Germánico ha abandonado DEE, abrumado y agobiado por su insostenible situación en el paro. Alguien como él, de su enorme capacidad intelectual, necesita recuperar los tiempos y centrarse en lo que considera fundamental. Siento muchísimo que su decisión sea a costa de no poder contar con él en Desde el exilio.
Pero tenía unas cuantas entrevistas en el tintero y las está sacando en su magnífico blog La Nueva Ilustración Evolucionista. Les dejo la reseña de la última:
Metafísica de la materia (entrevista a Manuel Carreira)
El estudio científico de la evolución de la vida en la tierra y de la evolución del ser humano, con los datos de la paleontología y la paleoantropología, nos dice que el fruto del conocimiento tardó mucho en madurar, y tuvo predecesores preconscientes, y/o semiconscientes. Cuando cayó del árbol sobre la cabeza de Newton (en la famosa leyenda) el ser humano representaba ya, desde unos milenios atrás, en efecto, lo que apuntaba el Génesis: el animal que había abierto los ojos y se había dado cuenta que estaba desnudo, que era -como decía Desmond Morris- un “mono desnudo”, y que necesitaba un taparrabos. Era un Emperador desnudo, al que nadie más que él mismo, al hacerse consciente, había revelado su desnudez.
No dejen de leerla entera!
Ver 2ª cita, y comentarios de lectores:
“Los agnósticos son ateos que tienen miedo a ir al infierno. A pesar de ello, Richard Dawkins (y yo estoy completamente de acuerdo) reconoce que técnicamente cualquier persona sensata debería ser agnóstica respecto a la existencia de Dios (cualquiera de ellos… je je), igual que deberíamos ser agnósticos respecto a la existencia del ratoncito Pérez, o el Capitán América, por ejemplo. En este sentido, en una escala del 0 al 100 donde 0 es teísta convencido y 100 ateo, lo razonable sería situarse en el 99 (99,9?).”
“Dawkins se reconoce asi mismo en la escala del espectro teista en el 6,9 donde la escala 1 es no creo, sé que dios existe y la 7 no creo, sé que dios no existe. Bueno la existencia de hadas en el jardín es un imposible, pero no es lo mismo cuando se dice: existen civilizaciones fuera de nuestro planeta, no tenemos pruebas, pero no considero descartarlas como las hadas en el jardín, tal vez una persona que no cree en seres no observables como los extraterrestres no creo que este seguro de que no existe en un 99,9% pero es una opción mejor que las hadas. Si dijeramos hay vida micróbica fuera de neustro planeta seguramente sería el escepticismo menor.”
“… El problema es que en ciencia, no sirve eso de “dios existe para mí”… o bien dios existe, o no existe, y no hay medias tintas.”
Gracias por el enlace, Pgas.
Cuando se habla de agnósticos, primero hay que saber qué es un agnóstico: alguien que sostiene que NO se puede saber (si Dios existe). Es lo contrario de un gnóstico, que sostiene que SÍ se puede saber, accediendo a no sé qué conocimientos o saberes ocultos (los gnósticos son muy dados al ocultismo, a lo esotérico).
Por tanto, el párrafo o comentario referido a Dawkins y los agnósticos no tiene sentido. ¿Cómo va a decir Dawkins que la postura sensata es la postura agnóstica, si él sostiene precisamente que SÍ se puede saber (que Dios no existe)? Tal vez alguien ha confundido agnosticismo con escepticismo, pero son cosas diferentes.
De nada.
En el comentario puede haber cierta confusión entre agnosticismo y escepticismo, pero Dawkins no cree en la demostración de la inexistencia de Dios, por lo menos aquí (último párrafo).
A ver si sale el enlace.
