Niños (malcriados).

Hace tiempo que no escribo sobre economía. La razón es que no es posible que la inmensa mayoría de los economistas y todos los bancos centrales estén equivocados y yo en lo cierto.

Yo sigo pensando que:

1.- Imprimir dinero no es crear riqueza.
2.- Impagar la deuda no es crear riqueza.
3.- Crear inflación no es crear riqueza.

Y en general pienso que los problemas económicos se resuelven produciendo más, y para producir más es necesario invertir y para invertir es necesario ahorrar.

Pues bien todos esos pensamientos son caducos. ¿Recuerdan al sr. Rogoff ? Sí al que defendí en este artículo y que sostiene que niveles de deuda pública por encima del 90 % hacen disminuir el crecimiento.

Davos World Economic Forum (WEF) 2011

Veamos lo que dice Rogoff en esta entrevista:

España debe reestructurar su deuda, al menos filtrar qué parte es pública, de bancos, de cajas… En una de mis visitas a España, en junio de 2010, ya avisé que debería haber una reestructuración de las deudas de los bancos garantizando completamente la deuda del Gobierno.

El sr. Rogoff estaría de visita en España, pero creo que se dedicó más a disfrutar de nuestra gastronomía o del sol que de enterarse de lo que realmente pasa en España. Si hubiese simplemente consultado unos pocos datos sabría que del billón de euros que debe España según el PDE (Protocolo de Déficit Excesivo) nada es de deuda de la banca pública y de los algo más de 40.000 M€ que nos ha prestado la UE para el rescate de las cajas de ahorros sólo estamos pagando un 0,5 % de intereses anuales (200 M€).. el 0,02 % del PIB!!!

Pero la solución del sr. Rogoff a los problemas de deuda pública no es muy diferente a la que tiene PODEMOS,…

En 2010 escribí que tanto EE.UU. como Europa necesitaban que los precios suban por encima del 4%, para reducir el peso de la deuda en la economía. Ahora es más difícil hacer todo esto que en 2010, ya que los problemas son más profundos, pero aún es necesario.

Sí, han entendido bien, lo que propone el ilustre economista es que la inflación se coma los ahorros de la gente y que al final el Estado devuelva en términos reales mucho menos de lo que le han prestado. Una quita en toda regla o un impago para ser más precisos.

.
Son como niños.

En el fondo la mayoría de la gente, de los políticos y de los economistas son como niños que se niegan a aceptar que los reyes (magos) son los padres y que los padres tienen unos recursos limitados.

La gente se niega a aceptar que no se puede mantener el Estado del bienestar prometido cuando desde hace cuarenta años la natalidad es de menos de tres hijos por mujer, tenemos una de las tasas de actividad más bajas del mundo occidental y encima un 24 % de paro.

No se pueden mantener los servicios públicos o los “derechos sociales” como los llaman ahora que pretende la gente en España con 17 millones de afiliados a la SS y la baja productividad que tenemos.

Simplemente tienen un problema con las matemáticas.

Para justificar esa negación de la realidad se recurre a la corrupción, al fraude fiscal o a la ingeniería fiscal de las multinacionales. Pero si cogemos lápiz y papel y echamos cuentas veremos que no existe riqueza suficiente para pagar todos los derechos que quiere la gente. Ni aunque subamos el IRPF al 70 %.

Se puede recurrir al truco que se quiera pero la realidad es que si queremos mayor riqueza es necesario que más gente trabaje y para ello es necesario invertir y para invertir es necesario ahorrar y en cambio a lo que vamos es a una destrucción del ahorro ya sea por la inflación por la impresión masiva de dinero o a la pura y simple confiscación como propone PODEMOS.

El otro día vi un debate en el que se enfrentaba uno de las cabezas pensantes de PODEMOS y un periodista. El periodista insistía en preguntar ¿Cuántos ricos hay en España? Pero al líder de PODEMOS le importaban un rábano los datos e insistía en su matraca de “impuestos a los ricos”.

Pero no me hagan caso que mis ideas son caducas y la nueva economía permite imprimir dinero sin generar inflación. Como asegura este gran economista.

Consideraciones acerca de la influencia en los precios de desarrollos tecnológicos o del fracking o de la inflación de activos  (Dow Jones en máximos) para que el aumento de dinero no se haya traducido en aumento de precios son irrelevantes o no porque al final el sr. Urbaneja dice:

Más billetes no generan más inflación de forma necesaria, hay más variables en la ecuación.

En qué quedamos ¿Mas billetes no generan más inflación o más dinero no genera más inflación si hay otros factores (deflacionistas) que compensan esa expansión monetaria?.
Pero bueno ya sabemos que el que el precio del petróleo baje es algo muy malo que puede llevarnos a la deflación.

En España no.

Puede que finalmente grandes empresarios y empresas como Google salven la Civilización Occidental con cosas como ésta.

Pero España no, el problema de España es mucho más profundo y a mi modo de ver irremediable.

Arturo Taibo
Arturo Taibo

Economista. Liberal. Cansado de ver como se engaña a la gente y como se desperdician las posibilidades de desarrollo económico. Intentando que la gente aprenda un poco de Economía.

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27 comentarios

  1. Puede que la pequeña corrupción sume más que la de «la casta», al fin y al cabo más hacen muchos pocos que pocos muchos (que dice la sabiduría popular), pero el daño moral es incomparable. Decía Cicerón que «Hacen más daño con el ejemplo que con el pecado.» (De Legibus)
    Tengo yo más ganas de derribar a «la casta» que Pablo Iglesias.

  2. JJJ: estoy de acuerdo con tus reflexiones. Por mi parte he llegado a conclusiones muy similaraes a la tuyas. Si bien, en una sociedad con unos principios medianamente «razonables» no se debería abandonar a su suerte a muchas personas «válidas» que por unas u otras razones no puedan valerse por sí mismas, lo cierto y verdad es actualmente en Occidente en general y en España y otrso países como Grecia, Italia o la misma Francia, existen capas muy amplias de población que viven acosta del esfuerzo de los demás sin haber aportado nunca nada al conjunto de la sociedad.
    Personalmente conozco multitud de casos de personas que pueden valerse de sobra por sí mismas pero que de una u otra forma viven de subsidios públicos, en muchos casos fraudulentamente. Esa es la parte del león de la corrupción en España y comparado con eso los robos que padecemos a manos de nuestros políticos, por escandalosos que sean, son pecata minuta.
    La tragedia que nos amenaza es que, en esta situación, populistas como Podemos tienen todas las de ganar: por un lado al denunciar a la «casta» política se ganan el voto del descontento general por la corrupción política, mientras que por otra, al garantizar a los que llaman «desfavorecidos» la recepción de subsidios de los que viven y se benefician se ganan el voto de estós últimos. En resumen, los únicos enemigos de Podemos son los que generan riqueza, y estos representan electoralmente muy pocos votos.
    pd: los billetes que se imprimen nuevos son únicamente los mismos que se deterioran por su uso.
    Insisto: el BCE solo imprime dinero nuevo «metálico» (monedas y billetes) para sustituir al deteriorado, y aun así eso solo es una cantidad infima del dinero total en circulación que en su mayor parte simplemente es dinero bancario, o sea meros apuntes electrónicos contables.

