Aún estoy sobrecogido por las reacciones que ha tenido mi artículo sobre el anuncio de Campofrío. Nunca esperé que mis palabras pudiesen conectar con tanta gente. Sólo puedo dar las gracias a todos los comentaristas y otras personas que han le han dado difusión.
Entre los comentaristas había de todo. Emigrantes que comparten mi opinión, gente que sigue en España y que no la comparte. Eso es normal. Pero me ha llamado poderosamente la atención la de un grupo de personas que, en sus propias palabras, “se quedarán y lucharán por sus derechos” para que dentro de 20 años haya una España mejor. Esta idea me parece terriblemente equivocada y hasta peligrosa para las personas que la defienden.
Antes de nada, me parece importante resaltar algo para los adolescentes que puedan estar perdidos y busquen la verdad en las peligrosas mareas de internet: Yo no soy quién para juzgar a nadie por quedarse o emigrar. Esta decisión es estrictamente personal, y depende de muchos factores que no entraré a valorar. Sin embargo, sí me preocupa que esta decisión se justifique con argumentos equivocados.
Básicamente, y si no he malinterpretado estos comentarios y en otros foros, quienes se queden, lucharán (entendido como algo no violento, sino pacífico y democrático) para que las condiciones de España mejoren. Pero, al plantearlo, lo hacen de forma que quienes hemos emigrado no pudiésemos aportar cosas que mejoren a España. Esta idea es falsa. Me gustaría tener la oportunidad de explicarme, en primer lugar describiendo los problemas que, en mi opinión, tiene España, y luego describiendo cómo pueden llegar las soluciones.
El mayor drama social de España es el paro, los seis millones de personas que quieren trabajar en España y no pueden. Este es el dato obvio. Presupongo que no queremos llegar a conclusiones de tipo Pablo Iglesias que agravarían aún más los problemas, de modo que la pregunta es: ¿Cuáles son las causas de que España tenga seis millones de parados y cómo podemos arreglarlos? Intentemos verlo problema a problema.
La deuda. La deuda del Estado, la familia y las empresas superó en el segundo trimestre de 2013 los 3,30 millones de euros (vía).
– Deuda pública. Superior al billón de euros. Algunos datos a tener en cuenta son:
– Deuda pública per cápita: + 21.500 euros por persona.
– Deuda pública por familia: + 56.700 euros por familia.
A esto debemos añadir que la deuda privada de los hogares españoles era el 79,9% del PIB en junio de este año, y que la deuda de las empresas supone el 128,3% del PIB. Pueden seguir leyendo y horrorizándose aquí.
Soluciones:
Para resolver el problema de la deuda privada, ya estemos hablando de nosotros mismos o de nuestros familiares, debemos intentar maximizar nuestros ingresos y minimizar los gastos en la medida de lo posible. Para eso, resulta, primero, tener una buena formación, y luego trabajar, preferiblemente allá donde se gane más dinero y en aquello para lo que nos hayamos formado. Pues bien: pensando en el largo plazo (ese que nos dice que España no alcanzará un 10% de paro de aquí a 10, 15 o 20 años), y salvo en determinadas profesiones, es más fácil lograr el objetivo de trabajar en una profesión bien remunerada fuera que en España, aunque para ello haya que dominar previamente el idioma. No sólo se gana económicamente, también se gana experiencia en una economía competitiva y un nuevo idioma, elementos muy útiles si algún día se quiere volver el día de mañana.
La reducción de la deuda pública depende de muchos otros factores. El primero, que el Estado se decida definitivamente por bajar el gasto público. Teniendo en cuenta que se habla de “brutales recortes” que el Estado tenga un déficit del 7%, no parece que la gente esté muy por la labor. Lo malo es que, si uno se va, el Estado deja de recaudar impuestos. La buena es que, teniendo en cuenta que la tasa de paro juvenil supera el 60%, los jóvenes suponen más gastos que ingresos para el Estado. Es decir, no tiene mucho sentido quedarse y “luchar” por un Estado en el que tienes menos probabilidades de contribuir que lanzando una moneda al aire y que te salga cara. Por el contrario, dejando de ser un gasto sí se contribuye a la reducción de la deuda pública (el Estado se gastaría en ti 0 euros).
