Yodo-131 en el agua de Tokyo

El pasado martes se detectaron trazas del radioisótopo Yodo-131 en el agua corriente de Tokyo en concentraciones por encima del límite legal. Las autoridades se apresuraron en señalar que los niveles de radiación detectados no eran dañinos para la salud, pero recomendaba que los bebés no tomaran agua de la cañería y que los biberones se prepararan con agua embotellada. Un mensaje claro, conciso, que los japoneses entendieron perfectamente. No me quiero imaginar lo que se hubiera desatado si eso llega a suceder aquí…

Los informes oficiales establecían, del mismo modo, la siguiente sentencia (traduzco del original): “El nivel de radiactividad detectado es lo suficientemente bajo como para no dañar la salud de las personas que tomen ese agua por un tiempo limitado“. Si lo dicen los informes oficiales (de un país democrático) oiga usted, yo me lo creo. Pero como somos científicos vamos a hacernos los cálculos y así demostramos que los japoneses no se equivocaron al hacerse las cuentas.

Los análisis del agua de Tokyo arrojaron valores de actividad debidas al Yodo-131 entre 150 y 210 Becquerelios en cada litro de agua. ¿Y esto qué quiere decir? Un Becquerelio (Bq) es una medida de actividad radiactiva cuya magnitud equivale a una desintegración por segundo. Es decir, en un litro del agua de Tokyo, el pasado martes, se desintegraban entre 150 y 210 núcleos de Yodo-131 por segundo. ¿Y esto es mucho? ¿Es poco? ¿Es para preocuparse? Lo que es innegable es que es mucho más de lo normal, pero ahora vamos a ver si hay razones para la paranoia. Como no me he estudiado la legislación japonesa, si me permiten la licencia, voy a hacerlo con la legislación española. Les puedo asegurar que, si no es exactamente igual, será extraordinariamente parecida.

El Real Decreto 783/2001, por el que se aprueba del Reglamento sobre protección sanitaria contra radiaciones ionizantes, tiene por objeto establecer las normas relativas a la protección de los trabajadores y de los miembros del público contra los riesgos que resultan de las radiaciones ionizantes. En este larguísimo Real Decreto se establecen muchas cosas y, entre ellas, los coeficientes de dosis en caso de ingestión para cada uno de los radioisótopos. Si vamos a la tabla pertinente y buscamos los isótopos del Yodo obtenemos los siguientes datos (click en la imagen para agrandar):

Busquemos en la tabla el isótopo que nos interesa, el Yodo-131 (I-131). Vemos que tiene un periodo de semidesintegración de 8,04 días y que, al igual que el resto de los isótopos, la dosis depende de la edad del que ingiera el agua (o la comida) que contenga dichos isótopos. Vamos a hacer el cálculo para adultos mayores de 17 años (luego hablaremos de los niños). Para esas edades, el factor de conversión es de 2,2·10^-8 (0,000000022) Sv por Bq. Es decir, cada Bq de Yodo-131 que usted ingiera le supondrá una dosis de radiación de 0,000000022 Sv, o lo que es lo mismo 0,000022 mSv. Ahora que tenemos todos los datos, tomaremos las medidas de agua en las que más radiación había (210 Bq/l) y  haremos una bonita cadena de esas que hacíamos en el instituto:

Por cada litro de agua que beba un adulto en Tokyo recibirá una dosis de 0,00462 mSv. Oiga, pero esto no me dice nada, ¿esto es peligroso o no? La Organización Mundial de la Salud y el Comité de Naciones Unidas para el Efecto de las Radiaciones Atómicas establecen que, por debajo de dosis de 250 mSv no hay ninguna evidencia estadística de peligro para la salud. Nosotros vamos a ser mucho más conservadores, vamos a tomar menos de la mitad de ese valor. Tomaremos 100 mSv y vamos a calcular el número de litros de agua que un adulto debe beber para recibir una dosis de 100 mSv (y aún así no ser perjudicial para su salud). Haciendo una sencilla regla de tres, si con 1 litro tengo 0,00462 mSv, para 100 mSv tengo X litros. Despejamos X y salen la friolera de 21.642 litros de agua. Suponiendo que un individuo adulto bebe 2 litros de agua al día, debería estar bebiendo esa agua durante 30 años y aún así, en ese caso, no tendría efectos perjudiciales para su salud.

