¡Qué cosas! En mis navegantes divagaciones por la red descubro que la semana pasada se desarrolló en Albacete, en concreto en la Universidad de Castilla-La Mancha, la II Convención sobre Cambio Climático y Sostenibilidad en España, bajo el lema «es más rentable y barato luchar contra el cambio climático que no hacerlo«.
Y me dije, ¡hombre!, es un buen momento para tomar el pulso a las discusiones científicas que se dan por estos pagos sobre estos temas. Bien es cierto que el nombre de la convención de marras y su lema ya dicen bastante sobre por dónde van a ir los tiros. Pero, oiga, que son científicos hablando de ciencia en el ámbito universitario.
Claro, que cuál es mi sorpresa cuando leo el programa de ponentes:
– Ponencia marco – Rajendra Pachauri, presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU y Director General de TERI (Tata Energy Research Institute). En 2007 recibió, junto con Al Gore, el Premio Nobel de la Paz.
– José Manuel Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha. Vicepresidente del grupo segundo del IPCC
¡Toma! La primera en la frente… El amigo Pachuli y sus Panelistas. ¡Qué más da que a diario se tengan que desmentir sus informes y los errores de bulto que éstos contienen!
– Gro Harlem Brundtland, ex-Primera Ministra de Noruega y Enviada Especial de Naciones Unidas para el Cambio Climático desde 2007.
¡Venga!, y la segunda también. Directa al higadillo…
Y junto a ellos políticos, políticos y más políticos, y responsables de empresas relacionadas con el ámbito de «las renovables«. Hombre, algún académico también había, supongo que por aquello de estar en una universidad, y así poder decir que un grupo de prestigiosos científicos proponen esto, aquello y lo de más allá para luchar contra el inevitable calentam… esto… cambio clim… estooooooo… cambio global (que así tanto nos vale para un roto como para un descosido, ea).
Continuo mi visita leyendo la carta de Bienvenida -amenizada con la foto de un típico iceberg albaceteño- y ya me queda meridianamente claro de qué va el cotarro:
Las instituciones públicas y privadas que conformamos la organización de este importante encuentro, …, hemos hecho nuestro el objetivo de mostrar las oportunidades económicas y sociales que el cambio climático puede ofrecer a la sociedad del siglo XXI.
¡Ajá! Ahí está el verdadero sentido de todo esto: el cambio climático es un negocio rentable, muy rentable, y vamos a ver cómo nos podemos aprovechar de ello. Por eso no era una convención científica, sino un «retiro de negocios».
No me enrollo más. Paso directamente a las conclusiones, que tienen telita:
1. El cambio climático es un proceso contrastado científicamente. Es irresponsable e inmoral ignorar la situación actual así como las previsiones de evolución futura del mismo y de sus consecuencias ecológicas, económicas y sociales. La agenda de la lucha contra el cambio climático debe proseguir después de los acuerdos de la cumbre de Copenhague.
Contrastado científicamente, ¡y punto! No cabe discusión al respecto. Antropogénico de toda antropogenia.Y aquél que, siquiera, se plantee cuestionárselo es juzgado, condenado y sentenciado moral y socialmente. ¡Avisados quedáis!
2. La sostenibilidad es la respuesta estratégica ante el cambio climático. Para su desarrollo es necesario establecer mecanismos de control y seguimiento, basados en indicadores objetivos y contrastables. Los observatorios de sostenibilidad juegan en todo ello un papel esencial a través del establecimiento de metodologías comunes y una gestión compartida del conocimiento en materia de sostenibilidad.
Control, es necesario el control. ¿Y quién mejor que nosotros, políticos comprometidos con la causa y empresas «verdes», para llevar a cabo dicho control? Sobre lo de los «indicadores objetivos y contrastables» nos remitimos al punto anterior para su aclaración de qué estamos hablando.
3. Los países desarrollados deben liderar el cambio de modelo de desarrollo hacia una nueva revolución verde, implementando una economía baja en carbono, para así demostrar que los países más pobres pueden desarrollarse en el marco de una economía baja en emisiones y socialmente más justa.
Pobrecitos los países pobres, simples ignorantes que desconocen lo que más les conviene. Que nos hagan caso a nosotros, que somos tan condescendientes que les señalaremos el camino hacia el nuevo Edén que les espera.
4. Es inevitable y necesario abordar una reforma fiscal integral que contemple el gravamen de emisiones de gases de efecto invernadero. Emitir carbono cuesta dinero y frente a ello el mercado debe reaccionar. Estos aspectos deberán abordarse en la normativa sobre economía sostenible de la Unión Europea.
¡Impuestos! Más, siempre y en todo momento. Recaudar, recaudar y recaudar. Efectivamente, ¡es inevitable y necesario, nuestro deber y salvación! Ésta es una conclusión obvia a la que se llega gracias al método científico, avalada por la comunidad JCRística internacional, of course. ¿Que el polo se deshiela? Impuestos. ¿Que los mares van a subir? Más impuestos. ¿Que el desierto nos va a comer? No lo dude, acepte nuevos impuestos en su vida. Adopte un oso polar y una nueva tasa, que van de la manita, eso sí, sostenible.
5. El apoyo al desarrollo de sistemas de producción agraria sostenible, al mantenimiento de la biodiversidad y al incremento de la superficie de los bosques, a partir de instrumentos financieros adecuados, es condición imprescindible para alcanzar objetivos básicos de adaptación y mitigación al cambio climático, utilizando para ello la implantación de las tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la sostenibilidad rural.
