Salarios y empleo.
El viernes 29 noviembre aparecía este informe en el que se aseguraba que un descenso del 7 % de los salarios produciría un aumento del empleo de algo más del 10 %. No me gustan mucho esta clase de informes porque creo que no se puede establecer una fórmula que determine las cosas con esa certeza. Ya saben: demasiadas variables y no conocemos con certeza como evolucionan e interaccionan entre ellas. Pero las generalidades que se exponen en ese informe son evidentemente ciertas.
Especialmente interesante son estos puntos:
Una reducción del 7% del salario real medio no implica que todos los salarios tengan que disminuir:
1. Los salarios de aquellos trabajadores ocupados que ya estén ajustados a su productividad no tendrían que reducirse
2. Cuando la situación económica de las empresas cambie, la negociación colectiva a nivel de empresa debería asegurar que los salarios aumentan o disminuyen en función de las variaciones de la productividad.
3. Los trabajadores desempleados tendrán que ajustar su salario de reentrada a la productividad del nuevo puesto de trabajo con el que pasan a estar ocupados.
4. En los casos en los que la productividad sea inferior al salario mínimo, las ayudas públicas deben cubrir ese gap y asegurar el reciban aseguren la formación y mejora de la productividad de esos trabajadores.
La mayor dificultad para el ajuste de los salarios en España es la extremada rigidez del mercado laboral. ¿Cómo? ¿Extremada rigidez? ¿Después de la reforma laboral? Les voy a poner un ejemplo.
¿Saben cuanto gana de media al mes un empleado de la categoría más baja de la empresa municipal de limpieza de Gijón con 10 años de antigüedad?
Más de 1.800 € al mes!!, y eso trabajando 36 horas a la semana, y eso después de los recortes. Y eso sin contar pagos por trabajos en festivo o servicios especiales. Y eso sin contar con múltiples y excepcionalmente favorables condiciones laborales.
El salario medio en España es de 1.500 € al mes, y eso con jornadas laborales de 38 horas semanales.
Hemos visto durante la huelga de limpieza en Madrid (noviembre 2013) como las empresas de trabajo temporal encontraban trabajadores para sustituir a los huelguistas en cuestión de horas. Imagínense que mañana se ofertasen de una manera masiva puestos de trabajo con las condiciones de los trabajadores de la Empresa Municipal de Limpieza de Gijón, trabajadores sin cualificación alguna. Es decir:
1.800 € al mes por 36 horas de trabajo, no se requiere estudios, ni idiomas, ni experiencia, ni oposición. Excepcionales condiciones laborales (permisos, extras por trabajos nocturnos o festivos, promoción automática, adelantos del salario sin pagar intereses…).
¡¡¡Habría millones de candidatos que se pelearían por un puesto así!!! Y si no, vean esto. Y no creo que IKEA pague ni de lejos lo que la Empresa Municipal de Limpieza de Gijón.
Cuando en un país con 6 millones de parados, muchos de ellos jóvenes cualificados, y unos salarios como los que hay en España, unos trabajadores sin ninguna cualificación pueden tener trabajos fijos en las condiciones que tienen, por ejemplo, los trabajadores de la Empresa Municipal de Limpieza de Gijón, es que el mercado laboral no existe. Ojo no he dicho que no esté suficientemente liberalizado digo que directamente no existe. Así que los que achacan el paro que hay en España al mercado simplemente no saben de lo que hablan.
Hablar de liberalización del mercado laboral cuando suceden de forma sistemática hechos como el anterior es una burla.
Pero ¿Cómo han accedido a esos empleos los trabajadores de la Empresa Municipal de Limpieza de Gijón? Pues mediante el compadreo político – sindical.
Esos empleos se consiguen no mediante un mercado libre sino por la coacción político – sindical. La consecuencia es que los gijoneses tienen que pagar 24 M€ anuales por una nómina con 650 trabajadores (2.300 € de media al mes por trabajador, más cotizaciones a la Seguridad Social, el salario de 1.800 al mes que comentaba más arriba es el de los trabajadores menos cualificados de la empresa).
