Nuestro comentarista JFM no valoró -sin duda- las consecuencias últimas de las ideas que se esconden tras su comentario de ayer a cuento de la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad:
Y la de su mujer, a la que joderá la vida si se queda usted inválido; o la de sus hijos que se quedarán huérfanos y no podrán cursar estudios. Y en caso de que usted se quede inválido, ya sea su mujer o nosotros, la de los que paguen la pensión para que usted no se muera de hambre. El problema es que aunque usted tenga razón en teoría, el ejemplo que usted utiliza es muy malo.
Y ni siquiera he entrado en las pérdidas sociales si usted es un miembro particularmente útil de la sociedad. Pongamos, por ejemplo, que usted investiga un método para detectar el cáncer cuando es curable. Oue su descubrimiento se retrasara meses o años para desgracia de los pacientes.
Terrible. Torkan el Joven había escrito algo, a mi juicio, bastante razonable:
Me parece genial que haya cinturones de seguridad en los coches. Debe haberlos para que quien quiera que suba al coche pueda ponérselo y aumentar de ese modo su seguridad.
Sin embargo no entiendo por qué hay una ley que me obliga a ponérmelo. Yo no pongo en peligro la vida de terceros por no llevarlo, solo mi propia vida, si soy sensato me lo pondré pero no entiendo que tenga que ser obligatorio.
Podría llegar a entender (con matices) que la seguridad social no me atienda si tengo un accidente sin llevar el cinturón. Pero no que exista una normativa que me obligue a usarlo si yo no quiero.
Hablamos de RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL. Esa cosa que, visto lo visto, con cada día que pasa, con cada curso escolar que termina, con cada promoción de escolares que concluye sus «estudios» (en realidad, concluye su «formación del espíritu SOCIAL»), con cada semana resumida en los titulares de prensa y televisión (la «otra escuela») se va diluyendo en el ácido utilitarista-materialista cual grano de sal en el Lago de Sanabria.
El comentario de JFM (ya digo que no creo que fuese meditado hasta sus últimas consecuencias) me sorprende y horroriza precisamente por venir de alguien que siempre, desde su conservadurismo, se ha mostrado respetuosísimo con los principios de la libertad individual y a quien profeso un profundo respeto como comentarista de esta casa:
Se trata, sin duda, de la mejor, más breve y más plástica descripción de fascismo colectivista jamás escrita en este blog.
- Como usted no piensa en su familia al subirse al coche, la ley le obliga a hacerlo.
- Como usted no piensa en los contribuyentes al subirse al coche, la ley le obliga a hacerlo.
- Como usted ignora su valía para la sociedad, la ley protege los intereses de ésta privándole a usted de la libertad para tomar decisiones incluso en su ámbito de propiedad.
- Como usted no es capaz de proteger su vida, y no tiene derecho a decidir cuál es su valor social, lo mejor es que los «otros» nos encarguemos de hacerlo.
Es la meta de cualquier colectivista que se precie. Resumido:
- Cuando la red social estatal asume la responsabilidad de los errores particulares, el individuo carece de toda posibilidad estructural-social para recuperar su responsabilidad. Desde el punto de vista psicológico carece de toda motivación para hacerlo.
- Cuando la solución a los problemas vitales particulares ya no es la propia acción, nos dedicamos en exclusiva a “solucionar” las necesidades menos vitales: diversión y entretenimento.
- Cuando la red social estatal cubre las necesidades de los otros, desaparece la solidaridad. Dado que los individuos productivos pagan esa red social mediante cargas impositivas enormes (bajo amenaza de uso de violencia si no pagan), la motivación a la generosidad disminuye … o desaparece.
- Cuando la responsabilidad última está en manos de la red social, el individuo no puede ser dueño único de sus actos. El abandono de la responsabilidad favorece la aparición de violencia.
Nace la bestia: un estado que nos necesita dependientes y obedientes, sumisos, metro setenta y cinco, setenta kilos, académicos con título no evaluado, no fumadores, bajos en colesterol y triglicéridos, afiliados a un estudio de fitness, multiculturales, asexuados y políticamente correctos. Profundamente cobardes, ladinamente conniventes y sumisos adoradores del nuevo texto sagrado, el BOE.
No sé si habéis visto esta noticia, puesto que es local. Pero como creo que viene bien al hilo del tema…
http://www.elcomercio.es/20131219/mas-actualidad/sociedad/cangues-multado-asiento-detras-201312190038.html
¡¡¡Cooooño!!!
pvl
16 diciembre, 2013
Pablo: estoy de acuerdo con todo lo que has escrito en esta intervención menos con la exageración de que la socialdemocracia es peor que el comunismo. ¿Porqué no intentas convencer de ello a los que han sufrido en sus propias carnes el comunismo, como son los habitantes de toda la Europa del Este, incluída la ex-RDA? Insisto en lo mismo cada vez que leo tus intervenciones: Planteas muchas cosas interesantes y con las que estoy de acuerdo, hasta que llego hasta este tipo de exageraciones, que en mi opinión, son tan burdas que desvirtúan el resto de cosas interesantes que planteas.