El comentario inicial, (gracias a tu corrección) que suscribo es:
“Los agnósticos son ateos que tienen miedo a ir al infierno. A pesar de ello, Richard Dawkins (y yo estoy completamente de acuerdo) reconoce que técnicamente cualquier persona sensata debería ser agnóstica respecto a la existencia de Dios (cualquiera de ellos… je je), igual que deberíamos ser agnósticos respecto a la existencia del ratoncito Pérez, o el Capitán América, por ejemplo. En este sentido, en una escala (de escepticismo) del 0 al 100 donde 0 es teísta convencido y 100 ateo, lo razonable sería situarse en el 99 (99,9?)”
Entendiendo “técnicamente agnóstico” como la actitud escéptica que reclama la prueba del que hace la afirmación positiva.
Permítame, sintetizar mi opinión:
Si se postula un Dios que interviene en los acontecimientos (y no digamos ya si lo hace en los asuntos cotidianos) del Universo, entonces ese tipo de Dios esta sujeto al legítimo escrutinio de la ciencia y el veredicto de esta es inapelable: puesto que no hay ni una sola evidencia, ni pista ni rastro de la supuesta intervención divina, este tipo de Dios, que es literalmente el sostenido por las distintas religiones, sencillamente no existe.
Si por el contrario se postula un Dios que no interviene de ninguna manera en los acontecimientos del Universo, (salvo “quizás” para apretar el botón de “enter” y luego hacer mutis por el foro para no volver a influir en los asuntos del universo) entonces la hipótesis de “ese otro tipo concreto” de Dios es completamente innecesaria.
A los multiversos les pasa algo parecido:
Ssi se postulan como necesarios para explicar hechos que acontecen en nuestro Universo, se deben aportar evidencias de su existencia en nuestro propio universo, y puesto que ahora no las tenemos y ni siquiera hay atisbos o pistas de que las vayamos a tener, debemos ser como mínimo extremadamente escépticos al respecto de su existencia.
Si por el contrario se postula su existencia pero al mismo tiempo se afirma que no afectan de ninguna manera posible a nuestro universo y que estarán por siempre más allá de cualquier posibilidad de verificación, entonces simplemente se trata de una hipótesis no falsable y por tanto absolutamente innecesaria.
Entonces, si no hay evidencia, pista ni rastro de vida extraterrestre, ¿debemos concluir también que no hay vida fuera de la Tierra?
La respuesta corta sería: hoy por hoy, indudablemente. Pero maticemos lo que son evidencias de lo que son pistas: ¿es la exobiología una ciencia, a pesar de que a día de hoy no hayamos encontrado ni un mísero microbio fuera de la Tierra? Algunos “talibanes de la ciencia” parece que sostienen esa opinión. La mía es justo la contraria. Y lo es porque a día de hoy ya contamos con indicios (que no evidencias) de que la vida pueda no ser exclusiva de nuestro planeta. Por ejemplo y por no ir más lejos que sabemos que Marte ha tenido un pasado acuoso. Que sabemos que existen al menos 600 planetas extrasolares y que hay muchos y buenos indicios de que esa cifra se va a incrementar de manera vertiginosa en los próximos años. Que sabemos que el concepto de “zona habitable” lejos de ser una entelequia metafísica es un concepto astrobiológico muy fundamentado científicamente y por tanto muy potente. Que sabemos que ingredientes básicos de la vida se localizan en el espacio. Que ciertos organismos terrestres son capaces de resistir las condiciones extremas del espaciorg, etc, etc, etc.
¿Significa todo lo anterior que ya disponemos de la evidencia de que existe vida extraterrestre? Rotundamente NO. En absoluto. A día de hoy no existe tal evidencia y de ahí la respuesta corta a su pregunta.
¿Significa lo anterior que no disponemos de ninguna información, teoría, pista o como quiera llamarse, válida desde un punto de vista científico para abordar la cuestión? Igual de rotuntamente, NO. Las herramientas que nos proporciona la astrobiología son herramientas muy sólidas para abordar e investigar la cuestión, independientemente de que tardemos más o menos en encontrar vida ahí fuera, e incluso con independencia de si al final se encontrara.