Pero nos falta un detalle muy importante. El Yodo-131 tiene un periodo de semidesintegración de 8 días. ¿Y esto que quiere decir? Pues que pasados 8 días la cantidad de Yodo que habrá será la mitad de la que hay hoy. Que pasados 16 días será la cuarta parte. Que pasados 24 días será la octava parte…que pasados 80 días la cantidad de Yodo se habrá reducido por mil. Es decir, que dentro de unas semanas no habrá ni rastro de ese Yodo que deberíamos estar consumiendo durante 30 años. Mirando la tabla vemos que los factores de conversión de Bq a Sv aumentan a medida que la edad disminuye. Para bebés nos situamos en el peor de los casos posibles y, en lugar de 30 años nos saldrían unos 2 años y medio. Bien es cierto que la radiación afecta en mayor medida a los niños, de ahí las recomendaciones de preparar los biberones con agua embotellada y no con agua del grifo, pero siendo totalmente conscientes de que, en cualquier caso, el agua del grifo no suponía ningún peligro para la salud. De hecho, ayer jueves, los niveles de Yodo-131 en el agua habían descendido a 79 Bq/l, cuando le límite legal es de 100 Bq/l. Automáticamente se levantó la recomendación de no beber agua del grifo.

Entiendo que la situación en Fukushima es grave y muy delicada. Entiendo perfectamente la preocupación de todo el mundo, pero lo que no hay que hacer es preocuparse por cosas que no son preocupantes. Esto no quiere decir que, en el futuro cercano, no pase algo grave en Fukushima y haya nuevas emisiones de radiación a la atmósfera. Pero hay que centrar los esfuerzos en las cosas importantes y no dejarse llevar por alarmismos infundados.

Manuel Fernández Ordoñez
Manuel Fernández Ordoñez
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11 comentarios

  1. No, únicamente todos los datos médicos de todos esos países referentes a este asunto. Por ejemplo los efectos reales sobre nuestro ADN al ser radiado desde dentro de nuestro cuerpo. Los datos de todos los residentes, de los operarios, los soldados, los científicos, el personal de hospitales y todos las personas relacionadas con cualquier aspecto de esta industria.
    EOF, Ana Samboal entrevistó recientemente a Alfrdo Embid, el sí  puede dar lustre a tus conocimientos de los riesgos de la radiactividad y de la sumisión de la OMS al lobby militar-industrial. Cruza datos de consejeros de mass-media y armamento. Si tu formación técnica o científica  te implica en esto, espero que tengas solidos valores morales y no te sitúes en lo infrahumano. Yo razonablemente espero que colonicemos el planeta rojo y utilizaremos energía nuclear para lograrlo. Y mediante la riqueza de nuestro ADN -espero que  integro- tendremos muchos hijos.  Apostamos EOF?

    • Primero.- Este hilo trata sobre el hallazgo de I-131 en agua potable. No solamente se habla de dosis bajísimas, sino que el periodo de semidesintegración es de 8 días.
      Segundo.- Como decía no recuerdo quién, me sorprende la credulidad de los escépticos. Ni sé quién es Ana Samboal ni sé quién es Alfr(e)do Embid (leo en Google: acupuntor, coordinador de la Asociación de Medicinas Complementarias). Sí sé quién es Fernando Díaz Villanueva, quien ha escrito un interesante artículo sobre el famoso complejo militar-industrial.
      Tercero.- Una cosa es no tener acceso a los datos en bruto. No hay nada extraño en ello. De hecho, ingleses y estadounidentes han aprobado sendas leyes para que, en ciertos casos, los investigadores pongan a disposición los datos en bruto (por ejemplo, el caso Mann-McIntyre). Pero otra cosa muy distinta es que la información, las conclusiones que pueden obtenerse de esos datos, no se hayan publicado, republicado y requetepublicado. Por ejemplo, el informe de la OMS sobre las consecuencias del accidente de Chernóbil.
      Cuarto.- La medicina nuclear es practicada en todo el mundo industrializado. Si te diagnostican un cáncer y te someten a radioterapia, ya me dirás si se han estudiado o no “los efectos reales sobre nuestro ADN al ser radiado desde dentro de nuestro cuerpo”.
      Quinto.- ¿”ADN íntegro”? Las trisomías son desórdenes naturales del ADN: síndrome de Down, o el mucho peor Síndrome de Edwards. Por no hablar de las enfermedades de origen genético: la hemofilia, sin ir más lejos.
      Un saludo.

