El recorte que viene.

Europa mira con esperanza el resultado electoral del día 20 de Noviembre, pues de ello depende que las medidas fiscales impuestas desde Europa se cumplan con mayor o menor rigor aunque, definitivamente, sea cual sea el resultado electoral tendrán que cumplirse. Ya ven que quien no hace bien los deberes, Europa tiene potestad para expulsarlos: Papandreu, Berlusconi, Zapatero.

Por ello, aunque Rubalcaba diga que va a pedir una moratoria de dos años para cumplir con los objetivos de reducción del déficit, o cumple lo estipulado o se le obliga. En todo caso, gane quien gane, tendrá que acometer unas reformas profundísimas y dolorosísimas, que dañen muy mucho el Estado del Bienestar. Y, eso sí, -para qué nos vamos a engañar- eliminarán una rémora en la economía, pues el Estado del Bienestar es, además de un robar a los que trabajan para dar a los que no hacen nada, un desincentivo. Realmente, el que no puede pagarse la Seguridad Social -en caso de que fuese privada- o es porque no quiere, o es porque ha tenido muchísima mala suerte: y, para este caso, hay muchas ONG’s dispuestas a ayudar (por cierto, dicho sea de paso, reciben donaciones de más del 60% de la población mundial, según World Giving Index 2010).

El mercado de bonos está cada día peor: los inversores ven que la capacidad de los países para devolver el dinero que piden prestado merma por minutos, por ello cada vez hay menos demanda de bonos, y la rentabilidad (coste para el propio Estado) sube enormemente. De ahí que la prima de riesgo roce máximos históricos cada semana. Un país, así, no puede sostenerse. ¿Por qué? Porque los intereses del dinero que pide prestado el Estado pueden dispararse hasta tal punto que la mayoría del presupuesto del Estado vaya destinado a pagar esos intereses astronómicos (Grecia superó el 50% de interés; lo que supone que si me prestas 2.000€, el año que viene te devuelvo 3.000€). Por tanto, el que no quiera la austeridad, reducción del déficit y deuda pública es o que no entiende de economía, o que, si sabe, no le importa nada el Estado, o que hace demagogia para ganar las elecciones. Por eso, evidentemente, esto me hace pensar que da igual quien gane: al final se harán las mismas medidas.

¿Qué medidas? Concretamente, recortar 60.000 millones de euros el déficit. Sí, cómo leen: 60.000 millones de euros. ¡Sesenta veces lo que el Estado destina en Cultura! ¡Veintiún veces lo que el Estado destina en Industria y Energía! Y el ingreso del Estado va camino de no poder subirse más, por lo tanto, el próximo presidente del gobierno tendrá que suprimir 60.000 millones de euros del gasto público. ¿Se tocará la sanidad o la educación? Yo pienso que, si se quieren cumplir los objetivos marcados por Europa, habrá que hacerse, pues tanto dinero no se suprime sin tocar partidas importantes.

Además hay que reseñar que este es un recorte anual, que tiene que producirse año a año. Así que el que esté viviendo del Estado del Bienestar lo lleva crudo, crudísimo.

Los datos han sido extraídos de la siguiente tabla:

En este gráfico vemos los ingresos y gastos del Estado para 2011 (PGE), el déficit en millones de euros y en porcentaje del PIB, así como el PIB referido a cada año, también en millones de euros. Las cifras referidas a años futuros son previsiones.
 

Antonio Vegas
Antonio Vegas

Economista, especializado en finanzas. Apasionado de la libertad.

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4 comentarios

  1. Un gran problema es que 5 millones de españoles (parados) viven del Estado del Bienestar, y la gran mayoría de ellos no lo hacen por capricho. Claro que siempre hay alguno al que no le sabría mal vivir toda la vida de Papá Estado.
    No soy para nada partidario de privatizar sectores como la enseñanza y la sanidad. Sin embargo no creo que sea difícil de entender que, de la misma manera que estos sectores crecieron en éopoca de bonanza, cuando las cosas van mal y no hay dinero lo lógico es que se vuelvan a destinar menos recursos a estos sectores. Vamos, que si no se puede pagar un sistema sanitario de primera categoría, pues hay que asumir que tenemos que conformarnos con uno de segunda categoría como el que teníamos hace un par de décadas.
    Evidentemente, cualquier recorte en estos sectores sentará mal a la opinión pública mientras se pueda ver por televisión cómo se (supuestamente) despilfarra dinero en eventos deportivos al estilo de países de los Emiratos Árabes y otros menesteres.
    Está claro que un evento deportivo que le cuesta a la administración 20 millones de euros al año (léase Gran Premio de Europa de F1), esa cifra es todavía muy pequeña en relación al total de los presupuestos en la Comunidad Valenciana. Sin embargo, estas cosas crean malestar en la población (además de ser un arma de demagogia muy poderosa para la oposición).
    Vamos, que no tengo dinero para pagar el alquiler de casa e intento convencer a mi mujer para mudarnos a una casa más vieja y en un barrio marginal…pero no me voy a privar de salir a cenar con los amigotes al restaurante caro el viernes por la noche y de las partiditas de golf.
     

  2. Las cuentas no salen sin recortes en salud y educación. Xo fastidia con j todo el dichoso chocolate del loro

  3. Buenos días. Un mínimo apunte: «(Grecia superó el 50% de interés; lo que supone que si me prestas 2.000€, el año que viene te devuelvo 4.000€)», dices. En realidad se devuelven 3.000€. Por lo demás, de acuerdo en todo. ¡Temblando estoy! Un saludo.

    • Es verdad, sería (1+i)*Capital, lo que da 3.000 €.

      Gracias por la corrección y por el apunte.

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