  3. He estado fuera tres días, pero gracias a PVL por intentar responderme más arriba. Al igual que la FED, alguien tiene que imprimir billetes en Europa (por citar la forma más elemental de generar dinero), y por lo tanto alguien se dota de un medio de obtener riqueza de la que está en el mercado mediante esa impresión, pero renuncio a entender dónde acaba por el momento.

    Lo que sí he hecho este fin de semana es llevarme el PDF del opúsculo «Lo que se ve y lo que no se ve» de Fréderic Bastiat que recomiendas más arriba y resulta francamente interesante. Con ejemplos sencillos viene a decir que lo que se pone en un sitio se ha de sacar necesariamente de otro, y eso puede ser muy malo para la producción de riqueza (entre otras cosas). El problema en la sociedad es que no sólo se trata de encontrar lo más eficaz, sino también de echar una mano a los que lo pasan mal (aún en el probable caso de que sea principalmente por su culpa), aunque eso pueda no ser tan productivo.

    Existe además el detestable efecto colateral de los que viven de «gestionar» ese trasvase (que insisto, podría ser globalmente beneficioso si se gestionara con más inteligencia y menos demagogia), a los que suele gustar auto-otorgarse la etiqueta de «moralmente superiores» de paso que viven de ello y te limpian el bolsillo. El problema es un debate sin fin del que ya me cansé hace tiempo por lo inútil (como en todos aquellos en los que, en el fondo, no se busca la verdad sino la propia).

    Hoy sin embargo, no me cabe la menor duda de que, de modo general, en Occidente nos hemos pasado mil pueblos en el trasvase de medios (aunque siempre se puedan citar casos concretos de flagrantes abusos en sentido contrario) y que la población está como capada, mirando impotente a papá Estado con la mano hacia arriba como en un campo de refugiados de lujo.

    El Estado, ningún Estado, podrá jamás solucionar los problemas de la gente. Esa ingente tarea sólo la puede hacer la propia gente (y no precisamente quitándose los medios sino generándolos). El Estado ahí sólo puede actuar como organizador de esas inmensas fuerzas, no como su supuesto creador. De que lo haga bien o mal dependerá el bienestar o malestar de esa sociedad, y que su trabajo sea el más digno o el más miserable de todos.

  4. Donnadie: si su receta diera resultado Japón no llevaría más de 20 años en recesión, porque allí llevan aplicándola todo ese tiempo.
    En cualquier caso me alegro que al menos reconozca que su receta solo serviría, en el mejor de los casos para «dar un empujoncito» a la economía, y no para mantener la actividad económica a largo plazo.
    Algo es algo. Quizás hasta podríamos ponernos de acuerdo en que si solo se trata de dar empujoncitos, una alternativa a imprimir dinero y repartirlo sería bajar los impuestos, ya que espero que coincida conmigo en que a diferencia de lo que usted propone, bajar impuestos siempre es recomendable.
    ¿O usted es de los que les gusta pagar cuantos más impuestos mejor, pero solo de boquilla?

  5. En España, Sr Taibo, hay falta de demanda de TODO, hasta de pan bimbo, no solo de pisitos. Por lo tanto su razonamiento sobre la falta de coincidencia entre oferta y demanda en España, y la necesidad de tiempo, cojea. Pero lo peor de todo es reconocer que hay falta de demanda, y dar como solución la bajada de sueldos. De traca: así solo baja más la demanda y en consecuencia, otra vez baja el empleo, que por barato que sea, si no paga para consumir más no sirve de nada pues es inútil producir lo que nadie va a comprar. Aún peor: así se sustituye empleo bien pagado por mal pagado, y aún se profundiza más en el pozo de la falta de demanda. El mecanismo que yo expongo no es una forma de mantener la economía para siempre, sino el empujoncito para que vuelva a pedalear por sí misma.

    La guinda, la del señor Asmith: decir, en un país de 5 o 6 millones de parados de toda condición, que subirían los sueldos por escasez de mano de obra. En fin…

    Le veo, Sr PVL, muy preocupado por ese dinero creado de la nada (como si todo el dinero no se creara de la nada). Bueno, pues en cuanto se reactive la economía, billete a billete, peguémosle fuego a medida que se vayan recaudando impuestos. Ya sabe: ese dinero no es gasolina para el coche, sólo la batería necesaria para que arranque.

    Pero claro, todo esto significa intervención del estado, y eso es tabú por aquí (y por Alemania mientras no lo necesiten ellos, claro… y si no, al tiempo).

    • No no hay falta de demanda de todo. De hecho a poco que ha aumentado la demanda lo que han aumentado son las importaciones, señal de que sí existe esa diferencia entre oferta y demanda que usted niega.

      http://www.elmundo.es/economia/2014/08/18/53f1ab6d268e3ed9658b4570.html

      Por si no lo sabe sr. Don Nadie la suma de exportaciones, importaciones y turismo es de más del 50 % del PIB.

      Demanda es la demanda de los trabajadores españoles pero también lo es la de los trabajadores extranjeros que consumen productos españoles y la de empresas extranjeras que compren bienes intermedios españoles.

      Bajando los sueldos, bajan los precios (con lo que aumenta la demanda) y aumentan las exportaciones (con lo que aumenta la demanda) y disminuyen las importaciones (con lo que aumenta la demanda) y aumenta el empleo (con lo que disminuye el déficit).

      Los salarios pueden aumentar perfectamente en un país con 5 millones de parados si el mercado laboral es rígido y la demanda se centra en sectores con poca oferta. Le insisto en que no existe ni demanda ni oferta agregada. No es lo mismo un albañil que un programador informático.

