paisitos.
El caso es que, por muy poco que agrade a algunos, nadie puede negar que Rajoy sea un inepto, primero entre sus pares tan ineptos como él. El problema es que la amplísima mayoría de los políticos españoles son ineptos. Pujol no lo es, por ejemplo, y ha venido preparando ésto (con un pequeño grupo que lo acompaña) durante más de 30 años. Es un hombre de estado, con una meta.
Si no la alcanza ahora, es únicamente porque otro inepto aceleró el paso para tapar sus corrupciones, y el proceso fracasará… por ahora. Será solamente una pausa. Porque en la base del independentismo están todas las concesiones (otorgadas por políticos ineptos y corruptos del PP y del PSOE) que se han hecho hasta ahora en Cataluña, entre ellas la principal, la educación, que es la que han utilizado sabiamente para fomentar el odio a través del engaño. Y como no le quitarán esas concesiones, sino que tal vez les otorguen aún más, el problema se resolverá definitivamente dentro de diez o quince años, a lo más, con la independencia catalana.
Por supuesto, la ineptitud de los dirigentes políticos es reflejo de la propia incapacidad de los ciudadanos que los ponen en sus cargos. España, como cualquier otro país, tiene el gobierno que se merece y que quiere. Y no creo, realmente, que la mayoría de los votantes cambie. No en un plazo que permita mantener la cohesión del estado español.
Lo que me resulta absurdo es que en esta bendita península (como en otros muchos países) seamos capaces de tomar como algo sagrado y absoluto la pertenencia o no a una determinada nación (ya sea la española, catalana o albaceteña). No es para tanto. Son sólamente formas de organizar la convivencia humana en un territorio. En este sentido me gusta más la mentalidad pragmática de los anglosajones. Si hay un conflicto, se intenta negociar. Y gracias a eso tienen la Commonwealth. Napoleón decía despectivamente de los ingleses que eran una «nación de tenderos». La verdad, mucho mejor eso que una de fanáticos nacionalistas que sólo se diferencian en el color de sus banderas.
Don Manuel:
Llevaba usted muchísimo tiempo sin poner comentarios, y se le echaba de menos. Muchísimo. Pero este comentario suyo, en mi opinión, ha merecido la espera. Le aplaudo con las orejas.
Y si se presentase usted a las próximas elecciones, le votaría sin dudarlo un instante como Presidente de Gobierno. Lo malo es que no se presenta, y que no sabemos qué va a salir en las votaciones autonómicas catalanas el domingo, y como va a actuar el Gobierno el lunes…
Y yo prefiero no especular sobre qué sería mejor ;
A- que hubiera una mayoría de votos secesionistas, y una declaración ilegal de independencia, para que el Gobierno actuara con contundencia,
o
B- Que hubiera una mayoría Constitucionalista, y que el gobierno autonómico se sometiera a la Ley, de momento, eso sí, con mucha queja y mucho hacerse la víctima, para ir sacando más ventajas sobre el resto de los españoles.
Entiendo que políticamente sea muy incorrecto el declarar que el gobierno español hará uso de toda la fuerza que legalmente le corresponde (incluída la fuerza armada: policía y ejercito, llegado el caso) para reprimir y castigar la insurrección (¡¡¡toma ya, otras tres palabras extremadamente incorrectas) de los catalanes independentistas, en caso de que la misma se declare, bien expresamente o de facto.
Puede que sea todo lo incorrecto políticamente que se quiera, pero literalmente es lo que le toca hacer al Gobierno español (a cualquier Gobierno español) llegado ese caso, mientras no se modifiquen las actuales leyes (empezando por la de mayor rango: la constitución), lo cual no deja de ser de perogrullo: sencillamente aplicar las leyes que nos obligan (al menos teóricamente) a todos, catalanes independentistas incluídos.
De momento, los independentistas están amagando con la insurrección y puedo comprender que por motivos tácticos, el gobierno español no persiga este tipo de amagos. Exactamente por los mismos motivos y del mismo modo que entendería que no se puede juzgar a nadie porque «amague» con que va a robar un banco.
Ahora bien, parece lógico que si el «amagador atracador» ha puesto lugar, hora y fecha para su atraco, las autoridades competentes tomen las debidas precauciones para que llegado el momento de la verdad, si el fulano intenta pasar de las palabras a los hechos consumados, se caiga con todo el equipo, mucho antes de poder atrincherarse en el banco con rehenes.
Eso es lo que yo esperaría de mis autoridades, insisto si fueran competentes.
Lo que en ningún caso esperaría es que fueran a negociar con el «amagador/atracador» y le intentaran «comprar», con dinero o similares, para que no consumara su atraco, que, trasladado al caso catalán es justo lo que pretenden las izquierdas (PSOE y Podemos), que al mmenos en apariencia se presentan como no independentistas.
En resumen, por mi parte, apoyaré cualquier medida del gobierno español encaminada a derrotar la insurrección, que sea proporcionada al grado que alcance la misma.
No soy abogado ni nada parecido, pero creo que una declaración unilateral de independencia sería simplemente… nula. Por mucho que estuviese avalada por unas elecciones. Dura lex, sed lex.
Es como si yo me pongo de acuerdo con los vecinos de mi bloque y declaro una república independiente. No es más que un brindis al sol.
Desde luego, en la historia se han dado procesos de secesión, amigables (como la «revolución de terciopelo» checa/eslovaca) o no (ex-Yugoslavia). O en un punto intermedio, como la declaración de Independencia de EE.UU. Pero en todos estos casos, el primer paso ha sido dejar de reconocer el orden jurídico de la entidad dominante, lo cual por supuesto trae muchas consecuencias. Y eso es algo a lo que no se atreven nuestros amigos. Simplemente dicen «somos independientes» y punto…
Todo depende del resultado en las elecciones y lo que haga Artur Mas a partir del lunes. Porque si se pone a ignorar el ordenamiento jurídico del Estado y no hacemos nada, vamos listos. Los catalanes y el resto de los españoles.
Lo más «divertido» es que si mantienen la nacionalidad, podrían votar en las generales. Por tanto seguiríamos sufriendo a las acémilas de ERC, los cenutrios de CDC y Unió, también tendríamos a los de la chancla. Para una cosa buena…. Lo más triste es ver como toman ellos una decisión, que correspondería al nuevo estado español, que como señala usted a una situación excepcional tendría que reaccionar con legislación excepcional. ¿Derecho a decidir?… sólo para ellos.