Supongo que estarán al tanto de la polémica desatada por las declaraciones de Cristine Lagarde primero y de Olly Rehn después acerca de la necesidad de rebajar los salarios un 10 % para salir de la crisis. Los que me leen sabrán también que yo llevo desde hace mucho tiempo reclamando una bajada de salarios por las mismas razones.
La unanimidad en contra de la bajada de salarios ha sido casi total uniendo a keynesianos y liberales.
De un lado los keynesianos se oponen a dicha medida alegando que una bajada de salarios producirá una disminución de la demanda agregada y un aumento del paro, justo lo contrario de lo que se pretendía. Para los keynesianos la solución de la crisis pasa por una eliminación del fraude fiscal que permitiría reequilibrar las finanzas públicas sin aumentar los impuestos, por un apoyo a los salarios altos reforzando las leyes en favor de los sindicatos y por una mayor inversión pública, financiándola incluso con la impresión de dinero.
Del otro lado los liberales también se oponen con el razonamiento de que una bajada lineal para todos los trabajadores crearía nuevos desequilibrios, bajando demasiado el salario a unos trabajadores que se verían desincentivados y manteniendo aún los salarios demasiado altos a otros. Puede que los salarios deban de bajar pero eso se debe dejar a las fuerzas del mercado para que los vayan ajustando gradualmente y de una forma diferenciada.
Además para los liberales no sólo los salarios serían los responsables del paro sino también otros factores: legales (asfixia tributaria, barreras de entrada, limitaciones a la contratación…) o fruto del ciclo económico (alta acumulación de deuda que debe ser seguida de un proceso de ahorro para que se produzca un desapalancamiento).
Bajada generalizada de salarios
Por bajada generalizada de salarios entiendo un acuerdo entre trabajadores, empresarios, Estado y jubilados por el que se produzca una rebaja generalizada y en la mismo tanto por ciento de sueldos y pensiones y de otra una bajada generalizada también de precios. Aunque quiero advertir claramente de que dada la estructura de costes media de las empresas españolas y la relación de importaciones y PIB, la bajada de precios sería aproximadamente de un tercio que la de salarios y pensiones. Una bajada de salarios y pensiones del 10 % sería seguida por una bajada de precios entre el 3% y el 4 %.
Lo peor no ha pasado.
A pesar de que nos estén vendiendo la idea de que “hemos tocado fondo”, “lo peor ha pasado” o “la recuperación está a la vuelta de la esquina” lo cierto es que simplemente nos hundimos más despacio.
La última estadística del paro y el empleo es sintomática: el paro baja pero porque hay menos gente en el mercado de trabajo, el número de afiliados a la SS sigue bajando (en términos interanuales).
Los datos, por mucho que la propaganda oficial vea brotes verdes, son dantescos: en julio estaban afiliadas a las SS más de 600.000 personas menos que en julio de 2012. La afiliación media entre enero y julio de 2012 fue de 16.853.210 personas mientras que la media entre enero y julio de este año fue de 16.278.956 personas ¡¡¡574.254 afiliados a la SS menos!!!
Y el peor dato: en julio de este año por cada cien trabajadores hay 67 personas que cobran una pensión o un subsidio de desempleo.
Incluso con un crecimiento del 3 % y una generación de 500.000 nuevos afiliados a la SS al año a partir del 2014 tardaríamos cinco años en equilibrar las cuentas públicas y detener el aumento de la deuda pública, que se situaría para entonces en 1,15 billones de euros y un 85 % del PIB además de estar en un nivel “aceptable” de paro, en torno al 12 %.
Pero ese crecimiento del 3 % y esa creación de empleo de 500.000 afiliados están ahora a años luz de las previsiones de todo el mundo.
Si el crecimiento del PIB se sitúa en los próximos cinco o seis años en torno al 1 % los resultados serán catastróficos. Con un 1 % de crecimiento apenas se creará empleo. La destrucción de la capacidad laboral será drástica, con cinco millones de parados de larga duración, y de ellos 3 millones de larguísima duración, con más de cuatro años sin trabajar y difícilmente recuperables. En cuanto a deuda pública se irá hasta el 120 % del PIB y definitivamente no tendríamos ninguna posibilidad de afrontar el estallido de la burbuja de las pensiones públicas.