– El Tribunal Constitucional. A día de hoy, el Tribunal Constitucional es un chiringuito que se reparten entre los partidos políticos. Mientras en Alemania el Tribunal Constitucional es la institución pública más valorada, en España no deja de ser un circo de tres pistas del que a duras penas te puedes fiar bajo el amparo del Título IX de la Constitución.
Su problema fundamental es que todo el mundo sospecha que sus decisiones no están basadas en si las leyes sobre las que dictan sentencia se basan en su concordancia con la Constitución, sino en su ideología y, sobre todo, en el partido que les ha puesto en el cargo. Así, por ejemplo, mientras en Alemania la gente habría aceptado la Sentencia del Estatuto de Cataluña y, de lo contrario, Alemania expulsa a Cataluña, en España se acepta o se rechaza el Estatuto catalán en función de la conveniencia política.
Reformar la composición y funcionamiento del Tribunal Constitucional supone reformar tanto la Constitución como Leyes Orgánicas. Y esto depende de que a los partidos políticos les dé la gana hacerlo. ¿Les da la gana? No parece que esta idea se refleje siquiera en el programa de los partidos políticos.
Solución. Como salir a la calle y berrear no funciona (estamos hablando de un coto privado de los políticos), lo ideal sería formar un partido político que recogiera esta idea. Para ello, se requiere estar en España, pero no así para apoyarlo, hacer donaciones voluntarias o votarlo desde el exterior.
– La legislación laboral. Hasta hace aproximadamente cuatro días, la legislación del mercado laboral era el coto privado de patronal y sindicatos: Eran ellos los que hacían las leyes, y el Estado quien adoptaba lo que ellos proponían. Durante esta crisis patronal y sindicatos no han hecho nada útil, de modo que ha sido este Gobierno quien ha tomado por su cuenta y riesgo las decisiones. En cualquier caso, una decisión consensuada o unilateral no sirve de nada si no aciertan respecto al problema de verdad.
Soluciones: Protestar por protestar y seguir ciegamente lo que digan los sindicatos no sirve de nada. Uno tiene que: primero, conocer la legislación; y segundo, cuáles son las consecuencias de la legislación. Esto a día de hoy no se da principalmente porque la mayoría de los ciudadanos no tienen formación jurídica y económica. Sin embargo, cuando uno tiene esta formación sí puede hacer un análisis exhaustivo, descubrir problemas y ofrecer soluciones. Tanto en España como en el extranjero: Todo está en internet.
– El mercado energético. Hablamos de un mercado hiperregulado, diseñado para favorecer los intereses de un oligopolio, y en el que el Estado fija los tipos y las cantidades de energía a consumir. Pueden leer este extenso pero didáctico artículo al respecto.
En un principio, lo que se necesitan son cambios legales para, ya a medio o largo plazo, tengamos un sistema energético que realmente funcionara. Pero hay dos formas más de contribuir a la mejora del sistema energético: mejorar en las formas de generación, transporte, almacenamiento y consumo de la energía. Es decir, tener ideas e investigar. Estas ideas y esta investigación se pueden tener y hacer tanto en España como fuera de España. No obstante, las inversiones en I+D+i son superiores fuera de España, ya estemos hablando del Estado o del sector privado. Una vez descubierto y producido en masa, el producto puede llegar a España.
– La burocracia. Me remito a este artículo del Blog Salmón sobre algunas de las dificultades que algunos científicos y empresarios españoles han encontrado a la hora de desempeñar lo que quieren hacer.
Solución. De nuevo, nos centramos en la voluntad de los políticos para resolver problemas generados por ellos. Además a apoyar a partidos que apoyen verdaderas simplificaciones administrativas, es necesario tener ideas que consigan simplificar los procesos de la Administración. Pues bien: para encontrar una solución, basta con conocer las leyes y seguir diariamente la web del Boletín Oficial del Estado. Hacer esto es perfectamente plausible para cualquier estudiante de Derecho.
– El reparto de competencias entre Administraciones. Por si ya teníamos poco con la dualidad de funciones entre las diferentes Administraciones Públicas, ahora tenemos que ver en qué acaba la iniciativa independentista de Cataluña. No le diré a cada uno lo que tiene que defender, pero que aquí se van a perder tiempo y recursos, délo por descontado.
