El negocio del CO2

El negocio del CO2.- Por Ludovic Delory (trad. libre de María Blessing)(Vía Vincent Bénard)

Reducir las emisiones de CO2: ese es el ambicioso desafío para los participantes en la conferencia de Copenhague. Hace ya algunos años que los especialistas del clima señalan con el dedo ese  gas inodoro e invisible responsable, según ellos, del calentamiento de las temperaturas de la superficie terrestre.

co2europaRecientemente el CO2 también se ha situado en medio de las disputas financieras. El mercado del CO2 se ha desarrollado a una velocidad astronómica en los últimos años. ¿La razón? Es el principio de «el que contamina, paga». Los estados o las empresas que contaminen por encima de una determinada cuota (fijada normalmente por los poderes públicos) compran derechos de contaminar en el mercado de carbono que funciona como una bolsa de valores. Las empresas más limpias, a cambio, podrán revender sus excedentes. En Europa, el mercado de emisiones de CO2 existe desde el año 2005.

Pero, hay que tener en cuenta que todo mercado genera especulación. Muy rápidamente, hemos asistido a uniones de otro modo improbables entre multinacionales financieras y pequeñas empresas generadoras de créditos de carbono. Y así vemos que la banca americana Goldman&Sachs ha invertido en Blue Source, una sociedad especializada en la captura de CO2. Para muchas PYMES, la aportación de estos fondos ha permitido financiar proyectos ecológicos en países en vías de desarrollo. Bionersis, pequeña sociedad francesa especializada en el tratamiento de residuos en América Latina colabora desde hace tiempo con EDF Trading. Es un juego en el que ambos ganan.

Pero la bolsa del carbono también genera innumerables efectos perversos. Los que creen ingenuamente que el sistema va a contribuir a la reducción global de los gases de efecto sierra lo tienen claro. Al revés. Los grandes contaminadores no se ocultan para dar la vuelta al sistema y hacer que funcione a su favor. Gracias a un grupo de presión con suficiente empuje, ArcelorMittal ha podido comprar en el año 2008 permisos de emisión para más de 85 millones de toneladas, mientras que ha emitido 64,7 millones. Hagan los números: el número uno de la siderurgia mundial ha terminado el año con un «bono contaminador extra» de 20 millones de toneladas de CO2. Para que se hagan una idea, una tonelada de CO2 es lo que contamina un europeo medio cada mes. El Sunday Times estima que ArcelorMIttal ha obtenido una plusvalía de un billón de libras esterlinas (es decir, un billón , 100 millones y 400.000 euros en total) en los últimos cuatro años. Un enorme regalo de los poderes públicos, legal a todos los efectos, a uno de los más grandes contaminadores mundiales.

La pregunta del millón: ¿quién paga la factura al final? Una pista: las principales compradoras de «permisos del carbono» son las centrales térmicas alimentadas con energía fósil…

Después de algunos años experimentando, el mercado del carbono aparece como un negocio muy jugoso para las multinacionales que ejercen presión sobre los poderes públicos. ¿Amenaza de deslocalización versus subida de las cuotas? Es el eterno debate entre lo social y el desarrollo económico. En cualquier caso, el consumidor pagará la factura de una forma o de otra, vía un aumento discreto de los precios de la energía, o a través de un impuesto sobre el carbono.

Uno de los objetivos de Copenhague es fijar el precio mundial de las emisiones de carbono. Pero ¿quién se pregunta acerca de la oportunidad de hacer perenne este sistema de bolsa que no incentiva a las empresas más contaminantes a cambiar de actitud?¿Quién se pregunta verdaderamente acerca de la toxicidad del CO2, ese gas no contaminante? Al Gore, que está a punto de convertirse en el primer billonario del carbono gracias a sus participaciones en el mercado de Chicago, ha declarado recientemente que el CO2 de origen humano nos es responsable nada más que del 40% del calentamiento de la Tierra. La noticia ha pasado casi inadvertida. No hay que echar las campanas al vuelo en Copenhague.

Maria Blessing
Maria Blessing

María Blessing es el seudónimo de María Blanco (Lady Godiva, Godivaciones). Se refiere a un personaje del Romance del Rey Enamorado de Les Luthiers.

