Los lectores y colaboradores de Anthony Watts se han puesto manos a la obra y, a la luz de la inserción propagandística de la ya famosa predicción sobre la desaparición de los glaciares himalayos en 2035 -se ha mostrado claramente que es falsa, la propia fuente la tacha de «especulación no contrastada»-, están revisando el informe AR4 del IPCC con lupa en busca de materiales no revisados vía peer review.
Se supone que los científicos involucrados en el famos «consenso» trabajan según el método científico. Y se supone que el trabajo del IPCC es reflejar los frutos de esa labor. Basar el «consenso científico» en informes de organizaciones acientíficas y proselitistas del ecofascismo como, por ejemplo, la WWF, ya sea en general o sólo en parte, no entra en los paametros de «trabajo científico según el método científico».
Ejemplos:
– la única prueba documental que utiliza el IPCc para hacer su capítulo sobre el desarrollo de costas en suramßerica es un informe no revisado del WWF
– para definir la «huella ecológica» el AR4 se basa únicamente en un informe del WWF
– las predicciones sobre inundaciones y avalanchas como consecuencia del derretimiento de los glaciares se basa en un trabajo no publicado de Bhadra, (2002) y … lo han adivinado! en un informe del WWF.
– los capítulos dedicados los corales y los manglares de centroamérica sólo se basan en informes del WWF
… la lista empieza a ser interminable. No dejen de leer completo el post que referencia WUWT, en la web
There is No Frakking «Scientific Consensus» on Global Warming
En él encontrarán las citas a los informes del WWF, todos ellos sin contrastar.
Me pregunto … dónde estaba Rodríguez cuando se le necesitaba?
Mas información y referencias de los efectos del cambio climatico que acudan a ver la pelicula «2012». Es mas fiable que esa gente de WWF, y ademas mucho mas entretenida.
Jejeje, Currela, me parto. Tío, te estás fascistizando cada día más.
Mira que poner en duda en el punto 11 la bonhomía y el altruismo de esos empresarios verdes que hacen anuncios tan chulis… y se la meten doblada a los ecolojetas «antisistema».
La bola de nieve no hace más que crecer. Ahora, sobre la presunta conexión entre calentamiento global y desastres naturales establecida por la ONU. ¿Alguien se acuerda de aquel truño de que el Katrina iba a ser tan sólo el primero de unos huracanes igual o todavía más espantosos? Pues ahora no sabemos si es cierto o no, por la sencilla razón de que estos inútiles ni se habían molestado en hacer las cosas con un mínimo de propiedad.
No se vuestra percepción, pero la mía es que cada vez que alguien con un mínimo de rigor bucea en los datos del «consenso científico» acaba sacando un nuevo conejo de la chistera, por lo que deduzco que, en este negocio del calentamiento global, nadie ha revisado nunca seriamente ningún dato, ni modelo, ni paper, ni nada por el estilo.
Tengo para mí que la historia del calentamiento global es más o menos como sigue:
1.- Un grupo de subvencionados habituales, que se aburre en alguna cátedra de algún sitio, pide una nueva subvención para estudiar el calentamiento del planeta, como podía pedirla para estudiar el emparejamiento de los cangrejos en el río Lin-Chin, pero el tema del calentamiento del planeta les pareció que no estaba trillado y habría chance con la subvención.
2.- Sorpresivamente, algún funcionario público les otorga la subvención (al parecer, porque los viejos de su pueblo le dijeron que ya no llovía como antes).
3.- Otro grupo de subvencionados habituales ve la maniobra y la repite, obteniendo otra subvención, entre otras cosas, porque adujo lo novedoso del enfoque y que el grupo anterior ya estaba investigando en ese tema.
4.- Para entonces, todos se dan cuenta que de los datos climáticos disponibles no se puede deducir nada, pero se dedican a trampear la cosa un poco para ver hasta cuándo pueden seguir viviendo de la subvención. Primeros modelos climáticos con datos «tuneados».
5.- Algún espabilado de la ONU, buscando algo en lo que justificar su generoso sueldo, se entera del tema y exagera algo las cifras iniciales, para poder llamar la atención y seguir en el machito. Primeros titulares de la prensa «seria». Los que otorgan las subvenciones empiezan a ver que el tema despierta interés público.
6.- Otros subvencionados habituales ven que en el tema climático hay interés internacional y se deciden a «investigar» en ese campo, para pillar algo. Llegan a las mismas conclusiones que en 4, pero «ajustan» también los datos y los modelos para seguir disfrutando de los fondos públicos.
7.- Al despertarse el interés de muchos subvencionados habituales y de alguien de la ONU, algún político de cuarta fila decide hacer algo de ruido para hacerse notar y vuelve a exagerar algo ante los medios de comunicación, que empiezan a darse cuenta que el tema puede dar unos cuantos titulares con los que llenar páginas cuando no se tiene nada que decir. Los que otorgan las subvenciones ya están convencidos que el calentamiento global es un tema «candente».