Solución. Otro chiringuito de los políticos. Rece para que se pongan de acuerdo con el que no se produzcan duplicidades en las administraciones públicas. Un buen método para demostrar esa ineficacia es recopilando casos de duplicidad. Para esto, puede ser mejor estar en España. Sigo esperando un programa especial de Jordi Evolé al respecto.
– Los impuestos y gastos. Somos uno de los países que más impuestos tiene (a la altura de Suecia) y que menos recauda. La inexorable curva de Laffer. Dado que ya hemos subido los impuestos casi todo lo posible (digo “casi” porque la imaginación de Montoro para desangrar los bolsillos del contribuyente es inagotable), es muy probable que deban reducirse los gastos (mucho más de lo poco que se ha hecho hasta ahora). ¿Qué habría que recortar? ¿Y por qué?
Soluciones. Las estrictas medidas de gasto público son competencia de las diferentes Administraciones estatales, y más concretamente de sus gobiernos. Las diferentes Administraciones públicas deberían redirigir las prioridades, si es que las debe tener. Para eso basta con hacer un seguimiento de los diferentes Boletines Oficiales (que tienen página web), tener claras cuáles son las prioridades (empezando por respetar la seguridad jurídica y los contratos vigentes), ver lo que se sale de ahí y difundirlo a los cuatro vientos.
– La lentitud de la justicia. ¿Qué necesitamos para que la justicia funcione más rápido? ¿Más medios? ¿Más jueces? ¿Alterar y simplificar los procedimientos?
Soluciones: Respecto de los medios, se supone que nos referimos a más ordenadores y una mejor relación transferencia de datos, ya sea entre juzgados, sea entre Administraciones Públicas y juzgados. Para ello, deben modificarse unos cuantos reglamentos (responsabilidad del Ministerio del ramo). Si necesitamos más jueces, basta con que se aumente el número de plazas para ser juez, algo que depende del Ministerio de Justicia. Otra posibilidad sería facilitar las opciones mediante las que la iniciativa privada, de modo que el arbitraje privado pudiera absorber parte de las demandas interpuestas en la pública (lo no relativo a delitos y faltas, por ejemplo). Son problemas de dinero (Administración del Estado) y de nueva legislación (que depende de políticos). Estar en España o en el extranjero no tiene mucha influencia.
– La Educación. Resulta que la educación universal, gratuita y de calidad española está a la cola de la OCDE según los informes PISA. ¿Cómo lo hacemos? ¿Gastamos más dinero, cuando no lo hay? ¿Mejoramos al profesorado con dinero que no tenemos? ¿Utilizamos nuevas tecnologías? ¿Empleamos nuevos métodos de enseñanza? ¿Enseñamos la lengua que más ciudadanos tienen como nativa, que es el alemán? ¿Cambiamos la norma para que quienes suspendan dos asignaturas repitan curso? ¿Existe alguna forma de mejorar la formación de los universitarios? ¿Sería deseable aumentar el tiempo de prácticas en las empresas? ¿Cómo se puede acabar con la endogamia en la Universidad?
Soluciones: Resulta cuanto menos curioso que en un país donde una de las carreras más masificadas sea la de Magisterio se obtengan unos resultados tan bajos. Para que luego digan que el sistema de oposiciones en España pone a los mejores candidatos para sus puestos. Polonia, un país que puede tener el tercio del salario mínimo de España y cuyos profesores pueden cobrar la mitad que en España, nos barre en los informes PISA. ¿Por qué? Y de Finlandia mejor no hablamos. Aquí tienen la relación entre inversión y resultados.
Pero, más allá de la elección del profesorado, existen otros factores decisivos en la enseñanza, tales como los métodos y metodologías de enseñanza y de estudio. Y esto se puede investigar, aprender y aplicar tanto en España como fuera de España, de modo que la emigración no tiene porqué ser perjudicial, sino más bien positiva.
Por otro lado, nuestra formación en inglés es lamentable. Recientemente se ha criticado al Ministro de Educación, José Ignacio Wert, por subir los criterios de exigencia de idiomas para obtener una beca Erasmus (hasta un nivel B2). Lo que deberíamos preguntarnos es: ¿Por qué del instituto no se sale con un nivel B2 de inglés oficial? Porque con nuestro nivel “medio-alto” de idiomas, nivel que en la vida real no pasa de estar entre un nivel A2 y un B1, no nos da ni para pipas. Bueno, pues para fortalecer nuestra competencia idiomática, nos guste o no, hay que emigrar y tirarse al menos tres años aprendiendo el idioma.