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pvl, no conozco a ningún habitante de al antigua Alemania del Este, pero si a varios habitantes que vivieron la Hungría comunista (y algún polaco también). No necesito convencerles, para ellos comunismo y socialdemocracia es el mismo producto y al mismo precio, pero pagado a plazos, (igual que los rusos que conozco que vivieron en la Unión Soviética).
Quieren capitalismo, separación de poderes, democracia liberal, libertad individual, educación libre, etc.; nada de socialismo, pues saben que les llevará al mismo callejón sin salida. Vieron como las vidas de sus padres fueron destruidas y no quieren ver destruidas ni las suyas ni las de sus hijos. Todo lo que les suene a socialismo es como “mentar la cuerda en casa del ahorcado”. Para ellos todas las variantes socialistas es un volver a recorrer viejos caminos… que les llevarán a los mismos finales.
¡QUIEREN LIBERTAD PARA DIRIGIR AUS VIDAS! ¡Sólo eso!
En cualquier caso dejo aquí nuestro diálogo. A buen seguro que nos volveremos a encontrar en este blog de Luís. Gómez. Persona al que le tengo un gran respeto ¡Y me encanta hablar con él cuando hemos coincidido en la “cena de la libertad”!. Además es “paisano” mío. No siempre coinciden tantas coincidencias.
Saludos.
Pablo el herrero
P:D:: Por cierto, hablando de las buenas intenciones de las socialdemocracias me ha encantado hoy el post en El Cato de Axel Kaiser (http://www.elcato.org/2041-un-mundo-igualitario )…al respecto de los finales constructivistas a los que nos llevan todos los socialismos.
Pablo: pues con todos mis respetos por tus conocidos húngaros y polacos, la realidad histórica es que los alemanes del Este se jugaban la vida para huir de la comunista RDA a la socialdemócrata RFA.
Me extrañaría mucho que se jugaran la vida para huir de «málaga a malagón».
Pero vamos, que para convencerme de que comunismo=socialdemocracia solo tienes que citarme el nº de presos y asesinados políticos de los socialdemócratas Billy Brand o de Schroeder.
plv, aquí has ganado la partida con tu razonamiento prosocialista. Decidir entre “ser fusilado o vivir de rodillas”, es humano que la mayoría de las personas decidirán esto último. Esa es una de las grandes conquistas de las socialdemocracias, no necesitan matarte para destruir tu libertad individual y cada vez hacerte más esclavo de su Estado Socialista.
Sólo quieren tu trabajo, dentro de una maquinaría invisible que te educa para ello y vía impuestos te roba cada vez más dinero para mantener un Estado de Bienestar que cada día es más el bienestar del Estado que ellos dirigen. Quieren que trabajes y todo tu dinero (tú no sirves para gestionar lo que ganas, ellos lo hacen por ti y mucho mejor).
Pero tranquilo plv, tú y yo, en esta Europa socialdemócrata, iremos viendo cada día, como un poco más, los derechos que el Estado nos dio no podrá cumplirlos (a pesar de aumentar cada día su carga impositiva sobre nuestros salarios), en paralelo a ir viendo como las espontaneas redes sociales evolutivas nos las han ido minando hasta su prácticamente inexistencia (la familia, los mercados y contratos libres, la privacidad, el dinero, etc.). Es decir, iremos viendo como cada día estamos más solos ante el Estado Socialista
Los que tenemos una vena anarcocapitalista (pero también la evolucionista de Mises y Hayek) sabemos muy bien a dónde nos quieren llevar y nos están llevando.
…y por tanto, si bien huimos de donde nos quieren matar, por nada del mundo queremos ir allí donde quieren hacernos vivir de rodillas.
Ha sido un placer dialogar contigo.
Pablo el herrero
Precisamente por cuestiones del tipo que plantea el extremecedor art. que enlaza JFM es por las que yo pongo el acento en la utilidad: porque en el mundo real, se vive, se sobrevive o se muere (según las zonas del mundo y la época en que te haya tocado vivir) gracias a la utilidad de las cosas que hacemos y de las decisiones que tomamos, y no en base a grandes principios en los que creemos.
Por eso, por ejemplo, yo defiendo la actual política económica china frente a la política china de «grandes principios» de hace 40 años: porque con la actual están saliendo de la miseria millones de chinos que hace 40 años se estarían muriendo de hambre. Por eso, por ejemplo, considero que económicamente está fuera de discusión que el capitalismo es la mejor opción para crear riqueza.
En ese sentido soy liberal, sin que eso implique que crea en utopías como que sin Estado la humanidad alcanzaría la arcadia y que todos seríamos felices y comeríamos perdices: ese tipo de infantilismos se los dejo a los anarquistas, comunistas, y demás «sectas ideológico-religiosas».
A decir verdad lo habia valorado pefectamente y planeaba contestar a mi propio post . Empezamos por el conturon de seguridad, luego viene prohibir el alpinismo y termianos regulando la manera en que se quita uno los calcetines no vaya a darle un lumbago.
Pero puesto que Luis ha dedicado un articulo a contestarme me veo obligado a actuar de abogado del diablo.
