Empecemos por una imagen – meme. Los niños las adoran, y los alarmistas del clima son como niños. Y luego ya, explicamos.
La explicación viene con una noticia arqueológica un tanto macabra. Desde Terraeantiqvae [–>], donde la han traducido:
Además, el período en el cual perecieron de forma tan violenta fue uno de gran competencia por los recursos, dado que parecen haber sido asesinados durante una grave crisis climática en la que muchas fuentes de agua se secaron, especialmente en verano.
Dicha crisis climática, conocida como Younger Dryas, habría estado precedida por unas condiciones húmedas y cálidas muy exuberantes que permitieron que las poblaciones se expandieran. Pero cuando dichas condiciones climáticas empeoraron temporalmente durante el Younger Dryas, los pozos de agua se secaron, la vegetación se marchitó y los animales o murieron o se trasladaron a la única fuente importante de agua que estaba disponible durante todo el año: el Nilo.
Todos los grupos étnicos de la zona se vieron obligados a hacer lo mismo y emigraron a las orillas (especialmente la orilla oriental) del gran río. Al competir por los escasos recursos, los grupos humanos se habrían enfrentado inevitablemente, y la investigación actual está demostrando la aparente magnitud de este sustancial y antiguo conflicto humano. [–>]
Leyendo rápido, no te das cuenta. Hay que mirar con atención:
– Dicha crisis climática, conocida como Younger Dryas, habría estado precedida por unas condiciones húmedas y cálidas muy exuberantes que permitieron que las poblaciones se expandieran.
¡Ajá! Precedida por unas condiciones excelentes, que en vez de producir matanzas espectaculares, permitieron que las poblaciones se expandieran — sin necesidad de guerras de exterminio. Así que si un cambio climático (enfriamiento) produjo un deterioro, ¿la situación anterior de clima generoso y feliz no sería también producida por un cambio climático?
Tachán …
¡En efecto! Se ve cómo las matanzas vinieron precedidas por un cambio climático. Enfriamiento, concretamente. Pero se ve que también la situación muy buena anterior venía precedida de su correspondiente cambio climático. En este caso, calentamiento.
Repetición para alarmistas del clima:
Enfriamiento ⇒ malo
Calentamiento ⇒ bueno
Eso es lo que quería decir el gráfico ahora sí explicado.
Un cambio climático puede perfectamente ser estupendo. Incluso si es calentamiento global (los que ves ahí lo fueron). Especialmente si es calentamiento global.
El gráfico representa la temperatura en el centro de Groenlandia (encima del tocho de hielo). Con dos técnicas distintas la parte azul (Alley) y la pare roja (Kobashi). Pero ambas son en grados centígrados, y en la misma zona, y se pueden comparar razonablemente. La última subidita de la parte de la derecha es lo que llamamos, muy pomposamente, el Calentamiento Global Acojonante. Pero lo que se ve es que, acojonante, acojonante, sería embarcarse en una broma como la de la flecha azulina que va hacia abajo. Donde pone: cambio climático malo. Y nadie sabe cuándo puede pasar eso. Se sabe que pasa, pero no se puede predecir.
Nota. Puede haber quien haya oído con frecuencia referirse a nuestro calentamiento global, que en ese gráfico se ve tan sifilítico, como “abrupto”. Pongamos perspectiva. Lo que llaman Calentamiento Global Acojonante está ocurriendo -lo que se ha visto- a una tasa como de 0,5ºC – 0,75ºC por siglo. El Dryas Reciente tenía tasas de cambio de temperatura del orden de varios grados en una década. O sea, unas cien veces más abrupto. ¿Puede ser “abrupto” algo cien veces menor que lo abrupto de verdad? Eso sólo ocurre en la religión. El pecado no se mide, y sólo es “pecado”.
En resumen. Hoy hemos aprendido que hay cambios climáticos cojonudos — y normalmente son calentamientos. Para proponer que todo cambio climático es malo, hoy, hay que asumir que el clima de hoy sea exactamente el óptimo. El inmejorable. O sea, Dios. Y también hemos aprendido que abrupto no siempre quiere decir abrupto. Todo depende del cenizo que lo use.
¡Lástima que sólo se enteren de esto cuatro gatos! Pero ya sabemos que las religiones, sean del tipo que sean, dan de comer (parasitando) a mucha gente.