Ha sido echarle un vistazo a la prensa esta mañana y encontrarme saturado con noticias de todo tipo sobre la reforma laboral que, de una u otra forma, el Gobierno llevará a cabo. Según parece, este viernes.
No me canso de insistir en repetir que nada es real hasta que aparece en el BOE. Sin embargo, a los gobiernos les gusta mucho filtrar sus medidas como fórmula para ver qué pueden corregir a última hora. Además, junto a estas filtraciones, están las columnas de opinión, que nos ayudan a ver hasta qué punto somos incapaces de analizar con un mínimo de seriedad los problemas.
Entiendo que ahora lo mejor es hacer una recopilación de todas estas noticias para saber por dónde van los tiros, aprovechando para revisar la perspectiva que le dan los medios de comunicación.
De información:
– En ABC:
- –Las empresas con crisis podrán despedir con una indemnización de 20 días. ¿Y por qué no a todas las empresas, independientemente de su situación? Es precisamente cuando las empresas no tienen problemas cuando pueden ajustarse. Luego puede ser demasiado tarde. Otra “idea de la ministra” es la de generalizar el contrato de indemnización de 33 días por año trabajado, en lugar de indemnizar por 45 días. Aquí pueden encontrar información sobre cómo se indemniza, y aquí, sobre los diferentes tipos de indemnizaciones. Los antiguos contratos no fueron afectados por la anterior reforma laboral.
- Las empresas privadas buscarán empleo a los parados ante el fracaso del INEM. No tienen porqué preocuparse por esto: Ya lo hacen. Lo que sí se puede pedir es que cierren los Servicios Estatales de Empleo, que no sirven para nada a nivel europeo. No deja de ser chistoso que se hable de datos de 1996 con datos de otros países de 2009 (el enlace es de 2009), y en este tiempo el SEPE sólo ha ido a peor.
– En La Vanguardia: Un contrato para jóvenes. Concretamente, otro más (contratos de formación, en prácticas, temporales…). Se plantea la posibilidad de que los jóvenes cobrasen por debajo del SMI, con un apoyo de la Seguridad Social, prácticamente sin cotización, sin casi trabas al despido y con una duración máxima de dos años. Y yo me pregunto por qué no se aplica a cualquier persona, independientemente de su edad. ¿Qué ocurre? ¿Es que las personas con más de 50 años no lo tienen difícil? ¿Y las mujeres que no tuvieran un empleo previamente?
– En La Nueva España hay otra recopilación sobre materias.
Hasta aquí, las informaciones. Resumiendo, una indemnización por despido baja que llega demasiado tarde, una innecesaria introducción del sector privado en la búsqueda de empleo y un contrato exclusivo para jóvenes, que no afectará a otras personas que se encuentren en dificultades para conseguir otro trabajo. Ya me contaréis a dónde vamos con esta reformita.
Luego están los entresijos de la reforma, es decir, cómo los políticos y lobbys de presión se tiran los trastos a la cabeza. Aquí, la principal referencia es El País:
– Para empezar, un análisis del chiste de mal gusto en que se ha convertido la negociación colectiva entre patronal y sindicatos. Reconozco que el artículo empieza muy bien:
En España se cree en el poder taumatúrgico de las leyes. A cada problema hay que oponerle una ley o una reforma de la ley que lo resuelva. Y el paro, qué duda cabe, es el gran problema que aqueja a España.
– Tenemos en el Gobierno a los partidarios de aplicar pocos parches frente a los partidarios de aplicar muchos parches.
– Y tenemos a los sindicatos horrorizados ante la idea de que se les acabe el chiringuito de intervenir en la creación de la legislación laboral. Me hace mucha gracia leer que CCOO cree que no contar con los agentes sociales en una solución abocará la medida al fracaso. Se ha instaurado en nuestra sociedad el dogma de que todas las opiniones son respetables, y así basta con empezar la frase con la palabra “Creemos” para que el resto de la frase/ocurrencia tenga el mismo valor que la Ley de la gravedad. Así, el Estatuto de los Trabajadores habrá sido reformado, con ésta, 53 veces. La inmensa mayoría de ellas, producto del consenso entre patronal y sindicatos. La experiencia y los resultados nos dicen que no deberíamos volver a confiar en este sistema de negociación colectiva cuando se trata de materias de ámbito nacional. Bueno, pues aquí, los resultados empíricos tienen la misma validez que la opinión de una de las partes, que, “casualmente” sale perjudicada. Y según parece, los parados también comparten mi opinión.
