Einstein, Planck, el éter y Ruiz de Elvira.

Leía ayer un artículo que reseñaba una conferencia de un viejo conocido de esta casa:

¿Por qué le debemos tanto a Einstein?

Se trata de una reseña en El Mundo de una conferencia del insigne Antonio Ruiz de Elvira en CoxmoCaixa. Poco se podía esperar y efectivamente poco había. Antes de analizar los desvaríos, haré un breve perfil del personaje para no iniciados.

¿Quién es este sujeto? Pues es un catedrático de Física Aplicada de la Universidad de Alcalá de Henares, en el sentido más degradante de los conceptos de «catedrático«, «Física Aplicada«, «Universidad» y si me apuras hasta de «Alcalá de Henares«. Está especializado en Apocalipsis Antrópogenicas y es uno de los principales arzobispos de la Iglesia hispana del Calentamiento Global Catastrófico (debido a los pecados capitalistas del hombre, los fachas especialmente).

Poco se sabe de sus contribuciones a la Ciencia, sin embargo es bastante conocido en el mundo del Humor, en el que irrumpió confundiendo los kW térmicos con los eléctricos allá por 2010 (más aquí).

El clímax del Humor, en este caso negro, lo alcanzó en una homilía en Antena 3 en la que vaticinaba una Fukushima inhabitable para muchos siglos. Tal orgía de despropósitos nos llevó a un grupo de amigos blogueros a fundar los Premios Ruiz de Elvira, que premiaban al mayor desvarío científico en asuntos medioambientales.

RdE y ElEter

Pero vamos con los rebuznos de hoy:

España ha concedido el Premio Príncipe de Asturias a la Sociedad Max Planck para el Avance de las Ciencias. La sociedad lleva el nombre de algo más que un amigo para Albert Einstein, quien se basó en algunos de sus postulados para formular la teoría de la Relatividad.

Aparte de que el «algo más que un» tiene unas connotaciones que resultan gratuitas, especialmente desde el punto de vista del periodismo de divulgación, Einstein no se basó en Planck para desarrollar la Teoría de la Relatividad (ni la Especial -1905- que se basa en el Principio de Relatividad de Galileo y en las Transformaciones de Lorentz; ni la General -1916- que generaliza la anterior para sistemas no inerciales). El error del articulista, probablemente lógico tras su exposición al ínclito catedrático, proviene de la confusión con otro estudio de Albert Einstein ese mismo año (entre los Annus Mirabilis papers) en el que introducía el concepto de cuánto de luz para explicar el Efecto Fotoeléctrico, y que se puede considerar el verdadero pistoletazo de salida del desarrollo de la Física Cuántica, y que a la postre le llevaría a obtener el premio Nobel de Física de 1921. (Paper original traducido al inglés: On a Heuristic Viewpoint Concerning the Production and Transformation of Light)

Pocos tomaron en serio a Planck en 1900, hasta que el jovencísimo Einstein, en 1905, dio una explicación profunda de por qué la interacción luz-materia se realiza en saltos o ‘paquetes’ de energía.

Lo cierto es que Planck cuantificó la energía radiada por un cuerpo negro de una manera puramente formal, para cuadrar los resultados que estaba obteniendo en el laboratorio, y sin sospechar las profundas consecuencias que sus asunciones tendrían en el futuro. De ahí a decir que no le tomaron en serio hay un considerable trecho y… un premio Nobel, el que se le concedió en 1918 (cuatro años antes que a Einstein) «in recognition of the services he rendered to the advancement of Physics by his discovery of energy quanta«.

Einstein fue una de esas mentes atrevidas que consiguió saltar por encima de conceptos absurdos que bloqueaban durante siglos el avance intelectual humano. Uno de esos conceptos era el del ‘éter’: Una sustancia inmensamente rígida, e inmensamente sutil al mismo tiempo. Una imposibilidad.

La Ciencia, y menos la Física, jamás ha evolucionado convirtiendo en absurdos los precedentes, nadie considera absurda la Gravitación de Newton, las Leyes de Maxwell, o yéndonos más lejos, la Geometría Euclídea, por mucho que éstas hayan sido superadas por otras teorías o cosmovisiones que las relegan a una (otra) mera aproximación a la realidad bajo determinados supuestos.

