VOX no es un partido liberal

VOX nace como escisión del PP, lo cual no es malo en sí mismo, pero en ningún caso debemos pensar que se trata de una aternativa votable para los que nos sentimos liberales. Esta declaración de Juan Pina, presidente del P-Lib, deja las cosas claras:

Sí, yo soy uno de esos afiliados al P-Lib.

Luis I. Gómez
Luis I. Gómez

Si conseguimos actuar, pensar, sentir y querer ser quien soñamos ser habremos dado el primer paso de nuestra personal “guerra de autodeterminación”. Por esto es importante ser uno mismo quien cuide y atienda las propias necesidades. No limitarse a sentir los beneficios de la libertad, sino llenar los días de gestos que nos permitan experimentarla con otras personas.

Artículos: 3201

32 comentarios

  1. Por cierto, tengo entendido que es diseñadora gráfica, por lo que deduzco que es la autora del programa de identidad visual de Vox.

  2. No sé si Vox es liberal, conservador o mediopensionista. Lo que si puedo decir es que Vox tiene a Cristina Seguí, mientras que el PLib tiene a Juan Pina. Francamente, no hay color.

  3. Por una parte es un error estratégico grande, puesto que la mayoría de los que se hacen llamar liberales en España son de derechas, y ahí está el caladero de votos del P-lib
    Por otra parte es lo que se tiene que hacer, asegurarse de que todos los que apoyan al P-lib son liberales sin mochilas ideológicas ni etiquetas. Pero eso siempre será una opción minoritaria.

    • Dos cosas, Alfredo.

      1. Lo de ser minoritario no me parece nada grave. Lo triste es ser irrelevante.

      2. Ya me gustaría ver una definición de «mochila ideológica», de la que se concluya que el P-Lib carece de tal peso.

  4. Desde luego que hay tantos liberalismos como liberales. Dentro de éstos, los hay que pueden calificarse de «sensatos», entendiendo por sensatos aquellos que asumen que pasar de una realidad socialdemócrata a una mínimamente liberal sólo puede serlo a través de profundas reformas en el sistema ( a ver quien es el guapo de quita la Seguridad Social de un plumazo), y los que pueden calificarse de «insensatos»: ignoran la realidad, se inventan (como los progres) una naturaleza humana que sólo existe en sus ensoñaciones y no aceptan la actuación reformista. Yo me adscribo a los primeros, al menos sé que jamás veré realizado mi ideal, ahorrándome frustraciones de todo orden. Vox, con todas mis reservas, y el P-Lib, me parecen sensatos, otra cosa es que unos caigan más simpáticos que otros, por el distinto envoltorio del mensaje que transmiten.

    • Carlos J.: completamente de acuerdo con todo tu comentario, en especial con la crítica que haces a «los que se inventan una naturaleza humana que solo existe en sus ensoñaciones». Por ejemplo: estoy convencido que Vox, si llega a cuajar y alcanza cuotas de poder sufrirá el problema de la corrupción, precisamente porque la corrupción es parte de la naturaleza humana. Y en ese supuesto asistiremos a otros problemas clásicos de la naturaleza humana: la tendencia a disculparla si los corruptos son de los míos, o al problema de como los líderes afrontan los problemas de corrupción del propio grupo que los ha aupado a su condición y a los que necesitan para mantenerse en el liderato del grupo.
      Estos son problemas generales de la naturaleza humana, que por tanto afectan por igual a unos grupos y a otros. Otro problema clásico en la dinámica de grupos es la tensión entre líderes y subordinados, que se manifiesta en la tendencia de los primeros a dirigir de manera autoritaria frente a la aspiración de los segundos a ser dirigidos por «consenso».
      Evidentemente, algunos de eso problemas, como el de la corrupción, no se manifiestan mientras Vox, el P-Lib o cualquier otro partido en ciernes, no alcance el suficiente poder como para que la corrupción tenga efectos prácticos, pero otros, como los problemas de tensión entre líderes y subordinados están a la orden del día en cualquier grupo, por minúsculo que sea.