Encima uno de los delegados sindicales de la empresa tiene el cinismo de decir que:
“No vamos a permitir ni ahora ni nunca que nadie nos privatice o que alguien quiera hacer negocio con los derechos ciudadanos y un patrimonio municipal desde el año 79”.
Es la norma de los defensores de “lo público”: confundir sus intereses particulares con el “bien común”, con “lo público”.
¿Desde cuando pagar por un servicio un precio abusivo es un “derecho ciudadano”?
Para los trabajadores que no están bajo la cobertura del paraguas político – sindical las consecuencia es doble: por un lado ellos tendrán mucho peores salarios al no estar “protegidos” y por otro lado tendrán que pagar por los servicios del Ayuntamiento precios altísimos. En definitiva serán más pobres.
Los que defienden estos salarios privilegiados (“empleo de calidad” lo llaman) porque con ello “la demanda será alta y se generará empleo” olvidan cínicamente que la demanda alta de los trabajadores protegidos se hará, no porque su productividad sea elevada, sino a costa de la menor demanda del resto de la gente que tiene que pagar precios elevadísimos por el “trabajo de calidad”.
¡Oh, claro! A todos nos gustaría (y a mí el primero) que los salarios de la gente fuesen como mínimo de 2.500 € al mes o de 3.000 € o de 6.000 €… pero estamos hablando de la realidad y si se pretende que el sueldo de un barrendero, un jardinero o un limpiador de edificios públicos sea de más de 2.000 € al mes, entonces ¿Cuánto debería cobrar un médico, un ingeniero o un abogado? ¿O un empresario? Desgraciadamente la productividad en España no da para esos salarios.
Pero es que además hay un efecto perverso que perjudica también al trabajador protegido: su elevado salario empuja al alza los precios y como consecuencia los salarios de los demás trabajadores… pero se enfrenta a la falta de productividad del sistema y la consecuencia de salarios altos (o por lo menos expectativas de) y , relativamente, baja productividad es… ¿Lo han adivinado? Pues sí: más desempleo.
Si los salarios (esperados) superan la productividad, nunca, pero nunca, se acabará con el desempleo. ¿Y cuál es el efecto perverso? Pues que tenemos un Estado del bienestar que garantiza determinados servicios independientemente del número de trabajadores o de su productividad. Es más el coste del Estado del bienestar aumenta con el desempleo en vez de disminuir, como ejemplo el mes pasado en que se gastaron 2.329 M€ en prestaciones por desempleo. Y eso sin incluir salarios sociales y otras medidas de emergencia para que la gente no quede en la indigencia que cuestan un montón de millones de euros al mes. Sólo en Asturias el salario social ha supuesto este año un coste de 60 M€.
Si hubiera pleno empleo no serían necesarios esos gastos y encima los ingresos del Estado del bienestar serían mucho mayores. Con ello los impuestos (o el déficit) serían menores y los salarios reales de los trabajadores con empleos de calidad (y de los otros) serían más altos.
En definitiva los altos salarios de los “empleos de calidad” acaban aumentando los precios y el paro, aumentan los gastos del Estado del bienestar y disminuyen sus ingresos y al final los trabajadores de los “empleos de calidad” (y de los otros) tienen que acabar pagando elevados impuestos (y por tanto teniendo salarios reales más bajos).
Por mucho que la gente crea que el gasto público lo pagan siempre los otros al final más tarde o temprano la factura llega.
Deuda pública y privada.
Durante esta crisis se ha podido ver y se ve en mucha gente actitudes digamos que curiosas.
Acusan al endeudamiento privado de la crisis… pero piden que se vuelva a prestar sin muchas garantías, el famoso “tiene que volver a fluir el crédito”.
Protestan por la “estafa” de las preferentes… pero no quieren que los bancos ejecuten las hipotecas. ¿Cómo piensan que van a devolver los bancos el dinero si la gente deja de pagar las hipotecas y no devuelven las casas?
Piden que se nacionalice la banca… pero la banca que ha quebrado ha sido la pública.