Si hay que resumir la situación en una palabra esta sería: desesperada.
El objetivo de la bajada de salarios y de precios, es decir una deflación interna provocada, no es otro que el de conseguir cuanto antes ese crecimiento del 3 % y una creación de 500.000 empleos netos al año.
¿Pero no se puede alcanzar ese objetivo por otros medios?
Si seguimos la opinión de los keynesianos lo que tenemos que hacer es una gran redada antifraude fiscal seguida de un gran plan de gasto público y acabar con la moderada liberalización del mercado laboral. Los keynesianos sobreestiman el fraude fiscal y simplemente no toman en cuenta las posibles consecuencias no deseadas de su eliminación. Para ellos todo consisten en apelar a la inagotable fuente de subir los impuestos a “los ricos” y, si no es suficiente, imprimir dinero. Luego cuando la inflación aparece se echa la culpa a los especuladores. El problema es que en un mundo globalizado y con una economía abierta la inflación genera falta de competitividad y paro.
A esta crisis hemos llegado por un excesivo endeudamiento, privado primero, que hizo posible una gran expansión del gasto público, y público después. Endeudarse más no va a ser la solución. Pero bueno: díganle eso a Krugman…
La solución liberal es bastante consistente: liberalizar el mercado de trabajo (y todo lo demás) y dejar que la presión de los 6 millones de parados vaya bajando los salarios. El problema es el tiempo.
Después de 5 años de crisis, con más de un 900.000 M€ de deuda pública y con un déficit estructural de 70.000 M€ creo que es necesario “acelerar” el proceso de ajuste, de lo contrario el peso de la deuda pública y de una población desenganchada del mercado laboral será devastador en pocos años.
Pero… ¿Cómo convencemos a la gente de que bajarse el sueldo les va a beneficiar?
La mayoría de la gente identifica bajar sus salarios con perder poder adquisitivo y por tanto convencerles de que acepten esa bajada es difícil. La reacción normal es que “yo no he causado la crisis y por tanto no tengo que pagar sus consecuencias”.
Para empezar la gente no sabe cuál es su salario real. La gente identifica su salario con lo que percibe a final de mes, pero ese no es su salario real. Por ejemplo veamos cuál es el salario de una persona con un salario bruto de 18.000 euros al año, casada con otra persona con igual salario, con una edad entre 30 y 45 años y con dos hijos en edad escolar:
Por un lado tenemos el sueldo bruto, que como dije más arriba son 18.000 € al año: 1.500 € al mes (pagas extras incluidas) que es el que figura en el contrato de trabajo. Pero ese dinero no es el que recibe el trabajador. El dinero en efectivo o sueldo líquido que recibe el trabajador después de impuestos es de 1.300 €.
Ahora bien si tenemos en cuenta el dinero en efectivo que recibe el trabajador de la empresa (sueldo líquido) y le sumamos el valor de los diferentes servicios que el trabajador recibe del Estado y le restamos el déficit público entonces la cosa queda en 1.730 €.
Al salario líquido habría que restarle el déficit público (si asignamos a los trabajadores y pensionsitas la mitad del déficit público (35.000 M€) serían a 150 € al mes con lo cual el salario real quedaría en 1.150 €, a este salario hay que añadir 80 € al mes en sanidad, 400 € al mes en educación y 100 € al mes en diferentes servicios públicos (policía, defensa, justicia, carreteras…) todos ellos servicios prestados por el Estado. Y todo eso nos da los 1.730 € de sueldo real final.
Además está el coste para la empresa del trabajador que asciende entre sueldos, aportaciones a la Seguridad Social y retenciones de Hacienda a 2.000 € al mes.
La gente por supuesto no tiene en cuenta nada de lo anterior, lo cual no quiere decir que no sea cierto.
300 € al mes de déficit por trabajador.