La Ciencia en general no avanza demoliendo lo anterior, más al contrario, se apoya en todo el conocimiento ya asentado para mejorarlo, ampliarlo o encuadrarlo, incluso cuando se produce un cambio de paradigma. Que un periodista no sepa eso es relativamente grave, que no lo sepa un Catedrático de Física es directamente vergonzoso. Y tachar de absurdos conceptos (erróneos o no) que se utilizaron para hacer funcionar las teorías de Newton o Maxwell, sólo demuestra la absoluta (y en este caso acreditada) ignorancia del proponente.

Al eliminarlos la sociedad dio pasos de gigante, en particular la física avanzó en 100 años lo que no había hecho en 300.

No. Considerar que la eliminación del éter es la piedra angular de los avances científicos del siglo XX es de un posmodernismo nauseabundo. El desarrollo científico en la descripción de la materia y del Universo durante el siglo XX, se debe primero al conocimiento acumulado de siglos de observación de la naturaleza; después a los diferentes cambios de Paradigma producidos en los últimos siglos: primero Copérnico, Galileo, Newton, Maxwell y Gauss entre otros, y después, a hombros de los gigantes anteriores Planck, Bohr, Einstein, Schrödinger, Heisenberg, Dirac, Feynman, y un largo etcétera que de ninguna manera incluye a Antonio Ruíz de Elvira. Y finalmente, envolviendo lo anterior, el gran avance de la Física se debe en gran parte al respeto escrupuloso del Método Científico (verificabilidad, falsabilidad…). Entiendo que acostumbrado a esquivarlo para promulgar las hipótesis del alarmismo sobre Calentamiento Global Antropogénico, ya ni siquiera tiene en cuenta su importancia epistemológica… probablemente será otro absurdo que hay que superar cuanto antes.

En cuanto a la eliminación del éter que promulga nuestro catedrático, mejor mantenerse escéptico, por mucho que como hemos visto sea inmune al ridículo, la existencia del Campo de Higgs es prácticamente idéntico al éter que tanto le molesta, y la Teoría del éter Einstein (que intenta reconciliar el concepto de éter y la Relatividad General) no parece especialmente fracasada en la literatura científica. En fin, que son tiempos complejos para optar por una visión específica de la Física Teórica, pero yo desde luego no apostaría al mismo caballo que Elvira, eso casi seguro.

Si quiere que el profesor resuelva alguna duda relacionada con un fenómeno cotidiano de la Física, envíe su pregunta a [email protected]

Casi mejor no. Las únicas dudas que tengo, que me corroen las entrañas, es que cómo es posible que «un científico» como  él (irrelevante y sectario) tenga la cara dura de hablar en nombre de la Ciencia, y la ausencia de vergüenza para dar clases en la Universidad Pública. Si fuera capaz de contestar de una manera aceptable a estas dudas existenciales, todos dormiríamos más tranquilos.

Eclectikus
Eclectikus

Geofísico, analista de Sistemas de Información Geográfica, bloguero. Librepensador.

Quedo a su disposición.

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15 comentarios

  1. No te lo vas a creer. Empecé a leer el artículo de pasada, sin mirar el autor. A las pocas líneas, me digo, ¿Pero, esot que mierda es? Miro el autor, y claro, era él. Nuestro catetodrático favorito!

    Pedro Jeta, majo ¿Le debes algo?

    • Es incombustible el tío, está dejando un legado digital impagable. PedroJ puede estar orgulloso de tener al mejor clown de la física ibérica.

  2. Este tipo de comentarios lamentables de supuestos científicos demuestran que efectivamente saben muy poco de Historia de la Ciencia y de cómo ha progresado la humanidad. Pero si me permites ir un poco más allá, se trata de una actitud muy común. Tal vez no lo sea el despreciar a los científicos que han hecho avanzar la ciencia inmediatamente antes de Einstein (en esto el ínclito RdE muestra una osadía difícilmente alcanzable), pero sí se da, y con frecuencia, al despreciar a científicos anteriores al Renacimiento a pesar de que, como comentas, el avance de la ciencia es y ha sido una tarea multisecular que se remonta a la Antigüedad.

    Saludos.

    • Si, estoy de acuerdo, no hace falta cogérsela con papel de fumar, las disputas entre científicos siempre han existido y probablemente sea bueno que así sea (véanse las continuas trifulcas entre Newton/Hook/Leibniz o entre Tesla y Edison…). Pero esto no es una trifulca científica, es una mala aproximación a la Historia de la Ciencia, y no solo por sesgada, sino por incorrecta e incompleta. Y encima rebozada en la falacia de autoridad implícita por salir de la boca de un catedrático de Física, lo cual es preocupante y sintomático de qué ocurre en la Universidad Pública española. Una pena.

