Pues no. Cuando desde aquí hemos criticado ampliamente los excesos cometidos en nombre del “ecologismo” y la “sostenibilidad” con el principal resultado de encarecer la electricidad hasta el absurdo y enriquecer a cuatro lobbistas nativos más un puñado de fabricantes extranjeros, no era desde luego esto lo que estábamos pidiendo, señores gobernantes de turno.

Un error no se arregla con un error mayor. Igual que criticamos en su momento los recortes retroactivos a las primas fotovoltaicas, no creemos que la solución a la burbuja solar pase por segar de un tajo la actividad de todo un sector.

Por si alguien todavía no sabe de qué estamos hablando, aclaremos que el recién aprobado RD 1/2012 congela por un tiempo no determinado la ejecución de nuevas instalaciones de generación eléctrica del Régimen Especial. De todas.

Cuando todos éramos ricos y gastábamos alegremente el dinero en paneles fotovoltaicos fuimos quizá de los primeros en avisar de la barbaridad que se estaba gestando. Igualmente hemos advertido anticipadamente de la burbuja termosolar cuando había tiempo para frenarla. Hemos denunciado que los objetivos límite fijados en el RD 661/2007 no se estaban respetando multiplicándose respectivamente por 10 y por 5 la potencia instalada originando un aumento desorbitado de la cantidad de primas a pagar. Pero la solución a los anunciados excesos de un sector concreto, el solar, dentro del Régimen Especial, no debería ser motivo para la paralización total de una industria.

En muchas ocasiones hemos defendido que no hacían falta todos los pseudoargumentos ecolojetas a menudo esgrimidos para justificar las primas a las renovables. Nos bastaba con uno, pero un argumento de verdad, y siempre que hablemos de primas y no de tomaduras de pelo. En esa línea entendemos (aunque comprendemos que hay quien puede estar en desacuerdo) que la contribución a la independencia energética mediante la reducción de importaciones de energía primaria justifica la existencia de un Régimen Especial primado de generación eléctrica. Entendemos que a cambio de dicha contribución a la independencia energética muchos estamos dispuestos a pagar algo más por los kWh que consumimos. Lo que ocurre es que una cosa es “algo más” y otra el chorro de dinero que nos están sacando del bolsillo a cuenta del timo solar. Ya hemos dado las cifras en muchas ocasiones, pero no importa ponerlas una vez más: En el año 2.004 la generación eléctrica renovable primada supuso un total de 22.657 GWh originando un desembolso de primas de 663 MM€. En el 2.010, la generación se multiplica por 2,6 para alcanzar los 59.342 GWh, mientras las primas… ¡Se multiplican por 8! Alcanzando un total de 5.268 MM€. O lo que es lo mismo, las primas por kWh renovable se han triplicado en los últimos seis años. Es decir, cada vez nos cuestan más caros los kWh renovables, como podemos ver en la siguiente tabla (fuente: CNE): Y esto, como dicta la lógica y ya hemos explicado en más de una ocasión, no es porque cada vez cobren más las plantas eólicas, minihidráulicas o de biomasa, sino por la brutal irrupción en el mix renovable de la energía solar. Y si la solar es la culpable de que se haya disparado el gasto en primas y en consecuencia el déficit ¿Por qué tienen que pagarlo el resto de energías renovables, (incluso la cogeneración, que no siendo renovable, contribuye a disminuir considerablemente las importaciones energéticas)? Pues eso es lo que me gustaría que nos respondieran los sres. Rajoy, Soria y demás.

Córtese de raíz el timo solar. Adécuense a la realidad las primas a la eólica de modo que la rentabilidad sea razonable (sabremos que la rentabilidad es razonable cuando no haya carreras para conseguir los cupos). Autorícense solo las cogeneraciones “de verdad”, no las fábricas de kWh con una excusa consumidora de calor al lado. Pero no nos carguemos las pequeñas renovables (minihidráulicas, biomasas,…) que:

– Cobran primas por kWh muy inferiores a la solar

– Tienen rentabilidades muy ajustadas, lo que se demuestra constatando que sistemáticamente se incumplen las previsiones para estas fuentes en los sucesivos planes energéticos

– Debido a esta mínima potencia instalada no suponen un gran desembolso a nivel global

– Son gestionables, esto es, no dependen de si luce el sol o sopla el viento

– Crean puestos de trabajo estables, no solo en la construcción,  y

– Ayudan al sostenimiento del medio rural

Podríamos extendernos más, pero lo dejamos para futuros artículos. Mariano, Soraya, José Manuel, estáis a tiempo de rectificar. Es casi imposible superar el nivel de incompetencia de vuestros antecesores, así que no vale la pena esforzarse en conseguirlo.

