Hay ciertos mantras repetidos hasta la saciedad que acaban siendo aceptados por la inmensa mayoría de la población sin, ni si quiera, reflexionar sus fundamentos lógicos más básicos. Un servidor tiene un serio problema, y es que todo aquello que no tenga una mínima lógica estructural y argumentativa no me vale.
Para que nadie se lleve a engaño y piense que formo parte de esa manada de lobos especuladores que acosan a los pobres e indefensos países con problemas, les diré que no soy más que un asalariado por cuenta ajena, titulado superior en un puesto de técnico con un sueldo bastante ajustadete, poseedor de un único bien material que es el utilitario que conduzco, y sólo dueño del 50% del mismo. Aclarado queda, por aquello de…
Uno de los mantras más repetidos en estos días es que pague más quien más tiene. Y me pregunto: ¿por qué? ¿Qué justifica este tipo de afirmaciones? ¿Qué las mantiene?
Cada vez que la escucho me echo a temblar, pues me vienen a la memoria ciertos regímenes que pusieron en práctica hasta la extenuación algo clavaito: de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad.
Pero, ¿qué bases fundamentan tal afirmación, máxime cuando se traduce en imposiciones al individuo? Según mi modo de ver, carece de toda base lógica.
Hay varias formas de repartir las cargas impositivas, lo mismo me da que sea en la gestión estatal que en una cena entre amigos. Cuando ustedes salen de cañas, ¿cómo pagan lo consumido?
Hay varias formas:
- La más habitual –al menos por estos pagos en los que habito- es el famoso ‘bote’: todos ponemos lo mismo, independientemente de lo que consuma cada uno.
- Cada uno invita a una ronda al resto y, a su vez, es invitado por todos ellos.
- Otros, menos confiados, pagan sólo y exclusivamente lo que han consumido.
- Una cuarta, y que sólo utiliza un buen amigo mío, es que cada uno paga según su sueldo. Curiosamente, como mi amigo gana más que ninguno de nosotros asume e impone que él ha de pagar más que el resto.
- La última que conozco es que uno invite al resto a todo. Este sistema no suele mantenerse a lo largo de mucho tiempo, y el pagador suele romperlo. ¡Qué desconsiderado!
Y pocas más se me ocurren. Todas ellas tienen sus ventajas y sus desventajas. Es un fantástico sistema autorregulado. Los free riders –o gorrones– pocas veces se mantienen durante más de un día o dos. Si alguno anda pillado de dinero, el resto nos hacemos cargo, pero porque deseamos hacerlo, sin que nadie nos lo imponga.
¿Se imaginan tener que pagar un día tras otro las cañas del amiguete gorrón? ¿Se imaginan que un individuo por activa y por pasiva te diga que ha olvidado la cartera encima del piano? ¿O que tú pagas el doble porque cobras el doble? ¿O que mientras todos se toman una caña el mismo de siempre se ‘jinca’ tres Chivas de 12 años? ¿Se imaginan que el que lleva el bote se dedica a gastárselo en las rosas que le vende el chino de turno, en llaveros luminosos horteras o en pagar las copas de sus amiguetes del grupo de al lado y luego te pide que pagues más porque no llega con lo que has puesto?
Es evidente que la cosa duraría poco, que el grupo de cañas se separaría a los dos días. Lo que se aporta y lo que se recibe deberá ser más o menos equitativo, o no se aguanta el tema.
Con el estado sucede lo mismo, solo que la fuerza coercitiva que ejerce éste te obliga a pagar sí o sí, quieras o no, estés de acuerdo o te resulte insultante. El abuso se aguanta hasta que no le compensa al pagador y tiene posibilidad de romper la baraja. Pongo un ejemplo. Un buen amigo dentista francés me contaba cenando hace unos meses que cuando él empezó a ejercer la cosa le iba bien. Amplió el negocio con una secretaria, dos auxiliares y otro odontólogo; y la cosa le fue mejor. Y siguió ampliando su clínica, hasta tener en plantilla 35 personas. La empresa facturaba infinitamente más que cuando sólo tenía 4 personas a su cargo, pero también pagaba muchísimos más impuestos. El día que hizo números en serio y se dio cuenta que a final de año ganaba mucho menos dinero una vez que liquidaba todos los gastos, y que encima se tenía que comer los problemas diarios que supone gestionar 35 personas decidió reducir el chiringuito, despedir a 31 y quedarse con los 4 iniciales. Siendo un negocio más pequeño ganaba más dinero y tenía infinitamente menos problemas. ¿Qué consiguió el gobierno francés con su sistema impositivo? Que mandase a 31 personas a la calle, alquilase un local más pequeño y ganase más dinero en limpio que cuando las tenía contratadas.
