Si leen lo que escribe hoy Jorge Valin en su blog, pensarán que poco más se puede decir sobre la burda manipulación mediática de que está siendo objeto el tiroteo de Tucson, Arizona. Permítanme que añada un par de cosas que acabo de leer hace unos minutos y se darán cuenta de lo acertado de la valoración de Valín.
Cuando en 1995 Timothy McVeigh decidió volar en pedazos el edificio federal Alfred P. Murrah en Oklahoma City se llevó la vida de más de 150 personas. En aquel momento, con Clinton con la soga al cuello, este pretendió responsabilizar a Rush Limbaugh y la radio conservadora Talk Radio de los hechos.
Tras conocerse los resultados de las pasadas mid-term elecciones, el analista Mark Penn respondió a la pregunta de Chris Matthews sobre qué debe pasar para que Obama recupere puestos en las encuestas con un lacónico «un atentado como el de Oklahoma City».
Pues ya está. Tucson, Arizona. Un tal Jared Loughner se lía a tiros, se lleva por delante a varias personas, entre ellas una niña, y deja en estado muy grave a una Congresista demócrata, Gabrielle Giffords. Un loco comete un atentado y los culpables están claros como el agua de mayo: los chicos y chicas del Tea Party.
Y todos a una, como los de Fuenteovejuna, los medios de allá y los de acá se lanzaron a señalar con el dedo a los culpables. No, no a Jared Loughner. El es apenas una víctima de la bruja Palin y los fascistas del Tea Party. Qué diferencia con las comedidas palabras derramadas en el caso Fort Hood (La Wikipedia es un magnífico ejemplo de lo que les cuento, por cierto). Nada más conocerse que el islamista Nidal Hasan había cometido la masacre al grito de «Alá es grande» todos los medios se apresuraron a destacar el acto como fruto de la locura individual, en absoluto relacionable con el Islám o las creencias de millones de personas. Un caso aislado fruto de la locura de Nidal Hasan y de nadie ni nada más.
Botones USA:
“It will be important to avoid drawing prejudicial conclusions from the fact that Major Hasan is an American Muslim whose parents came from the Middle East.”–NY Times editorial on Foot Hood massacre, Nov. 8, 2009
“It is legitimate to hold Republicans and particularly their most virulent supporters in the media responsible for the gale of anger.”–NY Times editorial on Tucson massacre, Jan. 10, 2011.
Pues eso.
(No dejen de ver también todo lo que nos cuenta al respecto JM Guardia en su Barcepundit!)
hola… / no soy el único que lodice, pero insistir vale la pena para confirmar el punto de vista: negar la relación entre cualquier «lunático solitario» y el contexto que prepara y alienta la realidad pública me parece tan reductivo como suponer que el único culpable es el autor material.
Y me enfado porque son estrategias deliberadas y muy antiguas. Lo que se pretende e s:
1.- Culpabalizar a la derecha (porque la derecha mantiene un residuo de moralidad, no cree en » la lucha de clases» ni lo supedita todo a la obtención del poder por el «proletariado» (léase, por la Pajín) y
2.- Sustraerla a la audición confiada de ciertas voces (como si uno pudiese informarse sobre el PP en El País o la SER (escribe un lector de El País)).
Que utilicen muertes prematuras con tal fin (ya lo hicieron en 2001 2004 2008…) no dice de ellos nada que un servodr no sepa.
Bueno, pues ya han matado a dos militares y fostiado a un consejero de la derecha. Elininar funcionarios y liberados sindicales se paga caro en Murcia. ¿Dónde está el sepulcro blanqueado?
Y por supuesto entran con nicks de un solo uso para que nadie se ría de ellos en la cara al reconocerlos como progres furibundos (o más a la izquierda aun). Gran invento el anonimizador.
En España no hay mucha diferencia en el tratamiento de los medios. Intereconomía, El País, Tele5, la 6… Todas barren para casa. El País sibilinamente, Intereconomía abiertamente. Pero informar, lo que se dice informar… sí, les suena.
Cozcu: la secretaria general del PP interpuso una demanda contra ElPlural.com (sitio de un conocido peridodista de izquierda) por no borrar unos comentarios vejatorios contra ella y su hijo. Aquí tienes un pequeño comentario jurídico: http://www.pabloburgueno.com/2010/11/comentarios-en-el-plural-contra-cospedal-y-su-hijo/.
Por no hablar de la tertulia de La Noria, de la que el referido periodista es un habitual. Y por cierto, ¿la estrella de CNN+ no era cierto periodista que tuvo una intervención destacada en el 11-M?