Respecto de las repeticiones, tal vez deberíamos cuestionar los motivos por los que un estudiante debe repetir curso. Y, lo siento mucho, pero las razones que se dan actualmente para que no se repita son muy malas. En cualquier caso, las consecuencias de mantener a alumnos repetidores recibiendo unas clases que no quieren y de permitir pasar cursos a quien no lo merece, las padecen tanto los alumnos como los profesores. Puede que los alumnos no sean conscientes de lo que pierden, pero pregunten a los profesores. Este problema se resuelve a través de la ley y preguntando a los profesores, la emigración tampoco influye.
Y, finalmente, la Universidad. Yo he sido toda mi vida un estudiante mediocre, pero sí sé algo de organizaciones. Y sé que las organizaciones que toman decisiones en base al chanchullo y al amiguismo obtienen peores resultados que aquellas que funcionan en base a la meritocracia.
La Universidad española se rige en la inmensa mayoría de casos por el amiguismo. En muchos casos quien ocupa los puestos no es el mejor, sino el señalado con un expediente académico aceptable. Y va a seguir así. La única opción que tiene el talento español, sus becarios y profesores, es marcharse a lugares donde sí se rijan por esos criterios. Es decir, la emigración es necesaria.
– La Sanidad. ¿Cuánto nos cuesta? ¿Cómo podemos mejorar la salud de las personas? ¿Aumentando el número de médicos? ¿Mejorando su formación? ¿Creando nuevas técnicas de diagnóstico y cirugía? ¿Mejores medicamentos, y más baratos? ¿Cómo podemos investigar más?
Soluciones: Todo lo relativo a médicos, hospitales, sanidad y medicinas es cuestión de precios. Hay pocos médicos, y por tanto son más caros sus servicios (o emigran para ganar más) porque hay un montón de barreras de entrada (empezando por el acceso a su estudio, siguiendo por el MIR y acabando por las dificultades de ejercer de médicos extranjeros). Y también tiene una gran influencia la posibilidad de investigar para realizar los hallazgos necesarios que permitan encontrar productos mejores y más baratos. En realidad, la sanidad no es un derecho. La sanidad es un precio.
Ejercer la medicina e investigar son dos cosas que se hacen más y mejor en cualquier lugar a en España. Facilitar la entrada de nuevos médicos es algo que puede hacerse desde la ley, por muy reticente que sea el gremio.
– Los partidos políticos. ¿No nos gustan los partidos políticos? ¿Se quiere cambiar al partido político desde dentro? ¿O crear su propio partido? ¿Una reforma electoral?
Soluciones: Esto es muy sencillo: Si no le gusta un partido político, no lo vote. Y ya no tiene la excusa de “tirar el voto”. A día de hoy, tiene alternativas en la socialdemocracia de izquierda y derechas para echar a patadas a los partidos mayoritarios: Si no le gustan el PP y el PSOE, vote a UPyD o a VOX. Y si quiere una alternativa a Izquierda Unida, vote a Equo. Si sigue votando lo que hay, es por que quiere. Lo único que necesita es un voto. Y, si emigra, por correo.
Y si quiere participar de los partidos mayoritarios actualmente, puede intentar cambiar su partido político desde dentro, como está intentando la gente de “Socialismo es libertad”. Por cierto, que en esta iniciativa está participando el señor Roger Senserrich, actualmente residente en Estados Unidos. Basta con tener ideas y estar en contacto con gente interesada en cambiar las cosas.
Sobre la reforma electoral, más de lo mismo: cambie las leyes. Ah, no, que eso lo hacen sus señorías los políticos…
– La patronal y los sindicatos. ¿Creemos que la patronal y los sindicatos son instituciones corruptas, incompetentes, desfasadas y/o que no defienden el papel del empresario y los “derechos de los trabajadores”? ¿Habría que cambiar el papel que tienen estos agentes sociales en la creación de la legislación laboral?
Soluciones: Las soluciones pasan por eliminar las subvenciones a la patronal y a los sindicatos (ni su existencia ni sus servicios lo justifican), cambiar a los miembros de la patronal y sindicatos existentes, cambiarles existente desde dentro o formar unos nuevos “interlocutores sociales”. Para las dos últimas no resulta un problema estar en España o en el extranjero, basta con aportar ideas. Para las subvenciones, hay que cambiar la ley.