Por ejemplo. Une vez que se ha concedido el derecho a no llevra el cinturon, lo siguiente es exigir coches sin cinturones de serie por aquello de «porque paragr por algo que no uso». Luego sera sin esos refuerzos que hacen que un coche de ahora resista mùchismo mejor a un accidente que uno de los anyos sesenta, eso por aquello que decia mi contradictor «coches para hombres de verdad». Ademas de que todos esos perfeccionamientos gravan el precio del coche por lo que no deberian ser obligatorios. A este punto mi honorable contradicvtor tiene un accidente, uno de sus hijos muere y otro queda tetraplegico. Que hacemos? Le aplicamos elm principio liberal de que debes asumir las consecuencias de sus actos y lo fusilamos por homicidio?
Decia Chteaubriand que todo lo que es exagerado es insignificante. Supuestamente el Esatdo esta ahi para tara los problemas que tiene externalidades. Pero al final podemos encontranos con que todo tiene externalidades y tener regulada hasta la respiracion./ O podemios ignorarlas en nombre de la libertad y dejar que otros oaguebn ekl pato. No creo que le optimo esté en uno de los extremos.
Por supuesto, si algún colectivo justifica el paternalismo y proteccionismo estatal, es el de los niños, porque son un grupo naturalmente vulnerable y especialmente desprotegido. Y si en algo tengo especiales dudas respecto a las tesis liberales, es justamente con respecto a los menores. Creo que es la mayor justificación del estado. Si no para otra cosa, al menos para proteger a nuestros pequeños, incluso de nosotros mismos si es necesario, debe existir.
Creo que todos conocemos mas de un caso de padres descuidados, indolentes o, mucho peor, canallas. Y creo que es responsabilidad de la sociedad en su conjunto velar por esas personas que no se pueden defender a si mismas, sobre todo de sus propios padres, si se da alguno de los casos que menciono.
Así pues, en el caso que plantea JFM, no puedo sino darle la razón.
No confundas los liberales con los ancaps. Un liberal es alguien que sabe eso de las externalidades y de los beneficios extraidos automaticamente hays pagado o no (por ejemplo la defensa) y que por ello se necesita al Estado pero que sabe que muchas veces su intervencion es contraproducente.
Por ejemplo el trabajo de los niños en Camboya. Lee lo siguiente http://davidjimenezblog.com/2013/10/28/la-habitacion-rosa/. Estremecedor vedad? Por ello en Camboya prohibir el trabajo de los niños (y esas organizacionessupuestamente «humanitarias» que hacen campaña contra las companyias que emplean ninyos) es contraproducente y lleva a algo infinitamente peor porque la realidad economica es que el trabajo de los adultos no da para que la familia no se muera de hambre y no en el sentido figurado. Y que en Europa durante siglos los ninyps han trabajado en los campos y que siguen haciendolo en muchos sitios sin que las organizaciones supuestamente humanitarias pongan el grito en el cielo.
Pero en la Espanya de hoy, crisis o no crisis no hayb realidad economica que lo justique asi que puede y _debe_ ser prohibido.
Estremecedor es poco. Que asco que se permita, pero peor, que asco que haya quien lo busque. 🙁
Ante todo, JFM tiene toda la razón cuando dice: “El problema es que aunque usted tenga razón en teoría, el ejemplo que usted utiliza es muy malo.”
El ejemplo no es, desde luego, el mas indicado para apoyar la idea que debatimos. Ocurre que no es elegido, venía dado en el contexto de la discusión que se mantenía en el otro hilo 😉
En el fondo, lo del cinturón es puramente anecdótico, yo ya me lo ponía antes de que fuera obligatorio, personalmente no supuso ningún cambio en mis hábitos.
Pero desde el principio me planteé: Si aceptamos esto sin mas ¿Qué prohibirán después? ¿Y también lo aceptaremos?
Comenta pvl que es un caso en el límite de…… y creo que tiene razón, pero es que es justo en ese límite donde van poniendo estas nuevas regulaciones. Pero démonos cuenta de que ese límite cada vez es mas alto. Si cuando se puso la obligatoriedad del cinturón nos hubiesen dicho que lo siguiente que intentarían sería controlar lo que comes nos hubiera parecido ciencia ficción, pero ya están en ello, y lo peor no es que ellos lo intenten, sino que a nosotros no solo no nos sorprenda sino que a muchos les parezca razonable. Al fin y al cabo, ¿si no te dejan matarte con el cinturón por qué habrían de dejar que lo hicieras con las hamburguesas?
Y en el fondo, una vez mas, sería anecdótico, yo ya no como apenas hamburguesas, por lo del colesterol, ya saben. Apenas supondría cambio en mis hábitos.
¿Os suena? ¿No había dicho esto mismo ya antes? 😉
Cuando prohíban hacer alpinismo, o navegar en solitario o conducir personalmente tu coche ¿También nos parecerá normal? ¿Me responderá alguien que eso es ciencia ficción y que no puede ocurrir nunca? 😉
El estado regula en el límite, el estado no para de subir ese límite, y los ciudadanos nos acostumbramos poco a poco al nuevo límite y nos parece normal de tal modo que vamos aceptando con naturalidad las nuevas imposiciones, y el nuevo límite subsiguiente.