      La bajada de sueldos esa tan perniciosa es lo que ha salvado la economía española porque ha permitido mantener sectores productivos como el automóvil o el turismo.

      De todos modos perdóneme que no entienda algo de los keynesianos y de usted en particular por un lado se preocupan de la bajada de la demanda como consecuencia de la bajada de sueldos pero luego cuando aparece una tímida bajada de precios que elimina la bajada de sueldos se muestran preocupadísimos.

      En el fondo los keynesianos a los únicos que defienden es a los superendeudados… y el Estado es el más endeudado.

      (Su política de empujoncitos ya ha fracasado allí donde se ha realizado)

      • A ver cuánto tardará el sr. DonNadie en proponer el cierre de las fronteras o incremento de los aranceles para impedir las importaciones con el fin de que sí que haya un aumento en la demanda de productos españoles…

  6. Donnadie: no puedo reprocharle la ignorancia de su planteamiento, porque personalmente me ha costado bastante comprender de manera rigurosa donde radica el fallo de este tipo de «razonamientos».
    No obstante debo hacer hincapié en que si bien es díficil desmontar su «razonamiento» de manera rigurosa, a nivel puramente intuitivo es casi una evidencia que es erróneo, así que por si le interesa, trataré de explicarle de manera resumida (intuitiva y rigurosa) para demostrar el fallo de su razonamiento.
    Por cierto, creo que se lo cité en una ocasión, pero por si acaso le reitero que mucho mejor que yo, las falacias que se esconden tras su «razonamiento» las expuso F. Bastiat hace ya unos cuantos siglos. Por si le da pereza buscarlo, aqui tiene un enlace a su obra en la que desmonta su «razonamiento»:
    http://bastiat.org/es/lqsvylqnsv.html
    Efectivamente, si el Gobierno crea dinero se lo da a los ciudadanos y les obliga a comprale sus juguetes, le ha resuleto a usted su problema.
    Huelga decir que lo mismo habría sucedido si el gobierno le huiera regalado a usted directamente el dinero en vez de hacerlo de manera indirecta a traves de los ciudadanos: sus problema economicos habrían desaparecido.
    Pero usted partió de la hipótesis de que los ciudadanos no compraban sus productos porque la crisis económica era general y provocaba que los ciudadanos no tuvieran dinero para gastarlo ni en sus productos ni en los de la competencia.
    Es trivial de manera intuitiva darse cuenta de que en ese supuesto, el mayor beneficiario es usted, que ha sido agraciado por la decisión del Gobierno, pero que de ninguna manera puede resolverse la crisis general esa medida.
    Por lo tanto para resolver la crisis de manera general debemos preguntarnos
    ¿por qué limitarse a resolver el problema de su fábrica en apuros mediante el reparto de dinero creado de la nada por el Gobierno?.
    Si su razonamiento fuera cierto, el mismo sistema de imprimir nuevo dinero y repartirlo debería servir para resolver los problemas económicos de todas las fábricas, negocios, particulares y Administraciones de un pais, o ya puestos del mundo entero y de esa manera si que resolvería la crisis general y no solo la suya concreta.
    Podemos simplificar el problema para visualizalo mejor: imaginemos al Mundo entero como un solo país, con una moneda única y un único Gobierno en posesión de la maquinita de imprimir dinero.
    Es trivial y autoevidente que la riqueza mundial en un momento dado será el conjunto de bienes y servicios existentes en el Mundo en ese instante. Dejando a un lado el tema del reparto (imaginemos un mundo perfectamente igualitario en el que la riqueza se reparte a partes iguales), si los bienes y servicios son abundantes seremos un Mundo de ciudadanos ricos mientras que si son escasos seremos un Mundo pobre y por tanto en crisis, puesto que la crisis simplemente es la etiqueta que describe el que la mayoría sea pobre.
    Pongámonos en el caso de que exista crisis y seamos pobres y apliquemos su receta: el Gobierno imprime una cantidad de dinero nueva igual a la previamente existente y la reparte entre los ciudadanos. Eso significa que todos y cada uno de los ciudadanos tenemos el doble de dinero que previamente.
    Y ahora pregúntese: ¿somos el doble de «ricos» que antes?. Si está tentado de contestar que sí, antes pregúntese: ¿Acaso se han multiplicado por dos los bienes y servicios?.
    La respuesta evidente es NO. Existen los mismos escasos bienes y servicios, que era lo que provocaba que fuéramos pobres, solo que ahora tenemos el doble de papelitos que llamamos dinero que antes.
    ¿Como se reparten (es decir como se compran y se venden) ahora en nuestra perfecta sociedad igualitaria los mismos escasos bienes y servicios que existían antes y siguen existiendo tras el reparto de dinero? Pues sencillamente multiplicando los precios por dos ya que ahora hay el doble de dinero circulando que antes.
    Evidentemente esto es un modelo simplificado de la realidad, pero en el mismo están explicados los mecanismos y el razonamiento implicados en la definición y el papel que juegan la «riqueza» (como conjunto de bienes y servicios de los que se dispone), el dinero (símbolo númerico arbitrario que representa la riqueza) y los precios (que son simplemente la relación dinero/riqueza).

  7. Veamos. Tengo una fábrica de juguetes. Como hay crisis la tengo a medio gas: eché a la mitad de la plantilla y mis máquinas están la mitad paradas o a media marcha, a la angustiosa espera del fin de la crisis que nunca llega. Delantelante de la mía hay otra fábrica de juguetes en la misma situación: todo a media máquina.

    El monstruoso estado pone en marcha la fábrica de billetes, y los muy cabrones los reparten. La gente tiene más pasta, es navidad, y de pronto empiezo a recibir pedidos de juguetes pues los nuevos billetes queman en el bolsillo.

    Pongo mi fábrica a toda marcha otra vez y contatro más gente. Con semejante aumento de demanda se me hace la boca agua pensando en aumentar precios pero… el de la fábrica de enfrente pone la suya a toda marcha también, y la competencia no me permite subidas.

    Los sueldos de los nuevos trabajadores sirven para comprar más cosas, y más fabricas vuelven a ponerse en marcha al 100% y vuelven a contratar más gente, que compra más, etc, etc. Y todo sin subidas de precios, ni grandes inversiones, pues todos estábamos a medio gas.

    Pintar billetes nuevos ha creado riqueza sin inflación.