No creo necesario explicarle que en Ciencia se avanza tanto gracias a lo que se descubre que es correcto como a lo que se descubre que no lo es.
La existencia de vida fuera de la Tierra, pese a la ausencia actual de evidencias, es una cuestión plenamente legítima desde el punto de vista científico, precisamente porque existen todas esas pistas o indicios que no son evidencias en sí mismas, pero que nos acercan al objetivo de poder dilucidar finalmente la cuestión.
Por contraste imagine las siguientes “seudoteorías astrobiológicas”:
1º Una que postulara que la Tierra es el único planeta con vida en este universo, pero que en otros universos a los que jamás tendremos acceso ni información, existen multitud de planetas con vida.
2º Otra que postulara, que si bien existen otros planetas con vida en nuestro universo, estarán tan alejados de nosotros, que en la práctica nunca tendremos forma de comprobarlo.
3º Finalmente, otra que dijera que no solo hay vida fuera sino vida inteligente y que ademas los extraterrestres se pasean por la Tierra como pedro Por su casa.
Fíjese que estas tres “seudoteorías” comparten con el estado actual de la cuestión la ausencia de evidencias que las apoyen. ¿Pero usted las situaría en el mismo plano intelectual-científico que a la astrobiología “ortodoxa? Seguro que no.
Amigo Cara de Palo: no suelo tomar por nada a quien no conozco personalmente, por lo tanto a usted no lo tomo por nada más de la idea que puedo hacerme de usted a partir de lo que expone (quiero suponer que lo inverso, es decir, que usted me tomará exclusivamente por lo que escribo también será cierto). Como conclusión de nuestro interesante debate (al menos por mi parte, así lo considero) a continuación le cito la frase que usted ha escrito (con la que estoy completamente de acuerdo) y en cuya interpretación creo estriban nuestras diferencias:
“La ciencia, lo único que puede decir al respecto es que no hay evidencias”.
Para mí eso esto es lo sustancial en el debate sobre la llamada en plan “fino” “hipótesis de Dios” (y en plan vulgar la cuestión de si dios existe o no), literalmente en el mismo sentido y por las mismas razones que no creo en la astrología porque “la ciencia, lo único que puede decir al respecto es que no hay evidencias”. Por el contrario, de sus palabras deduzco que a usted eso no le resulta suficiente. Por supuesto está en su perfecto derecho.
Pues claro que no hay evidencia científica contrastada de la existencia de seres sobrenaturales, llámense Dios o Vishnú. Ni la hay, ni creo que la haya jamás. Si la hubiera, ya no sería asunto de fe, ni estaríamos discutiendo interminablemente sobre esta cuestión.
Me da la impresión de que estamos encallados en un desacuerdo básico. Usted dice que Dios es asunto de la ciencia, y yo digo que no. No estoy solo: he oído y leído a muchos científicos decir lo mismo. La ciencia, lo único que puede decir al respecto es que no hay evidencias. De todos modos, como la creencia en Dios no se basa en evidencias científicas, eso no cambia nada. La ciencia va por un camino, y la fe va por otro.
No he entendido bien qué tiene que ver con el debate eso de que “pagaría con la vida una afirmación similar”. La actitud de las autoridades religiosas en épocas pasadas con respecto a afirmaciones atrevidas no cambia ni un ápice la naturaleza de la cuestión. He dicho que la fe es una cosa escurridiza, y lo sigo manteniendo: la prueba de que lo es está delante de nuestras narices: aún resiste a la falta de evidencia científica. Y cuando digo que Dios es escurridizo, perdone si no me he explicado bien: me refería a la idea de Dios.
El ratoncito Pérez:
Ha vuelto a tergiversar mis palabras. Yo NO dije que la dimensión moral, espiritual y trascendental que acompaña a la idea de Dios, y la consiguiente capacidad de la fe en Dios para transformar la vida de las personas, fueran una prueba o argumento a favor de su existencia (¿por quién me ha tomado?). Lo que dije es que no hay que abusar de la comparación, por los motivos expuestos. Era una comentario tangencial, un poco al margen de la cuestión central.