Ahora vamos a ver lo que recibe cada trabajador (con un sueldo bruto de 18.000 € al año) incluyendo lo que soporta en pensiones y subsidios de desempleo y lo que paga la empresa incluidos impuestos indirectos (IVA, impuestos especiales) y el déficit.
Y ahora vamos a ver lo que recibe cada trabajador (con un sueldo bruto de 18.000 € al año) incluyendo lo que soporta en pensiones y subsidios de desempleo y lo que paga la empresa incluidos impuestos indirectos (IVA, impuestos especiales) y el déficit.
Por un lado tenemos lo que recibe el trabajador más la parte del dinero en pensiones y subsidios de desempleo que le toca:
Están los 1.300 € de sueldo líquido que vimos antes más los 80 € en sanidad, los 400 € en educación y los 100 € en otros servicios sociales que vimos antes y a esto habría que añadir los 700 € que le corresponden por las pensiones y subsidios de desempleo y finalmente otros 180 € por los intereses de la deuda pública. La suma total da !!2.760 € al mes!!, más de el doble de lo que recibe en dinero en efectivo.
En el lado de la empresa el trabajador le cuesta 2.460 €, incluyendo en esa cantidad sueldo, cuotas de la Seguridad Social, retenciones de Hacienda e impuestos indirectos (IVA e Impuestos Especiales).
¿Y los 300 € de diferencia? Pues eso señoras y señores es el déficit público, que podemos asignar la mitad a trabajadores y pensionistas y la otra mitad a las empresas, pero que está ahí.
Más empleos son mayores salarios
Y ahora vamos al argumento definitivo: como la gente percibe los servicios del Estado (sanidad, educación, policía, defensa…) independientemente de que trabajen o no, un aumento del empleo supone para el Estado más ingresos pero los mismos gastos. Resultado: menos déficit.
Y menos déficit supone más sueldo para los que ya trabajaban. Además más gente trabajando suponen menos gastos en subsidios de desempleo.
Pero… ¿Cuántos empleos se tienen que crear para que la reducción del déficit compense la bajada de salarios? Supongamos que los salarios bajan un 10 % entonces:
Con la creación de 1,2 millones de empleos, las aportaciones a la SS y a Hacienda de trabajadores y empresas compensaría la perdida del 10 % de los salarios. Aunque la deflación va a destruir algunos empleos por cada puesto de trabajo creado en el sector exterior se va a crear o mantener otros dos.
Lo fundamental es entrar de nuevo en el círculo virtuoso de más empleo, más recaudación fiscal, menos impuestos.
Consideraciones finales.
a) Por supuesto que sería mejor crear empleos con alto valor añadido y altos sueldos en sectores con mucha I+D+I… pero eso no se improvisa. De nuevo tenemos el factor tiempo. No podemos perder más tiempo y tenemos que aprovechar nuestros puntos fuertes AHORA. Necesitamos resultados ahora. Ya habrá tiempo más adelante para competir en mercados con productos más desarrollados.
b) Los acuerdos de rentas no son precisamente una medida liberal, pero hay que tener en cuenta que el mercado laboral español lleva intervenido desde tiempos de Franco y que por mucho que se desregulase el ajuste llevaría demasiado tiempo. Incluso las posibles injusticias de bajadas de sueldo que en un libre mercado no se darían se verían compensadas por los beneficios de más gente trabajando y cotizando.
c) La gente no aceptará un descenso de salarios. Desde luego si a la gente no se le presentan los hechos tal y como son es imposible que tomen decisiones racionales. En cualquier caso, se tome la decisión que se tome, con 16,4 millones de afiliados a la SS el sistema es insostenible.
d) No seamos cínicos, todo el mundo espera que la «moderación salarial» mejore nuestro sector exterior y que éste tire de la economía. Exceptuando en sectores como la electricidad (debido al fiasco de la energía solar), el petróleo y el gas (¿por qué en España no hay explotaciones de fraking para extraer gas?) en los que dependemos del exterior y donde hay poca competencia en los demás sectores los precios están congelados o bajando.
