Un grupo de científicos colocó 5 monos en una jaula y en el medio una escalera con plátanos en su parte superior. Cada vez que un mono subía la escalera, los científicos empapaban al resto de los monos con agua fría. Pasado un tiempo, cada vez que un mono subía la escalera e intentaba coger los páltanos, los otros cuatro monos, hartos de ser empapados en agua fría, se lanzaban contra el intrépido explorador y lo molían a palos.
Pasado algún tiempo, ningún mono se atrevió ya más a subir la escalera, independientemente del apetito que tuviesen o de lo tentadors que resultasen los plátanos. Mientras nadie intentase subir la escalera, los científicos daban de comer una vez al día a los cinco monos. Es entonces cuando los científicos decidieron sustituir uno de los monos. Lo primero que el nuevo mono hizo fue intentar subir la escalera. De inmediato, los otros monos le dieron una soberana paliza. Los científicos no necesitaron de las duchas de agua fría. Después de varias palizas, el nuevo integrante aprendió a no subir la escalera, aunque nunca supo por qué.
Un segundo mono fue sustituido y ocurrió lo mismo. El primer mono «nuevo» participó convencido al lado de los otros en la paliza propinada al segundo mono «nuevo». Un terce mono fue cambiado, y se repitió la misma historia. A continuación, sustituyeron al cuarto mono, comprobando cómo se repetian los resultados. Nada cambió tampoco cuando sustituyeron al quinto mono. Lo que quedó fue un grupo de 5 monos que, a pesar de no haber recibido nunca una ducha fría, seguían golpeando sin piedad a cualquiera de ellos que intentase subir la escalera.
Si los monos pudiesen responder a la pregunta de por qué iban a golpear a los que intentaban subir la escalera, probablemente nos dirían algo así como: «No se, así es como siempre han sido las cosas por aquí«
¿Les suena familiar?
Curiosamente, cada vez que en esta casa se publica algo proponiendo alternativas a nuestro sistema de estado social, incluso a cualquier sistema de estado, las reacciones – muy bien razonadas en su mayoría (nuestros lectores no son monos, y además son gente muy inteligente) – suelen basarse justamente en el «así es como siempre han sido las cosas por aquí» que podemos traducir en un «los humanos lo llevamos haciendo así desde el principio», aunque ninguno de nosotros sepa, ni de lejos, que pasó «en los principios». No importa, nosotros todos afirmamos saber porqué las cosas son como son.
¿Y si resulta que no, que no lo sabemos? Nuestros procesos de aprendizaje y adaptación, y los intentos – todos – de darles una explicación, ¿son libres del presente en que se generan?
Fuente del vídeo: Five Monkeys from Michael Basilico on Vimeo.
Mira, Luis. Este me parece un buen ejemplo de lo que echo en falta entre los liberales «alegres». Partir de lo que hay, y transformarlo, en lugar de partir de la imaginación e inexistencia.
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The answer is to scale down government, but to direct it more
narrowly and intensely. In Europe, America and Japan the state still
tries to do too much, and therefore does it badly. Leviathan has
sprawled, invading our privacy, dictating the curve of a banana and
producing tax codes of biblical length. With each tax break for the
already rich and with each subsidy to this business or that pressure
group, another lobby is formed, and democracy suffers.
Lessons lie in the private sector. It is often several decades ahead
of the public sector in the West. Some of the answer is just good
management: if Singapore can pay good teachers more and fire bad ones,
so can Stuttgart and Seattle. Other answers lie in experiments at lower
levels of government, as among America’s states, and outside the West—in
India’s giant heart hospitals and Brazil’s conditional-cash-transfer
system.
The battle for the future of the state is an area where modern
liberalism should plant its standard and fight, just as the founders of
the creed did. Because, in the end, free markets and free minds will
win. Liberalism has economic logic and technology on its side—as well as
this wonderful newspaper, which I now hand over into excellent hands.
And that is my last, best reason for optimism.
http://www.economist.com/news/leaders/21641204-john-micklethwait-who-has-edited-newspaper-2006-leaves-today-these-are-his-parting?fsrc=nlw|hig|29-01-2015|UK
Con un planteamiento así se pueden hacer muchas cosas. Y se podrían explicar cosas que la gente entienda, y tal vez quiera. Hasta se puede simplificar en frases digeribles. Con «la escalera» y con «yo», no te va a escuchar nadie. Apuesto.
