Mientras yo escribo una tras otra todas mis largas parrafádas, o listas de libros, mis compañeros de blog permanecen en un mutismo misterioso que me hace pensar en extrañas confluencias de astros.
Si, ellos están ocupados. Muy ocupados la mayoría. No tienen tiempo de intercalar post con los míos. Mi Diario de un Parado sigue rodando.
Pero mi deseo no es realizar un largo trayecto por esta carretera perdida, alejada de toda urbe, de toda civilización, rodeada tan solo por un desierto lleno de arena sucia, alimañas venenosas, malas hierbas y cáctus. Ni tampoco hacerlo con una gran carga en el maletero: pongámos por caso un muerto.
Así que he decidido liberar al blog y a otros sitios webs, por ejemplo mi perfil de linkedIn, de ese peso muerto (y cómo pesan los muertos, sobre todo los muertos en vida) que constituyen largas listas de palabras sin sentido para el espectador que espera, para quien no quiere sorpresas ni originalidades que excedan la medida de lo que consideren, en su particular visión del mundo, más o menos abierta, correcto.
Entiéndame, no pretendo minusvalorar la capacidad de comprensión de algunas personas pero, díganme, si ustedes buscan un profesional para Contabilidad y Finanzas a través de LinkedIn y se encuentran a uno que, ahora, en el paro, se autoproclama editor de un blog con muchas entrevistas y pide recomendaciones de los entrevistados, ¿les parecería congruente esa actividad y su reconocimiento con el estereotipo que hayan podido formarse a lo largo de sus existencias sobre lo que es o deberia ser un contable?
Lo cierto es que en LinkedIn te pueden recomendar directamente los que están en LinkedIn. Así, he pedido a algunos de mis entrevistados que me enviaran por correo su recomendación, para añadirla al apartado mismo del trabajo de editor, después de unas sucintas palabras de presentación del mismo. Pero en el perfil del puesto no permite negritas, cursivas, subrayados y demás formatos, y solo se admiten 2000 palabras. ¿Qué hacer cuando la cuarta recomendación se te queda a medias porque llevas ya 2006 palabras escritas? Pues la respuesta me la dio la almohada, a eso de las dos de la mañana: derivar, desviar, enviar a otro lado, poner un link. Pero ¿A dónde? ¿Al blog para saturarlo con información irrelevante para sus lectores? No, a un nuevo blog. Y eso es lo que he creado hoy. Se llama Caleidoscopio Existencial (mejor no me pregunten por el titulo), y a él derivaré al lector interesado a las propuestas comerciales, profesionales, personales o de cualquier otra indole que tenga que hacerle, para que esté a un click de ellas y pueda asimismo ignorarlas tan panchamente.
No esperen que sea un sitio interesante de modo general, o e alguna materia específica. Es un batiburrillo de cosas diversas muchas de las cuales (la mayoría, diria) todavía ni sé cuáles van a ser.
Ahí tienen, por cierto, todos los libros en venta. Y aqui se cierra el chiringo y continúa el Diario.
Y no se me ocurre mejor forma de continuarlo comentando la impresión que hace unos días me llevé al contemplar, un día normal, un gran centro comercial con decenas de puestos cerrados, en venta o traspaso. Me vino a la cabeza esa tétrica frase: «Cementerio de negocios». Aquello lo era. Pero era nada más una muestra enormemente significativa de lo que sucede en todo el país. España se ha convertido en una tierra yerma para los negocios, gracias a unos políticos demagogos e irresponsables, en un gran desierto, que es el que rodea mi carretera a ninguna parte, mientras voy con el depósito en reserva.
Hace poco me enteré de que, afortunadamente, una gran empresa holandesa iba a comprarlo para remodelarlo y llenarlo de vida. Pero es como construir una promoción de viviendas sobre un cementerio. Ahí, mucha gente, que quería prosperar, ha palmado económicamente, quizás vitalmente. Mientras no faciliten la labor a los emprendedores, y los cosan a puñaladas impositivas, no levantaremos cabeza.
Las entrevistas, que en mi momento anímico y profesional más bajo iba a abandonar, no las he abandonado, pero como mi inglés no es de Cambridge necesito ayuda, y según me vayan llegando las traducciones iré publicándolas. No quiero meter prisa a personas que hacen con gran talento y dedicación cosas por las que nadie las remunera como se merecen.
En cuanto a otras cosas interesantes que pueda aportar, no sé, cuento lo que me sale pero, sea cual sea el resultado en cuanto a mi capacidad de suscitar interés, me suelen salir mejor las cosas si estoy animado.
Gracias, Bastiat, por preocuparte por mi.
Un abrazo!
Dicho a lo bruto….
Joder!!!!
¡Me tenías angustiado!
Bueno, pues haz sitio y rellénalo pronto.
Sobre todo este lugar con tus artículos sobre cosas interesantes.
¡Vale!??
Suscribo.
Saludos, ánimos y temple. E.
Hay que dedicar un templo al temple, salvador en tantas situaciones aparentemente insalvables.
Lo que para unos es lastre para otros es oro. La piedra filosofal del intercambio.
»
No, no he vendido ni voy a vender los muchísimos libros que tengo de neurociencia, psicología, biología, evolucionismo, bioquímica etc…Su valor en estos momentos es muy alto para mi. Ni tampoco voy a vender las Vidas Paralelas de Plutarco, que tengo completas, ni la Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucidides, ni los anales de Tácito. Tampoco venderé las novelas de Houellebecq, Huxley o Kundera.»