Palabras como «sostenible» y «biodiversidad» lo justifican todo, no importa qué venga escrito delante de ellas. Su sola presencia impele un halo de sacralidad a lo que se vaya a decir a continuación. No lo duden, cuando esta gente habla de apoyo no está hablando de irse al sostenible medio rural a dejarse la espalda empujando un arado de vertedera. Cuando hablan de apoyo están hablando del necesario ingreso de dinero público (suyo y mío, por ende) que engorde los ceros de las cuentas corrientes de sus sostenibles organizaciones, que son tales porque las sostenemos usted, usted y también usted junto a un servidor.
6. Las Comunidades Autónomas presentes en la Convención, manifiestan su compromiso de trasladar al gobierno de España y al resto de gobiernos autonómicos la necesidad de crear un grupo específico de trabajo interautonómico sobre el cambio climático en el seno de la comisión preparatoria del Consejo Europeo de Ministros de Medio Ambiente, que eleve acuerdos y posturas comunes. Será la Comunidad de Castilla-La Mancha la encargada de iniciar el proceso.
Ya saben, pongan una comisión en su vida, de políticos y amiguetes de confianza, a ser posible. Ellos se encargarán de todo, que para eso son los que saben…
7. Las energías renovables son la base de la estrategia global para la mitigación del cambio climático. Es necesario diseñar un nuevo modelo energético que, necesariamente, pasa por un nuevo marco regulatorio, consensuado y estable, así como la necesidad de interconexión en todo el sistema de redes energéticas europeo. Debemos avanzar en la investigación, desarrollo e innovación para convertir a las energías renovables en una opción competitiva y fiable, que garantice la necesidad de potencia firme y que sea más fácilmente gestionable. Las energías renovables son la base de la estrategia global para la mitigación del CC.
Hay que hacer un guiño a las empresas que financian el badulaque. De ahí que las energías renovables sean la solución, el nuevo bálsamo de fierabrás, la piedra filosofal sobre la que sostener este inmenso castillo de naipes. Y, por supuesto, regulación, regulación y –cómo no- más regulación.
Aunque en un ataque de sinceridad se les ha colado el reconocimiento de que estas energías, a día de hoy, no son competitivas y, mucho menos, fiables.
8. El cambio es global pero las soluciones no sólo deben ser globales sino también locales. La concienciación e implicación ciudadana es el eje central en el avance hacia un modelo nuevo de desarrollo sostenible, así como en la lucha contra el cambio climático y sus consecuencias. Para ello, son actores imprescindibles los medios de comunicación que deben operar con extrema objetividad y rigor, ya que el negacionismo en materia de cambio climático, se oculta tras la desinformación.
El cuarto poder ha de estar en el ajo para poder predicar en tierra fértil, preparar el terreno para que calen las ideas cientifiquérrimamente probadas de políticos y empresas. Los medios de comunicación deben informar con «objetividad y rigor». ¿Que no le queda claro qué quiere decir esto? Pues acuda al punto 1 de estas conclusiones para aclararlo. Y es que claro, los negacionistas no son más que unos ignorantes desinformados al servicio de Exxon y Shell.
9. La II Convención sobre Cambio Climático y Sostenibilidad en España debe trasladar a la sociedad un mensaje de preocupación ante los riesgos del cambio climático, pero también de esperanza. Tenemos las herramientas y la voluntad. Esperemos que en la III Convención, podamos empezar a hablar, por fin, de resultados.
Hay que preocupar a la sociedad, eso es claro. O no no nos hará caso ni el Pirri. Y también hay que hablarles de esperanza, para que pongan su libertad, y su dinero, en nuestras salvadoras manos. No duden que habrá una III Convención. Esto no ha hecho más que empezar.
Mis conclusiones visto lo visto, y leído lo leído:
- Se utiliza un ámbito académico para justificar pseudocientíficamente unas conclusiones políticas y tributarias prefijadas de antemano.
- Políticos, empresarios y todo un enjambre de expertos colocados a dedo entre amigos y familiares deciden qué medidas hay que adoptar. Vamos, cómo repartirse el dinero de nuestros impuestos y los nuevos nichos de mercado que pueden surgir.
- Es necesario que los medios de comunicación se impliquen en este gran negocio, que creen alarma y que ensalcen a los organizadores de este tipo de saraos como neo-mesías planetarios y olé.
- El pastel que se nos presenta es grande, enorme… ¡¡¡Tonto el último!!!
PS-. Por cierto, que de lo de la «convención sostenible» mejor lo dejamos para otro día… ufffffff… Pachuli seguro que llegó en piragua remontando el Júcar…
El tema es que los ecologetas se dedican a obviar lo que no conviene. El mantra es el de siempre, y por desgracia parece que concluye en la vía muerta del impuesto. Da igual que contamines, siempre que pagues por ello; da igual que los datos nieguen sus máximas preconcebidas, siempre que pagues por ello.
Tasas, tasas y más tasas, con una buena dosis de impuestos. Luego se ‘socializa’ toda esa pasta en sus ecomovidas y todos tan contentos. Bueno, todos no, todos ellos sí…
En fin, maldita la hora en que a alguien se le ocurrió la idea del Estado del Bienestar y el control de los estados modernos de toda la vida…
Retrocedemos hacia oscuros abismos…
¡¡¡Si Orwell levantara la cabeza!!! Mira que tiene que ser jodido ser anglosajón y de izquierdas…
La “perla principal” de todo el pensamiento ultraecologista, es el concepto de “desarrollo sustentable”, el cual consiste ni más ni menos que en anteponer infinitos condicionamientos a toda iniciativa de progreso, de forma tal que el progreso resulte materialmente imposible..¡Si total es tan fácil encontrar pretextos para impedir todo… menos aquello que conviene específicamente al establishment! Al respecto, es bueno analizar que todo, absolutamente todo el accionar humano, aún las más elementales necesidades fisiológicas –desde respirar a alimentarse- tiene algún “impacto ambiental”.
http://www.mitosyfraudes.org/Polit/ortiz_terror_media.html