Luis, en pasiva se puede decir a aquellos que argumentan que no se puede decir que algo no funciona cuando no se ha intentado nunca.
Los argumentos, cuando se trata de situaciones que no se han dado, para bien o para mal, en su defensa o en su rechazo han de pesar mas que la simple negativa a aceptar la acción o la negativa a hacer.
En muchas ocasiones se ha afirmado por aquí que no es posible decir que el Anarquismo Capitalista no funciona cuando no se ha intentado. Cosa absolutamente cierta pero que no implica necesariamente que fuera a funcionar. Y entonces hemos de pasar a los argumentos a favor y en contra y a las experiencias del pasado, que es lo único que hay, a las investigaciones antropológicas y sociológicas, la psicología… todo aquello que pudiendo ser aplicado al caso pueda ser congruente en el debate.
Por tanto…. ¿qué argumentos hay ha favor de lo uno y qué argumentos en contra? No simplemente que algo, tal o cual cosa ha sido siempre así o no se puede decir que algo no funciona cuando no se ha intentado.
A mí me bastaría con que me permitiesen subir la escalera, aunque fuese para darme un porrazo, estimado Bastiat 🙂 Luego ya podríamos hablar de lo nefasta que fué la experiencia.
Venga, Luis… esa no es la respuesta. Uno no propone un modelo de sociedad simplemente para luego hacer escapismo en un entorno determinado, en un territorio determinado y en una legislación determinada.
La cuestión es lograr establecer un entorno propio, con su propio territorio y su propia legislación… que ese es el quid de la cuestión.
Decir… miren uds. yo no quiero contribuir con mis impuestos a nada, que no me obliguen a nada y que me den la independencia del territorio que ocupo para hacer lo que yo considere oportuno cuando el territorio que ocupas, si es tuyo lo es porque lo has adquirido con las normas que existían dentro de ese territorio y que te garantizan que así sea… mientras se cumplan esas normas.
A partir de ahí… todo lo demás.
Pero mas allá de eso, del detalle del territorio en la realidad, la cuestión es si, hablando de ello como concepto teórico, el concepto es posible. Y para ello sí que es preciso definir el qué, el dónde y el cómo….
Y esas son las preguntas que no contestáis.
Hombre, no las contesto en este artículo, pero creo que sí hay decenas de respuestas a decenas de cuestiones en este blog. No podemos hacer de cada artículo un manifiesto libertario con código penal y constitución incuídas 🙂
El territorio no es lo más relevante, si me apuras. Sobre cómo hacer compatibles dos sistemas socales en un mismo territorio ya hemos hablado aquí también. Elimina la obligación de pagar a un solo proveedor estatal seguro de paro, pensiones, sanitario y la educación … cada cual con sus sistema, y el más efectivo terminará por imponerse. Pero ese experimento nos está vetado….
No. no está vetado. Es que las decisiones sobre lo común a todos corresponde a lo común. Por eso es importante el territorio. Porque de esa manera se es uno responsable de definir qué territorio es Anarquía, cómo se pertenece a él o se deja de pertenecer a el y qué normas se usan o no. Pero el territorio es básico. Es el que define dónde se aplica la ley.
Simple. En España se aplican las leyes que deciden los españoles….. como deciden los españoles.
Pues eso, como en Grecia 😉
luis……. SI
Pero es que sí hemos visto lo que ha ocurrido en el pasado con algunas ideas nuevas brillantes no probadas antes. Y, la verdad, no parece muy recomendable apuntarse a que a uno le mangoneen los que quieren implantar esas ideas.
Así que, por eso, a no ser que nosotros seamos los que mangoneamos, solemos ir al nicho que hemos conseguido hacernos para protegernos de los que nos mangonean ,( protegernos a nosotros y a nuestras familias y entorno , que son los que de verdad nos importan ), y decimos :
¡ Virgencita que me quede como estoy ! o
¡ Los experimentos, ni con gaseosa !
