Los legisladores y los políticos en general suelen creer que las leyes están por encima de los deseos de la gente y de la condición humana. Pero por mucho que se empeñen en prohibir cosas o en obligar a la gente a hacer otras, los efectos indeseados de las leyes no se pueden eliminar.
Hace más de 35 años que se prohibió el tráfico de cuernos de rinoceronte con el objetivo de evitar su extinción. Sin embargo la prohibición del comercio de cuerno de rinoceronte parece que está teniendo unos efectos contrarios a los deseados.
La “medicina” tradicional china usa el polvo de cuerno de rinoceronte para alguno de sus medicamentos y la ley de la oferta y la demanda ha hecho el resto:
“El comercio de cuernos de rinoceronte es ilegal desde 1975, pero ante la reducción de la oferta, la prohibición ha hecho subir los precios y fomentó el desarrollo de una industria de la caza furtiva que usa tecnologías sofisticadas, como la persecución con helicópteros, dijeron los expertos.”
Las buenas intenciones de los legisladores no han impedido en esta, como en otras muchas ocasiones, que los resultados de la ley sean contrarios a los deseados. Pero parece que la imprescindible prudencia con que se deberían considerar los pros y los contras de cualquier ley sigue sin ter tomada. El proceso siempre es el mismo: se populariza un “problema social”, a continuación aparecen los políticos prestos a solucionar el problema y se saca una ley con el propósito de solucionar el problema sin tener en cuenta todas las consecuencias de la ley. El objetivo en realidad es hacer ver a la gente que los políticos y la política son imprescindibles para solucionar sus problemas.
¿Que la ley provoca un problema mayor del que pretendía solucionar? ¡¡No hay problema!! Los políticos sacarán otra ley… y encima se pondrán medallas.
Los rinocerontes casi se han extinguido para que ahora algunos ecologistas se den cuenta del error. Esperemos que los políticos deroguen la prohibición antes de que no haya rinocerontes que “proteger”.
Alucinado pero no sorprendido por el artículo, una falacia muy liberal, del tamaño del rinoceronte del que habla. Y argumento, el rinoceronte esta en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat y por la caza furtiva no por la ley que prohibe su caza, de hecho si no existiera esa ley seguramente no existiría el problema porque el rinoceronte estaría extinto. El argumento de que la ley ha empeorado el problema es absurdo, si el rinoceronte es un animal escaso, su habitad se destruye, su reproducción es lenta y difícil, ¿ cómo permitiendo su caza libremente, se evitaría su desaparición ? ¿ se pararía la gente a decir «ah como se puede cazar no lo voy a cazar» ? Esque no entiendo desde ningún punto de vista el argumento.
Si se leyera el artículo vería que no estoy defendiendo la caza del rinoceronte sino el comercio de cuernos de rinoceronte que es muy diferente. De hecho si se permitiese el comercio desaparecería la caza.
A 50.000 € el Kg. y a 900 gr. por rinoceronte al año eso son 45.000 € de ingresos por rinoceronte y año, creo que hay muchos incentivos para hacer reservas naturales para ellos.
Por cierto si lee la noticia del periódico verá que la idea no parte de unos locos liberales sino de unos ecologistas.
Mill, magnifico articulo, como ya nos tienes acostumbrado.
El fundamento de una ley es probibir y castigar para corregir.
El gran problema es que los politicos piensan que por el mero hecho de promulgar una ley es mas que suficiente para que la realidad cambie.
La ley seca, jamas funciono, las leyes sobre drogas, jamas han funcionado, justamente al contrario, han impulsado aun mas si cabe el problema.
¿ Que tiene que ver la ley seca o la prohibición de las drogas con el rinoceronte ? Las drogas se pueden fabricar en cualquier parte al igual que el alcohol, el rinoceronte no. ¿ Cómo el permitir su caza va ayudar a que no extinga ? ¿ me lo podría aclarar si es tan amable ?
La ley seca no consiguió que la gente dejase de beber. Lo único que consiguió fue que la gente bebiese peor alcohol, más caro y que se generase una mafia.
Los rinocerontes se pueden criar en cautividad igual que cualquier ganado.
No hablo de permitir su caza sino de permitir el comercio de sus cuernos
Si legaliza el comercio de sus cuernos y dada la demanda existente,, la gente se pondrá a criar rinocerontes para utilizar sus cuernos, los precios bajarán y se acabarán los incentivos para los cazadores.
