Como ustedes ya sabrán a estas alturas, sufridos lectores, el genio y estratega que pulula en La Moncloa acaba de marcarse otro golpe de efecto. En plena aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para el año 2011 ha hecho saltar los cimientos desinformativos desviando la atención sobre lo que debería ser lo importante: en qué se van a gastar los políticos nuestros dineros el año que viene, qué cesiones han hecho y con qué condiciones.
Pero no, parece que hoy toca hablar de otra cosa: el cambio de ministros. Y como siempre, lo hace fiel a su estilo, diciendo una cosa y haciendo otra. Hace tan solo tres días anunció que de crisis de gobierno ná de ná, que sólo se iba el ministro Corbacho, ése que se siente tan satisfecho de que durante su etapa ministerial España ha tenido “el mayor porcentaje de protección social de su historia”. Es decir, de haber mandado al INEM a más de dos millones de ciudadanos que ahora cobran el paro.
Pero lo mejor de todo: de los 6 ministros que remueve sólo uno lo sabía. Incluso alguno de ellos se ha enterado que le han pispado la cartera mientras era entrevistado en TV. Así se hacen las cosas, sí, señor, con un par.
Es curioso que el mismo día que se aprueban en el Parlamento los presupuestos para el año que viene remueva a medio gobierno, cierre ministerios y traspase sus carteras. Es decir, los ministros que se van son quienes han elaborado unos presupuestos que no van a ejecutar, que tendrán que ser dilapidados por los nuevos que llegan y que se encuentran todo el pescado vendido. Lo mismo da que da lo mismo. ¿Creen ustedes que realmente le importa a este gobierno lo que contenga “el pendrive de la Salgado”? ¿Le importó el pasado año aprobar unos presupuestos que no tenían nada que ver con la realidad que vivía nuestro país? ¿Le preocupó tomar medidas de tanto calado como congelar las pensiones y bajar el sueldo a los funcionarios, aunque no figurase en esos presupuestos aprobados unos meses antes?
Pero lo peor de todo es que no importa cuántos ministros cambie, si su errática política económica y social no da un giro de 180o. Mismos collares, distintos perros, aunque casi todos ellos fieles a la mano que les da de comer, a aquel que tira o afloja sus correas según convenga.
Ciertamente RodrígueZ opta por la máxima clásica de tener bien cerca a sus peores enemigos, a los cuales, al mismo tiempo, los cubre de prebendas tratando de comprar sus voluntades. Ya lo hizo con José Bono en su día, y ahora lo repite con Rubalcaba.
Opta por remover los ministerios más quemados, porque más han estado en la palestra en este tiempo. Y decide cortar por lo sano con sus dos grandes apuestas personales: Vivienda e Igualdad. Ambos defenestrados y desmantelados tras una corta e inútil vida.
Los nuevos purpurados están encantados de haberse conocido. Casi todos ellos son hombres y mujeres de la vieja guardia, que ya llevan mucha mili a sus espaldas. Caras de sobra conocidas por casi todo el mundo. Hagamos un breve repaso de ellos.
El primero de todos es el Ministro Rubalcaba, que a su cartera de Interior une la Vicepresidencia Primera y la Portavocía del Gobierno, convirtiéndose de facto en la mano derecha del padre, en la mano que mece la cuna. Don José, el otrora Pepiño, debe estar que trina. Éste es, desde mi punto de vista, el cambio más relevante, pues da poderes plenipotenciarios al hombre que cargó sobre sus espaldas la campaña electoral de 2004 que llevó al presidente Rodríguez directo a La Moncloa encumbrado sobre un cercanías. No hace falta presentar a Don Alfredo, pues de sobra es conocido: el antiguo portavoz de los GAL, dueño y señor de las cloacas del estado, y en estos últimos tiempos el padrino de lo mejorcito de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Listo e inteligente a la vez, cosa rara en la política de estos últimos tiempos. Maquiavelo se sentiría orgulloso, pues en ocasiones el discípulo supera al maestro. Será el responsable de preparar el terreno a las próximas elecciones generales. Átense los machos.
La señorita Trini, Trinidad Jiménez, es una persona acostumbrada a perder elecciones en Madrid y ser recompensada por ello a nivel gubernativo. Cambia la cartera de Sanidad por la de Asuntos Exteriores y Cooperación. El ministro Desatinos deja –entre lágrimas cocodrilescas- el pabellón bien alto, pero estoy seguro que este cambio nos dará, también, grandes tardes de gloria. Frentes tiene abiertos. Sólo toca esperar qué tipo de faenas nos hará (mucho me temo que serán del tipo recogido en la acepción nº 5 del DRAE… ).