Mucho más importante resulta que la patronal y los sindicatos dejen de meter sus zarpas en prácticamente todo lo referido a la legislación laboral. La idea de que sean patronal y sindicatos los que hagan la legislación laboral ha fracasado miserablemente porque estas organizaciones no representan ni llegan a entender a los ciudadanos a los que afirman representar. Renunciar a sus “servicios legislativos” depende única y exclusivamente del legislador.
– Creación de empresas y empleo. España necesita urgentemente más empresas. Son ellas las que crean empleo.
Soluciones:
Para que haya más empresas debe haber inversiones, es decir, grandes cantidades de ahorro, que pueden proceder de españoles o de fuera. Asimismo, necesita gente con experiencia capaz de mantenerlas. Y en España, lamentablemente, resulta muy difícil. Huelga decir que eliminar las plausibles excusas que puedan poner las diferentes Administraciones Públicas a la creación de nuevas empresas y a su expansión depende únicamente de los responsables últimos de la Administración: los legisladores. En España estamos en la posición 142 (de 189) a la hora de facilidades para montar negocios (y hay gente como Benito Arrunada que afina todavía más en los problemas). Primero, hay que detectar los problemas . Luego, rezar para que los políticos apliquen las soluciones oportunas.
Pero no es sólo una cuestión legal: También es muy importante la formación y la experiencia de quienes quieran montar una empresa. Y, en España, las posibilidades de obtener experiencia en aquello para lo que se ha formado, así como la formación en idiomas, son muy reducidas. Irse de España abre más posibilidades.
– El Gobierno. Este es el meollo de la cuestión. ¿De qué Gobierno estamos hablando? ¿Del Gobierno de Andalucía, que tras 32 años han logrado conseguir la mayor tasa de paro de Europa? ¿Del PP de Valencia, que puede haber creado la mayor trama de corrupción de España? ¿Del Gobierno de Rajoy, por no ser lo suficientemente agresivo a la hora de adoptar medidas que corrijan la crisis? ¿No le gusta lo que hay? ¿Quiere cambiarlo?
Soluciones: Por mucho que digan, sólo hay una solución. Votar. Echar a unos incompetentes para que llegue otro partido. Y si no le gusta cómo funciona ese partido, se vota a otro. Y si tampoco funciona, a un tercero. Todo en función de los resultados como gestores. Existen alternativas a los partidos políticos gobernantes, incluso dentro de la misma corriente ideológica. Pero para eso, debe olvidarse de su sectarismo idiota y votar. ¿Se puede votar en el extranjero? Por supuesto. Va usted al consulado o embajada correspondiente y allí se lo arreglan todo.
Esta es mi pequeña lista de problemas que tiene España a día de hoy. Mucho, ¿verdad? No pretendo dar la solución exacta a los problemas, algo que nadie realmente sabe. Pero creo que una vez estudiados, en muchos casos emigrar es la mejor solución, y en casi ningún caso una traba para lograr los cambios necesarios. Sobre todo, porque los cambios dependen de la voluntad del que manda. ¿Merece la pena sacrificar el futuro de los jóvenes por esta visión romántica?
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Gracias por la respuesta Burrhus, a ver si es cierto que vamos hacia una recuperación. El asunto del paro será lo más peliagudo. Daniel Lacalle también parece optimista últimamente ojalá acierte.
A ver qué os parece este informe “The case for Spain II”, de Ignacio de la Torre (Instituto Español de Analistas Financieros) que presenta una visión del futuro de España mucho más optimista:
¿Porqué la España de 2014 es como la Alemania del 2004? – “THE CASE FOR SPAIN II” – Ignacio de la Torre
http://tinyurl.com/nmk7mzs
Vídeo de la conferencia:
http://www.youtube.com/watch?v=4wz7HwikYrc&feature=youtu.be
¡Un saludo!
He visto el vídeo, Niefern. No soy economista, pero he escuchado algunas cosas de las que discrepo:
– Ajuste de 4 puntos de déficit en un año. ¿A qué se ha debido? ¿A una verdadera reforma del gasto del Estado, o a gastos extraordinarios en el rescate a bancos y prestaciones por desempleo que no se han prorrogado?
– Nos alegramos de que extranjeros compren casas, pero sus posibilidades de pagarlas dependerán de que las tendencias sean positivas o negativas.
