Hay cientos, probablemente miles de libros dedicados a la teoría de la ciencia. Sesudos relatos de cómo se debe postular una teoría, o diseñar un experimento, o verificar su validez…. Como la mayor parte de los mortales no tiene motivos para leer treintaytantos tomos de 300 páginas antes de acomodarse en su sillón a leer la prensa o ver la televisión mientras come cacahuetes, voy a intentar explicarles en muy pocas líneas cómo funciona esto de la ciencia. Al menos en el campo de las ciencias naturales.
Lo primero que suele ocurrir es que alguien, en algún sitio, tiene una idea. Esta puede nacer de una elucubración puramente teórica o de una observación. Una elucubración puramente teórica sería la de Julio Pensatez: “considero que, dado el grado de presión a que se ve sometido Mariano Rajoy estos días, su color favorito de calzoncillos es el marrón oscuro”, postulando así una relación directa entre el estrés mediático a que se ve sometido nuestro objeto y el color de una de sus prendas ínitmas. Como Pensatez no ha visto los calzoncillos de Rajoy, se trata de una teoría pura. El otro caso posible es de la observación, lo que permitiría a Manuel Todolomido establecer una teoría del tipo: “cuando Mariano Rajoy se ve sometido a presión mediática directa le crece la nariz”. Todolomido ha observado (con sus ojitos, que son los suyos y por tanto no exentos de subjetividad) cómo le crecia la nariz a Rajoy durante una rueda de prensa y enuncia su teoría máxima de la elongación nasal rajoyniana.
¿Me siguen? ¿No se han aburrido todavía? Bien. Continuemos.
Lo segundo es intentar objetivizar lo que se postula. Para ello se diseña un experimento. Julio Pensatez no tiene más remedio que acudir a la lavandería donde Rajoy higieniza sus prendas interiores, buscar sus calzoncillos, fotografiarlos, catalogizarlos, contarlos y valorarlos. Si todos sus calzoncillos son marrón oscuro pensará: “eureka! Tenía razón!” y va y lo cuenta en su “Tractatus de subligaribus Rajoy”.
Manuel Todolomido se compra una cámara y filma un número elevado de comparecencias de prensa del sujeto a observar. Cuantas más conferencias de prensa filme, de mayor calidad estadísitca serán los resultados que obtenga al final. Además decide filmar la portuberancia nasal de Rajoy antes de la rueda de prensa, durante la rueda de prensa, después de la rueda de prensa y en período de reposo (por ejemplo, fumando un puro durante un partido de fútbol infantil). Si resulta que las mediciones sobre el material gráfico confirman que la nariz de Rajoy crece durante una rueda de prensa, es decir, sometido a presión medatica directa, Todolomido gritará: “eureka! Tenía razón!” y va y lo cuenta en su “Anomalías en el tamaño y forma del órgano nasal de Mariano Rajoy durante períodos de acusada presión mediatica directa”.
¿Y lo cuentan y ya esta? ¿Creamos un impuesto para comprar a Mariano calzoncillos anaranjados? ¿Obligamos a todo el mundo a comprar televisores con sistema automático de ajuste de tamaño nasal a proporciones standard? No, queridos lectores (espero que aún sigan ahí), no. Otros científicos se ponen manos a la obra e intentan reproducir los experimentos descritos. Si resulta que Rajoy sólo usa calzoncilos marrón oscuro los martes, día en que nuestro Pensatez acudió a la lavandería a tomar sus muestras, y los otros científicos confirman (verifican, cuentan, documentan, catalogan) que el resto de la semana Don Mariano usa calzoncillos rosa, blancos y anaranjados, su teoría se habrá ido al garete y ningún gobierno de este mundo podrá explicarnos los motivos por los que hemos de pagar un impuesto extra para comprar prendas anaranjadas a la empresa Greenpants.
Lo mismo ocurre con el trabajo de Todolomido si los colegas muestran cómo la cámara que utilizaba distorsionaba la imagen debido al calor de los focos y a los flashes de las cámaras de los otros reporteros, a la composición química del ambientador en Moncloay al humo de los habanos, demostrando que el análisis del material gráfico que Todolomido tan concienzudamente recopiló y tan expectacularmente publicó es erróneo. El negocio subvencionado de los televisores con sistema automático de ajuste de tamaño nasal a proporciones standard se iría al garete en menos de lo que tarda mi hijo en comer un T-Bone steak de Arkansas.