Y si no fuera por la subida del IVA ahora estaríamos hablando de deflación. Ya se, ya se, que según algunos «economistas» que bajen los precios es muy malo.
e) El auténtico problema de la deflación es la gente y las empresas que se endeudaron en comprar activos sobrevalorados durante la burbuja y que ahora quedarían enganchados en altas deudas por unos activos desvalorizados. Ejemplo: compra de piso a 3.000 €/m2 con una hipoteca a 30 años por el que se paga 400 € al mes. Una bajada del 10 % del salario conlleva una bajada de poder adquisitivo del 15 % porque la hipoteca no baja aunque el valor del m2 de la vivienda sea ahora de 2.000 € y el resto de los bienes y servicios bajen de precio. Lo mismo puede decirse de los bancos que ven como los pisos embargados cada vez valen menos.
Pero la única manera de mantener el precio de los activos sobrevalorados durante la burbuja sería crear otra burbuja… y ¡¡rezar porque parte del nuevo dinero mantuviese el precio de la vivienda alto!! ¿A que les suena?
La deflación beneficia a los ahorradores y perjudica a los que se endeudaron, pero después de una burbuja es lo que queda.
Aun estando de acuerdo en el hecho de que lo peor está por venir, hay un par de variables relevantes que a mi juicio obvias:
– Entre los factores explicativos por parte de neoliberales, que no liberales, olvidas factores como el grado de competitividad de las empresas españolas (su tamaño, el grado de especialización, su capacidad investigadora, el coste medio de financiación…) y del peso relativo del sector exportador en la economía nacional.
– En un Estado en el que la palabra acuerdo es un mero sueño entender que el Estado y la patronal «acuerden» con sindicatos y pensionistas bajadas de salarios y pensiones es mucho suponer, a no ser que entiendas que «acordar» e «imponer» sean sinónimos.
– Las decisiones impopulares, dentro de las teorías del ciclo político, se toman al principio de las legislaturas y las decisiones impopulares siempre se aplican con retardo… De hecho la reforma de la pensiones se hará efectiva a partir de 2019. Los «policy makers», salvo los del Banco Central, por ahora dependen de trabajadores y pensionistas para seguir haciendo su trabajo.
– Suponer que los precios van a bajar supone obviar que la mitad del coste de la energía viene del precio del petróleo y del gas natural. Además ciertos oligopolios, muy significativos en la cesta de la compra, no van a permitir bajadas en sus márgenes de beneficio. Te recuerdo que los salarios ya están bajando y la inflación sigue en positivo.
– Minimizar el impacto del fraude generalizado me parece cuanto menos curioso, porque proponer medidas que se cumplirán o no, deliberadamente en función de la capacidad para incumplir las normas, es en cierto modo un contrasentido.
– Del coste del rescate bancario, incluyendo barra libre de liquidez, avales y capitalización directa… No percibo mucha relevancia en tu análisis. Y sin este coste no se puede explicar el valor de la deuda pública.
– Tampoco percibo en tu análisis que consideres relevante la curiosa articulación de la política monetaria dentro de la Unión Europea… Sin la cual no se explica el coste de endeudamiento público, y por lo tanto el déficit del Estado.
Para el tema de los costes medioambientales de la energía nuclear y del fracking antes habría que modificar la fiscalización medioambiental, pero no vía coste sino vía beneficio empresarial… Ya que en caso contrario el coste real de la generación de energía por esas vías se volvería realmente caro, y pagado por los consumidores, no por los generadores de la contaminación. ¿Quién está pagando los costes del desastre nuclear de Japón? ¿La responsable de su explotación? No.
¿No crees que aliviando la fiscalidad de las rentas del trabajo a la vez que exigiendo el cumplimiento de la normativa fiscal ya existente se conseguirían buena parte de los objetivos que tú mismo has expuesto? Ya que si el problema es que contratar es caro, y bajando los salarios percibidos atacas el consumo interno… Si mantienes salarios percibidos e incrementas los ingresos fiscales no ligados a la contratación, entonces podrás aliviar el déficit y bajar el coste de contratación sin afectar a la demanda interna.