Ese, creo, es el problema. Cada nueva pequeña regulación que aceptamos prepara la siguiente, que es un poco mas arbitraria, un poco mas coercitiva, un poco menos justificada. Y por ese camino ¿Hasta donde serán capaces de llegar? ¿Hasta donde nos acostumbraremos a aguantar?
Y a lo mejor podríamos de comentar aquí si hacia donde nos están llevando poco a poco es hacia el «hombre-hormiga», la «sociedad-hormiguero». Parece el desarrollo lógico de lo que debatimos.
¿Obligar a los fabricantes de coches a instalar un mínimo de seguridad en sus productos no va contra la «libertad empresarial»? Al fin y al cabo el dogma liberal es libertad para que sea el cliente el que decida si le interesa el coche ¿no?
Más: no hace mucho el liberalísimo doctor Rodríguez Brown defendió en el programa de radio del «pastelero de las ondas» (alias Carlos Herrera) que no deberíaa prohibirse conducir borracho. Solo se debería castigar al borracho cuando provocara un accidente. ¿Eso es la famosa «responsabilidad individual» tan defendida por el liberalismo?
Me parece a mí que el sueño liberal produce monstruos.
No soy lo suficientemente liberal como para oponerme a que el estado prohíba la conducción bajo los efectos del alcohol.
Si mañana dejara de perseguirse a los que conducen bebidos, es muy probable que aumentaría enormemente el número de conductores borrachos por la carretera. Pero esto sería debido principalmente a que el Estado a despojado a las personas de su responsabilidad individual.
Nos hemos acostumbrado a que sean las leyes las que nos digan lo que no debemos hacer y no nuestra propia responsabilidad. Por eso, muchas personas no hacen uso de su propia responsabilidad.
Pues yo estoy de acuerdo en este caso con DonNadie. Es mas, abundando en su tesis, y creo que el estará de acuerdo conmigo, todos los sueños idealistas producen monstruos.
Y creo que debe haber personas sensatas que luchen contra ello. No importa desde que postura ideológica, cada vez estoy mas convencido de que la ideología no es un buen criterio para evaluar a las personas. La sensatez, por ejemplo, me parece un criterio mucho mejor.
Se le pueden dar las vueltas que se quiera al asunto. Pero vamos, la clave de todo esto está bien clara ahí arriba, en mayúsculas: RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL.
Esperad un momento, todavía mejor, que hay negritas: RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL.
A pvl: tu razonamiento, que puede parecer razonable, valga la redundancia, puede fácilmente convertirse en un bucle infinito y, por tanto, perder su eficacia (je, je). Un ejemplo:
Tú puedes decir que más eficaz que la Poesía es la Matemática para la sociedad en su conjunto, refiriéndote a sus indudablemente beneficiosos efectos técnicos: construcción puentes y edificios seguros, por poner un solo caso. Yo puedo contraargumentarte los indudables beneficios de la Poesía en el alma humana, pues tal arte mejora las virtudes humanas de empatía, sensibilidad, etc., siendo un mejora indubitable para construir una sociedad más «humana», por decirlo rápidamente. Tú podrías contraargumentar…. y así ad infinitum. Realmente en este tipo de discusiones es imposible que nadie gane, ni siquiera es probable que uno convenza a otro.
¿Existe alguna manera de medir los efectos de una u otra cosa? No, porque la Poesía es un intangible cuyas consecuencias son intangibles, y por tanto no hay medios tangibles para medirla. En cambio, las consecuencias de la Matemática, siendo como es descripción del mundo material, sí pueden medirse tangiblemente, en base a sus aplicaciones tecnológicas . Por decirlo de forma rápida, es como intentar sumar manzanas y fresas.
jam, bcn: es completamente contradictorio que por un lado afirmes «¿Existe alguna manera de medir los efectos (se sobreentiende que «útiles» o «prácticos» ya que esa es mi tesis) de una u otra cosa? No» y a continuación afirmes que:
«La Poesía es un intangible cuyas consecuencias son intangibles, y por tanto no hay medios tangibles para medirla. En cambio, las consecuencias de la Matemática, siendo como es descripción del mundo material, sí pueden medirse tangiblemente, en base a sus aplicaciones tecnológicas».
En resumidas cuentas: es obvio que la Matemática tiene muchas más aplicaciones prácticas que la poesía.
Mi opción personal es valorar más las cosas prácticas.
Pablo: Estoy de acuerdo en algunas cuestiones que planteas como la crítica al intervencionismo público que es una característica de cualquier burocracia, como lo es actualmente la UE, pero completamente en desacuerdo con otras que me resultan especialmente disparatadas: como comparar los gulags con el aborto o con la eutanasia: en el gulag el Estado Soviético te metía a la fuerza por «delitos» tan graves como tener una radio o incluso simplemente para rellenar un cupo, mientras que el aborto o la eutanasia (al menos, en las modalidades que conozco y defiendo) son ejemplos de decisiones libres de las personas afectadas. Puedo entender que se esté en contra del aborto y de la eutanasia, pero, me parecen tan exagerada e irrazonable la comparación entre una cuestión y otra, que en mi opinión empaña y desacredita todo tu planteamiento.
