Si. En efecto. De dónde no hay nada tangible surgen, por el poder de la ilusión, un conejo, o un Imperio. Venimos al mundo desnudos, y podemos morir ricos, gracias al capitalismo, que ofrece las oportunidades a quien sepa aprovecharlas. ¿Qué el emperador está desnudo? Poco importa. Tiene su empresarialidad. No se trata de algo esencial, por sí solo, también hay que atender al contexto. Pero el contexto es irrelevante si no hay una esencia. Así lo demuestran los múltiples casos de herederos pródigos. Despilfarrar una herencia es fácil, vean a Zapatero. Eso no tiene mérito alguno. Lo que es a un tiempo sorprendente y maravilloso es que se saquen ingentes cantidades de crédito, es decir,de riqueza, de la nada. Partiendo de una posición notablemente incómoda, de la pobreza, lo más probable es que uno no llegue a ninguna parte. Sin embargo algunos logran despegar y elevarse, tan ligeros de equipaje van y tal es su empuje.
Excelente y aleccionador el artículo de Fernando Díaz Villanueva en Libertad Digital. Tomen nota. Aprendan.