¿Preguntas? ¿Ha quedado medianamente claro? ¿Sí? Pues miren:
Teoría (he tomado la versión del Informe 2007 AR4, ha ido cambiando con los años 😛 ):
La mayor parte del aumento observado del promedio mundial de temperatura desde mediados del siglo XX se debe muy probablemente al aumento observado de las concentraciones de GEI antropógenos. Es probable que se haya experimentado un calentamiento antropógeno apreciable en los últimos cincuenta años, en promedio para cada continente (exceptuada la región antártica) […] De proseguir las emisiones de GEI a una tasa igual o superior a la actual, el calentamiento aumentaría y el sistema climático mundial experimentaría durante el siglo XXI numerosos cambios, muy probablemente mayores que los observados durante el siglo XX.
El modelo experimental:
La realidad medida:
Ahora pagen impuestos y compren cositas que a la EU y al Gov. de la Nación les paredce bien. ¡Infórmese! Y luego obtenga sus conclusiones. Mida, valore, valide, compare, vuelva a medir, y a valorar. Ofrezca sus resultados a otros científicos, sea crítico con el resultado de su propio trabajo. Eso es ciencia.
Artículo dedicado a mi biógrafo en la sombra y gran admirador Ferrán P. Villar, por su enorme obra divulgativa. Millones de gracias (estas sinceras) a Plazaeme (el verdadero medalla de oro) por sus textos, sus gráficos y su denodado trabajo en favor de la ciencia de verdad, sean los resultados de esta los que sean.
Un bioquímico intentando en tres gráficas desmentir a la práctica totalidad de los climatólogos y diciendo que eso es hacer ciencia. Facepalm.
Intentando y consiguiendo. No hace falta ser «Climatólogo», con una pizca de sentido común y otra de independencia de criterio es suficiente para tomarte a coña la gran mayoría de las afirmaciones del alarmismo climático, y sin salirte un milímetro del Método Científico. Facepalm.
Muy bueno el comentario
La caleontologia no es ciencia y si que es la gran corrupción, por supuesto que a los políticos les interesa chupar del bote
También es curioso que Rajoy es de los pocos que hizo unas declaraciones en contra del cambio climático ¿os acordáis de su primo?
Je, je. No lo había podido ver hasta ahora. ¡Serás gamberro! 😉
En realidad Don Ciencia participaba en la plaza. Entró muy sobradete, con los argumentos memorizados de Real Climate. Entonces todavía no estaba John Cook, que como es más cafre y falaz todavía, les gusta más a esta gente. Se ahorran la poca vergüenza científica que les quede a los chicos de Gavin, que al activista (y «caroonista») Cook ni huele.
Al poco tiempo salió por piernas de la plaza. Y se inventó la disculpa de que era una discusión injusta porque yo soy «profesional». ¿Pero profesional de qué, monada? Alucinante. Va de ciencia por la vida, pero no puede discutirla con un (según él) «community manager» … ¡profesional! Que es como si un mecánico no pudiera discutir de motores ¡con un abogado!, por profesional … de la discusión. Y no se le cae la cara de vergüenza al fenómeno.
Luego creo que fue Elípticus el que descubrió su blog. Donde nos pone a parir, pero no nos deja defendernos. Pero como son los de la moralina barata, con ellos no va lo de la educación y la civilización (por no hablar de leyes). Tiene unas exposiciones alucinantes sobre «por qué no hay que discutir con *la negacionía*». Pero muy trabajadas y todo, aunque fundamentalmente copiadas. Y las lees, y es exactamente igual que el discurso de un cura preconciliar. Pero al menos los católicos sí discutían con los herejes, y hasta el final. Aunque luego pusieran la literatura y filosofía «diabólicas» en un índice, para que no las leyera la plebe. La tesis de estos es hacer un índice (y Ferry debe ser el censor mayor), pero además no discutir jamás con el maligno. O sea que son como frailes, pero sin categoría.
Ah, te has dejado atrás el enlace a tu biografía propiamente dicha. Lo pongo aquí, para asegurar que el cobarde ve esta entrada el recibir el «pingback» (y borrarlo a todo correr).
http://ustednoselocree.com/background-climatico/negacionistas-celtibericos/luis-i-gomez/
Un momento, por si no quedaba claro: lo mío no es una defensa encubierta de Rajoy y sus miserias.
LG Darley
La presunción de inocencia vale para Juan Pueblo ante la justicia, y quizás ante la opinión de sus conocidos.
Pero los políticos tienen una responsabilidad especial ante la sociedad. Esa responsabilidad (elegida por ellos y por la que se les paga), les obliga a ser especialmente meticulosos en sus comportamientos, es decir, no solamente deben ser honestos sino parecerlo (mucho más que la mujer de César).
El poder corrompe, y esa ley natural debe ser siempre tenida en cuenta.