No obstante, parece que todo se reducirá al efecto retroactivo de la reducción de la indemnización por despido (saco de Diario Crítico):
Las citadas fuentes destacan también que las modificaciones que incluya el proyecto de reforma laboral no tendrán efectos retroactivos y entrará en vigor en el mismo momento que el Decreto Ley, por lo que los trabajadores que actualmente tienen un contrato indefinido seguirán beneficiándose de una indemnización de 45 días por año por despido improcedente. No así, los contratos temporales que, a partir de la entrada en vigor de la reforma se conviertan en indefinidos.
La retroactividad era, desde el punto de vista sindical, una de las claves de la reforma y su no aplicación, manteniendo los derechos adquiridos, puede ser un elemento importante para evitar o rebajar la conflictividad social.
En El País también han hecho un pseudodebate entre dos señores que discuten sobre qué clase de reforma laboral se emprenderá. Uno de los discutidores, José Santamarta, afirmó que:
[…] Las medidas no depararán muchas sorpresas: abaratamiento del despido y contrato único. Las viejas conquistas del movimiento sindical se van perdiendo una tras otra. La derecha neoliberal se lanza a la reconquista del terreno perdido durante las últimas décadas. Pero empresarios y derechas olvidan que esas conquistas crearon una clase consumidora y fraguaron una paz social. Cuando aún existía la amenaza comunista, las reformas se veían como una forma de evitarla. El comunismo se hundió, y la reconquista neoliberal no tiene límites. Es como la planta carnívora de una vieja película: quiere más y más, y nunca es suficiente. De vez en cuando les estalla un 15-M.
Y se quedó tan ancho. Sólo diré que, basándome en el BOE, referirse al actual Gobierno como de “derecha neoliberal” es mostrar al mundo que no se tiene ni idea de lo que se está diciendo.
Seguimos ignorando que la reforma laboral debe ser integral, completa. Que no es una cuestión de crear leyes específicas para situaciones específicas, sino de, bien crear una ley para todos, bien de crear leyes específicas para todos. Lo que no puede hacerse es crear leyes para unos pocos. Los innumerables parches legales creados por los agentes sociales han buscado precisamente esto. Y el resultado ha sido un mercado laboral dividido entre quienes no tienen ninguna protección y muy pocas posibilidades de conseguir una estabilidad suficiente que les permita obtener la experiencia para seguir creciendo y los que creen no tener incentivos para mejorar porque están muy bien protegidos.
Me van a permitir un par de enlaces más, indirectamente relacionados con el tema:
El primero, relativo al pánico que tienen algunos a que se les compare con los mejores. Concretamente, los malos. ¿Cómo podemos mejorar nuestro sistema educativo si nos negamos a ver quiénes lo hacen bien para imitarles y quienes lo hacen mal para no hacerlo? ¿No se dan cuenta de que para tener buenos trabajadores es necesario que haya gente debidamente formada? ¿Cómo podemos formar mejor a la gente si no sabemos en qué nos equivocamos?
El segundo, relativo a los problemas de los investigadores para encontrar trabajo como investigadores. Es como si el resto de los mortales españoles tuviésemos la obligación de pagar a los investigadores una burbuja en las que dedicarse a aquello que les diera la gana sin dar cuentas a nadie. Pues no. Usted investigue lo que le dé la gana, pero págueselo usted. Si quiere investigar el logaritmo neperiano de los pepinillos o la vacuna contra una enfermedad que afecte a cuatro personas en el mundo, maravilloso, pero que se la pague él. Y si descubre algo que mejora la vida de millones de personas, que se haga inmensamente rico con el fruto de su trabajo. Pero, por favor: junto a la investigación básica, moléstense en hacer algo de investigación aplicada. Más que nada porque sólo así podrán tener fondos suficientes como para retener esos cerebros.
PD: Mientras ponía las fotos, ha salido Fátima Báñez explicando algunos objetivos extra:
– Nueva ley de emprendedores, facilitando sólo a ellos las nuevas contratacioners. Sí, ésta es una ley muy importante. Salvo que se trate de fábricas que trabajen con agentes potencialmente peligrosos (productos químicos, radiactivos, etc.), no hay excusa para que un empresario empiece el papeleo a las 9:01 AM, acabar a las 9:02 AM del mismo día y comenzar a trabajar a las 9:03 AM del mismo día. Pero cualquier medida que les facilite la contratación de trabajadores tendrá mucho más éxito si se aplica a todas las demás empresas.
– Refuerzo de los controles de absentismo y contra el fraude. Pues vale.