Otro ejemplo. Mi dentista sale de su casa todos los días a las 8 de la mañana, y regresa a las 9 o las 10 de la noche. Atiende a sus pacientes en su clínica privada, varias mañanas las dedica a atender pacientes en un hospital privado y además da clases en una universidad, privada también. Sobra decir que es autónoma. Seguramente gane mucho, sí, pero es que también trabaja muchísimo. ¿Es justo que ella pague mucho más que alguien que gana menos porque también trabaja mucho menos –por ejemplo, una media jornada- y en un empleo con menos responsabilidad que la de un sanitario?
Hace un par de semanas una compañera argumentaba que quien más gana ha de pagar más porque también usa más de lo público. No tengo claro en qué datos basaba su argumento, puesto que la gente que yo conozco y que más gana tiene contratado un seguro sanitario privado, lleva a sus hijos a un colegio privado, posee un plan de pensiones privado, no suele viajar en transporte público y no cobra subvenciones de ningún tipo, y si son autónomos ni derecho a desempleo… Pero ya saben, el mantra universal no necesita argumentos que lo soporten.
El problema es que la vaca aguanta que la ordeñen hasta que se cansa de dar leche y no recibir alfalfa.
¿Por qué fracasan los sistemas colectivistas? Porque los pagadores se hartan de dar más de lo que reciben. ¿Para qué trabajar 12 horas diarias si los beneficios recibidos son los mismos de los de aquel que trabaja 4? ¿Para qué esforzarse en hacer un trabajo perfecto si el beneficio personal es exactamente el mismo, o menor, que el del compañero que lo hace mediocremente?
Es idílico el “de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad”… hasta que se desciende al terreno práctico, al día a día. Porque, ¿quién determina cuál es tu capacidad? Igual no te conviene hacer cursos de formación, no sea que te vayan a caer más funciones de las que ya tienes; igual lo mejor es ser un desastre haciendo algo, no sea que te pongan a realizar actividades extra. ¿Y quién determina cuáles son las necesidades de cada cual? ¿Para qué trabajar más y mejor si otros ya han decidido que mis necesidades son las que son y que no voy a obtener más por el trabajo extra que realice?
Para lo bueno y para lo malo, un servidor fue formado en una educación jesuítica. En ella se nos inculcó por activa y por pasiva una palabra clave en el pensamiento de Ignacio: el MAGIS. El siempre más. Siempre se puede hacer más, siempre se puede hacer mejor, la vida no tiene límites preestablecidos, metas prefijadas. No es posible alcanzar la perfección en esta vida, pero hay que ir tras ella día a día. Esto supone trabajo y esfuerzo, y mucho, pero también una recompensa personal cada vez mayor. El ser humano se mueve por motivaciones, por mejorar en la vida, él y los suyos, y por ende los que le rodean.
No soy anarcoliberal. Entiendo que para poder vivir en sociedad es conveniente que todos financiemos determinados servicios necesarios: educación y sanidad universal para todo el mundo, justicia, defensa y seguridad, y una mínima estructura que gestione todo esto. Y pare usted de contar. Eso reduciría enormemente el coste que supone nuestro actual marco de gastos gubernativos y, por tanto, la recaudación fiscal necesaria a fin de mes.
Pero no, papá estado decide que él sabe mejor que nosotros qué es lo que más nos conviene, y nos lo impone, y nos exige que lo paguemos, habitualmente a precio de oro o platino. Y para ello, decide que todos lo paguemos. Pero no a medias o según sea el uso que hagamos de los servicios que han decidido que tienen que ser públicos.
Ha decidido que hay gente que no paga. También ha decidido que los que pagamos no lo hagamos proporcionalmente a nuestros salarios, sino con el criterio que él se ha sacado de la manga: los tramos fiscales. Lo lógico sería pagarlo todo a pachas, o –si me apura- con un único tipo impositivo: el 5%, el 15, el 20%… Pero para todos el mismo. Pero no, como usted gana más le aplico un 46%. ¿Con qué motivo? Si gano más quizá sea porque trabajo más, o porque mi empresa cree que mi nivel de responsabilidad es grande y la recompensa es un mayor salario.