    • En varias ocasiones, DonNadie, te has quejado de que eres descalificado con definiciones a tu persona que no vienen al cuento de lo que se argumenta (sea acertado o no), y estoy de acuerdo contigo en que eso está de más, pero también se puede hacer lo mismo de modo indirecto (es incluso menos valiente) cuando se añaden calificativos genéricos, por ejemplo «El monstruoso estado pone en marcha la fábrica de billetes, y los muy cabrones los reparten.», que presuponen en los demás ese concepto de las instituciones que mencionas porque de otra manera no tienen sentido alguno ya que no añaden ni quitan nada al argumento. El Estado no es la cuestión ahora, sino el mecanismo de la creación de dinero y sus posibles consecuencias (positivas o negativas) en cada caso.

      Por otra parte, es evidente que tu enfoque es simplista (como ya ha hecho notar PVL, así que no insisto). Mirar sólo un problema particular y su solución particular no significa nada en el problema global (es el famoso reparto de la riqueza, que creo que estamos de acuerdo en que algo hay que repartir por el beneficio común (incluso de los que dan), pero el problema es el límite a partir del cual la mayoría, no sólo los que dan sino también los que reciben, sale perjudicada, y no entro más en este asunto). Si en lugar de tus jugueterías, empiezas a observar el efecto combinado en otras industrias y más allá, hasta el último ciudadano, tu teoría se cae.

      Pero volviendo a la pregunta que he planteado (que no lo debo hacer muy bien porque por lo visto pasa desapercibida), ¿alguien sabe cómo se reparte entre los estados de la UE el dinero que crea el BCE? Porque está claro que cuando es un Estado el que imprime se lo queda él y paga con él sus deudas, pero cuando imprime la UE ¿cómo se reparte entre sus miembros? ¿O se lo queda todo el BCE? Porque el BCE no paga deudas sino que presta a Bancos que luego prestan a los Estados. En el primer caso parecería una estafa «más social», pero en el segundo, hay alguien que se está forrando porque sí (o eso parece).

      • JJJ: preguntas ¿cómo se reparte entre sus miembros?.
        Más allá de tecnicismos y detalles que no alteran lo sustancial, la respuesta es:
        Si por «repartir» entendemos regalar, el BCE no reparte (es decir no regala) dinero a nadie (ni a los Estados miembros ni a los bancos de la zona Euro, que son sus principales clientes).
        Lo que hace el BCE, al igual que hacen todos los bancos es simplemente prestar dinero y cobrar un interés a cambio. Es indiferente que el dinero se lo preste el BCE a Grecia (Estado miembro) o al Banco Santander.
        El procedimiento es idéntico y lo único que cambian son los detalles respecto a la condiciones del préstamo.
        Y aunque desconozco en detalle el asunto, estoy convencido de que el dinero que presta el BCE tiene el mismo origen que el que prestan el resto de los bancos: bien porque es de su «propiedad» bien porque es dinero depositado en el en BCE por Estados y los bancos privados y que el BCE utiliza bajo el sistema de «coeficiente de caja». (Si: el resto de bancos tb deposita dinero en el BCE de la misma manera que un ciudadano deposita dinero en el banco Santander)
        Es decir, si n o me equivoco el BCE a diferencia de la FED americana, no puede «crear dinero de la nada» extrictamente hablando, aun admitiendo que el sistema de coeficiente de caja (es decir la potestad de un banco para poder prestar dinero que en realidad no es suyo sino de los depositantes) se puede interpretar como algo muy parecido a «crear dinero de la nada».
        En cualquier caso y dejando los tecnicismos a un lado la cuestión fundamental es que el BCE no regala dinero a nadie: ni a los estados miembros (de hecho hasta tiene prohibido por Ley la compra directa de deuda pública emitida por los Estados, aunque insisto, ni aunque la comprara sería regalar dinero) ni a los bancos (privados o públicos es indiferente) de la zona Euro.

    • No hay que olvidar que si el problema de su fábrica de juguetes es que hay poca demanda como consecuencia de falta de dinero en circulación, usted tendrá los precios ajustados ya al mínimo para poder vender esa pequeña cantidad de juguetes y competir con la competencia que estará haciendo lo mismo que usted.

      Usted a su vez habrá apretado al máximo a sus proveedores y seguramente pagará a sus empleados lo justito.

      Si de repente se añade más dinero en circulación, de manera que los clientes pasan a tener más dinero, estos pueden demandar más juguetes.

      Usted, al ver que existen mayores perspectivas de ventas puede tener la tentación de subir un poco el precio, y que la «pelea» con las otras empresas en ese momento no estará tan al límite, y no andar tan justito de beneficios (lleva usted ya un tiempo con muchos dolores de cabeza para mantener una empresa casi sin beneficios, pagando unas máquinas que tenía paradas).

      Pero también podría ocurrir que usted decida conformarse con su margen de beneficios. El problema es que sus proveedores no harán igual. Los suministradores de materias primas, energía, etc. subirán los precios ante la perspectiva de una mayor demanda.

      Además, usted buscará nuevos trabajadores para atender las nuevas ventas. Pero las empresas de la competencia harán lo mismo, y ya no resultará tan fácil como antes encontrar trabajadores con la misma cualificación dispuestos a cobrar salarios tan bajos. Y los trabajadores que ya están en plantilla con sueldos bajos podrán recibir ofertas mejores de la competencia.

      De este modo, para mantener su margen de beneficios, pero compensar los aumentos de costes, tendría igualmente que subir el precio de sus juguetes. El problema es que, del mismo modo que usted aumenta el precio de sus juguetes, otras empresas aumentarían también los precios de productos que usted compra, por lo que si usted mantiene su margen de beneficios estará perdiendo poder adquisitivo, por lo que finalmente para no salir perdiendo tendrá que procurar aumentar su margen de beneficios, y aumentar todavía más el precio de los juguetes… pero ello obligaría a que no se vendieran tanto como esperaba en un principio.

      Los trabajadores habrían aumentado su salario, pero dicho incremento de salario se habría visto contrarrestado por los aumentos de los precios de los bienes y servicios, y su poder adquisitivo no habría mejorado.

      Estos incrementos de liquidez, sin embargo, sí que puede que tengan un efecto real aparentemente positivo, pero que en poco tiempo resultan ser burbujas que cuando se pinchan producen el efecto contrario. No hay más que ver la burbuja inmobiliaria…

    • El problema de su argumentación, sr. Don Nadie, se puede resumir en una palabra: tiempo.

