Despido libre y abrir rápido un negocio, puedes, pero sólo un poquito

No lo entiendo. Prometo que no lo entiendo. ¿Por qué ante lo que son dos buenas noticias, los políticos consiguen limitarlas hasta conseguir el óptimo de ineficiencia imprescindible?

Si la monumental deuda de Bankia o el excelente análisis del mercado bancario español de MILL  no han conseguido atrapar toda la atención de sus mentes, confío en que se hayan enterado de dos de las pocas buenas noticias que nos ha dado últimamente este gobierno:

– Por un lado, la creación de licencias exprés para la apertura de nuevos negocios.

– Por otro, la instauración del «despido libre»… perdón, la delimitación temporal del contrato de fomento del empleo.

¡¡Aleluya!! Sí, yo también lo pensé los primeros cinco segundos. Hasta que me dio por leer un poquito más abajo en las noticias, y no pude más que echarme las manos a la cabeza. Avanzo que cualquier paso adelante en la libertad es, a mi entender, algo muy positivo. Mis quejas se fundamentan en que, por desgracia, vuelven a quedarse muy cortos. De nuevo. Y ya no recuerdo cuántas van.

Como de costumbre, un servidor quiere ver la letra pequeña de las leyes.

Respecto de las licencias exprés:

El Consejo de Ministros ha aprobado hoy un real decreto que, entre otros aspectos, regula la denominada «autolicencia exprés», un mecanismo que elimina el actual sistema de licencias municipales para abrir un negocio y que persigue ahorrar «tiempo y dinero» a los emprendedores.

Esta medida irá dirigida para la apertura de pequeños comercios con una superficie inferior a300 metros cuadrados, una iniciativa que el Gobierno no descarta aplicar a locales mayores y a otro tipo de actividades.

Según el BOE:

Artículo 2. Ámbito de aplicación.

1. […] este real decreto-ley se aplicarán a las actividades comerciales minoristas y a la prestación de determinados servicios previstos en el anexo de este real decreto-ley, realizados a través de establecimientos permanentes, situados en cualquier parte del territorio nacional, y cuya superficie útil de exposición y venta al público no sea superior a300 metros cuadrados.

2. Quedan al margen de la regulación contenida en el título I de este real decreto-ley las actividades desarrolladas en los mencionados establecimientos que tengan impacto en el patrimonio histórico-artístico o en el uso privativo y ocupación de los bienes de dominio público.

Artículo 3. Inexigibilidad de licencia.

1. Para el inicio y desarrollo de las actividades comerciales y servicios definidos en el artículo anterior, no podrá exigirse por parte de las administraciones o entidades del sector público la obtención de licencia previa de instalaciones, de funcionamiento o de actividad, ni otras de clase similar o análogas que sujeten a previa autorización el ejercicio de la actividad comercial a desarrollar o la posibilidad misma de la apertura del establecimiento correspondiente.

2. Tampoco están sujetos a licencia los cambios de titularidad (se notifica y ya está).

3. Tampoco, si el acondicionamiento del local requiere de un proyecto de obra de conformidad con la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación.

En el Anexo de la norma se dan bastantes tipos de negocio.

Más allá de que existan ciertas empresas (gasísticas, químicas, nucleares y similares) que requieran de requisitos y permisos previos ya establecidos por la ley (especialmente en materia de seguridad y protección al medio ambiente), a día de hoy no se sostiene semejante limitación. Ciertamente,300 metros cuadrados no son pocos, pero la superficie no es condición suficiente para que mantengan las licencias que para las otras se pretenden quitar. ¿Por qué se requiere de más permisos el abrir un hotel o un centro comercial? Basta con que, si hay que hacer o remodelar un edificio, tengan el proyecto de obra.

Con todo, entiendo que se trata de una medida muy positiva. A día de hoy, de acuerdo con el ranking de Doing Business 2012somos el país 133 en facilidades para montar un negocio.