Gracias pvl por tu respuesta. Persisto en mi planteamiento: no hay diferencia de objetivos entre una socialdemocracia y el resto de los socialismos, si hay diferencias en los métodos y el los ritmos para conseguir dichos objetivos.
Y pongo intencionadamente la igualación de los gulags con los abortos y eutanasias en tanto en cuanto proceso de mentalización perverso que significa pasar del exterminio al autoexterminio. De la dictadura que significa que te quiten la vida por “tener una radio”, a que vía aborto quites la vida de tu hijo porque “ahora no es el momento de tenerlo” (y por esta clase de criterios hay más de cien mil abortos al año en España). En la socialdemocracia no se necesitan gulags para acabar con la vida de los otros, nos han mentalizado para autodestruirnos en función de los intereses del Estado.
Desde los años setenta nos llevan mentalizando que sobraban niños, con argumentos vía “liberación de la mujer”, o ecologistas maltusianos de que el planeta está en peligro por el hombre.
Desde una concepción perversa del uso de nuestra libertad y responsabilidad individual, no desde los gulags pero si desde los hospitales hemos segado la vida de más de cien mil fetos al año, sólo en España. En los próximos cuarenta años comenzaremos a sobrar ancianos. Ya se está haciendo desde el Estado lo propio para que nos vayamos autoexterminando. ¿Ya tienes escrito tu “testamento vital”? Que sepas que el Estado proveerá para ti “una muerte digna” vía “suicidio asistido”. Destruida la familia, que en la ancianidad, más allá de tus limitaciones, podía, darte un sentido a la vida, en una sociedad en la que ya estás sólo ante el Estado, serás mucho más proclive a pedir la “muerte digna” que tan generosamente el Estado te ofrece.
En los gulas destruían nuestras vidas, en ltanto que en las sociademocracias, adoctrinados vía Planificación Central de la Educación Pública Socialista, nos han ido mentalizando para autodestruirmos en función de los intereses cortoplacistas de los Estados. Por supuesto, con esta clase de adoctrinamientos, nos han hecho creer que cuando decidimos autodestruirnos (o destruir a nuestros hijos), lo hacemos porque somos libres.
En las sociademocracias no existen los gulags, no son necesarios,. Distintos caminos, mismos objetivos.
Un saludo.
Pablo el herrero
Pablo: con todos mis respetos creo que sigues exagerando. Afortunadamente, los seres humanos como buenos «bichos» que somos tenemos el espíritu de supervivencia tan marcado a fuego en nuestros genes que solo elegimos la propia muerte en casos tan extremos que imposibilita la posibilidad adoctrinamientos en post de la autodestrucción.
Por eso aunque la socialdemocracia adoctrinara en la autodestrucción (que no lo hace como no lo ha hecho ninguna ideología totalitarista (comunismos, nazismo) que lo que adoctrinaban era justo lo contrario: la destrucción del enemigo) estaría condenada al fracaso.
Recordemos el caso de aquella secta de fanáticos estadounidenses en los años 80 del pasado siglo XX en la Guyana, que tuvieron que asesinar a sus propios miembros para llevar a cabo sus planes de autodestrucción.
En fin, que cuando se llevan al extremo ciertas analogías, como haces con socialdemocracia y totalitarismo homicida, se cae en el disparate.
pvl, la socialdemocracia no es lo mismo que el comunismo, es peor, pues con su insidioso y continuado intervencionismo sobre nuestras vidas y mentes, nos lleva a la pobreza intelectual y a la autodestrucción, como personas y como sociedad…. lentamente (no me pongas ejemplos que no vienen a cuento, sé diferenciar entre ideologías perversas, sociopatías y psicopatías, me dedique cerca de quince años a esos menesteres).
La socialdemocracia europea ha creado un Estado insostenible. Los ahorros y el capital de Europa (por su asfixiante carga impositiva) se está yendo al área del Pacífico y con ello nuestros mejores emprendedores (vengo de allí la semana pasada y lo estoy viendo desde hace tres años). Europa es hoy la demografía más envejecida del planeta (entre otras razones por las abusivas políticas abortivas). Europa sigue perdiendo competitividad mundial a marchas aceleradas. Etc.
Tal vez en vez de utilizar la palabra “autodestrucción” te guste más escuchar lo mismo pero con las palabras de nuestro flamante socialdemócrata Felipe González cuando dijo aquello de “Se puede morir de éxito” (humilde que es el chico). Le pasó a Grecia, le pasó a Roma (lo explica muy bien Huerta de Soto)… nos esta pasando a Europa: nos autodestruimos… lentamente y nos han adoctrinado para no verlo (Alemania también caerá, y más con el próximo gobierno).
Esa es la gran diferencia de la perversión socialdemócrata con respecto al comunismo o al nazismo, que en estos últimos era fácilmente visible su perversión, y por tanto, podíamos luchar contra ella.