  5. Varias cuestiones:
    1º Cuando tenía aproximadamente 15 años, estuve coqueteando en plena transición con las microsectas ultraizquierdistas que crecian como setas en otoño en aquellos años. Uno de los pasatiempos favoritos de todas ellas era despellejarse entre sí hasta el punto que el calificativo más utilizado para atizarse entre ellas era el de «revisionista»: término popularizado por el stalinismo para denigrar y asesinar legalmente a los propios comunistas caídos en desgracia.
    2º Asistir practicamente a lo mismo 35 años después y desde el entorno liberal, la antítesis ideológica de aquellos grupos, no hace sino reafirmar mi convicción de que las personas y los grupos que formamos básicamente respondemos a leyes biológicas independientes de la cultura o de la ideología.
    3º Por primera vez en mi vida, me he afiliado a un partido político: Vox. Por varias razones:
    La 1ª es que respeto y admiro a una persona como Ortega Lara, que junto a otros, ha fundado Vox, que pudiendo haberlo tenido «chupado» para medrar en el el PP, ha antepuesto sus ideales a sus intereses personales.
    La 2ª es que en Vox defienden sin complejos la idea de España como el marco necesario e imprescindible para la libertad y prosperidad de los españoles. Justamente la postura ambigua cuando no directamente contraria en este tema del P.Lib es la que me convenció de que no era mi opción política.
    La 3ª es que entiendo que Vox es un partido liberal, sobre todo en lo económico, con el que me identifico en mis planteamientos económicos que para mí, y más en en momento actual, son los esenciales, aunque en otros temas como el del aborto no coincida con ellos.

    • Y se me olvidaba la 4ª y no menos importante: el PP actual, el de Rajoy, Gallardón y Cía, el de Gurtel y Bárcenas, el PP de Madrid con Ignacio González y su ático,etc, etc me resultan casi tan corruptos y nefastos para el conjunto de España como los del PSOE.En otras ocasiones he votado al PP como mal menor y sobre todo por la inexistencia de algo mejor. Espero que Vox sea esa mejor alternativa.

  6. Tal vez podemos rizar el rizo, y distinguir entre el liberalismo absolutista, y un liberalismo (podríamos decir) liberal – que comprende que no habiendo absolutos ni dogmas, el liberalismo tampoco puede serlo.

    No es ningún problema de relaciones públicas, Luis. Es un problema de actitud, y de absolutos. Y, sobre todo, es el problema de que ya hemos visto demasiados dogmatismos -y sectarismos y fanatismos- como para no distinguirlos a muchos kilómetros. Y como para confundir el razonamiento fundado con las afirmaciones sonoras, o la idea profunda con la frase bonita. O la piedra con el humo.

    Y luego ya cuando como gran argumento te sueltan nombres de pensadores más o menos conocidos … ¡cojones!, ¿no sabe Pina hablar o pensar por sí mismo? ¿Escolástica?

    • A mi me gustaba más tu definición de «liberales alegres» Plaza, tiene mayor fuerza visual, y deja un buen campo de juego para los demás liberales, no necesariamente tristes, pero si católicos, patriotas, minarquistas…

      Por cierto, rescato una frase genial del hilo de mi muro de FB correspondiente a esta entrada:

      La tendencia de los «austríacos» a convertirse en una secta en la acción política es directamente proporcional a su tendencia a convertirse en una neoescolástica en lo intelectual.

      • Sí, a mi también, Eclec. Pero creo que es distinto el liberal «alegre» del absolutista. El alegre solo se salta unos cuantos detalles imprescindibles del mundo. Por ejemplo la sociedad, que Luis cree que es lo que los individuos quieren, cuando en realidad eso solo es lo que imagina que debería ser. La «alegría» es confundir los deseos con la realidad. Producto del entusiasmo, probablemente. El dogmático es el que nos manda al infierno a todos los que no somos de la cuadra, y dona el imprimatur de fetén al de dentro. Producto del sectarismo. No es lo mismo.