¿Hasta qué punto es aceptable la permanencia de un político en su puesto? Hasta que sea imputado (es decir, que haya motivos racionales para suponer la existencia de un delito) o hasta que se verifique una actitud impropia, no ética, aunque esta no sea criminal.
En el caso de la cúpula del PP, se compruebe o no una acción criminal, es evidente y reconocido que han proporcionado apoyo político y monetario a personas imputadas, y que no solamente los mantienen en sus nóminas sino que además (cuando no los nombran ministros) les ofrecen coche oficial, secretaria, y un cuartito para guardar sus cosillas.
Esa es una actitud tan impropia como no ética. ¿Significa éso que deben renunciar? No necesariamente, ya que hemos visto que esas conductas (y aún peores, lisa y llanamente criminales) son premiadas por el pueblo:
– Griñán fue re-electo y sigue mandando en Andalucía
– Camps fue re-electo por mayoría absoluta
– Más y compañía fueron re-electos para seguir sus desmanes en Cataluña.
Estas fueron decisiones tomadas por el pueblo soberano, en pleno usufructo de sus derechos y solos ante su conciencia.
¿Todos los políticos son corruptos? Pues sí, lo son por acción o por encubrimiento, o por ambas cosas.
¿El pueblo quiere que lo sean? Sus decisiones de elección así lo evidencian.
¿Eso es raro? No, de ninguna manera. Venezuela y Chávez son un ejemplo claro.
¿Solución? Mucha hambre, mucho palo, finalmente mucha sangre. Así avanzan, lamentablemente, las sociedades, y muy probablemente ese sea el futuro de España.
Empezando por Luis. I. Gómez, queda claro que en tu escrito no hay defensa alguna a Rajoy Lo único que yo sí digo es que los principios que sirven para valorar las tésis de los calentólogos, también deben servirnos para otras cosas, sean acusaciones contra Rajoy o contra los 875.000 Euros de la ONG de la mujer de rubalcaba (por poner un ejemplo de hoy), contra Pujol Jr., etc.etc..
Yo soy un defensor a ultranza de la «presunción de inocencia».. La «presunción de inocencia» vale para todo el mundo, incluidas personas con antecedentes penales o políticos sin ellos.
Sí, deberían parecer y ser honestos; pero es que les es muy dificil con tanto enchufe y tanto dinero público y cargo público por alrededor. Hoy por tí, mañana por mí. Son pocos los que se meten en un partido sin afan de medrar, y jugándose su vida por nada (e.g. concejales del PP en el País Vasco).
Sí; deberían dejarse de colocar a familiares, amigos y compañeros de partido, por cientos de miles. Deberían dejarse, en fin, de repartir el dinero público, fuese en sobres, o A LO GRANDE vía BOE o actos adminsitrativos, por vías formalmente legales que la Fiscalía nunca investiga: subvenciones a sindicatos, partidos, asociaciones y fundaciones que de ellos dependen, y que finalmente acaban haciendo llegar el dinero a los políticos, sus familaires o sus empresas, recalificaciones urbanísticas, contratos públicos. Sea en la fundación IDEAS, en FAES o en donde fuese. El color es indiferente.
Lo mismo que a Luis. I Gómez le gusta tratar el asunto del calentamiento antropógenico con cierta profesionalidad, también en el asunto de las culpabilidades y presunciones de inocencia, deberíamos regirnos por parámetros profesionales. No por el estómago, no por el color político del mediáticamente acusado (nunca con dos varas de medir diferentes, viendo a veces la mota de polvo en ojo ajeno y obviando las vigas en los propios).
Tampoco creo que TODOS los políticos sean corruptos. Alguno se salvará.
En nuestro país hay diferentes posturas de los partidos respecto a cuando han de dimitir tras la imputación de unos hechos delictivos: algunos no lo hacen nunca; otros exigen condena firme, otros condena en primera instancia, otros exigen que haya un escrito de acusación de Fiscalía, otros dicen que cuando se adopten medidas personales o reales contra una persona dentro de un proceso penal; a otros les basta que se produzca la imputación por el Juzgado de Instrucción que acepte un denuncia o querella; otros dicen que basta la existencia de un escrito de denuncia o querella, otros dicen que basta que la policia o fiscalia investigue un asunto, otros dicen que basta que se les denuncie en prensa… Casi tantos criterios, como casos.
El tan actual asunto de Rajoy y la cúpula del PP está en los dos últimos supuestos, habíendo negado públicamente uno haber recibido dinero alguno y otro, haber escrito los llamados apuntes contables del dinero B. El recorrido puede ser muy largo o muy corto. Veremos donde acaba.