Estimado amigo Cara de Palo: cero haber comprendido desde el 1º momento su razonamiento: Como Dios no está incluído en el Universo la Ciencia no puede estudiarlo. Dios según usted es un ente puramente metáfísico a diferencia del ratoncito pérez al que un niño, según usted atribuye una existencia real pero de “naturaleza” distinta a la que usted atribuye a Dios. Pero para ser un ente metafísico no me negará que Dios se comporta de una manera bastante física, según afirman los creyentes de todas las religiones: detiene la marcha del Sol, hace caer la lluvia, convierte el agua en vino etc etc de una manera que en mi incompetencia intelectual para abordar las profundidades metáfisicas me recuerda sobre manera a la forma “física” en que el ratoncito pérez se lleva los dientes depositados bajo la almohada.
En realidad, al fin y a la postre, he llegado a la conclusión de que Dawkins resulta antipático porque es el niño que exclama ante el rey desnudo la evidencia de que está desnudo. A nivel intelectual Dios y el ratoncito Pérez pertenecen a la misma categoría: la categoría de los mitos, es decir de las cosas que los seres humanos crean en sus cerebros (por motivos que no vienen al caso de lo que estamos aquí debatiendo) sin que tengan una correlacción con el mundo físico existente. Yo comprendo perfectamente que para un creyente como Carreira, lo anterior (que es exacta y literalmente el postulado de Dawkins) resulte tremendamente antipático, o incluso ofensivo, y que intenten “blindar” el debate científico sobre la existencia o inexistencia de Dios, situándolo extramuros del universo y dotándolo de una existencia puramente “metafísica” sea lo que quiera que eso signifique. Pero si esas son las reglas del “juego” entonces nadie puede tomarme por idiota si afirmo que el ratoncito pérez es un ente metafísico, que existe pero no dentro de este universo y que por tanto su existencia queda “blindada” a cualquier examen científico o meramente racional de la cuestión.
Otra cuestión completamente distinta es la importancia que la humanidad a lo largo de su existencia haya dado al concepto de Dios comparada con la que haya dado al ratoncito pérez.
Y por último no puedo estar más que completamente de acuerdo con su apreciación de que el que uno sea o deje de ser creyente no implica en modo alguno ser más o menos racional en términos generales. Se puede ser un ateo absolutamente cretino a nivel a nivel intelectual y un creyente absolutamente brillante, como sin duda lo es Carreira. La única ventaja intelectual que aporta el hecho de ser ateo es que en el ámbito de un debate sobre la existencia de Dios no nos sentimos ofendidos por la comparación completamente legítima con el ratoncito pérez, cosa que sí les ocurre a la mayoría de los creyentes (incluso los que presumen de ser más racionales), como no puede ser de otra manera, ya que a nadie le puede resultar simpático que le digan que a eso que el creyente otorga una importancia existencial tiene para el no creyente la importancia del famoso ratoncito.
Donde he escrito “importancia existencial” habría sido mucho más preciso, usando su terminología, decir “importancia trascendental”.
Intentaré abordar la cuestión de un modo más acorde con su punto de vista (no confundir con “exponer su punto de vista”):
En un debate científico sobre la cuestión de la existencia de Dios, quien sostuviera que Dios existe tendría que demostrarlo científicamente, y eso es imposible.
Quien no cree en la existencia de Dios no tiene que demostrar nada, porque la carga de la prueba recae, en este caso, sobre el que afirma algo tan extraordinario como la existencia de un ser transcendental, eterno, omnisciente, etc.
Por tanto, creo que un debate científico sobre el tema, o examen científico de la cuestión, es absurdo. No lo sería si el tema tratado fuera la fe como fenómeno psicológico, pero la existencia de Dios es algo que se sale del ámbito del debate científico, y por eso los científicos no suelen ocuparse de esa cuestión, salvo que sean ateos militantes, como Dawkins.