Hoy, nuestra bienamada Vicepresidenta Primera nos dice que, efectivamente, están estudiando muy seriamente subir los impuestos, pero ojo, sólo a aquellos que ganan más. ¿Que ganan más de cuánto? ¿Más que quien? ¿La referencia será el triple sueldo de ‘la Pajín’ o el del parado sin prestación por desempleo? Igualarán por abajo, como siempre lo hacen, no le quepa la menor duda. Seguirán y seguirán y seguirán ordeñando a la vaca, a la vez que le reducen la ración de alfalfa diaria que la nutre. Y encima la vaca ha de estarles agradecida por la exigua comida que le dan todos los días. Eso sí, a los machos cabríos (no sé por qué se me vienen a la cabeza los sindicatos) ni tocallos, no vaya a ser que se cabreen y nos metan un par de cornadas.
Nos aumentarán la carga fiscal a las clases medias, que somos legión en este país, haciendo que cada vez seamos más pobres. Nos dirán que es por nuestro bien, porque de no hacerlo iremos derechitos a los fuegos del Averno capitalista. Argumentarán que menos mal que ellos, los politicastros que nos desgobiernan, están al frente, manteniendo este estilo de vida que nos permite comer caliente todos los días, cuando en realidad lo que nos supone es una sangría continuada. Y si no se lo creen, echen cuentas.
Ahora mismo el españolito medio trabaja desde el 1 de enero hasta el 30 de abril sólo y exclusivamente para el estado. Súmenle a esto el resto de tasas e impuestos locales varios, los IVAs y los venías. Echen cuentas de lo que nos sale. Igual es que estamos pagando la caña a precio de Chivas de 12 años.
Y aún así les parece poco a nuestros gobernantes. De cada cual según su capacidad… Si aún puedes pagar más te harán pagar más, y todo para mantener en pie el castillo de naipes de la gran mentira, el a cada cual según su necesidad. Ah, y recuerden, esos mismos politicastros deciden cuáles son sus necesidades, las de usted, en cada momento. Y cuando la cag*n en su cometido, encima, se lo justifican diciendo que el problema es que no hay suficiente regulación, que no han metido mano en el asunto como deberían. Recuerden todo esto cuando aprieten el botón de “confirmar borrador”, que en estos días nos toca…
Por cierto, ¿son conscientes, mis queridos Bepayermyfriends, de que unilateralmente nuestros gobernantes pueden cambiar las reglas del juego cuando les venga en gana? ¿Se dan cuenta que mañana pueden sacar un Real, o Republicano, Decreto que diga que se acabó la prestación por desempleo o que la reducen a la mitad, y que lo mismo dará lo que usted haya pagado durante todos estos años? Pero esto es para otra entrada, para otra Clase de socialismo en dos tardes…
Y usted, ¿qué opina de todo esto? Me interesa muchísimo, se lo aseguro…
Lo que sucede por no aceptar las reglas de la economía:
Argentina: Un pais para estudiar pero no por sus exitos a pesar de las dificultades sino por sus fracasos a pesar de las oportunidades.
1935-2005: 70 años y una pequeña Historia de Incompetencia sin Igual.
Que lamentablemente continúa!!!!!!
http://abaco-sa.com.ar/mmorra/1949_archivos/19352005.pps
bueno, pues la tendencia es la misma en todas partes, fijense que a pesar de que este post ya es antiguo, sigue vigente. A la clase trabajadora deberian ponerle un unico porcentaje (bajo) algo asi como el 5%, y a los que si deberian clavarles un buen porcentaje es a los parasitos dueños de las empresas, rentistas y demas, algo asi como un 50%.
Pero claro, eso es utopia, porque el mundo no lo manejan los trabajadores sino los vampiros sociopatas dueños del capital (george soros, etc).
Un saludo para los que comparten mi opinion, para los que no, pues, eduquense! no sean ignorantes!.
De tostón nada, Albert, todo lo contrario. Por cierto, que leyendo el día a día que describes del pagador de impuestos patrio me ha entrado una mala leche que para qué…
Menos mal que es viernes y, al menos, tendremos otro fin de semana para seguir hinchando las arcas de papá -más bien padrastro- estado
De acuerdo en lo básico. Quizá sea demasiado simplista pero el fondo del asunto aflora con contundencia. Gracias.
Veámoslo desde «el otro lado». Usted trabaja y yo «papá estado» me quedo con una buena parte de su producto (pongamos un 25% en plan benévolo), sale del trabajo y se toma un café, me vuelvo a quedar con una parte de su café (7%), coge el autobús para ir a casa, me quedo con otro 7%, se mete en casa (ahí ya me quedé con una buena tajada cercana al 10% cuando la compró y para que no se le olvide que estoy aquí le sigo pegando buenos hachazos vía IBI, Tasa de basuras, alcantarillado…), coge el coche para ir a por los niños al cole (me quedé con un 28% cuando lo compró y además le cobro el IVTM todos los años, la tasa de la ITV ¿por su bien?, la ORA por aparcar y cuidadito no le sancione por cualquier tontería. De la gasolina que gasta me quedo con un 70% y encima le hecho la bronca por el CO2 que emite. Compra unos zapatos para el niño que se le han roto (16%, en julio 18), llega a casa y está cansado. Se mete un ratito en internet por aquello de estar informado (16%), cena (variable entre 4%, 7% y 16%), harto ya de estar harto se toma un pacharán (para olvidar), más de un 30% de su copa para mí. El Pacharán le hará coger el sueño mejor, total… se mete en la cama (ya me pagó el 16% del colchón, somier, sábanas…).