Ya sabes lo que sucede con aquello de “la rana lentamente calentándola…”, que permite su autodestrucción.
De momento, nuestros hijos serán más pobres que sus padres y nuestros nietos seguirán pagando las deudas en las que incurrieron sus flamantes abuelos socialdemócratas.
Pero tranquilo, pues pesar de toda la socialdemocracia europea confío en el despertar de Europa, aunque desgraciadamente, tal vez antes mis ojos vean aún como las pateras de Marruecos a Andalucía se dirigen de vuelta con andaluces a Marruecos. Es el precio que hay que pagar cuando hemos sido cegados.
Pablo el herrero
Pablo: estoy de acuerdo con todo lo que has escrito en esta intervención menos con la exageración de que la socialdemocracia es peor que el comunismo.
¿Porqué no intentas convencer de ello a los que han sufrido en sus propias carnes el comunismo, como son los habitantes de toda la Europa del Este, incluída la ex-RDA?
Insisto en lo mismo cada vez que leo tus intervenciones:
Planteas muchas cosas interesantes y con las que estoy de acuerdo, hasta que llego hasta este tipo de exageraciones, que en mi opinión, son tan burdas que desvirtúan el resto de cosas interesantes que planteas.
No creo nada exagerado afirmar que hoy la Unión Europea es al siglo XXI lo que la Unión Soviética fue al siglo XX. Todos los socialismos tienen los mismos objetivos totalitarios y criminales, sólo cambian las formas de conseguirlos. En objetivos políticos no hay ninguna diferencia entre los comunismos del siglo XX y la socialdemocracia europea del siglo XXI. Más digo, en la Europa actual los grandes partidos ya sólo se diferencian en las siglas, no en los principios, pues todos son socialdemócratas.
Así por ejemplo, en la socialdemócrata Unión Europea, (de derechas e izquierdas), el intervencionismo estatista de los gobiernos en la economía es paralizante para toda iniciativa privada (los ahorros de Europa y la iniciativa empresarial huye diariamente al Área del Pacífico); el adoctrinamiento de nuestras mentes a través de las redes estatistas de la Planificación Central de la Educación Pública y el control de sus “mass medias” (subvencionadas por los gobiernos), nos va convirtiendo en clones pensantes; nuestras vidas están cada vez más dependientes de los Estados ( naciendo o no, muriendo o no, dependiendo de los intereses cortoplacistas de las “castas políticas”); etc.
No es casualidad que la persecución de las “instituciones sociales evolutivas” sean objetivos prioritarios de destrucción para las socialdemocracias europeas, muy en concreto la familia, muy en concreto los mercados; pero también el lenguaje (el socialista lo manipula permanentemente confundiendo al ciudadano); también la Ley (creando permanente inflación de normas y reglamentos que la banalizan); la privacidad (definida por el socialista de turno como un ámbito de peligro social que ha de ser controlado en su totalidad por el Estado); la ciencia (el socialista define como ciencia sólo aquella que coincide con sus dogmas); etc., etc.,
Y es que el socialismo, nunca funcionó como una ideología que podía ser refutada, siempre funcionó como una religión basada en dogmas. Por tanto, finalistamente, llegado el caso, si con todas sus políticas de adoctrinamiento en el “pensamiento único” siguiesen existiendo personas dispuestas a pensar por si mismas, y si a pesar de ser sibilina y públicamente estigmatizadas continuasen defendiendo su libre pensar… más pronto o más tarde serán ofrecidas a los dioses socialistas en “altar de los sacrificios” (pueden que en esta ocasión no existan gulags, pues los hospitales se han convertido en asépticos lugares de exterminios en donde diariamente se practican abortos y eutanasias).
Los socialistas están mentalizados para ello… lo hicieron a lo largo del siglo XX, lo están haciendo en el siglo XXI allí donde siguen teniendo el poder (China, Cuba, Birmania, Corea del Norte, etc.) y lo harán en la Unión Europea…. por el “bien de todos”
Gustav de Molinari y Rothbart se quedaron muy cortos en sus predicciones.
Pablo el herrero
Por cierto: aplicando el criterio de utilidad, una de las primeras cuestiones que se pueden plantear es: ¿es útil pretender hacer una lista de las infinitas cosas que un ser humano puede hacer y aplicar y legislar cada cosa aplicando el criterio de utilidad? La respuesta obvia es que es una completa inutilidad: cualquier «bicho» en su «sano juicio» hace miles de cosas «rutinarias» como comerse una hamburguesa de manera «instintiva» porque lo contrario llevaría al colapso porque el costo de energía en tomar cada minúscula decisión sería infinitamente mayor que la ganancias derivadas de elegir la alternativa más útil.