Usted dice: “…que intenten “blindar” el debate científico sobre la existencia o inexistencia de Dios, situándolo extramuros del universo y dotándolo de una existencia puramente “metafísica” sea lo que quiera que eso signifique.”
Ya le he dicho que la fe es una cosa muy escurridiza, y Dios también es un ser muy escurridizo. Sin embargo, se equivoca si cree que esa condición trascendental o metafísica de Dios es una novedad inventada para escurrirse del debate científico. Lo que conocemos como “Dios” siempre ha tenido esa condición, al margen de que se manifestara en el mundo físico, cosa que sucede muy a menudo en la Biblia. La ciencia solo puede ocuparse de esas manifestaciones.
Convendría no abusar de la comparación con el ratoncito Pérez. La creencia en este personaje no afecta mucho a la actitud ante la vida, porque no tiene dimensión moral ni trascendental, pero la fe en Dios puede transformar enormemente la vida de una persona.
Tampoco hay que sobrevalorar a Dawkins, comparándolo con el niño del cuento que denunciaba la desnudez del emperador. Cualquiera diría que es el primero en decir que Dios no existe, como si no hubiera habido ateos antes que él. Los ha habido a porrillo, y algunos muy conspicuos.
Estimado Cara de Palo: siento discrepar nuevamente de su argumentación.
Intentaré contestar en el mismo orden a sus afirmaciones:
1º No comparto esa idea de que la carga de la prueba recaiga en exclusiva sobre el que realiza una afirmación, o al menos no en el contexto de este debate.
La realidad es que la Ciencia (y el mero sentido común de nuestros días que no es obviamente el mismo sentido común que manejaban hace 500 años) puede aportar numerosas evidencias de que todos los actos concretos atribuidos a los diferentes Dioses por cada una de las distintas religiones de las que tenemos noticia son sencillamente mitos. O dicho de otra manera, le evidencia científica es la falta absoluta de evidencias físicas contrastables de que esos actos supuestamente divinos hayan tenido lugar. De la misma manera que la evidencia científica en el asunto de los poderes y fenómenos paranormales es la absoluta falta de evidencia física contrastable de que esos supuestos poderes y fenómenos hayan tenido lugar.
¿Acaso le parece absurdo que la ciencia aborde y se pronuncie sobre si realmente existen o no los llamados poderes y fenómenos paranormales? Por supuesto a mi no. Al contrario: creo que es justo la ciencia la única legitimada para pronunciarse, al menos sobre la existencia o inexistencia de pruebas a favor o en contra. Para mí, fuera de ese pronunciamiento, lo único que hay son meras opiniones, sean las del Papa de Roma, de R. Dawkins o de la bruja Lola.
Y evidentemente, en este tema como en el de los poderes paranormales, la única opinión de las tres citadas anteriormente que se corresponde con la evidencia científica de que no hay evidencias, es la de Dawkins.
2º Si Dios se ha vuelto “escurridizo” será exclusivamente en el siglo XXI y en cierto círculos de Occidente, porque en otros muchos lugares del mundo y no digamos ya en otras épocas pagaría con su vida una afirmación similar. En esos lugares y en esas épocas Dios no solo no es “escurridizo” sino que se manifiesta casi casi como Pedro por su casa. ¿Contribuye o añade eso algo a lo que debatimos? si es así sinceramente se me escapa.
3º Respecto a la poca o mucha importancia del ratoncito perez en la actitud ante la vida no veo la relacción con el debate. Podría darle un listado de seres imaginarios tipo retoncito péréz con influencia creciente en la actitud de la gente ante la vida. ¿ Añade alguna evidencia de su existencia el hecho de que sean más o menos influyentes?
4º Ni sobrevaloro a Dawkins ni se me ocurre pensar que haya sido el único en gritar que el Emperador está desnudo. Lo único es que personalmente me encanta la forma en que lo argumenta.