¿Y ese es el modo de redistribuir la riqueza? La verdad yo lo dudo mucho, muchísimo.
Si a esto le añadimos que los grandes patrimonios no tributan como tal (o sea, como usted o como yo), que tenemos una legión de subvencionados, que el dinero recaudado se gasta con una alegría incontrolada (porque quien debe establecer el control es el menos interesado en el mismo)y que la supuesta redistribución en demasiados casos no persiguen la ansiada «justicia social» (¿qué será eso?) si no oportunismo político, amiguismo, exención de responsabilidades personales que deberían ser asumidas, etc… entonces uno llega a la conclusión de que el sistema sólo funciona para algunos y eso, se mire como se mire, es injusto para los otros y en el fondo para todos.
¿Qué es eso de la igualdad social? La sociedad no pude ser igualitaria porque las capacidades de sus miembros no son iguales ni tienen los mismos objetivos ni las mismas necesidades.
Creo yo que papá Estado tiene la obligación de ofrecer oportunidades a quienes ansíen prosperar, pero ni todos lo ansían ni todos lo consiguen, y ya está.
Perdón por el tosotón y gracias por la oportunidad
¿Qué os parece este artículo que encontré hace tiempo?
Les dejo este cuentito, aunque posiblemente ya lo conozcan:
Como funcionan los Impuestos Progresivos
Atención Progres
Suponga que todos los días 10 señores se reúnen en un bar para charlar y tomar cerveza. La cuenta total de los diez señores es de $100. Si ellos pagasen la cuenta de la manera proporcional en que se pagan los impuestos en sistemas progresivos, la cosa sería más o menos así, de acuerdo con la escala de riqueza e ingresos de cada uno:
Los primeros 4 señores (los más pobres) no pagan nada.
El 5º paga $1.
El 6º paga $3.
El 7º paga $7.
El 8º paga $12.
El 9º paga $18.
El 10º (el más rico) paga $59.
Entonces, eso es lo que decidieron que harían en adelante, todos se divertían, y estaban de acuerdo con el acuerdo entre ellos. Hasta que un día, el dueño del bar los metió en un problema:
“Ya que ustedes son tan buenos clientes,” les dijo, “Les voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en $20. Los tragos desde ahora costarán $80.”
El grupo quiso, sin embargo, seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían antes, de modo que los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis. La rebaja no les afectaba en absoluto. ¿Pero qué pasa con los otros seis bebedores, los que realmente pagan la cuenta? ¿Cómo debía dividir los $20 de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción justa?
Calcularon que los $20 divididos en 6 eran $3,33. Pero si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º señor estarían cobrando para tomar, ya que el 5º pagaba antes $1 y el 6º $3. Entonces el barman sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno por aproximadamente la misma proporción, y procedió a calcular la cantidad que cada uno debería pagar.
El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada (100% de ahorro).
El 6º pagaría ahora $2 en lugar de $3 (se ahorra 33%)
El 7º pagaría $5 en lugar de $7 (se ahorra 28%).
El 8º pagaría $9 en lugar de $12 (se ahorra 25%).
El 9º pagaría $14 en lugar de $18 (se ahorra 22%).
El 10º pagaría $49 en lugar de $59 (se ahorra 16%).
Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes. Y los primeros cuatros bebedores seguirían bebiendo gratis, y un quinto también. Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando.
“Yo sólo fui beneficiado en un peso de los $20 ahorrados,” dijo el 6º señor. Señaló al 10º bebedor y dijo: “Pero él se benefició en $10!”
“Sí, es correcto,” dijo el 5º señor. “Yo también sólo ahorré $1. Es injusto que él obtenga un beneficio diez veces mayor al mío.”
“Es verdad”, exclamó el 7º señor. “¿Por qué recibe él $10 de rebaja cuando yo recibo nada más que $2? Los ricos siempre obtienen los mayores beneficios!”
“Un momento!”, gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. “Nosotros no hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los pobres”
Los nueve señores rodearon al 10º y le dieron una paliza.