– Búsqueda de la conciliación entre las vidas profesional y laboral. Para estas cosas, lo mejor es dejar que el mercado encuentre por sí mismo sus soluciones y que el Estado se dedique sólo a sentar las bases mínimas.
– Se fomentará el teletrabajo. Que nadie se lleve a engaños: El teletrabajo está muy bien, y puede ahorrar muchos costos a las empresas. Pero la tasa de paro es muy elevada, y las empresas aún no están acostumbradas a trabajar con este sistema.
Sobre eso hay alguien en este blog que debe de saber muuuuucho. Y no lo digo por nadie, Luis.
Eh, eh, a mí no me mires. Yo planteo una solución a la ausencia de recursos económicos. Lo que no puede ser es que cada vez que pase alguien los científicos digan… “¿qué hay de lo mío?”.
No, no, estaba mirando a Luis….
Por supuesto, Germánico, la investigación básica es muy importante. ¿Quién puede financiarla? Quien esté interesado en hacerla. La pregunta es: ¿Cómo puede financiarla quien esté interesado? A través de la investigación aplicada. Es como los cineastas: Primero hacen cine comercial y luego hacen lo que les da la gana porque tienen dinero para permitírselo. ¿Por qué no puede pasar lo mismo con la ciencia?
En cuanto a lo de los científicos, pues, es un tema complejo. Mucha investigación básica no tiene una aplicación inmediata, y puede no conducir a nada relevante o, por el contrario, ofrecer unos resultados positivos pero en un plazo largo. La cuestión es, una vez más, de financiación. ¿Quién puede financiar esa clase de proyectos a largo plazo? Podemos también decir, como Unamuno eso de ¡Qué inventen ellos! Quizás, simplemente, no somos un país con una estructura económica suficientemente sólida para pensar en el largo plazo. Tenemos que parchear por aquí y por allá o hacer reformas drásticas, pero la mirada siempre habrá de estar en el medio plazo, porque lo otro es…el más allá.
Oye, Burrhus, yo tengo 38 añazos, ¿crees que podría colar como joven para que me hagan un contrato especial? Si en las Juventudes Populares permiten jóvenes que peinan canas, ¿habrá sitio para mi en alguna parte?
Dicho con todo el cariño, Germánico: Te jodes. Para el Gobierno, tus problemas son menos importantes que los de un chaval de 20 años. O entienden que ellos lo tienen mucho más difícil que tú y a los que conviene ayudar más. Tienes… ¿cuántos? ¿Tres hijos? Lo siento, el Estado no puede rebajar sus exigencias para gente como tú.
¿Sitio para ti? Seguro. Igual que para mí. Pero en España, no.
Lo he hablado en el post de al lado con Cara de Palo. Me ha enseñado una lotería muy divertida de EEUU llamada tarjeta verde. Creo que me voy a apuntar en unos meses. De momento voy a meditar trascendentalmente.
También puedes irte a Irlanda. Es un país quebrado, pero alguien como tú no debe tener demasiados problemas para encontrar un buen curro. El inglés machacado, eso sí.
Antes de salir de casa voy a probar con el último enchufe, a ver si ese da corriente,….es decir, permite ingresos en mi cuenta corriente.
Bueno, te falta un factor. El sistema promociona, salvo cándido voluntarismo, que los mindundis prosperen y manden. Luego ya se ocupan de que, como tú dices, no les quiten el pesebre.
Mindundicracia.
Creo que vuestros comentarios, Drizzt y Esopra, van en una dirección correcta. Es decir, si tú educas a la gente para que sea mediocre acabarás teniendo gente mediocre. Si educas bajo criterios poco exigentes, acabarás teniendo gente poco exigente.
Pues tienen a mediocres, que es la razón fundamental por la cual están en contra de que en la educación destaquen los mejores. Si hay algo, que desde mi punto de vista se han empleado con saña los últimos 20 años es quitar cualquier cultura de esfuerzo de la básica y el bachillerto. ¡No vaya a ser que nos salga gente trabajadora y que ponga en dudes el chiringuito estatal del que viven del cuento los políticos!
lo de “neoliberal” debe ser algo parecido al “coco” de los niños. Pronto los “neoliberales” habrán matado a Manolete. El recuadro que pones de El País lo único que demuestra es la ignorancia del tal José Santamarta.
Bendito sea quien inventara la paciencia. Porque lo que he escrito mientras hacía el post rayaba lo delictivo. ¿No tienen a otra persona para opinar sobre estos temas?