      Básicamente lo que propone es que la fábrica de juguetes regale sus productos. Es decir que el empresario se arruine y pierda su capital y que los trabajadores vayan a trabajar gratis.

      Como nadie está dispuesto a eso (arruinarse y trabajar gratis) usted (y los keynesianos) introducen ese «dinero extra», dinero sin respaldo.

      Primer problema: cuando la gente se vaya a comprar juguetes no van a encontrar nada porque ese dinero que les han dado no tiene respaldo de producción.

      Aceptemos que la gente espera un poco y que ante la demanda el empresario y sus trabajadores se ponen a trabajar.

      Segundo (y definitivo) problema, la gente tiene sus juguetes y el empresario y los trabajadores su dinero y ahora ¿qué?

      El empresario con el dinero pagará a sus proveedores y estos fabricarán plástico (por ejemplo) y demandarán petróleo (por ejem.)… y nada de eso estará fabricado, ni siquiera estarán fabricadas las máquinas para fabricar las máquinas que se necesitan para fabricar esas cosas. Tiempo sr. Don Nadie. Y con la amortización, los beneficios y los salarios ocurrirá lo mismo: cuando se pongan a gastarlos ¿Dónde estarán los productos para satisfacer esa demanda?

      Los keynesianos (y el sr. Don Nadie) solucionan estos problemas con un buen macguffin: en realidad todos los medios de producción y toda la mano de obra y todas las materias primas están ya preparadas listas para producir INMEDIATAMENTE en el momento en que aparezca la demanda.

      Y ahí está el gran error: la crisis surge porque la demanda y las preferencias de la gente han cambiado. Y por eso no hay salida fácil de la crisis.

      Y además por muy inmediata que sea la respuesta de la oferta, siempre será necesario tiempo para organizar la producción, tiempo que se iría alargando a cada paso de la cadena de acontecimientos. Y la única manera de que eso no produzca inflación es que la gente retrase voluntariamente su consumo, vamos que la gente ahorre, es decir volvemos al clásico sistema de ahorro, inversión, producción, consumo.

      Si la gente siguiese pidiendo viviendas y todo se financiase con dinero surgido de la nada no habría crisis (sí habría inflación: los precios de la vivienda seguirían subiendo). Pero el problema es que llega un momento en que todo el mundo tiene una vivienda, (o dos, o tres) y empieza a demandar otras cosas. Cosas para las que no hay ni medios de producción ni personal cualificado.

      Este problema lo solucionan los keynesianos con su famosa demanda agregada, y por supuesto la oferta agregada. Pero tales cosas simplemente no existen. Lo que existe es una demanda de determinados bienes y una oferta de otros determinados bienes. No hay una demanda de x millones de euros y una oferta de y millones de euros. De nada sirve que esa demanda sea de ordenadores si la oferta es de apartamentos en la playa. Y si la demanda es de los mismos bienes que la oferta no hay crisis,

      Si de verdad hubiera una serie de medios de producción, de personal y de materias primas preparados para convertirse en una determinada oferta y hubiera una demanda del mismo bien el problema (la crisis) se solucionaría… bajando los precios (y los beneficios y los salarios). Lo que ocurre es que la demanda ha cambiado y ahora la demanda no coincide con la oferta.

      En el caso de España suceden las dos cosas: la demanda ha bajado porque ya no nos endeudamos (y parece complicado que nos sigan financiando desde el extranjero) y la demanda ha cambiado en cuanto a su composición (España es el país con mayor número de propietarios del mundo y con el mayor número de viviendas por habitante también).

      Estamos en el euro y no parece que los alemanes estén dispuestos a que se impriman billetes, que al final van a tener su respaldo, para que los gastemos nosotros. Y además no es fácil reconvertir un par de millones de de albañiles y unos cuantos miles de pseudoempresarios de la construcción en trabajadores altamente cualificados y dinámicos empresarios de tecnológicas. Por mucho que se empeñen los keynesianos no es lo mismo construir un bloque de pisos que producir el GTA V.

      La solución de la crisis sólo puede venir por dos vías: ajustar (bajar) los precios y los salarios para adecuarlos a la nueva (menor) cantidad de dinero y por otro lado ajustar la producción a las nuevas demandas (españolas e internacionales).

      Lo primero puede ser rápido (de hecho con siete años de crisis ya debería estar hecho) y sus efectos limitados pero ni mucho menos desdeñables: con menores salarios y precios los sectores en los que ya podríamos haber producido seríamos más competitivos y nuestras exportaciones habrían aumentado (algo de eso ha pasado pero mucho menos de lo que debería) y no necesariamente doloroso. Alguien debería de explicar a la gente que su sueldo real es unos 200 euros al mes menos de lo que cobran, el déficit público. Y también debería explicar que pagar a la gente por no trabajar no es la solución. Y que es mejor cobrar menos si más gente trabaja y el déficit público es menor.

      La prueba definitiva de que el sistema keynesiano no funciona es que en el momento el consumo ha aumentado en España las importaciones se han disparado lo que quiere decir que no somos capaces de generar oferta para satisfacer la demanda. Los puestos de trabajo se crean… pero en el extranjero.

      Lo segundo es más complicado y más lento, pero no demasiado difícil no crean, los españoles no somos idiotas, y requeriría una acción inteligente por parte del gobierno, es escandaloso que los escasos recursos en I+D+i se gasten en «becas Errejón» y que las Universidades españolas no respondan ante nadie de sus gastos, y que no haya objetivos estratégicos de inversión en I+D+i, en fin miles de millones tirados a la basura, también es escandaloso que el gobierno se dedique a proteger sectores anquilosados y habituados a la falta de competencia ( gasolineras, medios de comunicación, estibadores, taxistas, farmacéuticos,…)

      Para qué seguir: haría falta más sentido común y menos demagogia, más transparencia y menos mentiras, menos sectarismo, gerracivilismo y nacionalismo y más grandeza de miras. Lo de siempre.