– Productividad. La hemos aumentado mucho. ¿Es porque realmente la hemos aumentado, o es que al despedir gente las empresas prescinden de los menos productivos y se quedan los que más producen? Y más importante aún: ¿Qué estamos haciendo para que quienes hayan sido despedidos mejoren su productividad?
Vamos a ver cómo de rápido somos capaces de recuperarnos. Y, sobre todo, vamos a ver cuánto tiempo tardamos en tener un 10% de paro con una economía estable y no como burbuja. Que es de lo que al final se trata. El mismo economista (cuyo trabajo es excelente, muy detallado, pero macro) afirma que tardaremos mucho tiempo en recuperarnos.
Yo sigo en España, pero reconozco que cada vez me lo ponen más difícil. El nivel de sectarismo del español de a pie, particularmente del progre (repito: PARTICULARMENTE DEL PROGRE) está llegando a un punto poco menos que increíble. O tal vez sea idiocia. O quizás hipocresía, acá caradura. O vaya usted a saber qué. El último ejemplo: la Mezquita de Córdoba, o Catedral, o Mezquita-Catedral. Porque lo importante no es el nombre, sino la propiedad. ¿Y pueden ustedes creer que, según el español progre de a pie, que la Mezquita, Catedral o Mezquita-Catedral de Córdoba no es de la Iglesia Católica? Me dirán ustedes: hombre, dependerá de las circunstancias, a lo mejor por un allá, resulta que es de la Ciudad, o del Estado, o de la Familia de los Capuletos. Pues no: el argumento definitivo, redefinitivo, reredefinitivo es: la Mezquita de Córdoba no es de la Iglesia Católica porque es… ¡de los cordobeses, de los andaluces y de la humanidad! Así, con un par, que eso sí es muy español. Te pones firmes, te subes el pantalón, entornas los ojos, echas la cabeza atrás, y dices con voz grave y profunda, pero que se entienda bien: la Tierra es plana. ¡Y te quedas tan ancho, oye!
La ciudad de Córdoba fue conquistada por Fernando III en 1236, y cabe entender que fue inmediatamente abierta al culto católico. En cualquier caso, en 1238 es consagrada Catedral (wikipedia), con lo que a mí particularmente ya no me cabe ninguna duda sobre la propiedad. Si resulta que la Iglesia (la Católica, no la Presbiteriana) lleva celebrando sus ritos en la (ponga usted lo que guste) desde entonces hasta el presente, casi ocho siglos, este que les habla no ve caso. ¡Ah!, pero hete aquí al espécimen español de a pie, variedad progre, faro y luminaria de la izquierda europea, americana y norcoreana, hete aquí al espécimen que se pone firme, se sube el pantalón, entorna los ojos, echa la cabeza atrás, y dice con voz grave y profunda: ¡es de los cordobeses! Visto, senténciese.
Coda: ¿Cuál toca ahora? ¿La Catedral de Santiago de Compostela? ¿Burgos? ¿Mallorca? ¿Murcia? ¿Valencia? ¿Sevilla? ¿Zamora? ¿Barcelona? ¿Oviedo? ¿Palencia? ¿Santander? ¿La Laguna? ¿Toledo? ¿Almería? ¿Teruel?
andaluces.es
elplural.com
Juer Manuel, jajaja, como te conocia por Happy Butcher, miro en la foto y dijo, juer a este lo conozco en persona, aqui Hinkel de Dublin.
Ya veo que acabaste x alemania, yo me desconecte del mundillo blog de red liberal hace bastante ni sabia que habias montado esto.
recién termine por dublin me salio una oportunidad buena de montar algo que estaba bien en londres.
un abrazo jefe, me alegra ver que has prosperado en el reino de los nibelungos
Hola, Lord Hinkel. Me alegra mucho saber de ti, y aún más de que te vaya bien. Tardé unos 5 años en recuperarme física y mentalmente de mi accidente… pero bien está lo que bien acaba.
Hay tantas cosas a cambiar en España…. y, sinceramente, creo que hemos perdido la noción de “mínima justicia”. Aquí cada uno a lo suyo, pero en lo que se refiere al chanchullo. Cuando se trata de establecer unas condiciones mínimas para que la gente trabaje, ahorre y monte su empresa, para eso no. Para eso Estado, Estado y más Estado. Pues así nos va.