Dicen que el rescate bancario es el responsable de los recortes… pero olvidan que:
a) Los bancos privados han puesto casi 10.000 M€ para rescatar a la banca pública.
b) Del resto del dinero del rescate, (52.000 M€), 41.000 M€ ha sido un crédito de la UE por el que en los próximos 10 años sólo pagaremos poco más de 200 M€ al año. Lo que quedan, 11.000 M€, no es ni el 3 %, sí: ni el 3 %, de lo que se ha endeudado el Estado durante lo que va de crisis.
¿Y el otro 97 % de endeudamiento? Pues es el resultado de que en los primeros años de la crisis el gasto público se disparó y además millones de trabajadores perdieron su empleo y miles de empresas cerraron y por tanto la recaudación fiscal se desplomó, y todavía queda el hecho de que al aumentar la deuda y la prima de riesgo el gasto en intereses también se disparó.
Ahora vamos a ver unos gráficos (la fuente aquí):
Gráfico 1.- Deuda pública y privada en términos absolutos.
Como puede verse hasta el año 2007 la deuda pública no aumentó e incluso disminuyó por ejemplo en el año 2007. Mientras tanto la deuda privada tanto de familias como de las empresas se triplicó entre el año 2000 y el año 2008. A partir del año 2008 las tornas cambiaron: la deuda privada empezó a disminuir hasta bajar de los 2 billones de euros este año, la deuda pública aumentó de menos de 400.000 M€ hasta 950.000 M€.
Gráfico 2.- Deuda pública y privada en euros de 2013.
Si eliminamos el efecto de la inflación la deuda privada “solo” aumentó en un 150 % hasta el año 2008, luego empezó a disminuir. En el tercer trimestre de este año la deuda privada había descendido un 20 % desde máximos del 2008. La deuda pública como vimos en el gráfico anterior siguió un camino inverso: descenso hasta 2007, y desde entonces ha aumentado más del 100 %… y sigue haciéndolo. La deuda total (pública y privada) no dejó de aumentar hasta el año 2009, desde entonces ha disminuido un 5 %.
Gráfico 3.- Deuda pública y privada en % del PIB.
En % del PIB, y debido a la recesión, la deuda total no ha empezado a disminuir hasta este año.
Ahora vamos a ver la tendencia de la deuda privada hasta 2008 y lo que sucedió a partir de entonces.
¿¿¿¡¡¡Cómo pueden Zapatero, Solbes y compañía decir que fue imposible prever la crisis!!!???
¿Acaso esperaban que la deuda privada aumentase indefinidamente? Si la deuda privada hubiera seguido con la tendencia que tenía hasta el año 2008, la deuda privada andaría hoy por encima de los 3,2 billones de euros… y subiendo.
Ajuste lento o ajuste corto.
Gráfico 5.- Deuda total, pública y privada y tendencia de la deuda total 2000-2013.
A mi modo de ver este es el gráfico definitivo para entender la crisis. La deuda total aumentó hasta el año 2009. Hasta el año 2008 fue la deuda privada la que sostuvo el aumento, a partir de ese año fue la deuda pública la que tomó el testigo (el gasto público aumentó mientras que la economía y los ingresos fiscales decrecían). Pero a partir del año 2010 el déficit público no compensó el desapalancamiento (desendeudamiento) de la economía privada y la deuda total disminuye.
La disminución de la deuda supone una disminución del dinero, como hay menos dinero disminuye la demanda y como disminuye la demanda aumenta el paro… y empieza el circulo infernal de más paro, más déficit público, más deuda, más intereses, mayor prima de riesgo, mayores impuestos y menor demanda ¡Y VUELTA A EMPEZAR!
Pero ojo!, no estoy diciendo que todo endeudamiento sea malo. Todo depende de el volumen de endeudamiento, de en qué se invierta y de dónde proceda el dinero. El problema es que en España el endeudamiento era elevado, se invirtió fundamentalmente en activos sobrevalorados por el propio endeudamiento (la burbuja)… y además el origen del dinero con que la gente se endeudaba era en gran parte de origen extranjero. Vean este gráfico (la fuente aquí):
Como se puede ver gran parte del endeudamiento se financió con dinero extranjero. Cuando ya no quedó nadie solvente a quien prestar y la burbuja estalló la financiación extranjera se colapsó. El combustible de la economía española fue, durante casi una década, la financiación exterior.