( que es lo mismo que lo de «se ha hecho así desde siempre «)
No lo dudo, pero es que somos mchos los que pedimos poder hacer el experimento para nosotros. Has leído en este blog alguna vez (al menos de mi teclado) que debas hacer tú lo mismo que quiero hacer yo?
Y de eso va la parábola 😉
Por supuesto, si a mí me dejan libertad para ello, sí que querré hacer experimentos, si creo que pueden ser buenos para mí. Pero no me apetece que nadie me imponga sus experimentos. ni que me obliguen a seguirles a ellos en esos experimentos . Ya me apuntaré con ellos, pagándoles el peaje que me exijan, si veo que funcionarían también para mí.
Y yo no veo la parábola así. Porque nosotros sí tenemos constancia y memoria de lo que ha ocurrido en el pasado con algunos experimentos que sonaban muy bien de entrada , a diferencia de los monos, que ellos no sabían nada de las duchas frías
¿ O sí que sabían ?
Problema. No lo sabemos no es del todo cierto. No sabemos por qu´e, pero s´i sabemos lo que no pasa por fostiar al mono escalador. Nada. Y sabemos que no sabemos lo que pasa con las brillantes ideas que no se han probado. O sea, que s´i tenemos algunas noticias de inter´es. Que no deciden la soluci´on, claro, pero contextualizan los riegos.
Plazaeme.
Problema. No entiendo entonces porqué cuando la mayoría impide a los monos escaladores comer sus plátanos como les da la gana (subir la escalera y comer el plátano no hacen daño a nadie) argumenta que «es que siempre ha sido así, y tú debes hacerlo como lo hacemos los demás)
… precisamente porque sabemos que no sabemos qué pasa con las ideas que no se han probado…
A ver, vamos a ponértelo más cercano. Una mutación es una idea que no se ha probado (metáfora). La mayor parte, son malas. A nadie se le ocurre forrar de mutaciones a un organismo, porque «podrían ser buenas».
Los monos. Los monos actuales no tienen ni idea de por qué hacen lo que hacen. Sólo es «cultura». Pero es que la «cultura» contiene información, aunque no la conozcas. No es un proceso aleatorio. Y si funcionó en su momento, sabes que seguirá funcionando mientras el mundo no haya cambiado.
Eso no quiere decir que no se puedan probar cosas, ni mucho menos que toda idea nueva sea mala. Pero sí quiere decir que no tiene que ser buena por ser nueva. La mayor parte no van a serlo. Salvo que puedas probar con gaseosa y ver os resultados antes de que hagan daño. Creo que se llama método empírico — por contra de método idealista. 😉
Ya, pero yo no he dicho que sea buena o mala idea… es simplente otra y quiero probrla yo. Yo quiero subr la escalera, no pretendo que tú lo hagas.
Es que ahora me cambias de discusión. Una cosa es tú subiendo la escalera, y otra es …
– Curiosamente, cada vez que en esta casa se publica algo proponiendo
alternativas a nuestro sistema de estado social, incluso a cualquier
sistema de estado …
No, no es diferente. Es exactamente lo mismo. Sigues DEE hace ya mucho. Sabes que (al menos yo) se ha producido un cambio importante en la forma de resentar este tipo de mensajes. Yo hace mucho que no escribo propuestas válidas para todos, en absoluto aplicables a todos, sólo para quienes quieren participar de esas propuestas.
Con usted, Plaza, es siempre un placer 🙂
El problema es que el experimento, subir la escalera, sí hizo daño a los demás cuando se intentó… ¿se debe dejar a los que quieran que lo vuelvan a intentar por si han cambiado las condiciones? Y si se deja y sale de nuevo rana ¿Qué hacemos? Los que lo pasan mal no son los que suben son lo que estaban abajo.
En el caso de «no pagar impuestos» pasa lo mismo. El que deja de pagar es posible que no lo pase peor, con su dinero puede permitirse los servicios, pero ¿y los que se quedan si estos servicios por no poder pagarlos?
