Ayer oí en un programa de televisión a unos periodistas socialistas decir que la devaluación interna nos empobrecería. Que la disminución de salarios prolongaría la crisis. Que la liberalización del mercado de trabajo produciría una bajada generalizada de los sueldos y que eso sería un desastre.
Basaban todas esas ideas, además de en su ideología, en el siguiente informe de la OIT.
Pero las cosas no son así porque:
1.- Un descenso de los salarios va a provocar un descenso de la demanda pero también un aumento de los márgenes de las empresas. Las empresas pueden bajar sus precios para compensar el descenso de la demanda.
2.- Menores salarios también van a significar que los productos de exportación serán más competitivos. Los productos importados serán, relativamente, más caros.
3.- La consecuencia final es que aumentará el empleo en las empresas que bajen sus precios y en las que se dediquen a la exportación. Los que dicen que una disminución de la “demanda agregada” disminuirá el empleo olvidan los puntos 1 y 2.
4.- Mayor empleo significará una mayor recaudación fiscal y menores gastos públicos con lo cual se pueden bajar los impuestos.
5.- Una reducción de impuestos producirá un aumento de la demanda y generación de empleo y más recaudación fiscal…
6.- La otra opción es seguir esperando a que se generen empleos para los parados, pero parece que eso no sucede.
Ni sucede ni va a suceder porque en el anterior periodo de boom los empleos se crearon mediante la expansión del crédito que demandaba un producto que no era competitivo en el exterior (las viviendas no se exportaban y eran hipercaras).
Tampoco parece previsible que se encuentre empleo para mucha de la gente que ha perdido su empleo en los últimos años dados los salarios que tenían y sus habilidades.
Con salarios más altos los salarios serán más bajos.
Con salarios altos no se generará empleo, la deuda pública será cada vez mayor y los impuestos a pagar serán cada vez mayores.
Si no se crea empleo los parados cada vez se convertirán más en parados de larga duración y cada vez será más difícil que encuentren un trabajo.
Los perjudicados por la deflación.
Pero una bajada de salarios y de precios más o menos generalizada también va a producir perjudicados. Serían:
1.- Aquellos que se endeudaron para comprar bienes de consumo o, sobre todo, activos inmobiliarios.
2.- El Estado. Aunque el Estado puede ver compensada la deflación con una bajada de los intereses que paga por la deuda.
Muy bien explicado. Al no poder devaluar la moneda unilateralmente, sólo queda la devaluación interna vía salarios y precios. Lo que sucede es que España es inflacionista de forma crónica, por existir oligopolios más o menos encubiertos y los precios no caen como debieran.
Cuando ZP bajó los sueldos a los funcionarios un 5% en Mayo de 2010, si hubiera bajado el sueldo a todos los trabajadores de golpe en la misma proporción, el efecto devaluatorio se hubiera notado. Si se hace por sectores no es lo mismo porque mientras unos bajan, otros incluso suben, que es lo que ha pasado.
Lo más llamativo de todo es que los mismos que critican la devaluación internan son los más firmes defensores de la devaluación externa: los salarios no se tocan, pero que el BCE inunde el mercado con dinero e inicie una guerra de divisas. No entienden que los efectos y consecuencias de ambas formas de devaluación son las mismas. El empobrecimiento es el mismo. Más radical e injusto con las externa, pues afecta a todos, productores eficientes y no eficientes por igual. Mientras que la interna solo se centra en aquellas empresas/sectores ineficientes.
Hola Victor
Creo que eso ocurre porque sigue vigente la teoría que nos dice que los trabajadores sólo nos fijamos en el valor nominal de los sueldos y no en el real, y no somos capaces de ver la pérdida de poder adquisitivo que se produce vía inflación.