Espero que no te ofendan mis discrepancias, ya que no pretendo ofender a nadie.
No, por favor, no ofendes a nadie.
1.- Evidentemente la bajada de salarios persigue conseguir una mayor competitividad de las empresas españolas frente a las del resto del mundo. Y fruto de esa mayor competitividad la creación de empleo.
2.- Ciertamente ese acuerdo es imposible, pero no hablo de lo posible sino de lo deseable. ¿No están diciendo siempre que los economistas no tenemos soluciones a la crisis?
3.- Si se explica bien no creo que sea un acuerdo impopular. Lo primero que hay que decirle a la gente es que su sueldo real, descontando el déficit público, es de 300 € al mes menos del que figura en su nómina.
España tiene una necesidad angustiosa de pedagogía económica seria.
4.- El precio del petróleo y del gas natural es un 5 % del PIB de España, sueldos y cotizaciones sociales suponen casi un 40 %.
Las empresas que mejor funcionan en estos momentos en España son las que están bajando o manteniendo sus precios.
Evidentemente se tienen que liberalizar determinados sectores.
Si los sueldos bajan un 1 % y el IVA sube un 2 % es difícil acabar con las subidas de precios.
5.- No entiendo muy bien a qué te refieres, si al fraude fiscal o a la posibilidad de incumplir el acuerdo. En el segundo caso creo que el propio mercado empujará los precios a la baja si bajan los costes.
6.- El importe del rescate bancario es insignificante en cuanto a la deuda pública (esta misma semana publico artículo).
7.- La política monetaria de la UE con los tipos al 0,5 % y barra libre de liquidez a los bancos creo que más laxa no puede ser.
Ahora si lo que pretendes es que Alemania avale la deuda de un país con un déficit desbocado entonces creo que estas soñando en vano.
Y si controlamos el déficit la prima de riesgo se desplomará (ver lo que está sucediendo), el ahorro podría llegar a los 15.000 M€ al año!!
8.-Creo que las posibilidades de un tsunami catastrófico en España son casi nulas. En cuanto al fracking en USA hay miles de pozos abiertos y nadie ha demostrado que se contaminen acuíferos o que se produzcan terremotos.
Lo caro hasta ahora han sido las renovables, han sido y serán, porque la factura de aquí a 2035 va a superar los 200.000 M€.
9.- Recaudar más impuestos no soluciona el problema de competitividad. Además el problema del fraude fiscal es que todo el mundo dice que es de decenas de miles de millones de euros pero luego nadie pone nombre a los defraudadores. ¿Quién defrauda? ¿Pequeños empresarios? ¿Grandes multinacionales? ¿Delincuentes (drogas, contrabando)? ¿Prostitución? ¿Juego?
Vale, vamos a perseguir el fraude fiscal pero con un plan en la mano que nos diga lo que se estima recaudar y de qué manera. Sinceramente no creo que se consiguiesen ni 10.000 M€ anuales de recaudación extra.
Ningún país del mundo ha logrado eliminar el fraude fiscal porque para hacerlo habría que establecer un estado policial.
Creo que hay mucha gente que sobreestima el fraude fiscal porque a su vez sobreestiman el PIB.
No es normal que antes de la crisis el Estado recaudase el 43 % del PIB y que unos años después con unos impuestos mucho más altos tenga dificultades para llegar al 35 % del PIB. Eso sólo podría cuadrar en caso de que el PIB real fuese un 10 % inferior al estimado.
Para mí es incomprensible que el PIB de España apenas haya bajado un 5 % en toda la crisis cuando un sector como el de la construcción, que suponía más del 10 % del PIB, ha bajado el 80 %, cuando se fabrican un millón de coches menos al año, cuando el comercio minorista lleva bajando 48 meses seguidos, cuando el número de afiliados a la SS ha caído un 17 % …
Recientemente el INI ha revisado ligeramente a la baja la cifra del PIB de los últimos cuatro años… a mi me suena a presiones y cocina.
Si el PIB fuese un 10 % menor de lo que nos dicen la recaudación fiscal supondría un 40 % del PIB y el fraude fiscal muchísimo menor de lo que se cree.