  8. JJJ: el ejemplo que has puesto es perfectamente válido.
    Tu pregunta final es: «¿cómo se reparte en este caso el sablazo al ciudadano?». La respuesta es: la inflacción, que es un encarecimiento generalizado de los precios al incremetarse la cantidad de dinero circulante sin correlación con nueva riqueza (bienes y servicios) va a perjudicar a corto plazo de manera desigual a los ciudadanos, aunque a largo plazo el perjuicio sea general y llegados a casos de hiperinflacción destruya por completo todo el sistema económico.
    En tu ejemplo, el que se ha quedado con el dinero creado de la nada es el Banco, que está actuando como un vulgar falsificador de moneda, solo que la suya tiene curso legal.
    Con ese dinero puede comprar bienes y servicios antes de que la inflacción empiece a producirse de manera automática y tb con el resto de ese dinero va a pagar a sus trabajadores y accionistas. Estos a su vez, sufrirán la «pequeña» inflación que haya generado los gastos directos del Banco, y a su vez comprarán bienes y servicios a terceros generando más inflacción. A su vez los «terceros» comprarán bienes y servicios a «cuartos» y así sucesivamente hasta que todo el dinero creado de la nada por el Banco esté circulando, con lo que se habrá alcanzado el nivel máximo de inflación correspondiente a esa cantidad concreta de dinero creada de la nada y puesta en circulación por el Banco.
    Es muy útil pensar en términos de un falsificador tan bueno que su «dinero falsificado» es indistinguible del «legal».
    En esa cadena de «intervinientes» es evidente que el falsificador es el más beneficiado y cuanto más lejos estés en la cadena tanto más perjudicado vas a ser por la inflación generada por la falsificación de dinero.
    Además, quienes puedan cambiar el precio de sus bienes y servicios (por ejemplo comerciantes) van a salir menos perjudicados que los que tengan ingresos fijos (por ejemplo asalariados por cuenta ajena).
    Al final y si el falsificador no se detiene en su labor de cración de dinero, el resultado será que el dinero será repudiado por el conjunto de la población para intercambiarlo por los servicios y bienes que hayan sobrevivido a la debacle económica.
    pda: el enlace de la wiki solo trata sobre las distintas clases de dinero que existe.

  9. Lo siento. Me había molestado en insertar espacios para que en mi anterior comentario quedasen tabulados los números, pero el sistema los ha suprimido. Ahora la lectura es bastante más complicada. Tampoco he podido insertar una tabla. Las cuatro últimas cifras deberían estar debajo, y separadas en columna con las letras B P C S. Tampoco sé como insertar aquí un gráfico (si es que se puede.)

  10. La verdad es que sólo recientemente me he puesto a pensar sobre el mecanismo de creación del dinero, cuando hace pocas semanas oí por televisión aquello de que el BCE iba a “inyectar” en la economía europea una barbaridad de miles de millones de euros y la pregunta me cayó sola: -¿De dónde los saca?
    Ya conocía el mecanismo habitual de crear dinero de los bancos mediante un simple apunte (no sólo prestando billetes, que es el caso menor), y enseguida empezó a complicarse la cosa. Pondré un ejemplo sencillo. Suponemos que hay un patrón de cambio tangible (monedas) y tenemos tres protagonistas. Un banco cualquiera (B), un promotor (P) y un comprador (C). Para simplificar y reducir el problema a su ámbito relativo, partimos de la base de que B y P tienen 0 monedas (0m) y C tiene 130m en el mismo banco B. Existen también los suministradores de otros materiales (S). Las monedas se entregan físicamente, aunque consta la propiedad. La cosa queda así (espero que no se fastidie el tabulado a mano)
    B P C S
    C deposita en B sus 130 130 0 0 0
    P pide prestados 100 a B al 10% para construir casa 30 100 0 0
    P gasta 90 en suministradores y construye casa 30 10 0 90
    P vende casa a C por 130 y ordena a B que pague a P.
    B se descuenta el préstamo e intereses y entrega a P el resto (20). 10 30 Casa 90

    Como vemos, en el mercado siempre hay 120 monedas. Se ha generado una riqueza (mediante el trabajo de cada parte que es lo que realmente genera cosas –riqueza-), el dinero sólo es una especie de contrato al poseedor) y ahora existe una casa y otro reparto de comodines. La cosa parece justa.

    Veamos ahora que pasa si B puede imprimir dinero (ya no se cambia casi nada, básicamente se hacen apuntes, por lo que el dinero de C está apuntado en su cuenta o en la de otro banco). Evito apuntes intermedios para simplificar. La cosa queda así:

    B P C S
    C deposita en B sus 130 0 0 130 0
    P pide 100 a B al 10%, éste los imprime y presta. 0 100 130 0
    P gasta 90 en suministradores y construye casa 0 10 130 90
    P vende casa a C por 130. P devuelve el préstamo a B
    más intereses (110). 110 30 Casa 90

    Si B destruye el dinero (100) estamos en el caso anterior, pero si lo hace parcialmente o no lo hace, ahora en el mercado tenemos una casa y 230 unidades monetarias que la representan (inflación). Está claro que quien crea el dinero (quito ya la palabra imprimir billetes) tienen la sartén por el mango y lo usa. Lo hace USA a saco. Lo hacía España con la peseta (y todos los países con moneda propia) y se hace en Europa, pero la pregunta sigue siendo la misma ¿cómo se reparte en este caso el sablazo al ciudadano?

    (Perdón si todo esto es una sarta de tonterías, pero así es como se acerca al problema un ciudadano que en este asunto sólo sabe contar. He mirado el enlace que me das, pero tampoco me aclara nada. Más bien me recuerda aquello de -«A río revuelto…»).

    • Este tema de los mecanismo de los bancos centrales para «crear» dinero me parece muy interesante para los que no hemos estudiado economía.
      ¿Alguien sabría recomendar alguna bibliografía al respecto que no sea muy densa?