  3. ¿Alguien tiene noticias de Germánico? Hace poco se despidió en su blog, tras perder su último empleo, con unas palabras un tanto inquietantes: «Germánico se despide para siempre. Este viaje tengo que hacerlo solo, y no voy a volver. A Dios.»

    Temo que haya sucedido lo peor.

  4. Sigo pensando que alguien tendría que investigar el qué, quién, cuando y cómo le concedieron a RdE su titulo académico, suponiendo que realmente lo tenga. Si es así, se habrá debido seguramente a algún favor, enchufe, deuda pendiente…vaya usted a saber. Y lo de «catedrático» suena a «dedo» político, no tanto para premiar al sujeto, sino más bien para quitárselo de en medio ( ¿dónde colocamos a este cazurro? Mándalo a Alcalá, para que no estorbe).

    • Tiene el título, tiene el doctorado, ha publicado (no mucho) pero no tengo datos para evaluar su calidad (posiblemente aceptable), y es catedrático de la Universidad Pública. El problema que tiene este hombre es doble, la oxidación intelectual de ocupar un puesto para el que no necesita reciclarse (es vitalicio), y su sectarismo fundamentalista de adoración a la Pacha Mama. En mi opinión la mezcla de esas dos características le convierten en un peligro público, y sugiere que no es un caso único. En Facebook/Twitter es fácil ver a docenas de profesores de distintos niveles y ramas del saber que predican la misma religión integrista sin el menor rubor, orgullosos de si mismos, hozando en la basura pseudocientífica a sabiendas de que no se salen ni un milímetro de la corrección política y que recibirán el aplauso fácil del rebaño. Es una pesadilla que tarde o temprano pasará… o volveremos a la cuevas y a hacer sacrificios al Dios de la lluvia.

      • ¿Pero esa «oxidación intelectual» justifica tantas barrabasadas? Si tiene la formación adecuada, entonces lo único que le puede pasar es que se le vaya la olla por algún tipo de embotamiento o degeneración neuronal. En cualquier caso que un tipo así sea catedrático es una vergüenza para la propia institución donde ejerce y, dicho sea de paso, una humillación para el simpático e inteligente animal de la foto.

  5. No se si estoy diciendo una chorrada ya que de Física no tengo ni idea…. pero tenia entendido que Einstein, para la teoría de la relatividad, y Newton no utilizaron el método científico… sino el deductivo aunque después se comprobaran mediante experimentos… no realizados por ellos… Aunque la verdad es que no lo entiendo muy bien, desde mi ignorancia agradecería que alguien me dijera si es cierto o no…

    • Hola. En realidad el Método Científico no habla de como descubrir o desarrollar una teoría. Por ejemplo la casualidad (que te caiga una manzana en la cabeza) o la equivocación (el descubrimiento de la penicilina) son formas de descubrimiento más que habituales. Lo que el Método Científico básicamente ofrece es una prueba del algodón para discriminar qué teorías (e hipótesis) son correctas y cuáles no. Y en ese sentido el Método Científico exige básicamente Reproducibilidad y la Falsabilidad. Fuera de eso podemos hablar de especulación, pseudociencia o brindis al sol, pero nunca de Ciencia real.

    • Un ejemplo. El nobel a Einstein fue en 1921, cuando ya estaban más que asentadas las Teorías de la Relatividad (Especial y General). Sin embargo le concedieron el premio por el Efecto Fotoeléctrico ¿Por qué? Pues a pesar de que ya pocos físicos dudaban de su validez, muy especialmente desde la expedición de 1919 de Sir Arthur Eddington en la que se corroboró la predicción de la teoría de Einstein de la curvatura del espacio-tiempo (más info); la validación empírica (y reproducibilidad) no se produjo formalmente hasta los experimentos de Ives–Stilwell (1940) y Frisch-Smith (1963) sobre la dilatación del tiempo. Por eso, a mi juicio acertadamente, la concesión se refirió al Efecto Fotoeléctrico, que por otro lado tampoco es moco de pavo (significó el inicio oficioso de la Mecánica Cuántica), aunque implícitamente estaba un merecido reconocimiento a la Teoría de la Relatividad.

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