Sucede con la eventual explotación de los yacimientos petrolíferos situados cerca de las Canarias lo mismo que en muchos otros ámbitos de la vida social, que la hipocresía, el doble rasero y la irracionalidad afloran de forma que produce un sonrojo de difícil calificación. La contestación pública en este caso constituye un clásico ejemplo de lo que los anglosajones conocen como fenómeno NIMBY, acrónimo de la expresión «Not In My Back Yard«, no en el patio de mi casa. En castellano disponemos también de un acrónimo para denotar este comportamiento: SPAN, significando en este caso «Sí, Pero Aquí No».
No es nuevo, es un fenómeno recurrente que tiene lugar siempre que se intenta implantar en algún sitio concreto una nueva tecnología, instalación o avance que la sociedad considera como un riesgo. La hipocresía aparece porque los mismos colectivos que protestan contra esa implantación disfrutan en realidad de los beneficios de esa denostada tecnología. Tenemos claros ejemplos en las antenas de telefonía móvil, las cárceles, las centrales nucleares, los vertederos de basuras o los hornos crematorios. Nadie los quiere cerca, pero todos tenemos móvil, no queremos que los delincuentes anden sueltos por la calle, queremos tener electricidad barata en casa, que la basura nos la quiten de la vista y que nos incineren al fallecer, si así lo hemos decidido. Queremos que todas estas instalaciones existan. Sí, Pero Aquí No, no al lado de mi casa.
Esta doble moral se articula de la única forma en la que estas cosas se pueden ejecutar: manipulando a la opinión pública apelando al pathos, al miedo que se nutre de la desinformación alentada por los intereses creados. La letanía apocalíptica se repite una y otra vez, al estilo Goebbels, hasta convertirse en una verdad absoluta, en un mantra indiscutible, muestra inequívoca del relativismo que nos asola. Todos recitan el argumentario al pie de la letra, todos se saben el discurso. Pero cuando todos dicen lo mismo, suele ser porque todos leen y escuchan las consignas escritas por unos pocos, que son los que piensan por todos ellos.
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Este articulo se basa en dos argumentos:
1) Quien se opone a las prospecciones petroliferas en Canarias es tonto o ignorante.
2) Deberiamos hacer como Noruega que tienen petroleo e hidroelectrica.
Pero en ningun momento se para a analizar y cuantificar cual es el negocio. Simplemente da por hecho que como en Noruega ha tenido exito… aqui tambien.
En Noruega se alcanzo la maxima produccion en el 2001, con 3,4Mbd y ha ido decayendo hasta 1,8mbd en el 2013.
El consumo de petroleo de noruega es de 0,2mbd. Asi que el petroleo que producen es unas 10 veces mayor que el que consumen.
En las Canarias las estimaciones indican que PODRÍA(notese el condicional) llegar a producirse entre 0,1 y 0,15mbd.
Seguramente estas estimaciones esten infladas en cierto grado y realmente sean menores. Ademas hay que tener en cuenta que esta es la produccion maxima… luego la produccion decae.
Y por ultimo no hay que olvidar que nunca hay garantias de encontrar petroleo. Puede no llegar a producirse nada, o producirse mucho menos que lo estimado, como ocurrió en los yacimientos de Burgos.
Asi que tenemos que podria haber 0,15mbd en el mejor de los casos y nada en el peor. Mientras que en España estamos consumiento 1,2mbd.
No es la situación de Noruega ellos están produciendo 10 veces mas petroleo del que consumen y nosotros produciriamos en el mejor de los casos 10 veces menos petroleo que el que consumimos.
Se podría pensar que :»Algo es algo. Menos da una piedra». Pero extraer este petroleo no es gratis. Hay que analizar los potenciales beneficios, costes y riesgos.
El problema es cuando los riesgos los asume la sociedad y los beneficios se los lleva la empresa privada.
Esa última frase queda muy bien, pero es falsa.
Los riesgos no los asume la sociedad. Los asume la empresa. O es que no le van a caer pleitos a la multinacional en caso de fuga? Dicho lo cual, a pesar de que ninguna actividad sea infalible, se puede emprender con las suficientes garantías de seguridad. Como hace Marruecos, por ejemplo.
Se beneficia la sociedad? Por supuesto. En empleos directos y en empleos indirectos. Y en impuestos. Teniendo en cuenta que la tasa de paro es superior al 30%, yo diría que sí compensa. Sí, no va a bajar la tasa de paro del 30% al 5, pero va a bajar en miles de personas.
De acuerdo en todo lo expuesto anteriormente, pero ojo, no creo que este sea un caso de NIMBY, sino de una falta tremenda de cultura científica. Es decir, no se trata tanto de los problemas que pueda ocasionar la presencia de una plataforma, sino de que esos problemas son poco menos que mitos de los alarmistas. Por ejemplo, el dogma de que toda actividad humana es nociva para el medio ambiente, y no nos paramos a pensar que en un coto de caza se producen menos incendios que en una zona abandonada.
Además, llama la atención la tremenda falta de confianza y respeto hacia los técnicos en este país. En la construcción de una plataforma trabajan multitud de ingenieros especializados que se preocupan entre otras cosas de que la plataforma no se vea desde la playa, que existan unas medidas de seguridad para evitar vertidos, o que la construcción produzca el menor impacto posible. En cambio nos fiamos de la palabra del tertuliano o el político con la pancarta. Luego nos quejamos de la falta de formación de esos mismos políticos, pero tenemos lo que merecemos.
Gracias por el artículo Manuel.
No desvelas nada que no resulte evidente para alguien con un mínimo de interés, información y/o conocimiento (ojo, solo un mínimo). Razones, argumentos y ejemplos al alcance de cualquiera.
Y sin embargo, el vocerío dominante sobre este asunto es una vez más la más dañina demagogia populista ecolobobo-pogresí.
Simplemente como curiosidad, aporto un enlace a la web del museo del petróleo de Stavanger, para que quede clara la postura de los muy nazis, nada ecológicos y muy ultraliberales noruegos sobre este asunto. Es vergonzoso lo guarros que tienen los fiordos, plagados de chapapote, desde que decidieron extraer petróleo y convertirse en los más ricos de Europa.
Otro ejemplo de plataformas petrolíferas funcionando a pleno rendimiento son las de Río de Janeiro. No parece que eso haya afectado a una de las zonas más turísticas del mundo.
Por otro lado, nuestra peculiar «hipocresía» se refleja también por el hecho de que, por la situación de las supuestas bolsas de crudo (en aguas limítrofes), Marruecos tiene también interés en explotar la zona, y, podría darse la «curiosa» circunstancia, de triunfar las pretensiones ecopijas de turno, de que España renunciara a los pozos y que nuestros vecinos plantaran los suyos unos cuantos metros más allá.
Pero, en ese caso, supongo, ya no sería un problema para el mediambiente y turismo canarios. Debe ser la «alianza de civilizaciones» y esas cosas…
Se me olvidaba: https://www.google.es/search?q=plataforma+petrolifera+rio+de+janeiro&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=oE6xU7PgHaqo0QWe-IDQCQ&ved=0CCoQsAQ&biw=1680&bih=861