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16 comentarios

  1. Currela, me parece que eso les va a importat más bien poco.

    El surrealismo ya ha alcanzado cotas alucinantes. Lo último que los saudíes solicitan compensaciones económicas por la bajada en el consumo del crudo y, ojo, ayuda de los países desarrollados para lograr la diversificación mediante la transferencia de tecnología y su dependencia.

    Traducido: Pague al vendedor por no vender.

    Aquí somos más rumbosos y montamos un cementario de Coca Cola:
    Los Veintisiete apoyan crear una planta para capturar CO2 en León

    Vivir para ver.

  2. Os enlazo al artículo de Daniel Lacalle en El Confidencial. Desbarra en algunas cosas, pero en esencia, dice verdades como puños.
    Sobre la discusión sobre derechos de CO2, me parece que es sano informarse de algo antes de opinar (sí, ya se que en Expaña hablamos tanto más de algo cuanto menos sabemos de ese algo). Los derechos de CO2 NO PUEDEN ser un mercado, dado que el CO2 no es una «mercancía»: Es un invento de la ONU para sacar tajada. Os sugiero una pregunta para la reflexión serena ¿Cómo se certifican los derechos?.
    Pues eso.
    Saludos,

  3. bsanchez, este sistema a la larga no puede disminuir las emisiones, a lo sumo las cambia de emplazamiento.

    Como es típico en las intervenciones estatales la política resuelve -si es que resuelve- un problema creando otros. Incrementar los costes de producción reduce la competitividad y es sólo cuestión de tiempo que el capital se desplace a otro escenario geográfico en el que los costes sean menores y la competitividad mayor. Así, si un país se pone duro con las emisiones las fábricas se irán a donde puedan sobornar al que les vigila ahorrando en el cambio, o simplemente a donde no les vigilen.
    Ya si nos ponemos a analizar la corrupción que se genera, los recortes de libertad, los agravios comparativos, etc…, apaga la luz (para contaminar menos) y vámonos.

    Además, antes de discutir la bondad del sistema la gran pregunta es si es necesario. Y aquí creemos que no lo es… La argumentación en la que se sustenta es cuando menos discutible, cuando más falsa.

  4. Mary/Maria Blessing/Blanco/White Lady Godiva (alguna permutación más?)

    Te puede parecer una tomadura de pelo, pero así es como funciona el mercado en cualquier producto. Tienes dinero para pagar el precio? Pues toma tu producto. En este caso toma el derecho de emitir tu tonelada de carbón. Que crees que va a subir el precio y te dedicas a acumular permisos? Pues buena suerte, pero te puedes quemar. Como si pienso que va a subir el petróleo y me pongo a comprar.

    Obviamente si no crees que hay que reducir las emisiones entonces cualquier intento de hacerlo es una tomadura de pelo. Pero como liberal que eres si te dijeran que hay que reducir las emisiones este es el sistema que deberías preferir. Se decide cuantas emisiones se pueden permitir, se venden los derechos y ala, que el mercado dicte la forma de reducirlas más eficiente.

    Las alternativas son un impuesto sobre el carbón o subsidios directos a las energías renovables y nuclear. Si crees que el mercado funciona deberías preferir la solución del mercado de derechos de emisión.

    Un saludo

  5. Hola:

    Que les pregunten si es o no negocio a los que a traves del dichoso mercado de los bonos de CO2 (podiamos haber escogido el oxígeno o los mm de pavimento desgastado o lo que fuera, el mercado sería igual de ficticio) se han levantado unos 5000 millones de € (no me equivoco en la cuantía, son datos de la propia comunidad europea)defraudando IVA en las transaciones.
    Tambien les pueden preguntar a empresas que han aplicado ERE o simplemente despedido parte de la plantilla, porque era más rentable vender los derechos de emisión que producir y pelear en un mercado hostil.
    Un cierto intervencionismo es necesario en algunos aspectos económicos, pero cuando lo guian abducidos cuasi religiosos por una locura sin base y lo ejecutan incompetentes, es letal.

    Un saludo

  6. Es una de las corrupciones y estafas más grande montada nunca. Y tan bien hecha que lo están haciendo con toda tranquilidad con luz y taquígrafos (cierto también que con la prensa bien amarradita).