8.- A estas alturas, hay pocos subvencionados habituales que no se han percatado de que hay mucha y jugosa pasta para «investigar» en temas de calentamiento global (donde además las predicciones son a 100 años vista, como para pedir explicaciones de la subvención) y se ponen manos a la obra. Las exageraciones y catástrofes son condición sine qua non se obtienen las subvenciones y como son conscientes de que los datos no demuestran nada, empiezan las ocultaciones, los «ajustes», los borrados de datos para hacer espacio, las amenazas a los que no tragan con ruedas de molino, etc.
9.- La ONU, al ver la pasta que se mueve en subvenciones, decide intervenir seriamente, para mangonear lo que pueda, que la teta del «Petróleo por Alimentos» ya no da mas de sí.
10.- Al entrar la ONU, los políticos de primera fila empiezan a posicionarse. Más exageraciones en los medios y más titulares. Más pasta para subvenciones.
11.- Al meterse los políticos de primera fila, los «empresarios» habituales se dan cuenta que con la excusa climática pueden llevarse una buena tajada en subvenciones a las «energías limpias» y se ponen manos a la obra, con grandilocuentes campañas de «nosotros, los más verdes».
12.- Los ecologistas empiezan a ver que con el agujero de ozono, las ballenas y las nucleares, no vivirán eternamente, así que se meten en el «negocio» climático para no perder un montón de los habituales fondos públicos (y privados) con los que viven muy bien. Las exageraciones empiezan a ser las habituales de los ecolojetas, o sea, estratosféricas. Y titulares, muchos titulares, como es habitual.
13.- Los políticos se ponen nerviosos con la propaganda ecolojeta, por tanto, más subvenciones, por tanto, más gente investigando porque hay pasta fresca, por tanto, más titulares, por tanto, más nervios en los políticos, por tanto …
Y así, hasta Copenague…
Perdonad el rollo, pero es que empiezo a creer que la historia del tocomocho climático es tan simple como esto.
Saludos,
Amén Currela. Algo así ha pasado, sí.
Dirán que todo es un error, y que los del IPCC son humanos. El hecho de que esos errores denoten una falta absoluta de método científico y si de muchos prejuicios e ideas preconcebidas será ignorado completamente.
Por lo pronto ya están mirando a ver cómo se van de rositas …. 🙁
Buenas
Vaya, estos del IPCC parecen más torpes que un cateado por la Universidad de Sevilla.
Un saludo
Caballeros (y caballeras, que alguna habrá), ¿qué esperaban de un colectivo que considera el marxismo como algo científico?
Con esos mimbres se hacen unos cestos para meter nuestro dinero siguiendo un elaborado método cienfíctico…
cienfíctico: Dícese de aquellas prácticas que pretendiendo presentarse como científicas pueden enmarcarse en el ámbito de la ficción.
Así evitamos errores de interpretación y esas cosas…
Esto es hoy inseparable de la Ciencia realmente efectiva (no de la que le gustaría intentar influir pero que es cada vez más marginada); índice de su creciente subordinación al Poder burocrático y de su consiguiente burocratización. El artículo y los demás sobre el tema merecen mi apoyo por elucidadores de una situación que no sólo es «cosa de traidores» sino de… «supervivientes a costa de los demás»: este el el quid a mi modo de ver y a lo que extiendo mi denuncia.
Un saludo.
En vista de los últimos acontecimientos, Manin ha decidido cambiar por completo las fuentes en las que se basa y cambiarlas por otras mucho más científicas y fiables, con peer review. De hecho, en el IPCC están pensando muy seriamente si seguir su ejemplo.
Manin, deja de atacar a Luis y rebate, si puedes, los hechos. Podrías empezar diciendo en qué trabajas tú, pero no me interesa. Una idea puedo hacerme, ya que no sabes inglés…
y esto es lo que muchos nos han querido vender como «ciencia»… la calentología se ha convertido en una secta con vocación de dominar el mundo; si ahora resulta que ciencia es lo que dice una ONG estamos apañados.
PD: la WWF también fue el nombre de la que es ahora la WWE, una liga de lucha libre de EE.UU y que emiten en Cuatro; lo digo solo por curiosidad.
saludos
Miras que has creado bolas de nieve ficticias que luego se quedan en nada de nada. Ya te pregunté si trabajabas, insisto, ¿a qué te dedicas realmente?
Si la cosa se define pronto ¿con qué nos divertiríamos?
Ya tengo ganas de saber qué ocurre al final.
Pues espera sentado, que la cosa va para largo 🙂