Ijon Tichy
Ijon Tichy

Profesional de la Energía desde hace 25 años, con especial dedicación a Cogeneración y Renovables, motivo por el que conoce bien las miserias que han conducido al sector al desastre actual.
El avatar no es casual. Procura seguir la inteligente máxima de Manolito ¿Cómo puede decir que es lindo si no sabe cuánto cuesta?

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15 comentarios

  1. Ijon Tichy: entendido y básicamente de acuerdo. Voy a intentar aclarar algo más lo de los plazos con un comentario que repito a mis amigos y conocidos cuando hablamos de estos temas.
    Desde hace unos 30 años, cuando comencé a interesarme por estos asuntos, oigo decir que hay reservas de petróleo para unos 40 años, de gas natural para unos 60 años, y de carbón para unos 300 años, y, siempre, al «ritmo de consumo actual», que no ha dejado de crecer en los últimos años.
    Y un cuarto dato: también llevo el mismo tiempo oyendo decir que tendremos energía eléctrica generada de forma técnica y comercialmente viable a partir de la fusión nuclear dentro de 50 años (este dato se ha reducido algo en los últimos tiempos con el proyecto ITER, y ya alguien habla de 35 años).  

    • Pedro, lo que ocurre es que eso que siempre dicen, en efecto, de «al ritmo de consumo actual» normalmente es incompleto. El concepto de «reservas» no es solo técnico sino también económico. Además del descubrimiento de nuevos yacimientos, la conversión de «recursos» a «reservas» en función de los precios hace que esas frases de «petróleo/gas/loquesea para x años» valgan para poco más que para un mal titular periodístico. Aquí lo explicábamos con más detalle.

      Igualmente el tema de la fusión y los plazos es más sencillo de lo que parece.  Un asunto como el de la fusión no se soluciona en un laboratorio universitario. Son necesarias inversiones multimillonarias que en tiempos de paz no son fáciles de conseguir. En todo caso es cuestión de perspectiva ¿Sabe cual es el presupuesto del ITER (me refiero al actual, que es casi más del doble del inicial)? Pues unos 15.000 millones de euros, a repartir entre prácticamente todo el mundo civilizado (Europa, USA, Rusia, China, Japón, Corea,…) ¿Es mucho? Según se mire. En España gastamos en primas al Régimen Especial casi la mitad (7.000 millones) cada año. Es decir, España solita podría pagar la inversión de varios ITER si no hubiera primas a la electricidad. Mientras tanto, el ITER se retrasa y retrasa por falta de presupuesto, y es que hoy día las inversiones sin retornos inmediatos no es algo bien visto ni por empresas ni por gobiernos. Pero el retraso es un problema más financiero que técnico.

  2. La fuente primaria del futuro para la generación de energía eléctrica es el tan denostado carbón. Esto empieza a ser cada vez más evidente.

    • Yo también pienso que en el corto y medio plazo al carbón le queda un papel importante por jugar.
      Ahora bien, en el futuro más futuro, la fuente primaria será la fusión nuclear … o difícilmente habrá futuro. 

  3. Ay, con la mala prensa que tiene la nuclear. Creo que la solución sueca es la más razonable.

    • La naturaleza les favorece pues del orden del 40% es producción hidráulica.
      Pero la decisión que tomaron en su momento de prescindir de los combustibles fósiles y optar por la nuclear (tras cargarse la vida en miles de lagos «gracias» a la lluvia ácida) fue una decisión consciente.

  4. Si se entienden como «primas» de un seguro frente a fluctuaciones de los precios de la energía en los mercados internacionales y su precio es razonablemente bajo, supongo que son un coste hasta necesario. La cuestión es, si se priman todas esas formas de generación, que tú conoces tan bien, también se hará porque se espere que en un futuro sean más eficientes, y nos hagan todavía menos dependientes, o, en cualquier caso, más ricos, por lograr más con menos. 

    Ya sé que el mundo está lleno de vaticinadores fallidos pero, tú que entiendes algo ¿cómo ves el futuro de estas formas de generación de energía alternativas? ¿Serían capaces, si en el presente nos fallan nuestros proveedores, de generar suficiente energía, estas fuentes alternativas, para tener un suministro bajo pero aceptable, al menos durante un tiempo?

    • Es una buena cuestión. En alguna ocasión hemos comentado el asunto: Por un lado los defensores de la eólica dicen que ya es competitiva. Por otro, los detractores dicen que entonces que se quiten las primas. Me parece que ambos tienen razón.