Si la cría del rinoceronte fuese factible no existiría el problema, pero desgraciadamente no lo es y de ahí el problema. Es un recurso escaso, limitado y muy difícil de regenerar, si levantas el veto a la caza y al comercio del cuerno, se extinguiría en meses.
¡¿Por qué no se lee los artículos?!
http://www.elcomercio.es/rc/20130301/mas-actualidad/sociedad/proponen-legalizar-comercio-cuernos-201303010042.html
Al fin y al cabo, esto lo vemos en la legislación del mercado laboral. A pesar de que se supone que se ha «flexibilizado» un poco, la legislación laboral lo que hace es penalizar los despidos con la intención de proteger a los trabajadores, y no hace falta decir las consecuencias que ésto ha tenido.
Es como si mañana a un iluminado se le ocurre proponer la prohibición total de los despidos y, ya puestos, de los contratos basura.
Tema este que da para mucho, pero puede resumirse estupendamente: Siempre que alguien grita «¡¡¡¡pero tenemos que hacer algo al respecto!!!!!», sea sobre el tema que sea, la solución que suele proponerse es sacar una ley que al final genera más problemas que soluciones, SIEMPRE. Sin embargo la respuesta apropiada en el 99,999% de los casos es «privatizalo».
Con acento argentino también es una respuesta válida… 😉
Parafraseando al difunto comandante: Privatícese !
Si las leyes pudiesen estar por encima de la realidad, hace tiempo que los políticos habrían sacado alguna prohibiendo la crisis, el desempleo, etc. Vamos, como si promulgar una ley fuese lo mismo que agitar una varita mágica, pedir un deseo y ¡flash…..!!! deseo cumplido. Pero vaya, el problema es hacer entender a los creyentes en el dios Estado que ni éste es el genio de la lámpara, ni es los Reyes Magos, ni tiene superpoderes; como mucho puede ser un engreido que se lleva la realidad por delante cómo y cuándo le place, creando los más variados perjuicios; eso sí está dentro de sus posibilidades, por desgracia.
Un comentario muy acertado. Los políticos, y especialmente los progres, viven en un mundo mágico en el que se confunden deseos y realidades (Zapatero era el caso extremo de este síndrome).
El dinero crece en los árboles, de manera que basta recogerlo vía impuestos y nunca se acaba. Y si se acaba, siempre puede pedirse prestado, que ya lo devolverán otros. Cambiando de nombre las cosas se cambia su esencia, de ahí los actos de funambulismo semántico que se cometieron durante el zapaterato. El buenismo es una buena política. La ingeniería social dará lugar al «hombre nuevo socialista». etc.
Sería divertido si las consecuencias no las pagásemos los que no tenemos la culpa, incluidos los pobres rinocerontes.
Sí, si la ley no funciona, algo hay que cambiar. Pero tal vez quitarla y cruzarse de brazos no sea lo mejor. Salvo que no nos importe la desaparición de los rinos, que a mi sí me importa.
Pero no está prohibido tener un poco de imaginación. Puedes, por ejemplo, inundar el mercado de polvo de cuerno de rinoceronte falso. O cuerno falso, si no sale muy caro. y además, cortarles los huevos a los cazadores de rinos. Consigues:
– Bajar el precio, y desincentivar la caza.
– Ganar dinero, vendiendo una mentira.
– Con suerte, hacer comprender a los chinos que son gilipollas, porque la gominola funciona lo mismo (o lo mismo de nada) que el cuerno.
¿Que no?
Otra alternativa sería criar rinocerontes. Pero entonces tendrías que encarecer la caza, y la venta ilegal, por el procedimiento que sea. Tal vez quitarles los cuernos a los rinocerontes antes de que los cacen.
A 50.000 € el Kilo y a 900 gramos por rinoceronte y año creo que criar rinocerontes sería un gran negocio.
¿Qué es que a nadie se le hubiera ocurrido criar rinocerontes si se hubiera permitido el comercio de cuernos?
A los cocodrilos permitir el comercio de piel les salvó de la extinción.
Pero Plaza, la ley no es que no haya funcionado… ¡La ley es que casi extermina a los pobres rinos!!