Esta es la explicación que todos tus lectores queríamos escuchar. Que estás haciendo limpieza, y centrándote en lo que realmente te gusta. Echando lastre, no comiéndote tus extremidades.
Fenomenal!
Hola Pepe,
Con anterioridad en mi vida he hecho ventas masivas de cosas que valoraba. El valor, sin embargo, es variable, y también en función del tiempo. Hay nostálgicos que guardan su primer vinilo de los Rolling Stones en una estantería. Bien, por ellos. Para ellos puede que el tiempo haya hecho ganar valor a ese disco, y quizás en el mercado, al volverse escaso, haya subido considerablemente su precio, si es que hay algo parecido a un mercado organizado de segunda mano de esa clase de objetos. Pero el amigo de este ejemplo no vendería ese disco por menos de…..no lo sé.
Para mi algunos artículos pierden valor. Tengo que tener en cuenta muchas variables, por ejemplo: espacio disponible en la casa para guardar libros, posibilidad de encontrarlos en bibliotecas o conseguirlos electrónicamente, lo que me guste o disguste releerlos, posibles compras equivocadas, temas que han dejado de interesarme o, más bien, han pasado a interesarme menos….etc
No es que diga: joder, estoy en el paro, voy a sacarme unos cientos de euros para ir al Mercadona. He tenido mi indemnización y tengo paro para dos años. Simplemente creo que es el momento: ahora vale más añadir unos pequeños ingresos a la familia que conservar esos libros. Y además la puesta en funcionamiento de todo este asunto me tiene parcialmente ocupado los ratos que no estoy profundizando en la contabilidad y las finanzas, el cerebro y su psicología, cambiando pañales a la niña o preparando el desayuno del niño, yendo a hacer papeleos, etc.
Este lunes me doy de alta médica, y dejo atrás la depresión. El miércoles tengo una entrevista. Y ya me estoy moviendo para volver a un nuevo equilibrio existencial que me permita mirar hacia el futuro con optimismo.
No, no he vendido ni voy a vender los muchísimos libros que tengo de neurociencia, psicología, biología, evolucionismo, bioquímica etc…Su valor en estos momentos es muy alto para mi. Ni tampoco voy a vender las Vidas Paralelas de Plutarco, que tengo completas, ni la Historia de la Guerra del Peloponeso, de Tucidides, ni los anales de Tácito. Tampoco venderé las novelas de Houellebecq, Huxley o Kundera.
Hola:
He seguido tu desgraciada peripecia laboral a través de tus artículos.
Con todos mis respetos, se me ocurre una reflexión ¿Crees siceramente que la venta de «tus» libros es útil?. Te lo digo por que de alguna manera esa colección es el fruto de años de selección cuidadosa y de alguna manera forma parte de tí. He hecho un cálculo a ojo y en el mejor de los casos recuperarás 300 o 400€ y luego será difícilmente recomponible. Desconoco tu situación económica pero si no lo necesitas para comer, consérvalos. Han contribuido a formar tu mente, que dicho sea de paso, por otros artículos tuyos me parece bastante bien amueblada y pueden seguir haciendolo en el futuro. Que ahora estes en paro no significa que lo que hayas hecho previamente sea inútil o erróneo. Simplemente te ha tocado mojarte en medio de la tormenta.
Hacer cambios como este, en momentos críticos y de baja moral suele reportar pocos beneficios y muchas veces arrepentimiento cuando se ve en la distancia.
Espero no molestarte con mis opiniones y deseo que tu situación laboral cambie lo antes posible.
Un saludo
Gracias, Juan Pablo. Aprendemos con los errores y mejoramos haciendo las cosas mal al menos un par de veces (por eso de que el hombre tropieza dos veces….)
¿Qué tal en Argentina?
Pues yo también deseo que se solucione prontísimo tu situación laboral. Lo que no acaba de cerrarme es el porqué de tantos cambios de blog, siendo que todo lo que has escrito va formando parte de una misma personalidad, y que a la hora de conocer a una persona (por ejemplo un potencial empleador) le serviría de gran ayuda, incluso mucho más que el perfil en LIn.
Te dejo un post que escribí al respecto y también te dejo un abrazo.
Me siento verdaderamente halagado por esta muestra de afecto, Pedro. Te lo agradezco de veras.
Y lamento de veraz que tengáis una situación tan mala en casa. Espero que tu hijo se haga valer y le den una oportunidad o le recomienden a alguien que pueda dársela.
Hola Germánico !
Siento no poder aportar un mínimo asidero a tu situación. Yo estoy tambien en el paro (el de los 65 años) y con pocas opciones. Tengo dos hijos, el mayor 11 años fuera de España y el menor tras dos años largos de desempleo y docenas de entrevistas, acaba de encontrar un trabajo temporal para cinco semanas.
Mal nos lo han dejado estos canallas. Quiero, sin embargo, manifestar mi respeto (algo poco habitual) hacia tus esfuerzos y tu desinteresada labor en este blog. Me parece que somos muchos los que lo apreciamos. Te deseo una pronta recuperación de actividad laboral y el mejor futuro. Un abrazo.