Las cuentas del Honorable Mas

Hay ocasiones en las que las piezas inconexas que durante un cierto tiempo tiene uno alojadas en su memoria, de repente, adquieren la consistencia de un argumento. Ello me recuerda la reflexión que el recientemente fallecido Antonio Tabucchi hacía en uno de los pasajes de ​Sostiene Pereira, quizás la más grande de sus novelas. Decía: «Tal vez en la inescrutable trama de los eventos que los dioses nos conceden, todo ello tenga su significado». Esto es lo que me ha ocurrido esta semana al escribir mi artículo quincenal en ​Libertad Digital.

A finales de la semana pasada me encontré en los periódicos con unas declaraciones de Artur Mas en las que, medio en broma, medio en serio, sugería que Cataluña podía estar en el borde del impago con respecto a sus obligaciones. Lo que quería no era tanto destacar las dificultades presupuestarias catalanas —comunes, por otra parte, a las de las demás Comunidades Autónomas—, como resaltar que si Cataluña no tuviera un déficit fiscal con España, entonces ese problema no existiría. Mas quería aprovechar la ocasión para, con la matraca del déficit fiscal, reforzar el argumento independentista, toda vez que, muy recientemente, Durán i Lleida había mostrado, en el congreso de su partido, que el camino de Cataluña no es otro que el de la autonomía dentro de España.

Lo de Mas no habría pasado de ser un episodio añadido a su matraca nacionalista, si su torpeza no hubiese desencadenado el impulso inicial de la prima de riesgo que, posteriormente, resultó fortalecido por otros acontecimientos y, sobre todo, por la concatenación de declaraciones insensatas de un variado elenco de políticos locales y europeos, cada una de las cuales vino a alimentar la incertidumbre acerca de las finanzas públicas españolas.

La cosa es que estos acontecimientos me trajeron a la memoria el episodio del enfrentamiento en un duelo entre el ministro de la Corona británica George Canning y el vizconde de Castlereagh, tal como lo cuenta en ​Brontosaurus y la nalga del ministro Stephen Jay Gould. Ello, justamente porque el resultado de ese duelo acabó influyendo positivamente en la ciencia, conectándose nada menos que con la publicación de ​El origen de las especies por Charles Darwin.

Por otra parte, mi amigo Paco Caja me había remitido hace unas semanas el estudio que hizo Convivencia Cívica Catalana acerca del famoso déficit fiscal catalán, mostrando que, desde 2009, tal déficit ha desaparecido y ahora resulta que la cuenta de los flujos financieros públicos entre Cataluña y el resto de España arroja un saldo favorable para Cataluña. Y, como contrapartida, añado yo, resulta que, con la crisis, esta región ha perdido gran parte de su capacidad de obtener un excedente comercial con las demás Comunidades Autónomas de España.

Me parecía que todo esto podía reflejarse en un artículo que diera  significado a toda esta colección de lecturas, estudios y noticias. Y es lo que he hecho en mi contribución periódica a ​Libertad Digital. El que quiera leerla puede hacerlo en el enlace que cuelgo a continuación:

http://www.libremercado.com/2012-06-01/mikel-buesa-la-cuentas-del-honorable-mas-64689/

 

Mikel Buesa
Mikel Buesa
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