Se dan muchos casos de prestar apoyo a personas condenadas, acompañarles a la cárcel con gran aparato mediático, o de apoyar a personas imputadas y que el partido le pague los gastos de defensa. Para valorar si es ético o no, tendría que conocer el caso concreto.
Para ser imputado, basta que un juez de instrucción tenga la opinión de que hay motivos racionales que suponen la existencia de un delito. OJO: en su particular opinión. Que puede ser falsa, errónea o incluso malintencionada. Sinceramente, para mí, la imputación de un juez de isntrucción no es suficiente para considerar culpable a una persona (me refiero a nivel ético; a nivel jurídico, evidentemente no lo es), ni siquiera en el caso de los altamente sospechosos «políticos», cuyo deber de ejemplaridad es mayor. Muchas instrucciones penales se sobreseen, se archivan o acaban en sentencias absolutorias, el porcentaje es muy grande en ciertos y conocidos juzgados, como la Audiencia Nacional, que es líder de la tabla.
Deberían ser los propios partidos políticos los que decidiesen cuando le piden la dimisión a un miembro de su partido, con reglas generales o caso por caso.
En el caso del senador del PP y millonario en Suiza, Sr. Bárcenas, creo que no tiene coche oficial del partido, ni un despacho en Genova. Eso dicen. Pero espero que investiguen a fondo tanto a Bárcenas, como a Rajoy y sus supuestos sobresueldos en «B». Como a todo el mundo. Aunque mi confianza en la Fiscalía (dependiente del Gobierno) y en el poder judicial (cada vez más dependiente del Gobierno, y aún más si Gallardon se sale con la suya) es más bien poca, y muy escéptica.
Si hubiese listas abiertas, los electores juzgarían si la decisión tomada por un político fue la correcta. También hay casos en que un político dimite y luego queda totalmente absuelto (ahora estoy pensanado en un alcalde, cuya carrera acabó hace muchos años; aunque era/es inocente).
Lo de la dimisión obligatoria cuando hay imputación judicial (creo que Bárcenas sí tiene una instrucción penal en marcha) está sujeto a un ABUSO y arbitrariedad muy grande.
Es dificil adoptar un criterio concreto, a priori. Mi propuesta es analizar el caso por caso, que lo decida el propio afectado y un órgano dentro de cada partido, y, sobre todo, que los electores lo juzguen luego con su voto.
Muy buena entrada, tanto para las teorías científicas o el negocio de la calentología antropogénica, como para el principio de presunción de inocencia, desconfiar de los agit-props masivos y de los asalta sedes, y dejar que los grafólogos, peritos y jueces hagan su trabajo. Siempre.
No se trata de pedir ecuanimidad a los medios, que son totalmente parciales y actúan por intereses propios muy, muy lejanos a la romántica idea de que buscar » la verdad»; pero al menos la «competencia» libre entre diversos periódicos y medios y el trabajo del juzgado (de la fiscalía me fió mucho menos) nos acercará a los hechos sobre la nariz de Rajoy, el color de sus calzoncillos y los pagos en dinero «B», esto es, no declarado a Hacienda.
Yo solo se que no se nada, queridos… bueno sí, Rajoy usa gafas, no? 😀
Si lleva gafas. Pero la posición de éstas, en relación con la protuberancia nasal, sin duda adultera las medicion real del tamaño de la misma. Jarrlll!!!
En 2012, el Mº de Media Ambiente destinó 52 M€ (8.600.000.000 Ptas) en la Prevención de la OCntaminación y Cambio Climatico. A pesar de las cifras, esto supuso un descenso de casi el 50% del presupuesto, pues en 2011 se destinaron 101 M€.
Y ya para nota es cuando los equipos investigadores de Manuel Todolomido y Julio Pensatez generan unos modelos de predicción del color de los calzoncillos de Rajoy y de su tamaño de nariz, en base a sus hipótesis originales y con sus propios datos empíricos; de manera que cuando otros científicos les avisan de sus errores metodológicos e instrumentales, les plantean hipótesis alternativas y les presentan calzoncillos de colores y tamaños de nariz (medidos ahora con interferómetros láser más precisos que las cámaras de vídeo del Dr. Todolomido) sensiblemente distintos de los previstos por los modelos, saltan al unisono: ¡NEGACIONISTAS! ¡ESOS DATOS CONTRADICEN LOS MODELOS! ¡A QUE LLAMO A OBAMA…! Y en esas estamos.
Compruebo que el tono humorístico-cabreado de Luis le favorece y creo que beneficia a sus neuronas. Lo invito a seguir por ese camino.
Respecto a las gráficas, nada que comentar. La Calentológia es una secta y la fe pertenece al ámbito íntimo de cada uno.