Raif Badawi creó en su día un foro en internet bajo el nombre Arabia Red Liberal. ¿Su delito? Expresar opiniones políticas en las redes sociales. El tribunal lo llamó insultos al islam a través de canales electrónicos. ¿La consecuancia? mil latigazos que le serán aplicados durante 20 semanas, además de diez años de cárcel y el pago de una multa de 225.000 euros.
En Arabia Saudí siguen en la edad media, gracias a la teocracia gobernante por la gloria de Alá y su profeta.
Badawi es musulmán. Más de uno – y de dos – en la Europa de hoy le meterían en el saco de los “islamistas” sin pensarlo un minuto. La policía vigilaría sus páginas web, sus movimientos tanto en la red como en la vida real. Los “pegidas” de occidente reclamarían su expulsión del país. Si a Badawi se le ocurriese apoyar la construcción de una mezquita para rezar a su Dios al lado de otros musulmanes liberales como él, miles de voces se alzarían contra semejante propuesta, recordándonos que todas las mezquitas son apenas refugio y hervidero de terroristas peligrosos, además suonen un atentado contra la estética occidental cristiano-judía de nestra querida europa.
En Europa algunos quieren que regresemos a la Edad Media.
John Stuart Mill escribía en su “On Liberty”, concretamente en el capítulo 2: Of the Liberty of Thought and Discussion, lo siguiente:
We have now recognized the necessity to the mental wellbeing of mankind (on which all their other well-being depends) of freedom of opinion, and freedom of the expression of opinion, on four distinct grounds; which we will now briefly recapitulate.
First, if any opinion is compelled to silence, that opinion may, for aught we can certainly know, be true. To deny this is to assume our own infallibility.
Secondly, though the silenced opinion be an error, it may, and very commonly does, contain a portion of truth; and since the general or prevailing opinion on any object is rarely or never the whole truth, it is only by the collision of adverse opinions that the remainder of the truth has any chance of being supplied.
Thirdly, even if the received opinion be not only true, but the whole truth; unless it is suffered to be, and actually is, vigorously and earnestly contested, it will, by most of those who receive it, be held in the manner of a prejudice, with little comprehension or feeling of its rational grounds. And not only this, but, fourthly, the meaning of the doctrine itself will be in danger of being lost, or enfeebled, and deprived of its vital effect on the character and conduct: the dogma becoming a mere formal profession, inefficacious for good, but cumbering the ground, and preventing the growth of any real and heartfelt conviction, from reason or personal experience.
Se lo traduzco, para que quede claro:
Hemos reconocido ya cuán necesarias para el bienestar mental de la humanidad (de la que dependen todos sus otros bienestares) son la libertad de opinión y la libertad para expresar esa opinión. Existen para ello cuatro motivos diferentes, que ahora vamos a recapitular brevemente.
En primer lugar, si alguna opinión es obligatoriamente silenciada, esa opinión puede ser probablemente – algo que sin duda podemos conocer – verdad. Negar esto es asumir nuestra propia infalibilidad.
En segundo lugar, aunque la opinión silenciada sea un error, ésta puede, y muy comúnmente es así, contener una porción de verdad; y puesto que la opinión general o predominante sobre cualquier objeto rara vez o nunca es toda la verdad, sólo por la colisión de opiniones adversas es posible – existe alguna posibilidad – de alcanzar a conocer el resto de la verdad.
En tercer lugar, aunque la opinión recibida sea cierta, pero no toda la verdad; a menos que sea, y lo es, cuestionada vigorosa y sinceramente, la mayoría de los que la reciban la adoptarán en forma de un prejuicio, con poca comprensión o sentimiento acerca de sus fundamentos racionales. Y no sólo esto, sino que, en cuarto lugar, el significado de una doctrina misma estará en peligro de perderse, o verse debilitado y privado de su efecto vital sobre el carácter y la conducta: el dogma se convierte en una mera profesión formal, ineficaz para el bien, que entorpece la misma base y evita el crecimiento de cualquier convicción real y sincera, venga ésta de la razón o de la experiencia personal.
No lo duden, todos pensamos diferente, y todos tenemos derecho a pensar diferente. Y la mejor forma de asegurarnos nuestro derecho a pensar diferente y no ser latigados, encerrados o asesinados por ello es defendiendo con dientes y uñas el derecho de los otros para pensar y creer en aqueloo que les hace felices. Y que puedan decirlo. Aunque sea un error.
Otra entrada del Sr Gómez que firmaría yo gustosamente. Sí, hace tiempo que sospecho fundadamente que el Sr Gómez es un liberal de los de verdad.
Para los que siguen pensando que el Islam es un solo señor con barba muy malo, y no más de mil millones de personas cada uno hijo de su padre y de su madre, adentro video:
https://www.youtube.com/watch?v=Oi4gkxZoH_I
Bardawi nació en un pais musulman. Lo de que (todavia) sea o no sea musulman no lo sabemos.
Badawi es, sin duda, un musulmán inteligente:
A look at the writings of Saudi blogger Raif Badawi – sentenced to 1,000 lashes
Y no dudo que hay muchos como él.
No sabes si es muaulman. Quiero decir, no atribuyamos al Islam los actosde alguien que a lo mejor le es totalmente opuesto.