La noche siguiente el 10º señor no acudió a tomar, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante:
Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta.
Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores universitarios, gremialistas y asalariados, profesionales y gente de la calle, la manera en que funcionan los sistemas progresivos. La gente que paga los impuestos más altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos. Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a tomar en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.
Moraleja: El problema con el socialismo es que eventualmente uno termina quedándose sin el dinero de la otra gente.
Para quienes comprenden, no es necesaria una explicación.
Para quienes no comprendieron, no hay explicación posible.
Vito, quizá el problema de nuestro país es el buenismo general, del que se aprovechan los caraduras concretos (sobre todo los políticos de turno). La palabra ‘solidario’ está prostituida desde hace décadas, por manoseada. ¿Y el que no quiera ser solidario? Pues se j*de, otros se lo imponen y, encima, le insultan
EOF, así es. El tema de la desigualdad social es uno de esos conceptos vacíos usados para justificar millones de latrocinios. No existe igualdad y nunca existirá. Un sistema democrático lo que ha de asegurar es, como dices, igualdad ante la ley. ¿O he de penalizar a alguien más listo que yo por serlo? ¿O a alguien más rápido que yo por ganar carreras? Es absurdo, pero muchos acuden una y otra vez a ese argumento…
A Oscar: no has entendido el problema. Si trabajar más no me va a reportar ningún beneficio, NO trabajaré más. Por tanto, una sociedad donde impere el lema en cuestión será más pobre que una sociedad capitalista porque la gente trabajará menos.
«Los recursos [riqueza] de una sociedad son limitados»: sí, pero la riqueza no es fija, puede aumentar o disminuir. Pero si impones un modelo que fomenta el paro, ¿aumentará o disminuirá? Argentina, Cuba y Venezuela figuraban entre los países más ricos de Hispanoamérica cuando el poder fue tomado por los estatistas. ¿Dónde están ahora?
«Quien más tiene, más facilidad tiene en aumentar lo que posee»: a igualdad de todos los demás factores: iniciativa, inteligencia, formación, poder… Mírate las estadísticas de movilidad social de EE. UU. ¿Crees que Bill Gates heredó la fortuna que posee? ¿Qué sabes de Zara? ¿Hablamos del patrimonio del político Sr. Bono?
«Se escuda en esos casos para ignorar el hecho fundamental de la desigualdad social» ¿Quieres decir que hay que suprimir la desigualdad social? ¿Que es lo mismo un Doctor en Medicina, con seis años de carrera y dos de interno, y un camarero? Los liberales defendemos la igualdad genuina: igualdad ante la Ley. Son los estatistas los que proponen la desigualdad ante la Ley para perseguir una inalcanzable igualdad social. Son los estatistas son los que se escudan en la condición del 5 ó el 10% de la gente para imponer a todos un modelo económicamente desastroso.
Francamente, el dichoso lema es INAPLICABLE.
La cita ideal sería la de Joseph Goebels » una mentira repetida mil veces se convierte en verdad».
En España desgraciadamente seguimos cayendo en el bucle de nuestra singularidad cultural, no ha cambiado nada desde que España se considera una nación hace 500 años aprox. Imagino que la cultura de la península está marcada históricamente por su situación geográfica, nexo de unión, paso o invasión (solo en el caso francés) de muchas culturas y religiones.
Ese mestizaje cultural, de iberos, celtas,arabes,cartagineses,romanos,judios,católicos.
Hace que no tengamos un claro sentimiento de patria, por lo que el español es culturalmente individualista y con ideales más que volubles.
Esta frase de Groucho Marx resumiría para mi a un español «estos son mis principios y si no le gustan… puedo cambiarlos»
Me agrada ver que la mayoría tampoco entendéis, como me pasa a mí, esto de los tramos fiscales y el por qué de que quien más gane tenga que pagar más.
Por eso, no voy comentando uno a uno.
A, pero usted invita porque quiere hacerlo, porque le compensa, porque obtiene otro beneficio mayor como es ver a sus amigos. El problema vendría si sus amigos le obligasen a invitarles todos los días…
Con respecto a lo que comentas de mi dentista, te recuerdo que ella es autónoma. No busca que otros la contraten, se busca sus habichuelas.
Truman; lo que comentas me recuerda a cómo acaban las discusiones sobre la situación vasca: es que esto es muy complicado…
¡Qué va a serlo! Al final una cena, unas cañas o un estado no son más que un conjunto de interrelaciones entre individuos. Y hay muchas formas de gestionarlo. Pero claro, compliquémoslo, hagamos que la gente se crea que necesita de los politicastros para que esto funcione. Aunque al final sean algo muy parecidos: gente que paga y que recibe servicios a cambio.
