¿Dónde enriquece Irán el uranio?

En Agosto de 2002 Alireza Jafarzadeh, miembro del Consejo Nacional para la Resistencia de Irán, dio a conocer al mundo la existencia de dos instalaciones nucleares ocultas por el régimen iraní. De este modo, hace ya casi diez años, comenzó el conflicto internacional acerca del programa nuclear de Irán que, en fechas recientes, está alcanzando cotas de fricción diplomática realmente preocupantes. El programa nuclear iraní se desarrolla en varias instalaciones dispersas por diversos lugares a lo largo del país. Es el propósito de una serie de artículos, que comienza con éste, el describir las instalaciones del ciclo nuclear de Irán para intentar aclarar los datos que aporta la Agencia Internacional para la Energía Atómica en sus informes sobre el programa iraní.

El primer paso para desarrollar un programa nuclear completo es tener el material fisible, en este caso uranio. Uno de los procesos clave para un programa nuclear, tanto civil como militar, es la fase de enriquecimiento del uranio. Mediante esta técnica se aumenta la concentración de uranio-235 a partir del uranio que se encuentra en la naturaleza. Cuando un país domina la fase de enriquecimiento saltan todas las alarmas internacionales porque, una vez que sabes enriquecer, puedes hacerlo para fabricar combustible de centrales nucleares civiles o puedes enriquecer para hacer cabezas nucleares. De una cosa a la otra cambia el grado de enriquecimiento, pero la tecnología es la misma. Una vez que la tienes… no conviene ir por ahí diciendo que vas a borrar a otros países de la faz de la Tierra.

Desde 2002, Irán realiza sus procesos de enriquecimiento de uranio en una planta que se sitúa cerca de la localidad de Natanz, en el centro del país. Esta instalación fue una de las que Jafarzadeh dio a conocer en Agosto de 2002. Seis meses después, miembros de la IAEA visitaron Irán y el Vicepresidente Aghazadeh reconoció, por vez primera, que estaban construyendo dos plantas de enriquecimiento en Natanz: la PFEP (Pilot Fuel Enrichment Plant) y la FEP (Fuel Enrichment Plant). La primera sería una pequeña planta piloto mientras que la segunda era una planta a escala industrial. En este momento se constata la primera violación del Tratado de No Proliferación nuclear por parte de Irán. En virtud de ese Tratado, firmado por Irán en 1968, tenían la obligación de notificar los planes de construcción de esas instalaciones. Lo hicieron cuando los pillaron, no antes.

Los técnicos de la IAEA tomaron muestras ambientales y, oh sorpresa, cuando salieron los resultados mostraban trazas de uranio altamente enriquecido. ¿Y ahora qué? Irán dio toda una serie de excusas pero, meses después, admitieron la verdad. El uranio altamente enriquecido medido no había sido enriquecido por Irán, sino que era contaminación que venía en parte del material clandestino que habían comprado en el mercado negro. Otra violación del TNP nuclear. Según la IAEA, hasta la semana pasada, en la FEP había instaladas 9006 centrifugadoras dispuestas en 39 cascadas de 164 máquinas y 15 cascadas de 174 máquinas. Desde que comenzara el enriquecimiento de uranio en esta instalación, se han producido 4.922 kg de uranio enriquecido. Todas las centrifugadoras de esta instalación son del tipo IR-1, réplicas casi idénticas de las centrifugadoras P-1 de diseño pakistaní. Con respecto a la PFEP, tiene instaladas 6 cascadas de producción donde enriquecen uranio hasta el 20% (cuando en una central nuclear civil el enriquecimiento no supera el 5%). Irán dice que necesitan ese grado de enriquecimiento para un reactor experimental que tienen en Teherán. Por otra parte, en la PFEP, tienen una zona de investigación donde han instalado 164 centrifugadores IR-2m y 66 centrifugadoras del tipo IR-4, en fase de experimentación.

En esta imagen pueden observar al Presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadineyad paseando por la PFEP entre centrifugadoras del tipo IR-2m:

Fuente: ISIS

En esta otra fotografía pasea entre centrifugadoras más antiguas, modelo IR-1:

Fuente: ISIS

Estas dos instalaciones están en el mismo emplazamiento, sin embargo llama muchísimo la atención que la FEP sea subterránea. ¿Por qué? ¿Por qué han ocultado esta instalación bajo tierra? Los países que enriquecen uranio para combustible nuclear civil no lo hacen bajo tierra. Fíjense ustedes en la siguiente figura, se trata de una vista parcial de Natanz  tomada por satélite en febrero de 2004:

Si observan ustedes los 5 edificios con forma de cruz que se aprecian a la izquierda de la fotografía, el edificio inferior alberga la PFEP. Pero ¿dónde está la FEP? Al ser una instalación industrial para enriquecer uranio de forma masiva debería ser mucho más grande. Observen esta imagen por satélite tomada apenas un año y medio antes, en septiembre de 2002:

Busquen ustedes las diferencias. Los edificios que albergan la FEP constan casi con 70.000 metros cuadrados de laboratorios ocultos bajo tierra que Irán notificó a la IAEA, me gustaría repetirlo nuevamente, únicamente cuando unos disidentes iraníes desvelaron su ubicación. Pueden entrar ustedes en este enlace para “visitar” mediante Google Maps la ubicación de Natanz desde el aire. Tómense su tiempo y vean las líneas de alta tensión que llegan a la instalación, denotando que tiene un gran consumo eléctrico. Observen las torres de vigilancia que hay equidistantes a lo largo del perímetro de la instalación. Observen también las 6 pistas para helicóptero que tienen. Por cierto, en la primera de las dos imágenes por satélite, la de 2004, observen el edificio tan blanco que hay en la parte inferior central de la imagen. Comparen con la imagen de 2002…ese edificio es la entrada al túnel que lleva a la FEP subterránea. En la actualidad, existen otras imágenes de satélite que muestran la construcción de túneles en una montaña situada muy cerca de Natanz, pero se desconoce la utilidad de dichos túneles.

Aquí es donde Irán enriquece el uranio de su programa nuclear, si bien en la actualidad están construyendo una nueva planta de enriquecimiento cerca de Qom, de la que hablaremos en otro artículo.

Manuel Fernández Ordoñez
Manuel Fernández Ordoñez
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6 comentarios

  1. Ya estáis con vuestras cosas. El bueno del iraní, lo único que enriquece es la sopa con una pastilla de caldo. Eso son cosas de la conspiración judeo-masónica (y yanki, of course), que no cesa. Desde luego, si no creéis en la alianza de civilizaciones, mal vamos. Saludos atemorizados y buen fin de semana

  2. Los chalados de los iranies nos meten en la III guerra mundial y si no al tiempo, que dios nos coja confesados.

  3. El huevo de la serpiente. Al principio nos parece inofensivo e incluso gracioso, pero cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde.

  4. El huevo de la serpiente. Al principio nos parece inofensivo e incluso gracioso, pero cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde.

  5. El huevo de la serpiente. Al principio nos parece inofensivo e incluso gracioso, pero cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde.

  6. El huevo de la serpiente. Al principio nos parece inofensivo e incluso <a href=””>gracioso</a>, pero cuando nos queremos dar cuenta ya es demasiado tarde.

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