Un abrazo, y larga vida a Tomania.
Hola Burrhus
Yo también soy de los que se han ido, ahora estoy de vuelta haciendo un impasse para montar dos start ups en Londres.
Con el agravante de que yo soy un no nacionalista en una Barcelona que ya ni reconozco. Personalmente lo de quedarse me parece hacer el primo de mala manera. España me parece un país tan envilecido y tan podrido, su casta política, sus leyes, el estado de las autonomías, que cualquier cosa que no sea hacer las maletas y prosperar lejos de aquí es una perdida de tiempo.
Por ultimo me gustaria recordar algo muy significativo e importante, en Irlanda o Alemania, los sindicatos son de pago, como en la gran mayoría de países, como es posible que semejante disfuncion de la mayor clase parasitaria que hay en Europa siga vigente es una abominación que retrata la cobardía y miserias de este país. En cualquier lugar decente, esta gente que vive a costa de los demás, liberados y demás purria de la peor ralea, hace tiempo que estarían trabajando y creando riqueza por miedo a llegar a casa y no tener ni para krispis.
Aquí no.
Aquí ni se plantea acabar con las subvenciones a entes comunistas anclados en el tardo franquismo.
Yo prefiero irme. Aquí sólo veo interesados, rndogamia, chulería, vagancia, robos, ineptitud. Fuera sabrán respetar mis carreras y mi cerebro, quédate tu y lucha para tu país. Ahora que ves que se van los buenos te entra la caquita, pues te jod…
Hola, Potoma. Bienvenido a Desde El Exilio.
El caso es que si uno quiere mejorar España, puede hacerlo perfectamente. Uno no sólo puede salir a la calle y manifestarse. Puede ver las leyes publicadas, puede mejorar la situación económica de su familia… y se puede votar a cualquier partido político.
Saludos.
A los paises a los que no les interesa que España prospere ,es precisamente a aquellos que reciben a los profesionales cualificados españoles a precio de ganga.
Miguel Angel Sanchez Salcedo
Hola, Miguel Angel. Bienvenido a Desde El Exilio.
El problema de ese argumento es que los países cualificados necesitan que gente con capacidad adquisitiva alta les compre sus productos. Y aquí, en Alemania, hay un debate serio ahora mismo sobre la emigración.
En mi opinión, es mucho más sencillo. Hemos creado este problema nosotros. Con nuestros votos, nuestros políticos, nuestras leyes, nuestra corrupción, nuestro clientelismo y nuestro sectarismo. Nadie más. Y tenemos que arreglarlo nosotros. Es nuestra culpa y nuestra responsabilidad. Merkel no ha votado ni a Paco Camps ni a Susana Díaz.
Reciba un cordial saludo.
Gente con capacidad adquisitiva alta que les compre los productos , no les falta , pero mano de obra buena y cualificada con sueldos bajos , si.
¿y a que partido sugieres tu votar que solucione el problema?
El argumento sigue siendo flojo, en mi opinión. Una economía de libre mercado no es un juego de suma cero. No hace falta que la gente que se empobrezca.
Yo tengo mi partido, pero no me gusta hacer propaganda. Tampoco es muy difícil de averiguar. Este tipo de decisiones son estrictamente personales, y yo no soy quien para inmiscuirme.
Es muy triste pero creo que es muy cierto todo lo que dices. En mí empresa, un centro estatal de I+D la mayoría de los científicos, algunos muy buenos profesionales, tienen ideas muy peregrinas sobre economía y política, en general la izquierda es abrumadora. No priman la transparencia y el mérito. Hay hasta 9 personas de una misma familia trabajando en el centro. Los sindicatos lo controlan todo y sus comunicados están llenos de faltas de ortografía, que es la más evidente de sus carencias pero no la única. No existe una mínima optimización de los recursos. Hay mucho amiguismo y poca profesionalidad. En fin, el panorama es desolador. Yo espero que mi hija, de once, años se vaya de España en cuanto pueda. Invierto todo lo que puedo en que aprenda inglés. Es muy lamentable pero estoy convencido que aquí no hay futuro.
Hola, Benjamín. Permítame una recomendación para su hija. Invierta, si le es posible, no sólo en inglés, sino también en alemán. Es el mayor mercado laboral de la Unión Europea.