Saludos y gracias por el comentario.
Y el peor dato: en julio de este año por cada cien trabajadores hay 67 personas que cobran una pensión o un subsidio de desempleo.
el peor dato es la cantidad de funcionarios, y fuerzas del orden en la reserva, que hay en este pais, no solo cobran por no hacer nada o hacer algo que solo sirve para controlarlos a ellos y a nosotros y justificar el clientelismo masivo (siempre a ocurrido en este pais) sino que ademas consumeningentes cantidades de recursos pagadas tambien por quienes si trabajan o ejercen alguna actividad economica.
pero claro… hay ciertos grupos de poder que pagan que si les combiene este status quo, tal vez porque aun pagando reciben mucho mas, monopolios indusriales, energeticos, multinacionales, loobys de muchos padres y una sola madre, la codicia.
salud, libertad y buenos alimentos
No veo porqué tiene nadie que decidir si a mi me tienen que bajar el sueldo ni cuanto. En todo caso lo decidiremos yo y mi empresa.
Yo digo que mi sueldo tiene que subir, en el de los demás no me meto.
La cuestión es que vivimos en un Estado de bienestar y que cuanta más gente haya en el paro mayores serán los impuestos que deben pagar los que trabajan.
Hola Mill
Lo que comentas está bien para ganar competitividad con el exterior: pero hay una cosa que no veo, que es la bajada de precios, en especial en sectores como alimentación o energía. Pago las cosas más caras. Si, ya se que los impuestos han subido. Lo que no se puede pedir desde cualquier tribuna una bajada de salarios sino se hace incapié que también debe de bajar los precios y no subir los impuestos.
En cuanto a los impuestos, el otro día hablaba con Sefuelix en twitter del tema. Antes veremos el IVA al 23 o 25% – con todas las consecuencuas que eso va a traer – que al 18 o 15%. El problema, no es sanidad y educación, el problema es que hay mucha pero muchísima gente pastando en el presupuesto público y que quiere que el gasto siga a niveles de burbuja.
Para mi, creo que el coste de la energía es algo capital en España. Nadie ha hecho nada en 30 años como el tema, y me temo que vamos por el mismo camino. Es un oligopilio, con poca competencia y de tarifas fijadas, en parte por el estado. Y por supuesto una jugosa vaca a la que ordeñar vía impuestos, ya que su demanda es poco elástica.
Por último, Mill, en las nóminas debía aparecer cuanto paga el empresario por ti (incluyendo cotizaciones a la SS), y en los precios, deberían estar siempre sin IVA, apareciendo claramente en el ticket que es cada impuesto. Sólo así, se será consciente de lo que cuesta mantener este Estado, cada vez menos de bienestar, y no precisamente por falta de dinero recaudado vía impuestos.
En el acuerdo que propongo también digo que habría que bajar los precios… pero los precios en conjunto no pueden bajar lo mismo que los salarios pues muchos productos son importados y una componente de los precios es la amortización de los capitales que tampoco se puede bajar.
Evidentemente hay mucho gasto público inútil que recortar. El Ayuntamiento de mi ciudad gasta 50 M€ al año en burocracia, unos 170 € por persona y año. ¿Pero quién se deshace de los miles de funcionarios que se han ido adosando a las administraciones en 30 años?
Y en cuanto a la información de los precios… si la gente supiera lo que cuesta un coche sin IVA e Impuesto de matriculación y la gasolina sin IVA e impuestos especiales
vs.
el transporte público más las subvenciones que reciben…
Si la gente supiera lo que cuesta construir un piso
vs.
lo que cuesta construir un piso más el coste del suelo gracias a los planes de urbanismo de los Ayuntamientos y CCAA, mas los gastos notariales, mas los impuestos (IVA, impuesto edificación ), mas los escandalosos beneficios de promotores y constructores fruto de una actuación monopolística gracias a los Ayuntamientos…
Precios agrícolas sin subvenciones…
Si la gente supiera lo que cuestan de verdad las cosas…