Olvidaba hacer una observación que viene muy al caso, amigo PVL: la fe es una cosa muy escurridiza. Ni Dawkins ni un centenar como él conseguirán gran cosa con sus libros, conferencias, entrevistas o lecciones magistrales.
En cambio, nada ha hecho más por el descreimiento que eso que llamamos “civilización moderna”: urbanización, desarrollo económico, científico, técnico, etc. El bienestar y el alejamiento de la naturaleza han sido “mano de santo”, si me permite la expresión, como disolvente de la fe religiosa. Me remito nuevamente a esa frase del doctor Jansen en la película de Mulligan, porque es muy certera. No me atrevo a decir que la extensión de la enseñanza también ha jugado ese papel, porque conozco a muchos ceporros ignorantes que presumen de ateos, y a muchas personas cultas que creen en Dios.
Naturalmente, el retroceso de la fe religiosa no significa que la gente sea más racional hoy en día. Simplemente, han dejado de creer en Dios, y han sustituido esa creencia por otras: nacionalismo, socialismo, calentología, etc.
Ciñéndome a la entrevista me ha resultado muy chocante la forma tan rotunda con la que Carreira ha despachado las hipótesis de “multiversos” por ser “no falsables” (y que conste que coincido plenamente con los motivos de su rechazo a dichas “teorías”) si la comparo con su aceptación de la “hipótesis de Dios”, (al menos en forma implícita en su condición no solo de creyente sino de sacerdote).
En realidad, la única aproximación al problema de la falsabilidad de la “hipótesis de Dios” que me convence es la que le he leído a R. Dawkins que va en un doble dentido:
1º Por un lado, mientras que la “Hipótesis de Dios” en abstracto es por definición prácticamente infalsable, por el contrario, “las diversas hipótesis de dioses concretos” descritas en los respectivos textos sagrados de cada religión son perfectamente falsables a la vista de los conocimientos científicos actuales: por ejemplo la detención del movimiento del Sol por Yhavé para facilitar el triunfo de los judíos en su asedio de Jericó (si mal no recuerdo, de mis escasos conocimientos de la Biblia), la resurrección de Lázaro, etc etc. En resumen, los milagros y “superpoderes” que los textos sagrados atribuyen a los Dioses concretos si que son falsables, por lo que la única salida “honrosa” que les queda a los creyentes “ilustrados” como Carreira ante este dilema, es sencillamente restar importancia a la “literalidad” de los textos sagrados en un razonamiento del tipo:” Si, es cierto en la Biblia pone lo que pone, pero eso no significa que deba considerarse la verdad “literal” de lo ocurrido”.
2º El otro torpedo que Dawkins lanza a la “hipótesis de Dios” es a la versión general de Dios como ente dotado de voluntad capaz de influir de manera decisiva en el desarrollo de los acontecimientos del Universo: resulta verosímil el razonamiento que hace Dawkins (o al menos yo lo comparto) de que dicho ente debería ser, casi por definición, “algo” tremendamente complejo (la simple posesión de la capacidad de “actuar a voluntad” lo exige, más aún si esta viene acompañada de la capacidad de “omnipotencia”). Pero siguiendo la argumentación de Dawkins, si algo ha demostrado la evolución dawwinista es la imposibilidad de que la “complejidad” surja precisamente sin evolución, es decir, sin pasos previos. Luego la única manera de solventar este problema es situar a Dios fuera del Universo. Y hecho esto, la hipotésis de su existencia se muestra tan infalsable como la de los multiversos.
Con respecto a los argumentos de Dawkins:
Obviamente, el Dios de la Biblia no es parte del Universo, puesto que él creó el Universo, según la Biblia. No hace falta estudiar mucha teología para comprenderlo.
Con respecto a la cuestión de los milagros narrados en la Biblia, su falsación es irrelevante a día de hoy. Digamos que la “fe moderna” ya no está aferrada a una interpretación literal de la Biblia.
