En realidad todos mis deseos para el 2014 se pueden resumir en uno: deseo que usted pueda cumplir los suyos.
Deseo que encuentre trabajo. Que pueda levantarse cada mañana dispuesto a dar lo mejor de sí, orgulloso de poder demostrar a su familia, a sus amigos, a sí mismo que es capaz de tomar las riendas de su vida y crecer . Poder, por fin, saltar la valla que separa a los ayudados de los autosuficientes. Obtener ese mínimo de riqueza que le permita volver a ser generoso, solidario de verdad. Nada hace más feliz que compartir aquello que realmente ha sido duro de conseguir.
Deseo que encuentre la paz. La paz con ese conocido, amigo, pareja, familiar que siempre encuentra la palabra o el gesto adecuados para causarle dolor. Pero también le deseo templanza, esa que todos necesitamos para frenar el breve momento de maldad que en ocasiones nos asalta y con el que tanto daño hacemos. Es justo defenderse, pero es sabio no resarcirse ni abundar en los miedos del otro. Y es bondadoso acompañar al otro en esos miedos, en sus incertidumbres.
Deseo que encuentre consuelo. El vacío que dejan los seres queridos que se van es irrecuperable. Nada podrá nunca devolvernos sus gestos, sus sonrisas, sus lágrimas, sus caricias, sus silencios. Deseo que cuando se abandone a los recuerdos lo haga sonriendo, más consciente de lo que fue que sufriente de lo que ya no es. El nuestro no es un camino de destierro en destierro, es aventura y aprendizaje. Ellos, los que ya no están, nos acompañaron durante largos tramos siendo al mismo tiempo cayado y abismo. El cayado en que nos apoyamos, el abismo del que aprendimos a trazar puentes.
Deseo que encuentre firmeza. ¡No desfallezca nunca! Convierta cada derrota en un nuevo comienzo, cada traspié en una nueva lección. Y deseo que encuentre las herramientas que necesita para ello: lea, viaje, indague … cuanto más y más variada la información a la que accedemos, más sencillo es encontrar soluciones inesperadas. De la firmeza nace la excelencia. De la excelencia la riqueza personal. Cada vez que nos rendimos perdemos un poco de nuestra autoestima. Cada vez que luchamos hasta la extenuación, aprendemos algo más sobre nostros … y sobre los otros.
Deseo que encuentre el niño que lleva dentro. Entréguese a la magia de descubrir cada minuto algo nevo y diferente. Vuelva a ser la esponja que era en su infancia, capaz de vivir en contínuo proceso de aprendizaje. Permita que surja el brillo en sus ojos con lo que le fascina, las lágrimas con lo que le emociona. Ría como si de su última carcajada se tratase. No olvide nunca que la vida está llena de verdades, que todos tenemos algo que decir y mucho que escuchar.
Deseo que en este 2014 que pronto empieza usted sea un poco más usted mismo y bastante menos lo que cree que los otros esperan de usted. ¡No se rinda!
Ojalá se cumplan sus deseos.
Muy hermoso, Luis. Lo comparto.