      • Primero.- 10 en comprensión. Captada la información, 8 días y dosis baaajiiisimas. Esta quizás permitido, calificar de dudosa, la información de las autoridades? No se olvidan de los residuos acumulados durante 40 años? Porfa diserta con tus amplios conocimientos sobre esos residuos. Y- apunta te de paso el tercero.-. Que  la OIEA es quien ha establecido con toda la información de la OMS la cifra de fallecidos de TChernobil <2500. Mientras que la NYSA habla de un millón. Dudosa por ser de parte y formar parte de la vorágine de datos de los primeros días-momentos después de una catástrofe.  En los que siempre prima la desinformación siendo esta un principio clásico de la contención de daños corporativo o estatal. Un intento de aliviar con una historia de 8 días….
        Cuarto.- Siii desde adentro jo, una partícula radiactiva. Intentando alcanzar el tono infantil-demagogo de EOF.
        Quinto.- Otra de caldo.
        íntegro, gra.
        (Del lat. intĕger, -gra).
        1. adj. Que no carece de ninguna de sus partes.
        2. adj. Dicho de una persona: Recta, proba, intachable.
        Y ahora lo mínimo que sepas de donde se alojan las partículas radiactivas  ingeridas o inhaladas y que producen en las células a su alrededor. Y así EOF llegas a lo que le pasa a unas cositas pequeñitas… etc. etc.

        Me parece que el 99% de los artículos de esta página son mejores que este. Y la discusión de mi comentario  resulta estéril. Tratareis en cambio el ciclo del torio y los intereses por perpetuar energías menos compatibles con el ADN de todos los niños, también de los que tienen el síndrome down?

  2. Esas tablas son un chiste malo, muy malo, satánico. Los paises adheridos a la OMS presentan la mismas. Toda la info relacionada esta clasificada en comandita con la OIEA. Este “cartel” imperial de armas y energía reparte papeles de buenos y villanos. La ingestión supone que al igual que con el uranio empobrecido, micropárticulas   quedan en el organismo y radian desde dentro con efectos singulares y hay estudios al efecto. Eso no interesa. Pero los militares del Livermore Institute, esos lo han investigado hace mucho. Documentos desclasificados de los sesenta del pentagono  reconocen estos efectos.
    Los chinos van con el torio, tan abundante, con tan pocos residuos, hasta podrán quemar”basura”.  Van a joder algún negocio?  Para eso esta la otan.

    • Y ahora, Juan, ilústranos sobre las bondades de la homeopatía. Por cierto, ¿el periodo de semidesintegración del I-131 también es materia clasificada?

  3.  

    Las alarmas están para funcionar en caso de terremotos, tsunamis, etc.
    Y si no hay garantía, significa que si te toca la china luego no puedes reclamar.

     

  4. Resulta que el agua consumida en España se desinfecta con cloro, pero éste se evapora rápidamente.
    Si llenas una jarra del grifo y la dejas dos días en la nevera, el cloro habrá desaparecido completamente. Igual que si llegas a casa tras unas vacaciones y abres por primera vez el grifo en semanas.
    En esos casos puede que hayan aparecido microorganismos patógenos en el agua. No es peligrosa, pero no hay garantía de desinfección. Igualmente te bebes el agua de la nevera y no llamas al médico si por error no has dejado correr un poco el agua del grifo tras semanas sin usarlo.
     
    Resulta curioso que con la radiación ocurre lo mismo pero la reacción de la gente es distinta. El episodio puntual significa que no existe garantía, sin embargo se actúa como si fuese peligroso e incluso letal beber un vaso de agua.
     
    Y lo más curioso es la actitud de los medios españoles. Tras Chernobyl, se dio un episodio de contaminación superior al de Tokyo en el agua española, especialmente en la del Pirineo. Como se esperaba que fuese puntual, no se informó a la población. Bueno sí, bastante a posteriori. Parece ser que hay que crear alarma sólo cuando los sucesos ocurren en otro país.
     

  5. Gráfico de fuentes de radiación para paranoicos antinucleares:

    De media, el día 17 de marzo (día de “pico” radiactivo) en los pueblos alrededor de Fukushima (si no se hubiesen evacuado) una persona pudo recibir 3,5 microSv. Sólo por el potasio ingerido en la alimentación recibimos aproximadamente 1 microsierver diario. En un viaje de avión de media distancia recibimos más de diez veces eso: 40 microSv.

    En el peor caso, por los vientos, según se midió, en una población concreta a 50Km ese día 17 una persona pudo recibir 3,5 mSv (miliSv). Una mamografía supone unos 3 mSv. Con una diferencia: la radiografía es una dosis instantánea, mientras la de Fukushima sería en 24 horas y por tanto menos peligrosa gracias a los mecanismos reparación celular.

    Gráfico de radiactividades para paranoicos

  6. Sea la cantidad de isótopos significativa o no, prefiero que me den la información disponible, y luego ya decidiré.
     
    Y en tiempos pasados, el gobierno democrático en Japón no se ha mostrado muy diligente en proteger la salud medioambiental,
    http://es.globedia.com/protegeran-ley-victimas-envenenamiento-mercurio-japon
     
    Aquí tampoco es que sean una maravilla,
    http://carlosdeprada.wordpress.com/2010/12/03/una-buena-pero-insuficiente-noticia-la-ue-prohibe-el-bisfenol-a-en-los-biberones-infantiles/

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