Durante milenios (toda la época de cazadores-recolectores) no se pagaron impuestos… y si uno no podía cazar se moría (o le daban los mejores de la tribu)… ¿Han cambiado las condiciones? Puede que sí o que no, pero los que pagarían las consecuencias del «experimento» no serían los cazadores buenos que no den nada a los demás, serían los malos, los que no han hecho el experimento…
Quizás sea mejor lo de «los experimentos con gaseosa»…
No, alguien hizo daño a los demás, que es diferente. La metáfora ha de ser tomada del todo, no en parte 🙂
Caso de los impuestos: la solidaridad, si obligatoria, no es solidaridad, es una forma más de robo bajo amenaza.
Quien pretende comer sin salir a cazar deberá conformarse con lo que dejen los que sí salen y cazan. Otra cosa es que se junten varios, salgan a cazar, dos cobren piezas, uno no, y repartan entre ellos tres. Pero salen a cazar los tres.
Desde el punto de vista de los monos no es que alguien haga daño al resto que no sube la escalera… es que el que sube la escalera produce un efecto: los demás sufren.
Según tu teoría los monos no han sido los que impiden a otro subir la escalera, es el humano que moja a los que se quedan para que estos apaleen al que sube…
Por otra parte da igual si es solidaridad o robo a la fuerza (también puedes pensar que es solidaridad de los que sí pagan y obligan a otros a pagar también), lo cierto es que el resultado es que el que es menos fuerte paga el pato de que el más fuerte puede dejar de pagar y vivir sin problemas… El experimento de que se deje a ese que no pague lo paga el que no puede «salir a cazar»
Efectivamente, de eso va la parábola: los monos han olvidado que la causa del sufrimiento no es que uno suba la escalera, sino que «algo» les pone pingando, No sólo no sufren, ignoran si ese «algo» sigue ahí para mojarles con agua fría…
Regresemos al presente: si «algo» decide que todos deben pagar en una caja, evidentemente quien pueda no hacerlo estará en ventaja. Esa ventaja desaparece si ese «algo» desparece o permite que existan diferentes cajas, y que cada uno pague en la qe quiera. Quien no pague, no puede beneficiarse de la caja (o las cajas). Y los propietarios de cada caja deciden si destinan parte de su caja a cubrir las necesidades de quienes no pueden (no de quienes no quieren) pagar, en qué cuantía y a través de qué canales.
En pocas palabras, lo que la mala memoria no nos permite hacer… porque ya lo hacemos como siempre ha sido, y está «bien» hacerlo así (aunque ignoremos si ello es certo, o si existen otras fórmulas de actuación)
Cultura…. la de la parábola es «cultura qua represión» … cultura qua olvido también. La «cultura» es lo que recordamos… pero también lo que olvidamos, por eso es dinámica, o debería serlo. Apicar el método empírico a las ideas libertarias es lo que reclamamos los liberles alegres y nadie nos permite, gracias a la infalibilidad de la «cultura» vigente y la democracia que la sistematiza. Vamos, los de los palos unidos a los de «a mí no vengas con cosas raras, que estoy muy bien como estoy, mejor: tú tampoco puedes!»
> Una mutación es una idea que no se ha probado (metáfora). La mayor parte, son malas. A nadie se le ocurre forrar de mutaciones a un organismo, porque «podrían ser buenas».
¡Pues no! La mayor parte de las mutaciones son _neutras_. Y los organismos (que somos acúmulos de chapuzas, no diseños optimizados, salvo casos especiales en los que la simplicidad es lo primero) _estamos_ más que forrados de mutaciones, lo cual es muy útil porque nunca se sabe cuál de ellas, en efecto, «podría ser buena» cuando de repente cambien las condiciones.
Hay un artículo fascinante de Philip Ball, The Strange Inevitability of Evolution ( http://nautil.us/issue/20/creativity/the-strange-inevitability-of-evolution ) que me redondeó esta idea y algunas relacionadas. Llegué a él por recomendación de Intelib, recomendación que secundo.
Y te doy las gracias, porque hasta leer este comentario tuyo no se me había ocurrido aplicarlo a cuestiones sociopolíticas. Pero las sociedades, como los organismos, son chapuzas, no diseños óptimos de un Diseñador omnisciente. Chapuzas bastante tolerantes a las mutaciones, aun las estúpidas; como lo demuestra el que, a pesar de dos siglos de auge del Estado, ¡aún no nos hemos extinguido!