Lo de las empresas estatales, tristemente, no me sorprende en absoluto. Y al final los resultados están ahí. La gente con talento se va, y sólo quedan los parásitos. Solo cabe preguntarse si alguno de estos parásitos tendrá la honestidad suficiente como para preguntarse si la situación actual es sostenible en el tiempo. Que lo dudo.
Hola Burthus
Hace algún tiempo que llegué a la conclusión – no si se errónea – pero tras ver los gráficos de paro en España desde finales de los 70 hasta ahora de:
– España es un país donde “pleno empleo” significa un 15% de paro. Lo anormal es el paro por debajo de esa cifra, y parece que sólo se ha producido en la época de una entrada bestial de capitales en España que dio lugar a la burbuja. No hay ahora mismo madera para cambiar eso.
– España – y creo que en esto no se diferencia de otros países – tiene fuertes grupos de presión de todo tipo que buscan la protección del Estado para su chiringuito particular. En realidad, creo que el mercantilismo define mucho mejor el sistema en el que nos movemos. Pero eso no es exclusivo de España. Eso implica todo tipo de barreras de entrada, legislaciones absurdas, legislaciones laborales, etc. Es lo que da los mimbres que tenemos, pero es que lo que hay que reconocer es que hay una gran cantidad de la población que está cómoda y aplaude este tipo de cosas. Aquí queremos los servicios públicos de países del norte, no queremos pagar impuestos y encima tenemos una productividad baja.
– Te he leído en twitter varias veces esta última semana denunciar en Twitter pq nadie se rebela en Andalucía por la elevada tasa de paro. Y estoy convencido, que a pesar de las penurias de ciertos sectores, hay mucha gente cómoda.
– En cuanto a los políticos, siento ser políticamente incorrecto, pero en general, creo que tenemos los políticos que nos merecemos. Y que por mucho que nos guste bramar contra ellos, hay mucho más reflejo en los mismos de la sociedad española de lo que muchos están dispuesto a admitir.
– Si en algo que soy pesimista es en el hecho de pensar que vamos a un mundo de más libertad. Creo que vamos, precisamente en dirección contraria, un mundo más mercantilista, con mayor control de los flujos de capitales , y veremos si en un futuro no aparece también aranceles. Si el euro fracasa, creo nos acercaremos mucho más a ese escenario, y en especial de políticos populistas del que nadie va a estar a salvo.
– España no ha sido nunca un país donde la competencia y la creación de empresas sea algo bien visto. En los años 80 recuerdo haber visto fijado por ley el precio del pan. Hay amplias capas de la población que le encantaría que fuera el Estado el que fijara precios de ciertas cosas (siempre en el servicio o bien que vende los demás) o que hubiese números clausus para ciertos negocios. Eso no es comprensible en un mundo global como en el que nos movemos.
– Cada vez estoy más convencido que en estos análisis falta el papel de los medios de comunicación, los cuales se han encargado una y otra vez de bombardear a la gente con ideas sobre economía fracasadas.
Hola, Drizzt.
– Conclusión 15% paro. La comparto al 100%. Y lo que es más grave: Lo consideramos normal.
– Clientelismo. Esta entrevista al Nobel Edmund Phelps es muy recomendable.
– Comodidad en Andalucía. Es una mezcla entre “Tienes razón” y “Ya, pero paso porque nada va a cambiar, y así tampoco estoy tan mal”. Es como esa mujer maltratada que no quiere desprenderse de su horrendo marido porque tiene miedo de lo que pasará al principio. La Junta de Andalucía funciona así: por un lado, te quita casi toda oportunidad para prosperar, y por otro te brinda su “ayuda social”.
– Políticos. Sí. Tenemos los políticos que nos merecemos. Y como yo no me merezco estos, me he pirado de allí.
– Estado mercantilista. Hablan del neoliberalismo, pero yo sólo veo socialdemocracia por todas partes. No obstante, hay socialdemocracias que funcionan mal y otras que funcionan peor.
– Capitalismo real en España. Nadie ha hecho pedagogía en este tema. Ni políticos, ni empresarios, ni sindicatos, ni periodistas, ni profesores. Tan sólo los liberales, que somos tres y el del tambor.
– Prensa. Los medios quieren aquello que dé dinero. Y lo que más dinero da no es el cliente. Es el legislador. El legislador es el principal usuario de los medios. ¿Qué se puede esperar de algo así?