Es una buena idea de Ross McKitrick en un artículo en el Financial Post:
Y tiene razón. La jerga del IPCC se fundamenta el palabras fetiche. Memes. Como si tuvieran un departamento de relaciones públicas especialmente desvergonzado. Y así, cuando se refieren a un calentamiento, es un calentamiento “inequívoco”, pero cuando se refieren a un no-calentamiento se convierte en una “pausa”. Hiatus en inglés, que resulta más pomposo. Tras el que -como su propio nombre indica- vendrá de nuevo el calentamiento. Pero eso es justamente lo que no sabemos, y habrá que ver.
McKitrick lo dibuja así:
Pero se puede remarcar la discrepancia, para cegatos:
También hay que destacar otro detalle fundamental. Así como está, parece que los modelos han acertado durante el 90% de la predicción. Vaya, que lo han clavado. Y que luego, justo al final, hay una discrepancia. Pero no es así. Esos modelos están hechos conociendo lo que había pasado hasta el año 2.000. Esto es, antes de 2.000 no se trata de una “predicción”, sino de un “ajuste”.
En palabras de McKitrick, que lleva años publicando estudios sobre la discrepancia entre los modelos climáticos y la realidad:
Los datos anteriores al año 2.000 representan reconstrucciones históricas. Los modelistas podían “espiar la respuesta” al ajustar los modelos, ya que no solo podían observar los aportes al sistema climático (como los niveles de gases invernadero, la actividad volcánica, los cambios solares, y así), sino también observar el resultado correcto. Eso es, la temperatura real. El acierto durante el intervalo histórico no es, por tanto, prueba de la calidad de los modelos, ya que están forzados a alinearse con las observaciones.
Por eso tal vez convenga guarrear un poco más el gráfico de McKitrick, para señalar esa circunstancia. Que *toda* la predicción es dicrepancia. El 100%.
Se podía expresar así:
IPCC (2007):
Durante las dos primeras décadas del siglo XXI, la temperatura global de superficie subirá a un ritmo de unos 0,2º C por década.
Realidad (2014)
Durante el tiempo de predicción de los modelos, estos han tenido una discrepancia con la realidad de 0,2ºC por década, o del 100% de la cifra de calentamiento predicha
La pregunta que lleva haciendo desde 2007 el climatólogo dr. Pielke es: ¿Cuánto tiempo de discrepancia con los modelos necesita el IPCC para reconocer que las predicciones de los modelos no sirven?
Y la respuesta que da hoy Ross McItrick es:
Vamos a alcanzar la marca de 20 años sin calentamiento en los datos de los satélites al final de 2015, y en los datos de superficie al final de 2017. Con unos niveles de CO2 en continuo ascenso, en ese momento será imposible reconciliar los modelos con la realidad, y se caerá en pedazos consenso ortodoxo sobre cómo responde el sistema climático a los gases invernadero.
Nota anecdótica. Yo recuerdo haber preguntado a algunos de los discrepantes del IPCC que estudiaban estas estadísticas del clima y de los modelos (por ejemplo Jeff Condon), cuando empecé a interesarme por esta discusión en 2007, cuándo llegaría un momento de dificultad insuperable para los modelos, de seguir sin haber calentamiento. Y ya solían dar la misma respuesta entonces: unos 10 años. Solo faltan tres.
Nota no tan (solo) anecdótica. En 2007, la peña del IPCC era en realidad mucho más estricta en ese sentido que los “escépticos”. Gavin Schmidt va a sustituir este año a James Hansen como jefe de la sección de cambio climático (GISS) de la NASA. Por edad. O sea, ahora es el sumo pontífice de la calentología. Y en 2007 respondía a la misma pregunta [–>]:
OK, simply to clarify what I’ve heard from you.
Pregunta: (1) If 1998 is not exceeded in all global temperature indices by 2013, you’ll be worried about state of understanding
Respuesta: Yes.
Cometrario (pm): Estamos en 2014, bien superado 2013, y la condición se cumple.
Pregunta: (2) In general, any year’s global temperature that is “on trend” should be exceeded within 5 years (when size of trend exceeds “weather noise”)
Respuesta: Probably, I’d need to do some checking
Comentario (pm): No sabemos el resultado de sus comprobaciones, y nos quedamos con el “probablemente”.
Pregunta: (3) Any ten-year period or more with no increasing trend in global average temperature is reason for worry about state of understandings.
Respuesta: No. There is no iron rule of climate that says that any ten year period must have a positive trend. The expectation of any particular time period depends on the forcings that are going on. If there is a big volcanic event, then the expectation is that there will be a cooling, if GHGs are increasing, then we expect a warming etc. The point of any comparison is to compare the modelled expectation with reality – right now, the modelled expectation is for trends in the range of 0.2 to 0.3 deg/decade and so that’s the target. In any other period it depends on what the forcings are.
Comentario (pm): Ya no son 10 años, son 15 o más. Y no ha habido ningún “big volcanic event” ni ninguna otra justificación para la falta de calentamiento. Lo de que “el calentamiento se lo comió el fondo del mar (que no medimos)” no es uno de los “forzamientos” que mencionaba Schmidt como justificante de una falta de calentamiento.
Resumiendo a Gavin Schmidt. Según lo que decía en 2007, ya se cumplen de sobra dos condiciones para pensar que “debemos estar preocupados por nuestro estado de conocimiento”, y probablemente tres.
O sea, la discrepancia.