No comparto la idea de ‘redistribuir’ la riqueza porque me guste más o menos, porque me parezca atractiva o no. Y no me gusta no por lo que usted dice, sino porque desprecia la propiedad privada, porque alguien decide que lo que es mío deja de serlo y he de dárselo a otros (habitualmente a los de su cuerda o a él mismo), idempendientemente de que yo esté de acuerdo o no.
Sara, gracias por opinar, por compartir, por comentar 🙂
Óscar, en ningún sitio de mi entrada encontrará semejante interpretación sobre la idea comunista que traemos. No hablo de vagos. El tema de las mismas oportunidades es de traca maraca… ¡¡¡Pues claro que no hay iguales puntos de partida vitales!!! Le recuerdo que la riqueza no es estática y limitada, que o la tienen unos o la tienen otros. La riqueza genera más riqueza. Si no fuera así, nunca habríamos salido de la cueva y de la tribu.
No existe, y nunca existirá, una igualdad en las condiciones de partida. Así es la vida, asúmelo. Y nada de lo que hagas lo cambiará. Lo único que podemos hacer es que, al menos, quien peor lo tiene si quiere pueda salir de su situación.
Por eso aclaro que no soy anarcoliberal. Y defiendo salud y educación universal, accesible para todos, como derecho. Y a partir de ahí a trabajar y esforzarse, y mucho.
Vagos y gorrones siempre habrá. El problema es que sistemas como el nuestro en vez de minorarlos tiende a propiciarlos. ¿Hablamos, sin ir más lejos, del PER?
Y le repito: ¿quién determina cuál es su capacidad? Y es más, ¿quién decide cuáles son sus necesidades?
Gracias a todos por vuestros comentarios
No puedo estar más en desacuerdo con su postura. Yo soy de los que apoyan el lema de «de cada cual según su capacidad, a cada cual según su necesidad» que usted traduce como «mantengamos al vago» y yo con que se ha de ser solidario con quien no ha tenido las mismas oportunidades.
Señor, en esta sociedad quien más posee más facilidad tiene en augmentar lo que posee y por otra parte los recursos de una sociedad son limitados y quienes acaparan más de lo que necesitan lo hacen a expensas de quienes no pueden competir en igualdad de condiciones. Con esto no quiero decir que no existan la vagancia y la caradura, pero usted se escuda en esos casos para ignorar el hecho fundamental de la desigualdad social.
Por otra parte, yo no conozco ningúm país en que el que más tiene pague más. Cuanto más alta es la fortuna más facilidades tiene en esquivar sus obligaciones.
Salud y adiós para siempre.
Es la primera vez que comento, aunque hace unos meses que leo. Y sólamente quería decir dos cosas. Una que en esencia estoy de acuerdo con la entrada. Dos, querría resaltar que es curioso como determinados mantras, como los que usted comenta, están metidos a fuego en las cabezas de muchos, vía educación. Metido de tal manera que es un parámero más para evaluar lo bueno y malo de las políticas e ideologías y que no nos permite ver más allá. No nos permite cuestionarnos la bondad del propio sistema o la posibilidad de sistemas alternativos.
A muchos de los que preguntes dirán que el contribuir es lo que toca porque necestiamos la sanidad, la educación, las pensiones. Es tan triste la resignación. Yo no me resigno. Sobre todo porque está claro que esas espectativas se pueden ir al carajo a no mucho tardar.
Aun no he encontrado el mejor sistema, pero lo que tengo claro es que esta, no se si acierto con el nombre, socialdemocracia nuestra es una verdadera ruina y no me resigno a pensar que hay otra forma mejor y sobre todo MAS JUSTA de hacer las cosas. Seguiré leyendo, pensando y cuestionandolo todo. No lo duden.
Por no hablar de la declaración conjunta. Aquí, en Murcia, se bonifican los gastos de guardería, pero sólo hasta rentas de casi 17.800 euros (si no me falla la memoria). Así pues, si tú ganas 18.000 euros y tu mujer está parada, no tienes derecho. Pero si ganas 12.000, tienes derecho, aunque tu mujer gane 60.000.
Y, por favor, que nadie me diga que hay que mejorar la legislación. Antes de «mejorarla», los matrimonios no podían presentar declaraciones individuales.
Y por otro lado, oí hace un par de años que la mayor tasa de Mercedes en Madrid la tenía un barrio de chabolas donde se traficaba con droga. Vamos, que no hay tomar la palabra de Hacienda como palabra sagrada, y menos en un país donde tradicionalmente se ha evadido al fisco.