La niña bonita, Leire Pajín, se hará cargo de la Cartera de Sanidad, que ahora también agrupa Asuntos Sociales e Igualdad (pobre Bibi…). A esta Licenciada en Sociología de 33 añitos de edad no se le conoce otro oficio ni beneficio que haber servido fielmente al partido durante toda su juventud. Tampoco se le conoce peluquero de cabecera. Ferviente cantante de La Internacional con pañuelo rojo y puño en alto en Rodiezmo, será de las que darán –no nos cabe duda- un carácter “moderado” al nuevo ejecutivo. Eso sí, trae nuevos métodos y a partir de ahora la pulsera Power Balance será financiada al 100%, no lo duden.
Sorpresa me ha causado el regreso de Ramón Jauregui desde ese cementerio de elefantes en que se ha convertido el Parlamento Europeo. Ha cambiado su cómodo sillón de eurodiputado, con sus eurodietas y su eurotodo por la cartera de Presidencia de Gobierno. ¿Cómo te has dejado engañar, hombre? A no ser que te hayan prometido ese anhelo tan querido durante tantas décadas: ser recordado como el paZificador vasco. Y es que amplia y dilatada experiencia en negociaciones con ETA/Batasuna tiene este pájaro a sus espaldas. Todas ellas fallidas, sí. Pero… ¿el año que viene será la definitiva? ¿Habrás sido llamado de la reserva para que te ocupes de esta patata caliente?
Rosa Aguilar se hace cargo de la cartera de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, dejando sus funciones en la Junta de Andalucía. La otrora “Califa Roja”, histórica del moderado PCE e Izquierda Unida, en este último tiempo se ha dejado querer por el PSOE. Y parece que ahora se ha decidido al dar el salto y cambiar de partido. Y es que ya se sabe “una cartera de ministro bien vale una misa”, o algo así…
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Al fin hemos llegado a Valeriano Gómez. Es el cambio que más me gusta, el mejor de todos, en el que se ve la mano de RodrígueZ en estado puro. Ministro de Trabajo. Con un par, sí señor. Militante Ugetista y uno de los máximos responsables de la estafa de la PSV. Va a tener que gestionar una política laboral en la que no cree, contra la que se manifestó hace tan solo unas semanas, en la huelga general del 29-S. ¡Fantástico! ¡¡¡Maravilloso!!! Bienvenidos al circo de tres pistas y la cuadratura del círculo.
Su trabajo es fácil de prever: calmar a los ya –de por sí- calmados sindicatos verticales.
De los ministros salientes poco que decir. Sólo desear que encuentren tanta paz como la que aquí dejan. No hay problema, porque ninguno de ellos se va al INEM. Todos han sido ya convenientemente recolocaditos en direcciones generales varias.
¿La conclusión de todo esto? Nada más que humo. Cambiar a los que reman sin cambiar al timonel de nada sirve. La política sigue siendo la misma de estos últimos años, y la línea también. Quizá más escorada, aún, a babor. Gestionarán un presupuesto que no han elaborado y que les viene dado. Sólo tendrán que poner la cara para que se la partan poco a poco los golpes diarios de la realidad política.
El problema sigue siendo el que hasta ahora ha sido: ¿nos podemos permitir como país un año y medio de más de lo mismo?
PS-. Me extraña que no hayan removido a la Ministra de Cultura… Dicen las malas lenguas que el el Chikilicuatre está apenadísimo, porque esperaba que ésta fuera su oportunidad de obtener cartera por servicios cumplidos…
Descartada la 2ª acepción del DRAE (para Trini) por motivos obvios, propongo adoptar la 3ª, eso si, entre interrogantes ¿______?
Siguiendo vuestras recomendaciones he modificado lo del giro de 180º
Es lo que tiene escribir deprisa… 🙂
Veo que se me han adelantado. Si el giro es de 360º, volverá a quedar como estaba. Y ahora que digo esto, me viene a la memoria un viejo chiste:
Es que ése ya ni vale… hay que dar un giro de 180º y multiplicarlo por dos. Y ni por esas… Desde Bruselas nos piden un Plan B, pero lo triste es que todavía se creen que tenemos un Plan A. La realidad es que sólo tuvimos un Plan E que ya sabemos cómo terminó…