      • Cierto, es que (casi) todos los «liberales dogmáticos» son «liberales alegres» pero no todos los «liberales alegres» son dogmáticos, me consta. Es decir que la crítica va dirigida a una facción del los «liberales alegres», podríamos llamarlos los «liberales cripto-alegres», o «cripto-liberales» directamente (por su previsible destino de permanecer en guetos) 🙂

  7. Me da que aquí estoy con Plazaeme y con Esop. Y también me da que la corriente principal del P-Lib no tiene el menor propósito de enmienda para recavar votos de gente de nuestra calaña. Craso error.

    Hay un texto con el que he tropezado esta tarde y del que extraigo este párrafo que representa muy bien mi postura en este debate:

    Si algo dio validez (y todavía hoy lo hace) al liberalismo como filosofía, fue el hecho de haber cuestionado la existencia de verdades absolutas y de grupos políticos y religiosos, o de cualquier otra índole, que los poseyera de manera exclusiva. El liberalismo se opuso de manera tajante a toda monopolización de la verdad, del conocimiento, de la propiedad, de la industria y el comercio. También se opuso al absolutismo en cualquiera de sus formas. Y en eso radica gran parte de su valor pasado y presente.

    Desafortunadamente muchos liberales se han olvidado de ese elemento clave de su filosofía que es la critica y la autocrítica, sobre todo cuando se ejercen en función de una lectura cuidadosa de la realidad existente.

    Desde luego la sentencia «lectura cuidadosa de la realidad existente» resulta perfectamente transparente para el que quiera que diseña la estrategia electora del P-Lib. Porque me temo que el P-Lib (o una corriente importante de él que incluye a la dirección) cae en una adoración casi religiosa de determinados clásicos de la escuela anarco-capitalista austriaca (Rothbard, Friedman, Hoppe…), y se olvidan de que el liberalismo en España es difícilmente encasillable en parámetros anglosajones, al menos en su vertiente sociopolítica. Por tanto, despreciar, como a menudo desprecian, el patriotismo o el catolicismo que legítimamente defienden muchos liberales españoles, es poco menos que dar paletadas para cavar la propia tumba. Craso error, insisto.

    Luis, quizá no hayas presenciado últimamente conversaciones entre ortodoxos del anarcocapitalismo y otros liberales, pero te aseguro que el dogmatismo, y el desprecio hacia el que se desvía un milímetro de él, es clamoroso. Varios amigos hemos comentado este asunto en Facebook en los últimos tiempos (la última vez hoy mismo en relación a la actitud oficial ante el nacimiento de Vox que resume Juan Pina en el vídeo), gente que se considera profundamente liberal, aunque con distintos equilibrios entre las componentes política y económica, pero liberal a fin y al cabo; y en los últimos meses a todos se nos «ha retirado el carné» de liberal y se nos han expedido unos nuevos de «facha», «calcurnia», «carca»… No somos liberales fetén. Una actitud que puede describirse de muchas formas, pero desde luego todas alejadas de una concepción del liberalismo que parta de la base del respeto al discordante, y la discusión y el debate de las ideas fuera de prejuicios.

    Hace ya tiempo que me da la impresión de que en el P-Lib han recabado algunos rebotados de las «fuerzas de progreso» y que no han terminado de superar algunos de sus principales tics: ateísmo integrista, auto-considerados en posesión de la verdad absoluta, odio al que se sale de sus dogmas, mediocridad intelectual… Y nada bueno puede salir de ahí.

    En resumidas cuentas, que creo que el P-Lib se equivoca si pretende convertirse en expendedor de carnés de «pureza liberal», y en guardián de la esencia de la escuela austriaca. A no ser claro que pretendan convertirse en una secta más o menos críptica con las mismas posibilidades de llegar al parlamento (y por tanto cambiar la sociedad y hacerla «más liberal»), que la agrupación de amas de casa de mi barrio.