Por lo tanto, sin duda alguna «legislar sobre el consumo particular de hamburguesas de más de X gramos» » es el ejemplo perfecto de la estupidez e ineficacia a la que conduce legislar aplicando los grandes principios como «El Estado debe velar por la salud de la población», que no es ni bueno ni malo, sino dependiendo de los casos concretos en los que se materialice: Me parece genial que el Estado obligue a los padres a vacunar a sus hijos de la polio porque es útil o eficaz, igual que me parece una estupidez que el Estado prohíba consumir hamburguesas de 300 gr, porque es ineficaz dado que en la hipotética lista de infinitas cosas sobre las que legislar y de las que preocuparse, esa esta en la punta de abajo de prioridades.
Quizá haya dado lugar a confusión: cuando hablo de principios, no me refiero a principios del estilo «el estado debe velar…»; eso para mí no son principios, los principios son personales y de índole moral y ética.
Dices «Me parece genial que el Estado obligue a los padres a vacunar a sus hijos de la polio porque es útil o eficaz»; yo te planteo: dado que una chica de 16 años no ha completado su crecimiento y desarrollo físico (las chicas suelen desarrollarse físicamente hasta los 19 años), y que es probable que haya complicaciones, ¿debe el Estado obligarla a abortar, a pesar de su decisión o la de sus padres?
Me mojaré: para mí, un estado que haga eso sería un estado canalla. No es el estado el que debe decidir, sino la chica y sus padres. El estado no tiene nada que decir ahí.
Más aun: algunos que somos malpensados, gracias a haber visto venir algunas ostias, no queremos que el estado pueda siquiera llegar a plantearse este caso; lamentablemente, la ley de zparo da un par de pasos en esa dirección, debilitando el papel de la familia en este ámbito.
Y así con todo. Cada dia se promulgan leyes que incrementan el control del estado (burocrático, funcionarial y político) sobre la vida de los ciudadanos. Y aún hay quien clama que «tal actividad no está regulada», etc. Pero no es tan sólo una cuestión de saturación de leyes, es también el recorte de espacio personal que ello supone, la deshumanización ( de lo bueno… y de lo malo ). Por principios, por esos principios que algunos estimamos, merece la pena decir NO.
Antes de preguntarse el cómo, preguntarse el porqué sí… y el porqué no.
Disculpa jam: se me pasó esta intervención tuya, con la que estoy básicamente de acuerdo: ni que decir tiene que concuerdo contigo en que el Estado no es quien para decidir si una chica de 16 años tiene que abortar o no. Pero date cuenta de que tú admites que los padres de la chica sí que pintan algo en el asunto, (cosa con la que estoy de acuerdo, dicho sea de paso). Luego estamos aceptando que el asunto, traspasa los límites de la propia chica embarazada, pudiéndose dar el caso de que los deseos de la chica, respecto a abortar o no, difieran de los de sus padres.. ¿Y qué ocurre en tal caso? Pues que se necesita un árbitro, legislador, juez o como quieras llamarlo que decida a favor de la chica o de los padres. Esa es la función más genuina que desde mi punto de vista justifica la existencia del Estado: la necesidad de un juez que dirima los infinitos conflictos de intereses entre particulares.
Por cierto y para dejar clara mi postura en este ejemplo: si tuviera una hija de 16 años y se quedara embarazada le aconsejaría abortar, pero no se lo impondría, cosa que si haría si en vez de 16 tuviera 13.
jam, bcn: efectivamente, lo que planteo es que desde mi punto de vista, es más eficaz analizar las cuestiones desde un punto de vista «utilitarista» que desde un punto de vista en base «a principios».
Y ello por la siguiente razón: parto del principio (jejeje aunque pueda parecer contradictorio) de que los humanos somos «bichos» y que como «bichos» vivimos gracias a que hacemos más cosas útiles que inútiles (o «eficaces» para sobrevivir y reproducirnos que «ineficaces»). Los «principios» pueden servirnos de guía, pero al fin y a la postre, el resultado final a medio y largo plazo debe pasar por el filtro de la «utilidad».
Por esa razón, por ejemplo, creo que el valor social de las «matemáticas» es enormemente superior al de la «poesía»: básicamente porque la balanza con el que las mido es su «utilidad».
¿Significa ello que abogue porque el Estado deba y pueda decidir que la «Poesía» se prohíbe en la enseñanza en favor de las «Matemáticas»? En absoluto.
Lo que significa es que si tuviera que tomar la decisión de que parte del presupuesto de Educación pública se dedica a las Matemáticas y que parte a la Poesía, dedicaría más presupuesto público a las Matemáticas que a la Poesía.
Cuestión completamente distinta es la pregunta previa sobre el principio de: ¿Debe el Estado ofrecer enseñanza a los ciudadanos?. En mi opinión: no. ¿Por qué? Porque creo que es más eficaz la enseñananza privada. ¿Y si nos diera a todos por estudiar privadamente poesía y nadies estudiara matemáticas? Pues en ese caso apoyaría que el Estado interviniera para que algunos estudiaran matemáticas, pero como no creo que seamos tan «inútiles» sinceramente no creo que llegara a plantearse el caso.
Sobre el caso de la utilidad del cinturón de seguridad, es innegable su utilidad… siempre y cuando no se incendie el coche, en cuyo caso mueres seguro. O siempre y cuando… etc.