  11. JJJ: tu pregunta es mucho mucho más compleja que «¿quien imprime el dinero y como se reparte?», ya que en realidad es «¿como y quien crea el dinero y como se pone en circulación?», concretamente en la zona Euro.
    Supongo que conoces que hay mucho más dinero (euros) circulando que los meros billetes y monedas.
    Aquí tienes un buen resumen:
    http://es.wikipedia.org/wiki/Agregado_monetario
    Por lo tanto, por ejemplo cuando tu pides a tu banco un credito para comprarte un coche y te lo conceden, los euros que tu obtienes pueden tener y provenir de cualquiera de las «especies» de dinero: puede que te lo den en «metálico», pero lo normal es que sean meros apuntes contables que deben aparecer y cuadrarse en todas las contabilidades de todos los que intervienen en el préstamo: el fabricante del coche, el concesionario, tú mismo, el banco que te ha hecho el prestamo, quizás otro banco al que el tuyo le ha pedido a su vez prestado y por último quizás el BCE si a su vez el dinero que te han prestado forma parte de un prestamo del BCE a alguno de los bancos implicados en la operación.
    Si imaginas la circulación del dinero como subiendo y bajando peldaños de una escalera, tú estarías en el peldaño más bajo y el BCE en el más alto.
    En esa imagen podríamos «ver» que los euros (sean metálicos o meros apuntes electrónicos) con los que compras el coche, van descendiendo peldaños: salen del peldaño más alto, del BCE, que los presta al Banco A, que a su vez los presta al Banco B, que te los presta a tí en el peldaño más bajo para que tu compres tu coche.
    Pero como es un préstamo, el dinero tiene que recorrer el camino inverso: al cabo de un tiempo, tu tienes que haber obtenido el dinero para devolver el prestamo (más lo intereses) al banco B que hace lo propio con el Banco A y que hace lo propio con el BCE, con lo que al final y dejando a un lado los intereses, el mismo dinero que bajó sube de nuevo hasta su «fuente».
    Las cuestion fundamental que hay que entender es que si todos los peldaños cumplen sus compromisos (es decir devolver el dinero más los intereses, es indiferente si el dinero lo creo ex-novo el BCE, o lo tenía ya como fondos propios, provenientes de las aportaciones iniciales de los estados miembros).
    Si ya lo tenía: al final tiene lo mismo más los intereses, y si lo creo ex-novo, cuando lo recupera «lo destruye» y se queda solo con los intereses.
    Evidentemente los intereses han seguido el camino invreso del prestamo: los has creado tu mediante tus propios ingresos y van ascendiendo, acompañando al mismo prestamo en su ascenso hasta el BCE.
    El problema llega si alguno de los peldaños no cumple su compromiso y no devuelve lo adeudado o si el BCE en caso de haber creado el dinero exnovo no lo «destruye» cuando lo recupera.
    Espero no haberte liado aun más y no haber dicho muchas burradas.

  12. Gracias PVL por tu respuesta, pero sigo sin saber quién imprime el dinero (alguien tiene que hacerlo), o mejo dicho, quién se lo queda. Si cuando se imprime (porque lo autoriza el BCE) se reparte alícuotamente entre los Estados, entonces lo vería más claro. España recibiría su parte y como es manirrota (no sólo ella), pediría el resto (3.000 a 4000 M€ a la semana) a los países que van sobrados (y que sin embargo también serían perjudicados por la inflación que produce la impresión gratuita de papel moneda aunque cobren intereses). Esta claro que el que imprime se encuentra con una cantidad en el bolsillo que luego se hace devolver en esfuerzo real, como si hubiera creado riqueza: yo te presto un billete de 50 euros que me ha costado unos céntimos imprimir y tú me devolverás ese dinero en riqueza real equivalente a 50 euros con tu trabajo. Parece el negocio del falsificador. Yo tampoco soy especialista en Economía. Quizás el autor podría aclararnos este punto a los que, como yo, nos perdemos en estas aguas.

  13. JJJ: Disto mucho de ser un especialista en la cuestión, y aquí hay algunos, como el autor del art. mucho mejor capacitados que yo para contestarte. No obstante creo que la respuesta a tu pregunta es la siguiente: el BCE no presta dinero que previamente no tiene. Sus fondos (al menos la parte más importante) provienen de las aportaciones que cada Banco nacional de los que integran la zona Euro, tienen que hacer en el BCE.
    Dicho de otro modo: cada Estado a traves de sus respectivos bancos Nacionales aporta los fondos con los que trabaja el BCE, dependiendo la aportación de cada pais de su respectivo PIB. En ese sentido, el BCE funcionaría como una empresa cuyos accionistas son los Estados integrantes de la Zona Euro.
    Es evidente que los accionistas individuales (en este caso los Estados) no pueden imprimir por su cuenta nuevas acciones (en este caso imprimir Euros), porque eso implicaría su enriquecimiento a costa de empobrecer al resto de socios.
    Además, como una salvaguarda adicional para garantizar la independencia del BCE respecto a los Estados-accionistas, en los Estatutos del BCE se prohíbe prestar dinero a los países de forma directa, cosa muy criticada por algunos, pero que a mí me parece de perogrullo. El BCE presta a los bancos «privados» y estos a su vez colocan su dinero allí donde sacan mayor rendimiento.
    Si algunos países del Euro siguen políticas derrochonas (como los famosos PIGS) y para colocar su deuda se ven obligados a pagar altos intereses, es evidente que es problema de cada país y no del BCE ni de los bancos privados que simplemente, como hacemos todos, lo único que hacen es prestar su dinero (propio o proveniente de prestamos del BCE es indiferente para la cuestión) a quien les ofrece mayor rentabilidad y menos riesgo.
    En resumen: desde mi punto de vista y en lo que respecta a España, si no padecemos una infación galopante como tantas veces hemos sufrido a lo largo de la Historia es precisamente gracias a que nuestro moneda la «controla» el BCE y no nuestros Gobiernos.

  14. Veamos si lo he entendido:

    Cuando un falsificador imprime billetes todo el mundo entiende que no está creando riqueza (aunque sí aumentando su capacidad de adquirir la existente), y que eso además, es un delito.

    Cuando un estado con moneda propia imprime billetes, la gente cree que está creando riqueza (confunden riqueza con dinero, que sólo es el comodín de cambio), y los más avispados saben que lo que hace en realidad es solucionar sus problemas aumentando los impuestos de modo indirecto (creando inflación). El primer beneficiario es el Estado, después, por orden sucesivo, quienes van recibiendo esos billetes pudiendo usarlos antes de que el efecto inflacionario se manifieste completamente (si otras causas no lo enmascaran, como por ejemplo, una deflación que queda disimulada por la misma inflación), hasta que superados los primeros privilegiados escalones, le toca al común bregar con la devaluación que ha sufrido su poder adquisitivo ya que la riqueza, en realidad, no ha aumentado. Este dinero no hay que devolverlo, porque el Estado lo usa para pagar sus deudas básicamente.

    Por último (y aquí es donde me gustaría que me lo aclarasen porque ya nada tengo claro), cuando no es el Estado el que puede imprimir dinero sino una entidad como el BCE que lo ha de autorizar, que a su vez lo presta a los Bancos, que a su vez lo prestan al Estado (a mayor interés), todo lo anterior se repite, pero ahora SÍ que hay que devolver ese dinero con el esfuerzo del trabajo de la gente.