  8. Plaza: Pues que entonces no tienen matiz liberal… ni el matiz, debo decir.

    Es el de liberal un apellido que mola, pero que cuando llega la hora de la verdad, se esconde.

  9. En el vídeo Juan Pina dice algo con lo que coincido desde siempre: Todos los partidos tienen cosas con las que puedes estar de acuerdo y con las que no. Yo me afilié al P-Lib el pasado Julio porque creo que la libertad económica y otras libertades deben estar por delante que otras propuestas dogmáticas con las que puedo estar de acuerdo como el unidad de la nación, recentralizar el estado, etc.
    Sé que P-Lib es muy difícil que llegue a tocar poder nunca. Sus ideas son antipáticas ya que la libertad exige responsabilidad, que el estado piense por ti genera adicción y vagancia mental, nadie se quiere parar a pensar que los servicios que ofrece el estado a precios carísimos son servicios que en su mayor parte no usarán jamás pero que pagarán siempre…
    Por resumir, me alegro de que surja un partido de derechas como Vox al que me hubiese unido sin dudar después de leer su manifiesto si no fuera que he conocido al P-Lib antes y me siento más confortable con sus planteamientos. Y me alegro de que los españoles tengamos más alternativas que las de derechas – izquierdas y ultraderechas o ultraizquierdas. Mi alternativa es la liberal pero no tan libertaria. Como dice mi blog, Liberal ma non tanto.
    Un cordial saludo

    • Eduardo, sus ideas no son, resultan antipáticas por muy deficientemente presentadas y comunicadas. ärido y arisco en forma y fondo. El P-Lib me parece un partido fallido.

    • Yo no lo veo así. La frase «somos un partido de matriz liberal» (en cuanto al modelo económico) dice bien claro que (a) está por la economía de mercado y (b) no es un partido liberal (solo lo es «de matriz»). Lo que sigue lo deja bien claro:

      En cuanto a su modelo económico, uno de los fundadores, el diplomático y empresario Santiago Camuñas, ha aclarado que «somos un partido de matriz liberal» pero con profundas convicciones de que los organismos reguladores «deben funcionar con total plenitud» e independencia. En política fiscal, apuestan por un modelo que no sea «expoliatorio» y que no «impida el progreso económico».

      Es decir, una decidida apuesta por un sector público que no gaste más de lo que tiene, que no obligue al sector privado y las clases medias a financiar «un gasto público desorbitado». En cuanto a la creación de empleo, «deben ser las empresas y los empresarios los que», con su actividad, generen puestos de trabajo.

      ¿Cuál es el problema? Yo no lo veo. Creo que hay que ir a buscarlo, para verle un problema.

  10. Más bien son los demás partidos los que se identifican como liberales,sin tener ni un ápice de ello

  11. Estoy básicamente muy de acuerdo con plazaeme.
    El P-Lib, del que ya he criticado algunas cosas, se me hace cada vez más un partido dogmático y profundamente antipático. Tan fueracacho que dudo de que alguna vez tenga tan siquiera una mínima influencia.

    • O sea, que defender la propia identidad y desmarcarse de opciones conservadoras (u otras no propias) vía programa es dogmatismo… fabuloso.

      Saludos Esop! Hacía tiempo que no pasabas por aqui! 🙂

      • Te lo pongo de otra forma, Luis.

        – Vox no es un partido liberal.

        – ¿Y quién ha dicho que lo sea?

        Bien, puede pensarse que solo un partido liberal (a la manera de entender el liberalismo que tiene el P-Lib) es útil en España ahora. Eso da la impresión de cierta simplificación, y también de cierto dogmatismo.

        Al final, un dogma no es más que un axioma simple sacado más o menos de la gorra, sobre el que se hace pivotar toda explicación del mundo.

      • Maximalista en todas sus posturas, con algunas de las cuales no estoy de acuerdo. Eso es bastante dogmático.
        Luis, a mí no me torees , ¿eh? 😀

        • Lo que tú llamas maximalista, yo lo llamo contundentemente consecuente con el liberalismo. Estar o no de acuerdo ya es otra cosa. Cada uno lo suyo.