Pero la cosa es que ¿quién caraj.o es un politiquillo para obligarte a TI a ponértelo?
Torkar el joven escribía en el post anterior que él entendería, hasta cierto punto, que en esa hipótesis la S.S. se negara a atenderte. En esto debo discrepar de él, ya que la S.S. la pagamos de forma obligada y sin opción a réplica, y mientras sea así, están obligadísimos a atenderte. Este caso escapa a la discusión, entiendo.
Recientemente (ministra Salgado de Sanidad, no recuerdo el año) se pretendía prohibir las hamburguesas de más de 300g. de peso, por razones de salud pública, decían. Otra intolerable injerencia en la vida de las personas, escasamente argumentada por la sra.ministra. Afortunadamente hay politicos aficionados al chuletón…
Eso es, neguemos el permiso a EuroVegas, no sea que la gente gaste, fume y folle sin control. Habrase visto! Estos querían que unos libertinos pudiesen divertirse a su gusto! Noooo, el papá estado se encarga de proteger a todos los irresponsables esos. Faltaría más!
Edictado: me comentan que pretendían que el estado garantizase la inversión, no sólo la seguridad jurídica. Además, había algo de expropiaciones obligatorias. De ser así, yo tambißen hubiese dicho que no. De todos modos, no olvidemos que en el origen de esto está la hiperregulación arbitraria que sufrimos.
Perdón por el inciso 🙂
Hola Luis: el tema del Juego de azar o del tabaco o el de las drogas, es de los que plantean más dudas a la hora de afrontarlos con el criterio de utilidad que defiendo. Que son actividades personal y socialmente inútiles me parece una obviedad: la prueba es que ningún padre responsable permite a sus hijos menores de edad que fumen, se droguen o que se gasten el dinero en juegos de azar, aunque ellos si que practiquen esos «vicios».
La mejor razón que encuentro para que se permitan a los mayores de edad es que a nivel social es más útil permitir que cada persona mayor de edad pueda decidir y experimentar el daño que se inflinge a sí misma y a sus propios intereses, que lo contrario.
Es decir no soy partidario de la Ley Seca, no porque no sea consciente del daño que provoca el alcohol, sino porque en la práctica demostró su inutilidad. Básicamente es el mismo criterio que aplico en el tema de las drogas o los juegos de azar.
En asuntos como el que trata el art. o comentario, nos movemos justo en el borde o límite que separa la responsabilidad personal de la responsabilidad colectiva, y desde mi punto de vista siempre que nos movemos en los límites, caben ejemplos y contraejemplos para defender un punto de vista y su contrario; por ejemplo:
¿Qué pasa con el tema de cinturón aplicado a mis hijos cuando los llevo en mi coche?. ¿Tengo derecho a decidir que bajo mi responsabilidad como padre no lo lleven puesto?. Esta es una pregunta que puede plantearse en muchas otras situaciones (y de hecho en la práctica se plantea): ¿Puede un testigo de jehová negarse a que sus hijos reciban una trasfusión de sangre? etc, etc.
Planteada la cuestión de la forma más general que se me ocurre, sería algo así como: puesto que cuando nos movemos muy cerca de los límites, estos son arbitrarios por definición, creo que es más eficaz analizar los pros y los contras de los casos y situaciones generales que se aparten claramente de los límites (tanto en un sentido como en el contrario), para en función de ese análisis, decidir si los límites hay que moverlos en un sentido u en otro; en resumen, más que por principios ideológicos, las decisiones deberían tomarse en función de su eficacia probaba, por ejemplo:
¿Las penas de cárcel para delitos graves están castigadas de manera «eficaz»? ¿Deben aumentarse? o ¿deben disminuirse?. ¿Cuáles son los pros y los contras de cada opción?
¿La obligatoriedad del uso del cinturón ha sido «eficaz»? ¿Debe mantenerse la obligatorieda? ¿debe relajarse? ¿Cuales son los pros y los contras de cada opción?
Por supuesto parto de la base de que cada uno enfocará ese análisis desde sus particulares posiciones ideológicas, pero aún partiendo de esa premisa, la eficacia, medida en base a ventajas frente a inconvenientes de cada decisión, debería ser el filtro último más objetivo del que disponemos para acordar las reglas del juego.
Utilitarismos propones. Pero los principios deben estar por encima, siempre, pienso.
Los T.J. evitan «conscientemente» las transfusiones de sangre, hijos incluidos, pero no se niegan totalmente a transfusiones de plasma. Si lo hicieran tendrían un índice de mortalidad muy superior a la media, y no se les podría operar de nada grave. Hay quien quiere ver en ello una cierta medida de hipocresía.
Se puede abrir un debate sobre la eficacia de la coerción pública, pero creo que el debate propuesto es otro.
Un saludo.
Si nos ponemos a prohibir actuaciones personales de hacer o no hacer por el hecho de que de ella se pueda derivar un potencial dolor futuro y una potencial e hipotética pérdida para la sociedad, la verdad es que habría que prohibir muchas cosas…. ¿Por qué no prohibimos, directamente, ir en coche? ¿O el paracaidismo, o el puenting?