      La competitividad es dudosa. Si hablamos de medias, posiblemente los costes de generación eólica se estén acercando a los precios de mercado de mercado del kWh. Si vemos que se se genera más eólica en horas nocturnas, en las que el precio de mercado baja debido al menor consumo, resulta que siguen siendo necesarias las primas. No obstante, hay estudios comparativos que muestran que las primas en realidad casi no han bajado en los últimos 15 años, pese a la mejora tecnológica (más horas de funcionamiento al año) y de menor ratio de inversión ¿Que está ocurriendo? Pues que los proyectos tienen una rentabilidad (TIR) muy elevada y por eso hay palos (y otras cosas) para conseguir los cupos. Hay incluso ayuntamientos creando concursos para implantar parques en terrenos municipales a cambio de dinero (en principio en «A», pero vaya usted a saber). No digo pago de impuestos por actividad industrial sino compensaciones económicas a cambio del permiso para el parque.

      Todo esto es una perversión del sistema de primas. A mi modo de ver lo lógico sería un sistema de «subasta» (primas bajas) que irían subiendo a medida que no se cubran los objetivos. El que tenga interés por poner un parque eólico, que se ofrezca a instalarlo con una prima menor. Sería un modo de introducir mecanismos de mercado para bajar el importe de las primas.

      En cuanto al autoabastecimiento total solo renovable, en el corto-medio plazo lo veo inviable. Ahora bien, siempre sería mejor (pensando en una coyuntura de desastre internacional) un abastecimiento restringido que un apagón tipo Mad-Max. Pero si a la ecuación de las renovables le sumamos la nuclear, en un medio plazo el autoabastecimiento, en principio eléctrico y en un fúturo energético en general, sí lo veo posible. Actualmente en Suecia más del 90% de la generación eléctrica es renovable + nuclear.      

  5. Pregunta tonta, ¿qué ventajas tiene la independencia energética y en qué medida contribuye a ella un régimen especial primado de renovación eléctrica?

    • De tonta nada. La verdad es que “independencia energética” no es una expresión afortunada y entendida literalmente es verdad que no tiene porque ser deseable. Sería más correcto decir “minorar la casi total dependencia energética”, aunque quede largo y feo. Se me ocurren motivos económicos, esto es, menor riesgo ante fuertes variaciones de precio, sobre todo teniendo en cuenta lo inestable de buena parte de nuestros proveedores energéticos. Incluso de abastecimiento, hoy día un corte por motivos políticos o sabotaje de los gasoductos que nos suministran desde Argelia y Marruecos resultaría nefasto.

      Por otra parte, el Régimen Especial posibilita (mediante las primas) que una parte de la energía que consumimos provenga de fuentes propias (sean éstas, agua, sol, viento o biomasas) o bien que se necesite importar menos, por producirse de forma más eficiente (cogeneraciones). La cuestión es que hay que pagar un cierto precio por ello. Mi opinión es que en tanto ese precio no sea un disparate (solar), no es mala cosa pagarlo a modo de “seguro” frente a los riesgos arriba indicados. Sin primas, cualquiera de estas fuentes es totalmente inviable.

       

       

       

      • Ojo, que hablo de «opinión». Entiendo que haya quien prefiera correr el riesgo y ahorrarse la prima. Ahora bien, la decisión debe tomarse basándose en información fiable, que es lo que intentamos facilitar.

    • Gracias por el enlace. Pensé ponerlo y al final se me pasó.

      La idea desde luego es que no hay primas para ninguna instalación nueva que no esté preasignada.   
      Lo cual es una doble putada: Las termosolares tienen preasignados los 2.500 MW de los que ya hemos hablado (frente al objetivo de 500 MW en el RD 661). Si se construyen todas y se mantiene la prima prevista, van a ser 2.000 MM anuales adicionales sí o sí. En cambio, a la minihidráulica y a la biomasa les han pillado en bragas: Como no se llegaba ni de coña a los objetivos y para entrar en la preasignación tienes que pagar unos costosos avales, resulta que hay varios proyectitos avanzados, pero sin preasignación, a los que han hecho la putada del siglo.
      Salvo que apliquen el artículo 3.3. del RD (ojo con esto), que, obviando la deficiente redacción y la dudosa puntuación viene a decir «que si les parece (a los gobernantes) podrán primar los proyectos que les venga en gana con la prima que les apetezca». Seguridad jurídica ante todo.
      Y con esto he «destripado» el «post» continuación de éste, jejeje. 

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