«Verduras genéticamente manipuladas encontradas en la comida bio para bebés.» Estos y otros titulares similares son los que leemos semana tras semana. Dicen los «puristas de la alimentación sin manipulación genética» que han encontrado restos de plantas sometidas a tratamiento de androesterilidad citoplasmática masculina. Las especies que exhiben esta característica no son capaces de polinizar a sí mismas. El fenómeno se produce en alrededor de 150 plantas de forma natural y es muy popular entre los productores, ya que son muy fáciles de cruzar con otras variedades. De ahí surgieron una gran cantidad de híbridos rentables que en la actualidad gozan de seguridad alimentaria en todo el mundo. China duplicó su producción de arroz entre 1975 y el 2000 con la ayuda de esta técnica. Millones de personas habrían muerto de hambre sin ella.
Ocurre que la esterilidad masculina citoplasmática no sólo se presenta de forma natural, sino que también puede ser obtenida en en laboratorio. ¿Debemos permitirlo? ¿Es aceptable para los opositores a las tecnologías transgénicas (genéticas, les da igual cuáles) transportar genes de girasol a la achicoria? Ha nacido una guerra religiosa en la comunidad «bio».
Uno puede ver el lado divertido del asunto y reírse a carcajadas sobre las discusiones bizantinas de los «puristas de la nutrición». El asunto pierde su gracia definitivamente cuando lo que resulta realmente dañado al final son vidas humanas. Y ese es el caso que nos ocupa: Greenpeace lucha hace años con propaganda engañosa contra el llamado «arroz dorado». Y lo hacen desde sus despachos con las barrigas bien llenas. No creo que conozcan activistas de Greenpeace muriéndose de hambre. Yo no conozco ninguno. El cultivo del llamado «arroz dorado» es posible gracias a la ingeniería genética. Este arroz, especialmente rico en vitamina A, presenta un color amarillento debido al beta-caroteno contenido. La deficiencia de vitamina A es muy común en los países pobres.
Según la OMS, 500 000 personas, principalmente niños, quedan ciegos cada año por falta de Vitamina A. La mitad de ellos mueren. Sin embargo, las plantaciones experimentales son destruidas y el cultivo saboteado por todos los medios. Sistemáticamente. Por activistas de Greenpeace y otros «puristas de la genética». Patrick Moore, uno de los fundadores de Greenpeace, está harto de tanta hipocresía y así lo ha manifestado frente a las instalaciones de Greenpeace, denunciando a los ecofascistas de «crímenes contra la humanidad».
Por favor, hagan click sobre el banner para informarse sobre el Golden Rice y la campaña iniciada por Patrick Moore.
Yo estoy definitivamente con Moore. Me importan más los niños que las plantas y los bichos. Soy un «criminal»?
Greenpeace tiene más peligro del que parece a primera vista. Ser miembro y tener contactos dentro de la organización es un atajo para entrar a trabajar con un salario estupendo en múltiples agencias de la UE…
Todos los movimientos ecologistas se oponen al progreso, y el progreso es lo único que saca de la miseria al tercer mundo, por tanto el ecologismo contribuye a mantener la pobreza y la miseria en gran parte del mundo. Los cultivos transgénicos son parte del progreso y por eso los odian a muerte. Por el momento el único lugar donde van ganando la batalla es en Europa. La realidad es que ya hay unos 170 millones de hectáreas de cultivos OGM en el mundo y siguen subiendo. Su prohibición hoy en día sería impensable, por poner el ejemplo de España, casi toda la proteína proviene de las importaciones de soja transgénica, sin ella sería imposible alimentar a nuestra cabaña ganadera.
Tengo amigos ingenieros forestales y agrícolas que dicen que todas estas protestas en contra de los alimentos «transgénicos» son una chorrada procedentes de gente sin conocimientos sobre el tema. Uno me contó que el trigo y el maíz, en los orígenes de la agricultura hace tres milenios, no eran más que plantas minúsculas que producían una pequeña cantidad de granos y que a base de la selección artificial del hombre se fueron convirtiendo en lo que son hoy en día. En el caso del trigo, se fueron seleccionando aquellos ejemplares con más granos y con el tallo más grueso.
Por tanto lo que hace Monsanto y ese tipo de empresas no es más que acelerar el proceso lo que, teniendo en cuenta el posible problema de superpoblación que se puede producir en el planeta, no es moco de pavo.
Los orígenes de la agricultura se remontan a una época más antigua. Hace mucho más de tres milenios que se practica.
Pero bueno, esa no es la cuestión.
Creo que la mayoría de la gente tiene una idea equivocada acerca de las intenciones que guían al movimiento ecologista. Su oposición a determinados avances técnicos y científicos no se debe tanto a ignorancia como al impacto que esos avances tienen en lo que podría llamarse «huella biológica» del ser humano, como dice Luis. Esto explica también la escasísima simpatía -por decirlo suavemente- que un personaje como Norman Borlaug ha suscitado entre los ecologistas. Borlaug, cuyo trabajo ha servido para alimentar a incontables millones de personas, es, desde ese punto de vista, un indeseable.
Dado que la ignorancia sobre la verdadera naturaleza y fines del movimiento ecologista es muy amplia, son muchos los que se suben al tren engañados, con una idea equivocada de lo que están apoyando. Muchos socios de Greenpeace son personas ingenuas y resultan manipuladas para servir a fines que les son ajenos, o sobre los cuales no han meditado seriamente.
Otro tanto sucede con los medios de comunicación, que sirven, con demasiada frecuencia, de altavoz acrítico del movimiento ecologista, contribuyendo de ese modo a elevarlo al rango de ortodoxia ideológica o corrección política.
Finalmente, el oportunismo de los políticos hace el resto.
A esto habría que añadir la firme y continuada oposición, por parte de Greenpeace y otras organizaciones del mismo pelaje, al uso del DDT, eficaz defensa contra los mosquitos portadores del parásito Plasmodium, que provoca la malaria. Millones de muertes por malaria se podrían evitarhaciendo uso del DDT.
Hola Luís
Llevo tiempo preguntándome, si realmente lo que quiere Greenpeace es evitar que mucha población humana sobreviva. Es más, llegado el punto no me extrañaría ver una campaña contra las vacunas, porque alteran el ritmo natural de la vida
Lo que Greenpeace quiere es una «huella biológica» cero para los humanos. Eso significa volver a las cavernas. Y además, que seamos poquitos… muy poquitos…. preferiblemente ellos, que son los buenos.
Efectivamente, uno de los objetivos declarados de cierta facción de los ecolojetas es limitar el nº de humanos en el planeta. Recuerdo haber leído algo del Club de Roma sobre que habría que limitar la población humana a 1.000 millones. Eso sí, cómo pasamos de la población actual a la «ideal» de 1.000 millones es algo que se cuidan muy mucho de explicar.
Optimum Population Trust, ahora conocidos como «Population Matters», apologistas del genocidio.
http://www.populationmatters.org/
En America hay una fracion ecologista que va aun mas alla: se trata del Movimento parar la Extincion Voluntaria de la Especie Humana. Lo de la gente que dice cuando esta borracha lo que piensa y no dice cuando esta sobria se puede aplicar a los movimentos politicos: lo que dicen abiertamente en America es lo que piensan en Europa
Y yo que soy mal pensado noto de paso que lo de Voluntaria se aplica a la especie y no significa necersraiemente que cada uno de los mimebros dicha especia sea voluntario. Basta con que la especie haya sido extinguiida por hmanos.