Para mí, lo mejor sería una tasa única con una renta mínima exenta, o una deducción general.
…por cierto, no he mencionado que el llamado tipo único para las rentas de trabajo es la única manera que existe, que yo sepa, de evitar que se juegue con la inflación, evitando rebajar los tramos cuando esta aprieta.
De esta manera nos llevan años subiendo los impuestos directos sin que nos demos ni cuenta, ya que, para un sueldo ajustado a la inflación, si no se ajusta igualmente el tramo, entonces cada año ese sueldo paga mayor porcentaje. En resumidas cuentas, inflación+no rebaja de tramos=subida de impuestos encubierta.
No se si me explico.
@Truman,
Lo que ocurre en USA es que no hay apenas impuestos y por tanto no puede haber «protección social» aparte de la que cada uno se busque, pero es un debate distinto, es el debate acerca de impuestos si o impuestos no.
En el post lo que se critica es la progresividad del porcentaje de esos impuestos, no los impuestos en si mismos. Desde mi punto de vista la progresividad del porcentaje (es confuso hablar de progresividad de impuestos porque progresivo viene a significar «lineal», mas se paga cuanto mas se gana de manera que el que gane el doble pague el doble, cuando tal y como está montado lo que tenemos es una evolución casi cuadrática mas que lineal respecto a ingresos, esto puede verse dibujando la gráfica ingresos vs tipo irpf) significa eliminar el incentivo de trabajar mas o de hacerlo mejor, al menos en parte.
Supongamos que yo trabajo 8h y cobro X dinero al mes, pongamos 2000€ por ejemplo. Al final de mes me retienen pongamos un 20% de irpf. Total, pago 400€.
Ahora supongamos que una compañera solo trabaja 4h, haciendo lo mismo,
por eso de las medias jornadas. Gana X/2, pero su tipo de retención es ahora el 15%. Ella solo paga 150€, en lugar de lo que sería razonable, 200€ ¡se premia trabajar menos!.
Lo justo, lo equitativo, lo razonable, lo mejor para todos(está mas que demostrado) es la progresividad -lineal- en los impuestos y es que no nos engañemos, el irpf al final solo aplica a las rentas del trabajo.
sl2
Truman, yo he estado en zonas «poco glamurosas» de los Estados Unidos. Y vi a no pocas familias viviendo de los servicios sociales y con tres coches en el garaje.
No solo se trata de lo que haga o deje de hacer la administración, los incentivos y motivaciones de la gente también cuentan.
Lo malo de empezar un artículo con una frase del tipo «Un servidor tiene un serio problema, y es que todo aquello que no tenga una mínima lógica estructural y argumentativa no me vale», es que tiene que mantenerse al nivel de sus propias expectativas. Para eso debería haber hecho un análisis mucho más profundo de todas las alternativas y haber considerado la sociedad como algo más complejo que un grupo de amigos que van a un bar.
La progresividad fiscal tiene una lógica, otra cosa es que no la comparta, pero uno puede argumentar y defender la progresividad fiscal con tanta convicción como negarla. Las lógicas estructurales, como usted dice, no son más que justificaciones que damos a las ideas que previamente hemos aceptado.
¿Qué por qué el gasto de un estado debe sufragarse de forma progresiva? Pues a mi se me ocurre que porque un tipo único tendría que estar adaptado a los ingresos de los más pobres para no ahogarles, de tal forma que seguramente el nivel de servicio público que esa sociedad podría permitirse sería muy escaso.
Una tarifa única por pago por del servicio (entiendo que en ningún caso habla de impuestos indirectos no progresivos) nos llevaría también o a servicios públicos de escaso nivel (para pobres, como ocurre en USA) o servicios demasiado caros.
(Por cierto si la estadounidense le parece una sociedad a imitar en este sentido, debería visitar o revisitar las zonas no glamurosad del país.)
La idea que hay detrás de los sistemas progresivos es la redistribución de la riqueza. Idea que puede no gustar porque genere la sensación de que los que tienen dan a los que no tienen por no hacer nada.
Pero como decía al principio, una idea como esa tiene argumentos mucho más complejos que la distribusión de una cena. Argumentos que tienen que ver con la realidad de los colectivos humanos, que no son ni mucho menos meritocráticos como a mucha gente le resulta más confortable creer.
No voy a discutir si es mejor una sociedad con un estado «grueso» o «fino», porque ni es el foro, ni tengo los conocimientos suficientes.