Mucho más grave es lo que quieren hacer los políticos del despido presuntamente libre. Porque se trata de una de esas  medidas imprescindibles, y sólo la van a poner un poquito debido a la desesperación gubernamental por mejorar las cifras de paro:

Entre los cambios pactados más destacados figuran la supeditación de los contratos de fomento del empleo –que permiten despido libre durante tres años– a que la tasa de paro supere el 15%. Además, el Gobierno se compromete a evaluar el impacto de la reforma cuando se cumpla un año de su entrada en vigor, así como a redactar durante la segunda mitad de este ejercicio un informe sobre los procesos de regulación de las empleadas del hogar, proponiendo fórmulas de simplificación de los trámites y de posibles mejoras en las cotizaciones.

Estos contratos sólo se aplican a los emprendedores (según el SEPE, a empresas con menos de 50 trabajadores).

Las pegas son tan obvias que cada vez que pienso en ellas me pongo de mal humor:

– Si la medida es buena, ¿por qué no se aplica a todas las empresas, independientemente del tamaño? Se supone que hay empresas de mayor tamaño que tienen más capacidad para contratar gente. ¿Por qué no ponérselo más fácil a ellas y aprovechar todo el potencial de la idea?

– Si la medida es buena, ¿por que se retirará cuando el paro baje del 15%? ¿Por qué no se impone de forma definitiva? ¿Por qué no esperar al menos a tener una tasa de paro del 5%, es decir por qué no esperar a tener unas condiciones de pleno empleo? Y sin olvidarnos de la importancia de las medias: dado que lo que se aplicará será una media nacional.

– Y lo que es más grave todavía: Cuando se calcule ese 15%, ¿qué medida se empleará? Mucho me temo que la media nacional. ¿Por qué? Porque imponer legislaciones distintas iría contra la unidad de mercado, recogido en el art. 139 de la Constitución. Es decir, que puede haber comunidades que hayan bajado hasta el 10 y otras comunidades, como Andalucía, que sigan estando por encimad el 20%, y que cuando tengan la posibilidad de alcanzar esa cifra, verán que la ley que lo posibilita desaparece. De nuevo, estar lejos de la media es el problema. Así, si la medida es buena, ¿por qué no esperar siquiera a que todas las Comunidades cumplan con un objetivo mínimo suficientemente exigente como para eliminar con sus problemas históricos de desempleo?

¿Y por qué adoptan medidas como esas pero no con la profundidad que sería deseable (y hasta obvio)? Sinceramente, creo que es por miedo a los sindicatos y a aumentar todavía la inestabilidad social del país.

En resumen, parece que el Gobierno ha decidido seriamente atacar un problema muy grave como es del de la creación de empresas y otro de forma mucho más blanda como es el desempleo. Respecto de la medida contra el desempleo, se trata ya de por sí de una medida bastante débil, pero que además, si funcionara, se retiraría cuando hay comunidades que todavía no han cumplido con los objetivos establecidos.

Burrhus el elefante neocon
Burrhus el elefante neocon

Manolo Millón.
Licenciado en Psicología.
Máster en Dirección de Recursos Humanos.
De vuelta cuasiobligada en Málaga

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2 comentarios

  1. Este gobierno es muy gallego, muy Rajoyano, justo ahora que lo que necesitamos son héroes Troyanos: tomo esta medida pero no la tomo, fomento el despido libre (la contratación libre) pero no lo fomento, fomento la creación de empresas pero no la fomento….camino un par de pasos hacia delante y uno hacia atrás. Amago el golpe pero enseguida me protego el cuerpo con los brazos y me voy a la esquina del ring a esperar los golpes del adversario.  Sí, pero no. Puede ser, pero puede no ser. Vaya usted a saber. Oiga doctor, soy una persona muy dubitativa…..¿o no?
     

    • No, señor. Usted no es dubitativo. Usted sabe perfectamente lo que hace. Es únicamente que le da vergüenza decirlo en público. 

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