  12. Saludos Plaza!
    Bueno, si no te ha gustado a tí, es que no es malo del todo (el vídeo) 😉

    Efectivamente, la sociedad no es más que lo que los que sus individuos quieren, luego no es. Y a eso se reduce nuestra diferencia, mayormente 🙂

  13. Lástima que como verdad sea manifiestamente mejorable.

    En todo su extenso manifiesto, no aparece ni una sola vez el término liberal, ni liberalismo. (min 1:50)

    Manifiesto fundacional:

    Principios inspiradores:

    1. La libertad individual, el Estado de Derecho y el imperio de la ley son elementos indispensables de la democracia, que requiere asimismo una presencia continua y una participación activa de la sociedad civil en los asuntos públicos.

    Pero estoy de acuerdo en que no es un partido liberal, muy probablemente. Ahora bien, ¿es un partido más, o menos liberal que otros? ¡Ah, eso no nos importa! Somos maximalistas. Lo que no calque mi libro, no me vale. España.

    Por cierto, ¿alguien ha visto surgir una sociedad liberal o bien de caos, o bien de la selva? Porque si fuera el caso de que no, me pregunto qué nos lleva a pensar que eso puede ocurrir. Salvo que llamemos liberales a las sociedades de piratas del Caribe. Que, siento decirlo, necesitaban de la presencia y tráfico de otras sociedades -seguramente nada liberales- para poder rapiñarlas.

    La idea del orden espontáneo está muy bien, y es tremendamente sugestiva. Solo falta que alguien lo vea nacer a partir de un no-orden previo, para tomar en serio esa posibilidad. También es posible que el prodigio no haya llegado a nacer nunca, si aceptamos el retrato del mismo que hace el P-Lib. Pero en ese caso, los «que se sienten liberales» deberían de hacer cierto esfuerzo por explicar(se) si esperan que la maravilla surja como evolución de algo anterior, o del caos. Y si es el primer caso (el único verosímil), plantearse qué tipo de orden previo resulta más favorable. Y llegados aquí, contemplar si conviene favorecer aquellas situaciones que podrían dar pie o que acerquen a lo que quieren. Esto es, tener en cuenta la posibilidad teórica de remar junto a gente en un rumbo que, sin ser el ideal, al menos acerca a o posibilita que.

    Francamente mal este vídeo del P-Lib. ¡Eh, cuidado, que no son galgos como nosotros, sino vulgares podencos! Es posible que sea un fallo intrínseco de cierto liberalismo. El sueño de que la sociedad no existe, y de que cada nota lo puede hacer todo por sí mismo, o inventando cada vez grupos ad hoc para resolver cada problema. Y así tenemos mil artistas muy puros y radicales, cada uno con su libro y teoría (que no le importa a nadie), peleando entre sí – en vez de haciendo un camino común que -al menos- acerca a algún sitio.

    No es que esté defendiendo a Vox. Me parece bien que sus ideas tengan representación. Y siempre es fácil soltar cosas bonitas antes de tener responsabilidad. Ni idea de si será útil. ¿Son nacionalistas? No estoy seguro de que lo sean en un grado patológico. No les he visto proponer ninguna esencia ni exclusión de nadie en su idea de nación. Vaya, que no parecen tener mucho que ver con la descripción de Orwell del nacionalismo (para mi, la mejor):

    http://libertadyrazon.blogspot.com.es/2006/04/orwell-anotaciones-sobre-el.html

    Pero a Pina le sirve para marcar territorio. Justamente, ese «hábito de asumir que los seres humanos pueden ser clasificados como insectos», tan propio, precisamente … ¡del nacionalismo!

    No, no estoy defendiendo a Vox. Solo estoy atacando al P-Lib. Debo tener la mañana torcida. 😉

Los comentarios están cerrados.