Los datos no dejan lugar a dudas de que, incluso con el aumento del gasto público, el endeudamiento conjunto de Estado, empresas y familias no ha dejado de disminuir desde el año 2010, y probablemente seguirá haciéndolo en un futuro, y eso significa menos cantidad de dinero.
Gran parte de tragedia de esta crisis se podría haber evitado si se hubiera permitido un ajuste de salarios y precios lo más rápido posible. Es decir si los mercados se hubieran liberalizado, es decir si existiesen mercados de verdad.
Cuando en una economía se reduce la cantidad de dinero, y los hechos demuestran de manera incontrovertible que es lo que ha sucedido y sucede en la economía española, o se bajan los precios, o la producción disminuye y el desempleo se dispara. Es imposible mantener la producción y el empleo si disminuye la cantidad de dinero y no se bajan los precios. No es una suposición ni una hipótesis, es una evidencia lógica y matemática irrefutable. Pero la mayoría de nuestros economistas parecen desconocerlo. Veamos la “lógica” dominante en la izquierda y en la sociedad española:
Los keynesianos creen que la falta de demanda es debida al fin de la burbuja, a la falta de crédito, al paro, a los bajos salarios, a los altos impuestos y que esa falta de demanda puede ser subsanada por la acción del Estado endeudándose e invirtiendo practicamente en lo que sea, manteniendo por ley los salarios y subiendo impuestos a los ricos. Se equivocan:
Si durante mucho tiempo se pudo mantener el endeudamiento fue por el ahorro extranjero y por la política agresiva de los bancos prestando dinero (disminuyendo su relación capital / créditos).
Ahora que ya no nos prestan en el extranjero y que los bancos tienen que hacer frente a la morosidad y a la recomposición de su capital, el aumento del endeudamiento no se puede mantener, la gente se desapalanca y en consecuencia la cantidad de dinero disminuye y la demanda también.
Si no queremos que la producción y el empleo disminuyan entonces precios y salarios deben bajar. Los keynesianos juegan con el dogma de que los precios no pueden/deben bajar, pero si los salarios bajan los precios pueden bajar y la demanda real mantenerse o aumentar.
Si los salarios bajan los precios bajarán, la demanda extranjera aumentará porque seremos más competitivos, se mantendrá o aumentará el empleo, el déficit público será menor, pagaremos menos intereses por la deuda pública, el menor déficit permitirá bajar los impuestos con lo que aumentará la demanda o disminuir la demanda de capital con lo cual los bancos tendrán más dinero para prestar.
La única pega a una bajada de precios es que los que pagan intereses verán disminuida su renta o sus beneficios y que determinados activos (los inmobiliarios sobre todo) perderán parte de su valor.
Pero hay que tener en cuenta que dado que la cantidad de dinero no va a aumentar otra vez (por lo menos en las proporciones en que lo hizo durante la burbuja) sólo hay tres opciones:
1) Se sigue sin liberalizar los mercados y entonces no podremos recuperar empleo y producción y se mantendrá el déficit y poco a poco nos haremos más pobres.
2) Se liberalizan los mercados, los salarios y precios se ajustan, alcanzamos el pleno empleo, se acaba con el déficit y se bajan impuestos.
3) Algo intermedio entre las opciones 1 y 2, es decir un ajuste lento y doloroso. Tan lento que puede durar décadas y tan doloroso que destrozará la vida de millones de personas.
El resumen de todo esto es que bajar los salarios nominales equivale a subir los salarios reales en la mayoría de los casos… y en otros supone pasar de estar en paro a tener un empleo y un sueldo. Pero también, y por supuesto, hay gente que vive muy bien en la actual situación parapetados detrás de leyes que les protegen de la competencia.