Pero mi experiencia personal es que, cuando viajo por el mundo, asocio falta de preocupación por lo público con estados menos civilizados, y estados menos civilizados con sociedades con enormes diferencias entre ricos y pobres. (Si ser civilizado es mejor que no serlo, es de nuevo otro debate enorme que no viene al caso)
Por tanto la experiencia me ha llevado a elegir vivir en países que aplican políticas de redistribución de la riqueza, y la primera de esas políticas es la progresividad fiscal.
Totalmente de acuerdo en reducir gobierno y gastos superflúos, si bien no todo el mundo estará de acuerdo en cuál es el punto de equilibrio. ¿Sería una buena idea subcontrar las inspecciones de Hacienda? Claro que hay muchas cosas que quitar antes de llegar ahí.
Sobre lo injusto de los tramos impositivos, yo soy de los que invita a una ronda o paga un poco más por ganar más. Si no, hay un día menos que podemos quedar y, sinceramente, prefiero ver más a mis amigos que disfrutar de algo más de dinero a solas.
Seguramente su dentista haga esos 3 trabajos mejor que cualquier otra persona (si no, no los estaría haciendo, ¿no?). En un mercado libre y con impuestos al 15% viviría mejor. Pero no sé si sería lo mismo para otros, especialmente para los que no encuentran empleo… A mí me lo explicaron como que ayuda a equilibrar las cosas un poco. Si el tercer trabajo realmente no compensa, se le dejará a otro. Es injusto pero así hay 2 que trabajan y no uno que trabaja mucho, paga muchos impuestos y otro que vive de subvenciones.
Magnífico, Hurssel, como siempre. Un abrazo.
Pues opino exactamente lo mismo, en especial en lo que se refiere a los tramos impositivos, todo el mundo al 15%, al 20% o a lo que haga falta para que el que trabaja el doble pague el doble pero también gane el doble.
Sr. Hurssel, en caso de que quedemos algún día para tomar un refrigerio, o lo que sea, no se olvide usted de traer la cartera llena de papelitos de colores, de estampitas de esas que se entregan al camarero/a/e para pagar la cuenta. Es lo justo, es lo equitativo: usted es un liberal-capitalista depredador, lo mínimo que puede hacer es pagar por ello.
En Argentina el expolio a las clases medias, no solamente es impositivo, sino que también es inflacionario (el populismo, practicado desde 1946 con la llegada del peronismo ha destruído sistematicamente la moneda, con una inflación promedio del 98% anual promedio en el período 1946-1992, y para este año se proyecta nada más que 30%, debido a la orgía del gasto público y al financiamiento del déficit fiscal con emisión monetaria).
El estatismo nos ha brindado 2 hiperinflaciones y vamos por la 3ra, ya que los sindicatos son los dueños del país (el onanismo intelectual de Sorel y D’Annunzio se hizo realidad en Argentina), con subidas salariales en torno al 20-30% en los últimos 4 años, lo mismo que Venezuela.
¿Nuestra cantidad de impuestos? Más de 85.
¿Causas de nuestra tragedia? El abandono del liberalismo en 1917 (en esa época éramos unos de los países con mayor pbi per cápita del mundo), que fue suplantado por gobiernos fascistas, populistas y estatistas, vigentes hasta la fecha.
Uds no solamente tienen que destruir los Estados de Malestar, que son un cáncer para el desarrollo económico, sino que todo servicio social debe ser suplantado eficientemente por el mercado.
También se debe privatizar la política monetaria y fiscal, para que el daño que los políticose puedan realizar sea el menor posible.
El anarcocapitalismo no me parece una mala opción, aunque requiere de un mercado extremadamente desarrollado, y una serie de seguros y sistemas de justicia que necesitan comprobarse empíricamente en pequeña escala, antes de ser utilizado en sistemas mayores.
Pues yo opino que no sé como podría estar más de acuerdo con lo expuesto.
Hurssel, la opción 2 creo que es ZP, poniendo sus barbas a remojar ante la visita del FMI, ¿no?
Me ha gustado el ejemplo del bar para el tema de la «progresividad fiscal» (si no recuerdo mal, el seminario de 2 tardes de economía de Jordi Sevilla trataba de eso). Es un tema al que le había dado vueltas (el tipo fijo, etc) y me has convencido. Y la viñeta, muy acertada. No se como se lo montan que con los impuestos siempre pagamos los mismos.
Sobre el «mantra universal» que comentas, pues imagínate si se lo planteas esto a un progre (bueno, y a muchos peperos de éstos de la Política Pop). Que si los ricos sólo miran por su interés (como debería hacer todo el mundo), que si el capitalismo es malo, las multinacionales, Franco, Garzón, la Gurtel, tararí, tarará.