Los que poseen una fe tan primaria como para creer en su literalidad, son impermeables a falsaciones y argumentos científicos.
A Dawkins lo veo un poco despistado en materia teológica. Además, por mucho empeño que ponga en desmontar las bases de la fe aplicando la ciencia y el racionalismo, es inútil. Por decirlo de alguna manera, Dios no es física, sino metafísica.
Dawkins, como científico que es, debería saber que no podemos vivir sin ilusiones. Dios es una de ellas, pero no la única. Si Dawkins fuera inmune a las ilusiones, no se levantaría de la cama. Probablemente acabaría suicidándose.
Ciertamente, algunas ilusiones son perniciosas, pero otras son beneficiosas, en la medida en que ayudan a vivir. El empeño de Dawkins en erradicar la fe en Dios me parece una tontería; me recuerda a esos niños que afeitan los bigotes al gato pensando que no sirven para nada, ignorantes de que cumplen una función sensorial. En una vieja película dirigida por Robert Mulligan en 1962, “Camino de la jungla”, un médico e investigador holandés que trabaja en las Indias Holandesas, le dice al protagonista, un médico ateo recién llegado: “Es muy fácil no creer en Dios en las ciudades de donde usted viene; pero aquí, en la naturaleza, es otra cosa, es difícil no creer en él”.
Carreira desdeña la teoría de los universos paralelos o multiverso porque esa es materia científica. Dios, en cambio, no es materia científica, por lo que el mismo argumento que sirve para descartar la teoría mencionada no sirve para descartar a Dios.
Entiendo que siguiendo tu razonamiento tampoco podemos descartar la existencia del Ratoncito Pérez ya que no es materia científica. ¿Y qué me dices del unicornio: es materia científica o no? Por otro lado, el que una creencia sea útil o deje de serlo no es ningún argumento sobre la existencia o inexistencia de lo que postula la creencia: la creencia en el “coco” o en el “hombre del saco” puede ser útil para que los niños pequeños no se alejen de sus padres, pero eso no les otorga existencia real alguna. De la misma manera que el nº de creyentes o sus peripecias personales por las cuales llegan a creer o a descreer tampoco lo son de ninguna de las maneras: en caso contrario el budismo sería la religión verdadera por aclamación o el Dios cristiano tendría su existencia a merced de que el creyente de turno hubiera combatido o no en una trinchera de la I GM .
Por último, R.Dawkins podrá resultarle más o menos simpático, pero de lo que personalmente no albergo la menor duda es que sus razonamientos me resultan mucho más convincentes que los de usted.
Le agradezco su respuesta, pero parece ser que no ha comprendido mi razonamiento. Yo no he ligado la cuestión de la existencia de Dios a la función psicológica de la creencia. No he utilizado esta última como argumento en relación con la primera cuestión, sino en relación con el empeño de Dawkins en erradicar la fe en Dios.
Por otro lado, su extrapolación de mi razonamiento al ratoncito Pérez y al unicornio es errónea, y nuevamente lo es porque no ha comprendido mi razonamiento. Yo no he dicho que no podamos descartar la existencia de Dios porque Dios no sea materia científica. Lo que he dicho es que no podemos hacerlo por medio de los argumentos empleados en la ciencia, porque la idea de Dios es trascendental, a diferencia del unicornio y del ratoncito Pérez, que son simples seres imaginarios no trascendentales. En la mente de un niño, estos son seres físicos y palpables, aunque él no los haya visto nunca, obviamente. Dios, en cambio, no es un ser físico, sino metafísico. Ni siquiera forma parte del Universo, y convendrá conmigo, al menos, en que la ciencia solo puede ocuparse de aquello que forma parte del Universo, o del Universo mismo.
Estoy de acuerdo con usted en que Dios es un ser imaginario, una ilusión, pero eso es lo de menos. No importa lo que yo crea al respecto, o lo que crea usted. No era el tema de la discusión.
