A estas alturas de la película nadie niega ya, ni siquiera desde el propio sector, que la legislación que ordenaba (es un decir) la producción de electricidad a partir de la tecnología solar fotovoltaica fue el paradigma de la intervención estatal que acaba destruyendo empleo, destrozando un sector entero y costando a los contribuyentes miles de millones de euros. La burbuja creada en el sector fotovoltaico es un claro ejemplo de lo que sucede cuando el Estado desajusta el sistema eléctrico, aislándolo de la realidad mediante una legislación que expulsa del mercado a tecnologías competitivas para meter, con calzador, a otras más ineficientes. Los números son inapelables: en 2011 nos gastamos 2.400 millones de euros en primas a una tecnología que no produce ni el 3% de la electricidad que consumimos. Y así nos va. Pero la culpa no es de las renovables, sino de los políticos.
Sin embargo, lejos de aprender de los errores pasados, en este país somos más de repetirlos una y otra vez. No contentos con el resultado obtenido tras pinchar la burbuja fotovoltaica, hemos considerado oportuno crear una nueva porque parece que aquí no podemos vivir si no exprimimos continuamente al amargado contribuyente. Y ahora le toca el turno a la solar térmica, otra de las tecnologías que aprovechan la energía proveniente del reactor nuclear que nos da la vida, el Sol.
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Mortimer
Creo que ese «peligroso intoxicador» ya estuvo en Chernobyl…y seguramente irá a Fukushima encantado. Eso sí, tomará sus precauciones, igual que supongo que usted no meterá los dedos en un enchufe para ver si la electricidad que llega es fotovoltaica, nuclear o qué…
Y me permito recomendarle el informe que tiene colgado en este foro…
https://desdeelexilio.com/2012/03/11/fukushima-dai-ichi-un-ano-despues/
Son 68 páginas, con fotos y gráficos que hasta yo, un mal estudiante de BUP y recién licenciado con 50 tacos llego a entender bastante bien.
Por otra parte…¡qué manía con enviar a la gente a….! ¿podemos hacer lo mismo con los antinucleares, y que se vayan todos a vivir en aldeas alimentadas con aero-generadores, placas solares y similares, con todas las consecuencias?
A mí me sigue pareciendo cosa de magia apretar interruptor y que las cosas funcionen. Serán cosas de haber vivido en un pueblo donde no siempre llegaba «la luz», y las velas eran algo que siempre estaban en el cajón.
Pero en realidad se que detrás de esa «magia» esta el trabajo de mucha gente, y un sistema muy complejo, en el que se incluye el autor de estos artículos.
Señor Manuel Fernandez Ordoñez, es ud un peligroso intoxicador.
Le recomiendo que para curarse se vaya de vacaciones a Japón, y se aloje bien cerca de la inocua central de Fukushima. Abra la ventana de su habitación y luego, si puede, se viene a contarnos lo beneficiosa y «barata» que es la energía nuclear. Sobre todo cuando los costes de todo tipo los pagamos los ciudadanos y los beneficios se los llevan las empresas.
BTW, enhorabuena Manuel por la intervención hoy en el congreso del IJM y por la colaboración en el libro “Una reforma realmente liberal”.
Saludos.
Estiamdo Manuel Ortdonñ:
Creo es la lapidacion
Un saludo.
Estimado JFM,
Yo más bien me refería a que tal acción merece ser grabada en la lápida de nuestra economía. Muchas gracias por la apreciación.
¿Cómo diría usted, entonces, el adjetivo correspondiente a la acción de matar a pedradas, es decir, de lapidar? Porque están matando nuestra economía a pedradas…
Un saludo.
Perdona pero lapidaria no tiene el sentido que le das en el texto: lapidaria viene de lapida, piedra y quiere decir muy coro. Ademas de que solo tiene sentido aplicado a una frase. La dificultad de gravar en piedra (y de encontrar una piedra lo suficientemente grande) hace que se privilegia el decir mucho en cuantas menos palabras mejor. «Veni, vidi, vici» huele a frase ideada para terminar en una lapida al pié de una estatua de Cesar o sea lapidaria. Pero una consecuencia lapidaria no tiene sentido.
Por lo demas muy buen articulo aunque podraias añadir algo sobre los que se estan forrando gracias a la presion de los Verdes.
¿Están obligadas las eléctricas a comprar esa producción? O pueden negarse. Lo digo porque he oído que hay eléctricas que se niegan a comprar parte de la producción. Lo cual me parece ilógico, ya que toda la producción se inyecta a la red.
¿Pero y lo que fardamos presumiendo de esas plantas termosolares de última generación que parecen sacadas de una peli de ciencia ficción? Precisamente esa de la foto (o una igualita) la ví hace poco en un programa de la Tele, en la que el ingeniero responsable sacaba pecho y presumía de además de la energía «gratis» generada, de no secuantos puestos de trabajo que se habían creado en la comarca. Por supuesto se cuidó muy mucho de explicar el coste real en forma de subvenciones que para los ciudadanos suponía esa supuesta joyita tecnológica. Pero la foto hay que reconocer que mola, que al fin y a la postre es lo que vende en televisión.
Es como una especie de tragedia griega, donde todo el mundo conoce el problema y se da perfecta cuenta del fostio que llega, pero nadie puede hacer nada al respecto. Solo queda esperar a ver como nos inunda la marea inexorable.
Y el cambio de gobierno ha sido curioso al respecto de la tragedia. Hemos pasado del cabreo a la depresión. Prefiero el cabreo; la próxima voto Zapatero.