    Me apuesto una cena en el Bulli con quien quiera que ya hay mandatarios por esos mundos de Dios apropiándose de los derechos de emisión de las plantaciones de su país. Derechos de los que los propietarios no tienen ni la más mínima idea de su existencia.
    A eso sumemos las cuotas generosas a las empresas grandes como subvenciones camufladas.
    A eso sumemos la mafia que se generará en torno a los cuerpos de inspección… (Ya si los que tenían que certificar las economías de los nuevos miembros de la UE se forraron para tragarse los datos que les pasaban con más maquillaje que una fulana en declive, siendo un tema gordo y limitado, imaginemos con un negocio con ramificaciones tan pequeñas y difuminadas…).

    Amén de la guerra de datos, ciencia seria, ciencia de coña y demás, sería cojonudo que alguien estudiara el uso de los tribunales para frenar este robo a mano armada. Estamos ante el típico caso de acción que de partir de un organismo privado sería claramente ilegal, pero hecho por el estado es admisible. Pero a diferencia del sistema de pensiones, por ejemplo, aquí es factible demostrar la falsedad de las premisas y los perjuicios de los resultados de una manera más simple y directa.

    Todo es economía, todo es política, todo es guerra…

  7. Este artículo es de Delory. Pero estoy de acuerdo con él, teniendo en cuenta que él está más informado que yo.

    Diego:
    Como dice Luis, es sarcástico eso del juego win-win… como más adelante lo destapa al hablar de los perdedores (consumidores).

    Es Gore quien dice ahora que SOLAMENTE el 40% de las emisiones de CO2 emitidos por el hombre afectan al calentamiento.

    BSánchez

    Cualquier empresa puede especular con permisos de emisión, no es necesario que se le asignen, solamente tiene que comprarlos. Cuando la especulación permite que las empresas con dinero se hagan con permisos para contaminar por encima de lo que ya lo hacen, y al lado se pone el coste que nos va a tocar pagar a todos, y el coste de oportunidad de quienes van a ver reducidos sus recursos externos (paises del tercer mundo, y eso que se van a lavar conciencias a tutiplén), pues sinceramente, me da la sensación de que esto es una tomadura de pelo.

  8. «Este sistema de bolsa que no incentiva a las empresas más contaminantes a cambiar de actitud»

    No veo el porqué de esta afirmación. En el ejemplo de Mittal que pones no porque se le hayan asignado a Mittal más derechos de los que necesita quiere decir que no tenga incentivos para cambiar su actitud. Cada tonelada que ahorre tiene un valor monetario, porque puede vender el permiso.

    El sistema de cap-and-trade funciona para reducir emisiones dentro de la zona a la que se aplican los derechos. Otra cosa es que haya problemas con el reparto de emisiones, o con la deslocalización de las emisiones, o que reducir las emisiones no sea necesario.

  9. Hombre Diego, no sé … a tu primera pregunta:

    En cualquier caso, el consumidor pagará la factura de una forma o de otra, vía un aumento discreto de los precios de la energía, o a través de un impuesto sobre el carbono.

    y a la segunda:

    Al Gore, que está a punto de convertirse en el primer billonario del carbono gracias a sus participaciones en el mercado de Chicago, ha declarado recientemente que el CO2 de origen humano nos es responsable nada más que del 40% del calentamiento de la Tierra

    … vamos, que no lo dice el artículo, lo dice Gore :)y eso que hasta hace poco el CO2 era el responsable del 99% (likely) del calor terrorífico que nos abrasará a todos! 😀
    Saludos!

  10. Revisaron bien este articulo antes de postearlo ?

    Consideran que es un juego en el que «ambos ganan» o los que ganan son los poderes publicos con mayor recaudacion, mientras que todas las personas del mundo pierden y pagan los costos de esta «magnifica idea» cada vez que consumen un producto afectado ?

    El co2 antropogenico es responsable del 40% del calentamiento de la tierra ???????

    Tamos todos locos….

  11. María,
    Hay bastante más que el mercado de carbono en juego: empresas de trading, intermediarios con gobiernos del tercer mundo (que pueden «monetizar» ingentes cantidades de derechos asignados a sus pobres países), multinacionales a la busca y captura de subvenciones para desarrollar tecnología de captura de CO2, instituciones de todo pelo relacionadas con el secuestro de CO2, el transporte del mismo y su almacenamiento en repositorios geológicos, organismos variados que optan a subvenciones jugosas para «investigar» el clima pasado, presente y futuro y, en fín, un laaaargo etcétera.
    Como para que nos carguemos este negociete de miles de millones de dólares al año por unas mediciones de temperatura que no acaban de «ajustarse» a lo que deberían.
    Saludos,

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