Pero incluso los que están protegidos del mercado gracias a las leyes y pueden mantener sus salarios o pensiones (que cada vez son menos) al final perderán porque no se puede mantener un país de 47 millones de habitantes (con el nivel de vida de antes de la crisis) con poco más de 16 millones de personas trabajando.
Incluso los que perderían con la bajada de salarios y beneficios, porque seguirían pagando los mismos intereses, perderán más si no salimos de la crisis.
Frustración
Todo lo anterior es de una evidencia aplastante.
Me frustra enormemente tener que repetir lo mismo artículo tras artículo.
Me frustra enormemente ver como (la mayoría de los) economistas de élite y los gurús de turno aconsejan a los políticos, dirigen los organismos internacionales, dan clases y conferencias y venden libros diciendo toda clase de majaderías cuando la solución a la crisis es tan evidente y sencilla.
Me frustra enormemente que mi país se desmorone entre la demagogia y la incompetencia de los políticos.
Me frustra la ineptitud, estupidez y sectarismo de los periodistas españoles.
Pero la economía no es el único campo donde lo más elemental se pone en duda por modernos hechiceros y brujos. Los que leen este blog son testigo de la lucha que mantenemos en campos como el cambio climático o las renovables, o de las que mantienen en otros blogs con temas como los alimentos naturales vs. transgénicos o la homeopatía.
La solución no es rendirse, hay que seguir en la brecha.
Con Mill siempre aprendiendo… gracias!
Lo has explicado con claridad meridiana. ZP y Solbes no vieron venir la crisis porque son unos incompetentes y unos jetas. La deuda externa neta de los españoles era de medio billón de euros en 2005 y el doble, un billón de euros, en 2010. ¿Pensaban que la deuda externa neta podía crecer ilimitadamente?.
En España predominan los socialdemócratas (PP), los socialistas (PSOE) y los comunistas, así que está abocada a una crisis larga y dolorosa como apuntas en el post. Ignoran que ir contra las leyes económicas es como intentar ir contra la gravedad: cuando se te acaba el combustible, te caes.
Hola Milli. Gracias por tu artículo. Aunque si creo que lo que dices tiene mucho fundamento, y estoy totalmente de acuerdo que si los costes de producción no bajan por un lado u otro, no se como la gente pretende que se reduzca el paro, y más en un pais como este donde montar una empresa es un infierno y medio, pero creo que estás desestimando el factor humano.
Me explico, la picaresca española en este caso. Cuando hablas de reducción de salarios, reducción de trabajo y reducción de precios, si veo los dos primeros pasos de la manita, el tercero también lo veo ocurriendo, pero en muchisima menor escala. Vamos que si la gente baja un 30% su capacidad adquisitiva y el empresario jeta de turno ve que la cosa más o menos se mantiene con bajar el producto alimenticio pesudo básico de turno en un 10-15% y la gente lo sigue consumiendo, y luego se va, tiene una reunión con los principales competidores y pactan sus precios, porque total, para que competir cuando todos podemos tener pastel…
A lo que quiero llegar es que tus ideas son demasiado alienígenas para una sociedad como esta y que francamente, la proporción chirozo por ciudadano en españa es bastante saludable y lo de ser el más competitivo y mejor tampoco parece estilarse tanto como debería en un entorno de mercado.
En definitiva, creo en tu teoría, pero en el caso de aplicarse en España doy por hecho que no iría ni la mitad de fluido que lo planteas. Sigue pareciéndome mejor opción que el proceso de ahogamiento en su vómito febril que lleva estilando la madre patria unos cuantos años y las décadas que le quedan de ello, pero solo recalcar que como bien comentas en otro punto, hay muchas variables.
Yo creer, te creo, Mill. Si te sirve de consuelo. Aunque realmente necesitaría ver un debate en condiciones para tenerlo un poco más claro (o menos oscuro). Pero lo que dices tiene un problema imposible. Nunca va a haber votos para llevar eso a cabo. En España, imposible. Y no va a menos, sino a más. Habría que cambiar la mentalidad de la gente (educación), pero como darle la vuelta a un calcetín. Y la tendencia es en sentido contrario.