No aspiro a que me tenga en más estima intelectual que a Dawkins; tampoco aspiro a que mis razonamientos le resulten convincentes. Me conformo con que sea capaz de seguir mis razonamientos, sin prejuicios, sin sesgos cognitivos, y entenderlos.
Ah, y tiene razón. Dawkins no me resulta simpático. ¿Por qué habría de resultarme simpático?
¿Dawkins es un tío simpático?
Bueno, de hecho ya hablé con él, pero no tiene nada. Las cosas están muy mal también en lo suyo.
Tal vez resulte completamente inútil, pero, ya que has colaborado con el grupo LD, ¿por qué no hablas con Jorge Alcalde, que también es colaborador de la casa, en sus versiones radiofónica y televisiva? Repito que, en mi opinión, tu vocación está en la divulgación científica, más que en la profesión de contable.
Un saludo.
Gracias Ijon. Como profesional, mientras lo fui cumplí con mi trabajo, no fui excepcional. Mucha gente esta igualmente cualificada que yo o más para el puesto que desempeñé.
Eso que enlazas ha sido no profesional y no remunerado, aunque me haya proporcionado enormes satisfacciones, probablemente algunas de las mejores de mi vida, tanto en LNIE como aquí, en Desde el Exilio. Podría recoger más “firmas”, pero tendría que escribir muchos correos. Quizás algún día lo haga. Aunque no me servirá de nada para trabajar….de contable. je.
Tal vez Germánico debería buscar su futuro profesional en la divulgación científica. La Ilustración Evolucionista figura entre mis blogs favoritos desde hace varios años. La lista de entrevistados es impresionante. He notado, por otro lado, que hace tiempo, casi un año, que ya no colabora en Libertad Digital, mientras que Alberto Gómez sigue haciéndolo.
Me parece buena idea eso de estudiar técnicas de manipulación psicológica y persuasión, aunque tengo comprobado que es un arte que resulta muy difícil de poner en práctica cuando se está deprimido.
Los individuos que mejor lo practican son los psicópatas, que están en el extremo opuesto a los depresivos.
Ijon Tichy tiene toda la razón. Aquí tenemos a grandes contingentes de vagos profesionales viviendo de la mamandurria, mientras gente con mucho que aportar, como Germánico, está en una situación angustiosa, o sencillamente lamentable. En España, el concepto “meritocracia” suena a utopía, y a los inútiles y mediocres les suena a rayos y centellas.
Las razones que me han llevado a tomar esta difícil decisión han sido muy poderosas. Nadie en Desde el Exilio me ha dado jamás motivos para marcharme. Pero desgraciadamente no puedo desvelar mis razones, algunas de las cuales porque forman parte de mi vida más íntima y personal, y otras porque es probable que ni yo mismo las entienda, y emergan de lo profundo de mi psique (no porque esta sea particularmente profunda pero sí porque todos tenemos una psique profunda que condiciona, cuando no dirige, nuestro actuar en el mundo).
Ahora voy a ver si “profundizo” en los mecanismos de manipulación que se usan tan a menudo en la vida corriente a través de la lectura atenta de libros y artículos de Bob Cialdini.
Luis, gracias por no guardarme rencor. Supongo que me disculpas porque sabes que estoy un poco chalado.
Guardarte rencor? no sabría decir ni un solo motivo por el que debiera hacerlo. No, no te disculpo. Intento entenderlo y lo acepto al 100%. Exactamente igual que aceptaré que algún día, libre de los motivos que te apartan de nosotros, decidas regresar.
Estamos aqui, Javier.
Siento no hablar de la entrada en si y repetir lo dicho más de una vez en público y en privado:
Que tipos como Javier estén en paro es prueba evidente de que es necesario reformar el sistema laboral enestepaís.
No es una opinión sino un dato. Si lo dudan, pinchen aquí.