    La pregunta que me queda en el aire es la siguiente ¿Es ahora el beneficiario principal el BCE? Y si no es así, ¿de dónde saca su dinero? Porque ahora no se imprime para pagar deudas sino para crearlas. Es decir, cuando el BCE presta 1M€, ¿de dónde ha salido y quién es el verdadero beneficiario de esa, en el fondo, falsificación? ¿Quién tiene la manivela de la máquina de imprimir euros?

  15. Coincido con el art. y con los tres comentarios previos, especialmente con la extrañeza que produce el que a la mayoría de la gente le cueste tanto ver lo obvio.
    Un ejemplo: en una conversación con un compañero de trabajo, con formación universitaria y bastante competente en su especialidad profesional, me argumentaba que la solución al problema del paro y de las pensiones es jubilar anticipadamente a más trabajadores, con el «razonamiento» de que de esa manera se acabaría con el paro juvenil y además se asegurarían las pensiones.
    Por más que yo le argumentaba sobre lo pueril de dicho razonamiento, que es casi idéntico a sostener que imprimiendo dinero se crea riqueza, no había manera de hacerle comprender lo equivocado que estaba.
    Lo cual me lleva, como el autor del art., a ser tremendamente pesimista respecto a la capacidad de la sociedad española para resolver los problemas que tenemos.
    pda: el dato que da Viejecita sobre lo que se tarda en la práctica en desahuciar a un inquilino moroso (más de 2 años) echa por tierra toda la retórica «politicamente correcta» sobre que actualmente es un proceso muy rápido y explica mejor que cualquier otro dato el hecho de que el mercado de alquiler en España sea tan raquítico. Y ya ni te cuento lo que ocurrirá cuando los de Podemos se hagan con el poder.

  16. Cuando hay mucho de algo su valor disminuye. Es tan simple que no entiendo como hay gente que se niega a verlo. El oro vale lo que vale porque es un metal escaso. El hierro vale lo que vale porque es un metal abundante. Si nos dedicamos a imprimir papelitos el resultado es que valdrán menos porque habrá más. Y la razón es que los papelitos no valen nada por si mismos. Son solo papel. Su auténtico valor es representar una participación sobre la riqueza del que los imprime. Y si el que los imprime no incrementa su riqueza las participaciones pierden valor. ¿O acaso te toca el mismo premio en un boleto de lotería si lo repartes entre 20 que si lo repartes entre 40?.

    Imprimir papeles no es la solución. Solo aquellos que ya los tienen podrían hacer algo, pero no gastando sin más, si no invirtiendo en generar riqueza. Pero para eso hay que crear un marco atractivo para el inversor que también favorezca el ahorro, porque el inversor lo que busca es ganar dinero y poder quedárselo, no verse obligado a seguir gastando.

    La tercera opción es aún peor, porque el estado ha demostrado ser un pésimo gestor y si elimina el ahorro por la vía de quedárselo la pobreza está asegurada, porque hay un límite a lo que puede quedarse y al final ya no habrá de donde sacar.

    En definitiva, que no entiendo porqué a la gente le cuesta tanto ver lo obvio.

  17. Cuando hago números llego a la misma conclusión conque terminas tu entrada. ¡Esto no tiene más remedio que la explosión en algún momento! Nadie quiere ver la realidad porque los que deciden viven de falsearla y parece que los demás quieran ser engañados.

    La situación me recuerda a una película titulada «El puente de Casandra». Sólo que esto no es una película. ¡Es la realidad! Al final sólo quedará confiar en la capacidad de supervivencia de cada uno. Como los galos de Asterix, al final sólo temo que el Estado caiga sobre mi cabeza (más).

  18. Pues el Harakiri que se ha hecho el BOJ con Kuroda creando dinero para comprar bonos del estado japonés… y de paso cargarse al yen y dinamitar los ahorros de los japoneses deja lo que podamos hacer en España en una fruslería.

    Sin hablar de los QE americanos, que llevan trillones de dinero inventado e inyectado en la economía para… ellos sabrán. Ah, sí, mover el mercado crediticio. Cosa que no han logrado.

    Parece que el plan ahora mismo es animar(forzar) a los ahorradores a invertir en la bolsa y otros mercados de riesgo, o que se gasten los dineros para mover la economía. No les quedan más sitios de donde sacar dinero (robar).

    Lo divertido es ver cómo niegan la deflación insistentemente, lo que prueba que existe y está haciendo daño.

    Saludos

  19. Señor Taibo:
    Me ha gustado mucho su artículo. Tengo una pyme, y me dedico a los alquileres. De pisos y locales. Para poder alquilar en condiciones, hay que estar continuamente reinvirtiendo , para mantener los pisos en estado de revista, ir cambiando electrodomésticos, añadiendo instalación de Aire Acondicionado, etc etc, y para adecuarse a las normas de conservación de energía, ( que en las casas antiguas, con protección, son muy complicadas de cumplir, e incluso dañinas – porque se deja al edificio sin la necesaria ventilación, ). Si una no ahorrase continuamente, en cuanto se quedasen vacíos un par de pisos , y hubiera que hacerles obra, ( te suelen devolver los pisos hechos una pena ), habría que hipotecarse hasta las cejas para poder hacer frente a las obras, sin dejar de pagar los salarios, comiendo todos los días, y pagando agua, luz, y gas… ( las viejecitas solemos ser frioleras ). Y no digamos cuando a alguien le da por no pagar el alquiler… Tarda una una media de dos años en conseguir echar a quien no pagase. ¡ Los pobres ! .

    Pero nada, que soy una rémora, y que el hecho de estar dando un servicio, no me salva. Y lo malo, es que mis hijos, a pesar de tener unas edades que normalmente deberían significar sensatez, están entusiasmados con Krugman, con Obama, incluso con Podemos.
    Y por más que les mande enlaces a artículos liberales, a Huerta de Soto, etc, siguen empecinados llamándome «caverna, y casta»
    Voy a mandarles este artículo suyo a los tres ( y a mi yerno, que para más inri es profesor universitario de economía ) , a ver si les inspira un poco para escuchar al otro lado, pero mucho me temo que no voy a conseguir nada…

    Gracias, de todas maneras. Ha sido un placer leerle

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