Ciertamente, hay gente que dice barbaridades en los SMS, pero la televisión está llena de basura. Como siempre, la izquierda tiene dos varas de medir: se puede decir que Aznar es un asesino, pero hay que prohibir los SMS de Intereconomía.
Por si fuera poco…
Oooops, gracias Chena. En el «fragor de la escritura» novelicé demasiado 😛
Bien traído, Juano!
Solo una corrección a tu buen artículo.
Timothy McVeigh no se voló en pedazos. Puso una furgoneta bomba y se largó. Fue detenido, juzgado y ejecutado por ello.
No soy un entendido del Tea Party, pero me da la impresión que es un elemento aglutinador anti-Obama de centro hacia todo lo derecha que se quiera ir, con tintes liberales en lo económico. Lo de que unos sean conservadores, neo-cones, teo-cones o «cohones» me es un poco indiferente, la verdad…
En cuanto a lo otro, no sé de qué nos extrañamos: el proceso seguido es idéntico al hecho con los controladores aéreos aquí en España, sin quitar méritos a este colectivo por lo bien que han sido capaces de ganarse, bien merecidamente, la animadversión de la sociedad de manera transversal…
Me acabo de austar…
Espero que nadie de la izquierda se le ocurra tropezarse con un descerebrado…. que lo usarán.
Despues del pásalo…. todo es posible.
A ver, creo que nunca vi en CNN+ los típicos mensajes enviados por SMS por los espectadores. Mensajes con auténticas burradas que no son filtrados por la cadena. CNN+ eran, en general moderados, de izquierdas, OK, pero moderados.
Intereconomía se está pasando. La 10 es mucho más ecuánime. De derechas, pero más moderada.
Y la moderación probablemente evitará alguno de los Oklahoma o Tucson.
Y la conducta de no pocos opinadores y blogueros a la izquierda -me viene a la cabeza el nombre de Manuel Saco- es sin duda inmoral y generadora de violencia. Aquí algunos tienen una sensibilidad prodigiosa, como de niño asmático, cuando del partido republicano estadounidense se trata.
Aquí nadie culpabiliza al psoe ni al diario público de los desmanes cometidos por la organización socialista revolucionaria eta. Y eso de publicar a Marx y Lenin, ¿debería ser delito de odio en un país donde Arabia Saudi construye mezquitas pero se cierran las librerías que no gustan por «fashistas»?
Cozcu, ¿Los editoriales de El País y las manifas de los noalaguerra espolearon a los islamistas del 11-M?
USA, con una esplendorosa tradición de realpolitik maquiavélica a la vista de todos, ha conseguido con impresionante eficacia colar el gol retórico de su «idealismo político», en primer lugar a su propia ciudadanía, desde la más que falseada historia del May Flower hasta los magnicidios de inquietante frecuencia, el genocidio indio, la pléyade incontrolada de servicios secretos, Hiroshima, el control de los accesos al poder por las estirpes de la costa este, una Reserva Federal en manos privadas y además secretas, etc.
Ahora el Tea Party, movimiento de justo cabreo con este caos actual, ha tomado como nutriente mítico algo que nunca existió, y a cambio de ser muy grass roots, son en una buena dosis un movimiento muy muy guasp, anti latinos y otras especies, anti inmigrantes, etc.
Vamos, que me parece, como en Juan Nadie de Capra, que si no es un invento deliberado, bien merece aprovecharse «dialécticamente», está que ni pintado.
Cozcu:
los Tea Party son conservadores. Intereconomía también.
Expoleados por la CNN+ y similares andan hoy por la calle miles de niños que adoptarían un conejo antes que dar un euro a un pobre. Y cientos de personas que piensan que es bueno matar a varios millones de congéneres (o dejar que mueran) para así conservar el habitat de la rata de agua dulce.
Si encima consideramos que es muy, pero que muy improbable que un tipo como Jared Loughner (lector adicto y confeso de Marx y Hitler) supiese siquiera lo que son los Tea Party, lo que tenemos es que de la locura de un tipo, pasando por la mentira y la difamación, llegamos a demonizar al enemigo. es de lo que se trata, no? a la Clinton, o como recomienda Mark Penn.
Ok, Ok. De acuerdo en el fondo de su post. El culpable es el que dispara, no las tertulias de la tele consevadora o liberal de turno (El tea party son liberales?Sinceramente no lo se). Libertad de expresión ante todo.
Pero no me negarán que es más probable que algún perturbado se vea espoleado por Intereconomía que por la extinta CNN+.Y en los USA Intereconomía se podría considerar moderada…