¿Debemos combatir a los cafres … haciendo el cafre?

Los cafres del Heartland Institute, que hasta ahora me parecía una organización respetable, han metido la pata hasta el fondo. E insistido con ello. Con lo que han conseguido, en una sola jugada, ponernos al nivel de los adversarios. También se ha organizado una discusión interesante en la blogosfera escéptica del IPCC, que trato de resumir en el título de esta entrada: ¿Debemos combatir a los cafres … haciendo el cafre? Para mi, nadie lo expresó mejor que Borges: No nos comemos a los caníbales.

Hay gente que está contra el cuento del cambio climático porque no lo cree. Y hay gente que también está contra ese cuento, o más bien contra los que lo cuentan, por las salvajadas contra la civilización que parecen necesitar. Para poner el asunto en perspectiva habría que contar cuántos entre los escépticos se comportan como esta campaña del Heartland, y cuántos alarmistas siguen llamando “negacionistas” a los escépticos.

Donna Laframboise ha sufrido el asunto en carne propia, y se ha retirado de la próxima conferencia del Heartland. Como Ross McKitrick. Y lo ha contado, muy bien resumido, en su blog. Traduzco:

Donna Laframboise

De su blog:

Esta mañana he cancelado un vuelo no reembolsable Toronto – Chicago. Lo que sigue explica por qué:

Hace unas semanas me invitaron a participar en un debate en la conferencia esponsorizada por el  Heartland Institute. El tema del debate era:

El IPCC: ¿Es aún una voz creíble en el debate del cambio climático?

Justo habiendo acabado un informe tamaño libro sobre esa organización, acepté la invitación. Pretendía argumentar que el IPCC es una vergüenza internacional. Mucho de lo que cuenta al público sobre su personal, y sobre cómo prepara sus informes, es ridículo.

Escribir The Delinquent Teenager Who Was Mistaken for the World’s Top Climate Expert supuso como recibir un baño de realidad a cuenta de un mentiroso patológico. Una a una, trabajé una lista de afirmaciones del IPCC, tratando de comprobar su certeza. Y una y otra vez no encontré evidencia que las soportara.

Resulta que la prensa simplemente ha aceptado durante años la visión optimista que el IPCC tiene de sí mismo. Y resulta que el IPCC está lejos de ser el cuerpo científico riguroso y objetivo que pretende ser.

Mis descubrimientos son importantes porque gobiernos de todo el mundo señalan a los informes del IPCC como la razón de sus programas de reducción de emisiones e impuestos al carbono, que añaden dificultades a las pequeñas empresas. En mi opinión, cuanta más gente sepa de mi libro, más fácil será que los gobiernos tomen decisiones mejor informados.

Pero mi participación en la conferencia del Heratland se ha vuelto imposible. Soy una canadiense que nunca ha sido miembro de un partido político. A veces estoy de acuerdo con la izquierda y a veces con la derecha. Mucha gente basa sus opiniones sobre el clima en la tribu política a la que pertenecen; yo no soy de ellos.

Yo creo en el pragmatismo y en el sentido común. Creo en los hechos fríos y contrastados – y en tratar a la gente con la que no estoy de acuerdo con cortesíay respeto.

Durante 24 horas de esta semana, el Heartlannd ha publicado un anuncio en un cartel electrónico junto a una autopista en Chigaco. Mostraba una foto de Ted Kaczynski,alias Unabomber, que está encarcelado de por vida en una penitinciaría de Colorado por matar a tres personas y herir a otras 23.  El cartel decía: Todavía creo en el calentamiento global, ¿y tú?

Este anuncio es parte de una capaña mayor. Citando la web del Heartland:

La serie de carteles lleva a Ted Kaczynski, el infame Unabomber; Charles Manson, un asesino en masa; y a Fidel Castro, un tirano. Otros alarmistas del calentamiento global que pueden salir en carteles futuros incluyen a Osama bin Laden y James J. Lee (que hizo rehenes en los cuarteles del Discovery Channel en 2010).

Desde entonces han quitado el anuncio. El Heartland dice ahora  que “solo se trataba de un experimento.” Pero su propio comunicado de prensa anunciando la campaña no daba indicios de tal cosa (enlace).

En cambio, los que hemos aceptado la invitación del  Heartland nos hemos visto envueltos a ciegas en el asunto – solo dos semanas antes del comienzo de la conferencia. Con un torrente de prensa negativa, nos encontramos unidos públicamente a una organización que considera normal equiparar a la gente preocupada por el cambio climático, con psicópatas.

Como decía el economista Ross McKitrick ayer en una carta de tono fuerte:

No puedes decir simultáneamente que quieres promover el debate y equiparar al otro bando con terroristas y asesinos en masa.

Ciertamente.

En los tres años que he estado investigando el debate del clima he visto un montón de cosas feas – montones de gente comportándose mal.  Me recuerda, desagradablemente, a cuando escribía sobre divorcios desmadrados. Los problemas sistémicos eran reales, pero demasiado a menudo ambas partes eran su peor enemigo.

En un comunicado emitido ayer, el Heartland dice:

Sabemos que nuestro cartel ha enfadado y disgustado a muchos de nuestros amigos y seguidores, pero esperamos que entiendan lo que intentábamos con el experimento. No nos disculpamos por poner el anuncio, y seguiremos experimentando con métodos de comunicar el mensaje “realista” en el clima.

Bien, ahí está mi problema. Mi nombre – y el nombre de mi libro – se ve en la misma web del Heartland donde aparece esa explicación de arriba. Sin nuestro conocimiento previo o consentimiento informado, mi trabajo ha sido agresivamente asociado con esta odiosa campaña publicitaria.

Olvida el chasco. En mi opinión, mi reputación ha sido dañada. Y el Heartland piensa que no  tiene nada por lo que pedir perdón.

Añadiendo insulto a la injuria, proclama que “continuará experimentando” con las formas de presentar su mensaje. Todo estupendo, pero convertirte en daño colateral de los experimentos de marketing de otros, no es mi idea de disfrutar.

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Nota:

He enviado una copia de cortesía de esta nota a gente del Heartland, tres horas antes de publicarla.


Fuente: No Frakking Consensus:

plazaeme
plazaeme

Negacionista. Que no se sabe muy bien si quiere decir que niego que exista el clima; que niego que el clima cambie; que niego que el clima esté cambiando actualmente de forma que no se haya visto antes; o que niego que hayan mostrado que se trata de un problema real, y no imaginario. Nunca me lo explican, y sigo esperando.

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